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jueves, 14 de enero de 2016

Las ¿democracias? fáciles de comprar


Por Francisco Durand
Extraído de "Hildebrandt en sus trece"

Fue un profesor de Oxford University, Lawerence Whitehead, quien, al final de la conferencia sobre "captura del Estado" en Oxford Brookes University, hizo el comentario: "hasta ahora estamos utilizando el concepto de captura por parte de los intereses económicos para explicar la política en el Sur global, pero bien podríamos aplicarla al Norte global". Se refería al hecho, comentado durante el seminario que organizara John Crabtree hace una semana, al cual pude asistir como ponente, que estamos frente a un fenómeno más amplio donde pueden existir similares tipos de captura en varias partes del planeta.

Ocurre de ese modo, pienso por mi parte, debido a que existe un fenómeno común de globalización capitalista donde las supercoporaciones dominan las compras y ventas del mercado mundial. Por lo tanto, el debate sobre captura del Estado se ha hecho universal. Ocurre en el Perú, también en la Unión Europea y los EUA, en Corea y en Taiwán. Ocurre en todos los continentes, por lo menos en los países donde existe un mercado dominado por gigantes corporativos privados y un Estado, en la mayoría de los casos democrático, cuyos órganos burocráticos pueden ser "capturados" para que sean funcionales a los intereses económicos que, quién lo duda, hoy gobiernan el mercado mundial. Por lo tanto, la democracia está dejando de funcionar.

CAPITALISMO GLOBAL

Según un informe de Oxfam, una ONG global tan seria como independiente, el 1% de la población del mundo concentra el 50% de la riqueza mundial, encontrándose esa minoría privilegiada y rica conformada por rentistas y capitalistas. Dentro de los rentistas, siguiendo a Thomas Picketty, tenemos a familias que cuentan con acciones en muchas grandes compañías listadas en las bolsas de valores de Londres, Nueva York o Hamburgo, en tanto han aprendido a diversificar su riesgo. Ahora, mucho más que antes en todo caso, hay empresas que tienen un alcance global. Hacen dinero en todas partes, sea especulando con las materias primas o las monedas (siendo el caso más importante el de George Soros, que hizo su fortuna apostando hace muchos años contra la libre esterlina, para luego fundar un fondo de inversiones y hacer un poco de filantropía con dinero así ganado), vendiendo productos fabricados en todas partes (Apple, la compañía más admirada del mundo, es conocida por mandar a hacer partes a empresas chinas con trabajadores semiesclavizados), operando siempre allí donde pagan menos impuestos y menos salarios, pero concentrando la innovación tecnológica donde se concentra el conocimiento: en los países desarrollados.

Al globalizarse, al hacerse el mundo plano, las grandes corporaciones, gracias a las políticas de apertura comercial auspiciadas por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, y a la derrota de la Unión Soviética, que ocurrió en paralelo al colapso de los populismos tercermundistas a fines del siglo XX, han podido generar un mundo a su medida. Sólo ellas operan en varios países al mismo tiempo, o en zonas integradas como la Unión Europea, y son ellas quienes se especializan en penetrar los organismos de gobierno y los ministerios de los cuales dependen sus libertades, sus escudos legales, los arbitrajes en caso de disputas, y sobre todo, su tasa de ganancia.

¿CAPTURANDO QUÉ?

La conferencia en Oxford se centró en América Latina, Asia Central y Europa Central (países que salieron de la órbita soviética y de los populismos proteccionistas), pero la pregunta que hizo el profesor Whitehead quedó flotando en el ambiente al final del evento. Si bien el concepto de captura todavía requiere ser precisado, queda en claro que se trata del objetivo principal de los grandes agentes económicos privados para penetrar los aparatos del Estado donde se toman las decisiones. Varios mecanismos se han identificado, resaltando la financiación corporativa de las campañas electorales y el uso del lobby. Sin embargo, el mecanismo que realmente destaca es la puerta giratoria, el hecho de que los cargos económicos más importantes quedan en manos de "expertos" que vienen invariablemente de las corporaciones o de los organismos financieros internacionales. Esa es la mejor manera, y la más barata, de lograr la captura pues operan con principios pro mercado y creen que no hay entidad más eficiente que las corporaciones modernas. Así que hay que apoyarlas cuando crecen y rescatarlas cuando fallan, como ocurrió en la crisis financiera mundial del 2009, que es el momento en que el debate sobre la captura del Estado se hace global.



No faltaron los comentarios para precisar quién es el actor captor en tanto hablar de corporaciones privadas es muy amplio. A fin de cuentas, están divididos por sectores y en algunos casos les es tan importante capturar el Estado central como el local, que es el caso de las extractivas. Las financieras, por su parte, prefieren siempre estar en las capitales y controlar las instituciones del Estado central. También se señalaron casos donde al actor captor no le interesa obtener rentas ni privilegios sino principalmente evitar controles. Es el caso de la narcoburguesía, cuyo interés no es el sacar más dinero, dado que tiene la tasa de rentabilidad más alta de cualquier negocio, sino controlar los órganos represivos del Estado, de jueces a policías (y si intervienen los militares, también ellos), control que tiene que hacerse sobre todo a nivel regional o local, allí donde producen la droga, en los corredores que usan y en los lugares de embarque.

Obviamente, nadie planteó que esta "captura" sea total ni permanente. El Estado sigue siendo una arena donde distintos intereses compiten por tener mejor acceso e influencia, de modo que la captura que se logra hoy puede perderse mañana. Sin embargo, no hay que olvidar que son las grandes corporaciones los únicos jugadores con los recursos materiales y organizaciones como para intentar prolongar esta captura hasta donde sea posible. El resto de grupos sociales tiene menores niveles de acceso e influencia en el proceso de toma de decisiones. Pero todo esto podría verse interrumpido cuando el pueblo organizado decida tomar cartas en el asunto y las corporaciones pierdan no solo el control, los privilegios y protecciones legales que derivan de la captura sino que incluso sus propiedades.

De ocurrir algo así, entonces las corporaciones migran a otros mercados. Me refiero a lugares como el Perú de hoy, donde la política del Estado consiste en atraer a los grandes inversionistas por encima de cualquier otro objetivo, países con bajos estándares de fiscalización y fáciles de penetrar. Si las corporaciones son locales y no tienen tantas opciones para irse a otros mercados, afirmación relativa en tanto los grupos de poder económico peruanos y latinoamericanos se han transnacionalizado en la última década, siempre pueden intentar cambiar al gobierno.

¿Y LOS EUA?

Volviendo a la inquisitiva afirmación del profesor Whitehead, muchos de los asistentes asintieron con la cabeza, indicando que el fenómeno llamado captura del Estado puede también darse en países desarrollados. A fin de cuentas, es en esos países de capitalismo originario donde están ubicadas las gandes corporaciones mundiales y donde han aprendido el juego de la política al más alto nivel y en donde tienen al mismo tiempo mayor experiencia internacional. Por eso no es casual que en los EUA esté creciendo la candidatura de Bernie Sanders, el socialista solitario, quien afirma que no recibirá donaciones de los ricos y las corporaciones porque ese es el mecanismo principal de captura. Sanders está captando más votos y es la sorpresa de las elecciones del 2016. Al igual que sucede en el Reino Unido con Jeffrey Corbin del Partido Laborista y con Podemos en España.

Terminado el seminario en grupo nos fuimos a un pub a conversar. Uno de los conferencistas retomó el hilo de la discusión y señaló el caso de Golman Sachs, la firma consultora y financiera de Wall Street, como el más significativo. Es esta firma, dijo, la que coloca los ministros de economía (Secretary of the Treasury) en las últimas décadas, sea con gobiernos republicanos o demócratas, es decir, es allí donde organizan la puerta giratoria. Así estamos. Las democracias entonces se venden o son fáciles de comprar. Poco a poco el mundo se va dando cuenta de esta dura realidad.

*NdeR: Los signos de interrogación son míos.

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

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pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

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