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lunes, 29 de noviembre de 2004

John Duncan


escrito ayer en casa---

Hoy, último domingo de Noviembre, ha sido un día calmado así que me dispongo a buscar emoción en un hermoso álbum que un antiguo amigo me acaba de prestar. Se trata del "Phantom Broadcast" del norteamericano John Duncan

Mi amigo me contó que el CD en cuestión fue elegido disco del año 2002, por la prestigiosa revista inglesa The Wire, y ello es ya un punto a favor del
mismo. He estado investigando y me he enterado de que, además, "Phantom Broadcast" fue hecho a partir de emisiones radiales de onda corta.
El disco consta de una sola pieza que dura casi 50 minutos. Desde el principio se sienten los efectos que Duncan ha usado –si bien este, según leí, niega haberlos empleado: trémolo, reverb, flanger. Phantom Broadcast me recuerda, un poco, al Mesmerised de mis amados E.A.R. (Experimental Audio Research), pero es necesario acotar que el disco del norteamericano suena mucho más minimal que el de Sonic Boom, lo cual es, sin duda, algo notable.
Otro referente podría ser los discos de Thomas Köner


Al escuchar este álbum de John Duncan siento como si estuviera en un barco, navegando a toda velocidad por algún lejano océano. De hecho este disco es bien viajero, tiene esa cualidad muy enraizada, pero además es hermoso, siento que es tan bello como cualquier álbum ambiental de Brian Eno. Para mí es más hermoso aún que las atmósferas empalagosas de Cocteau Twins. Y, como ya dije, es muy veloz. Vertiginoso y bello. No te lo querrás perder.
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lunes, 22 de noviembre de 2004

Una pregunta inquietante

Éste sábado acudí a un festival de Arte en mi nueva Universidad, la Ruiz de Montoya, allí me sucedió algo bien peculiar. Resulta que al ingresar yo al salón donde se ofrecía una exposición filosófica se me preguntó primero “¿quién eres?” y yo atiné a decir “yo quiero ser una estrella”, luego se me preguntó “¿sabes qué es la verdad?” y yo respondí “la verdad está en Andrómeda”. Había jugado el juego filosófico que los de mi Universidad habían preparado, pero siento que lo que dije, a pesar de haber sido sólo un juego, es cierto.

En el micro, de regreso a casa, me puse a pensar en ello y me di cuenta que cuando todo esto se acabe, cuando ya no exista la raza humana, o el planeta en que vivimos, seguirá existiendo algo más que simplemente los seres humanos, estará el mundo de las estrellas y fenómenos del espacio exterior, esa realidad es infinita, el universo es infinito y en expansión, si ése cosmos se acaba pues todo quedará sin sentido, incluso la verdad dejaría de ser, pues nada sería. Es decir, la nada sería todo. Hasta ese momento creo firmemente que la verdad, lo esencial está en el éter que los poetas pueden avizorar. La verdadera realidad, trascendente, es el cosmos que nos supera y cobija. Es decir, no estaba equivocado cuando, tomando una parte por el todo, le dije a aquél compañero de la Ruiz que la verdad estaba en Andrómeda. Pienso, sinceramente, que ella está ahí y no en las efímeras incertidumbres de la sociedad humana.

lunes, 15 de noviembre de 2004

Tarea para la Ruiz II

Aquí va un relato que he hecho como tarea de un curso en la universidad Antonio Ruiz de Montoya.
Hope you like it! :)
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Taller de Creación Literaria
Tarea

“La vida sin la música sería un error”.
Friedrich Nietzsche.


- En este piso el elevador no se detiene –.
-¿Por qué? –le pregunté.
- Es el piso 13 y en él nadie quiere vivir –replicó- usted sabe, la gente en estos tiempos es muy supersticiosa.
- Ah, vaya, qué interesante detalle, pues déjeme aquí.
- ¿Está seguro que no se arrepentirá?
- Claro, no soy supersticioso señor.
- Como usted quiera.
- Antes dígame algo. ¿Es cierto que el dueño del edificio es el viejo poeta y músico Carlos Mendoza?
- Sí, y lleva una vida bohemia como todos sus amigos artistas, si desea conocerlo, el señor Mendoza suele ir al café que se encuentra en la calle Verdemiel, el “Reverberation”.

Una vez que el fornido hombre del ascensor se fue, me dispuse a revisar las habitaciones de aquél temido piso. Al cabo de 15 minutos había acabado de inspeccionar lo que iba a ser mi futuro centro de operaciones. De nuevo pedí el ascensor y ésta vez el ascensorista y yo no trabamos conversación alguna ya que habían más personas en el elevador. Una vez en la calle me dirigí al café Reverberation.

- Disculpe busco al señor Mendoza.
- Oh! Está en la mesa 3, es el de blue jeans y gafas –contestó el mozo.
- Gracias.

Decidí que si iba a hablar con él tenía que ser sincero desde un principio. Me acerqué y con delicadeza me presenté ante aquél grupo de sesentones consumidores de café.

- Muy buenas tardes tenga usted señor Mendoza, disculpe que lo interrumpa en medio de esta reunión fraternal pero necesito hablarle.
- Vaya, vaya. Hace tiempo que no hablaba con hombres de tu edad. ¿Qué es lo que desea de mí exactamente, señor…
- Russolo. Francisco Russolo –interiormente me sentía aliviado de que el viejo escritor no me haya ignorado y proseguí- Verá, sé que usted es el dueño del edificio “Leon Theremin”.
- Así es.
- Lo que sucede es que deseo alquilar un piso de su edificio, para usarlo como centro de operaciones de un colectivo de artistas, músicos y poetas. Necesitamos, ya, un lugar en donde reunirnos y pensar nuestra estrategia de ataque.
- Todo eso que me cuenta me parece fabuloso. Pero deben pagar una renta mensual que asciende a 400 dólares.
- Verá, señor Mendoza, no contamos con tanto dinero, pues no somos hijitos de papá, ni burgueses…
- Entonces, señor, no sé por qué me está haciendo perder el tiempo.
- No, de ninguna manera está usted perdiendo el tiempo, créame.
-¿Así? –vi que el viejo estaba empezando a molestarse.
- Lo que tengo para usted no es dinero, pero es algo que usted, como músico que es, estimará mucho más que el metal. Verá, señor, quizá usted no lo sepa pero yo soy bisnieto de Luigi Russolo, el primer “sound writer” de la historia de Occidente y poseo algo que nadie en éste planeta ha tenido el placer de oír jamás.
- ¿Es todo lo que usted me dice cierto? No sé porque tendría que creerle.
- Poseo pruebas –seguidamente saqué de mi mochila un álbum de fotos de mi ilustre tatarabuelo en el que éste aparecía rodeado de sus inauditos instrumentos.
- Déjeme ver.
- Por supuesto. –noté que el señor Mendoza estaba genuinamente interesado en lo que estaban viendo sus ojos.
- ¿Y usted posee alguna música hecha por su tatarabuelo?
- Acaba de adivinar mis intenciones, señor. –el viejo poeta pareció emocionarse- Verá, mi padre me dejó en herencia 50 cintas en las que se puede ver y escuchar ensayos de mi ilustre antepasado junto a sus amados artefactos, que como usted sabrá eran instrumentos electrónicos construidos por él mismo a principios del siglo XX. Esas filmaciones son propiedad mía ahora.

3 semanas después, junto a mis compañeros de viaje –es decir, mis amigos músicos- me dispuse a tomar posesión del edificio que el agraciado señor Mendoza había tenido a bien obsequiarme a cambio de las películas de Luigi Russolo. Así fue cómo conseguí lo que hoy se conoce, en toda Lima, como el edificio súper espacial.

Lima, 15 de Noviembre de 2067.


lunes, 8 de noviembre de 2004

Nuevo disco de Aloardí.

La semana que pasó salió a la venta el vigésimo primer disco del sello peruano Aloardí. El plástico en cuestión es un split entre 3 proyectos ruidistas y titula “Ejercicios de Desolación Artificial 2”. Recordemos que en el primer “Ejercicios…”, publicado el año pasado, aparecían Christian Galarreta –fundador del sello- y el argentino Pablo Reche.

Éste segundo “ejercicios…” comienza con el proyecto peruano Paruro, cuya pieza –“Intervención a la unidad de sonido #02”- dura alrededor de 10 minutos y empieza como un ritmo latente, sístole y diástole, luego aparece un hilo de ruido horadador el cual se transformará, por momentos, en una masa ruidosa, como si se tratara de aparatos lanzando alaridos o de una sala de operaciones en un hospital de robots. Tras Paruro viene el proyecto del estadounidense Roger Smith, Chefkirk, su composición –“1008029248101”- recuerda bastante a Merzbow –algo inevitable entre los llamados ruidistas que, dicho sea de paso, han proliferado en la escena peruana (¡!)-, hay variaciones, podemos observar cómo el ruido parece derretirse en algún momento; se trata, pues, de un ruido polifacético. El tercer y último tema de este split –“Sin consuelo”- está a cargo de los puertorriqueños Shhh. Los centroamericanos cubren una melodía intrigante con lodo ruidoso, notamos también rezagos de atmósferas ancestrales –a lo Thomas Köner-, al final del tema pareciera ser que nos encontramos en plena tempestad en el mar, vigilados, a lo lejos, por un intento de percusión monótona.

Esperamos que Aloardí publique algún disco más en lo que resta de éste 2004, lo cual es improbable, pero, según Galarreta, el próximo año será de fecunda actividad para él y sus aliados.

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PROMO DEL CD DE FRACTAL

barbarismos

barbarismos
El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

las cosas como son

las cosas como son II

las cosas como son II