feed

SSR

lunes, 1 de mayo de 2017

¿Feliz día del Trabajo?


NO ES HORA DE LOS SINDICATOS, APLASTADOS POR LA POLÍTICA NEOLIBERAL DESDE LOS TIEMPOS DE LA MAFIA FUJIMORISTA. HOY LAS COSAS NO SON DIFERENTES. LO DEMUESTRAN ESTAS HISTORIAS.

Escribe RICARDO VELAZCO

..."La mentalidad del empresario acá siempre fue antisindical. El problema fue que los trabajadores organizados lucharon por la democracia pensando que esta les restituiría sus derechos laborales, pero se equivocaron. Los gobiernos que llegaron después les prometieron, por ejemplo, una Ley General del Trabajo, que continúa estancada", explica Nieves Mujica.

"La política antisindical del empresario genera que los trabajadores desistan de querer agruparse al ver el hostigamiento que padecen los dirigentes, los despidos de los afiliados y los escasos logros de las negociaciones colectivas", dice Gerónimo López Sevillano, secretario general de la CGTP desde 2016. Todos los gremios enfrentan una severa crisis en sus sindicatos que se refleja en sus condiciones laborales.

...

EMPLEADAS DEL HOGAR

Los empleadores de Obdulia Guevara Neyra le decían que había nacido para sirvienta. En más de una oportunidad le revisaron los cuadernos que llevaba al colegio nocturno al que asistía para ver si andaba en "temas peligrosos". En el 2009, cansada de las humillaciones, organizó el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del hogar de la Región Lima y decidió inscribirlo en el Ministerio de Trabajo. "Ahí nos dijeron que mejor nos inscribiéramos como asociación, porque así nos ahorraríamos problemas. Pero no aceptamos, como sindicato podíamos hacer muchas más cosas", dice Guevara Neyra.

La dirigente revela que la palabra "sindicato" asusta a muchos empleadores en la actualidad, quienes prefieren despedir y contratar a otras personas que no sean parte de una organización. "El miedo que tienen es que acá les damos consejos legales sobre contratos, liquidaciones, beneficios laborales y juicios. Muchos empleadores aún se resisten a darles contratos escritos a nuestros trabajadores con el objetivo de emplearlos en tareas adicionales para los que han sido contratados", explica la dirigente, quien asegura que los empleadores no están acostumbrados a la formalidad.

"Ni siquiera el presidente ha cumplido con su promesa. En campaña nos prometió que modificaría la ley para obtener obligatoriamente contratos por escrito pero ya estamos en abril del 2017 y no ha hecho nada", reclama Guevara.

...

LA BANCA

Kerly Bravo Capuñay tiene 25 años, 3 denuncias en el Ministerio Público por sindicalizarse y 4 despidos intempestivos por parte del Banco Azteca, del Grupo Elektra, donde trabaja desde el 2013. Ella se ha convertido en un caso emblemático para las organizaciones sindicales a nivel internacional. "Yo trabajaba en el área de cobranza y me afilié en primer lugar con la idea de poder negociar mi descanso para los domingos, pero al segundo día de haber entrado al sindicato comenzaron los actos de hostilidad", dice Kerly. Cuenta que la primera advertencia llegó de la oficina principal del Banco Azteca, que le pidió sin rodeos que se desafiliara o tendría problemas legales. Tras negarse, fue despedida.

Bravo planteó un recurso de reposición que la favoreció. De regreso al Banco Azteca, Kerly Bravo fue elegida como nueva secretaria de prensa y propaganda del sindicato. A partir de entonces, se dedicó a informar a los trabajadores sobre temas de salud y seguridad en el trabajo y a representar a su organización en las inspecciones hechas por la SUNAFIL. Su trabajo fue decisivo en los procesos sancionadores al Banco Azteca que, entre 2014 y 2016, recibió multas hasta por un total de un millón de soles por prácticas antisindicales. También participó en la fundación de otro sindicato para los trabajadores de la cadena de tiendas Elektra, perteneciente al mismo grupo económico.

Sus empleadores la despidieron otras tres veces en el lapso de dos años. Tres veces fue repuesta. Tras el fracaso de los despidos comenzó el hostigamiento para que renunciara. "Primero me pusieron en una oficina de dos por dos metros sin hacer nada todo el día. Dos meses después  reclamé y lo que hicieron fue moverme de sede. Me mandaron hasta Lurín, sabiendo que yo vivía en el cono norte", cuenta la joven. Las represalias también alcanzaron a sus compañeros y para julio del 2015 llegó a ser la única dirigente de su sindicato en funciones.

Un año después, en 2016, el panorama empeoró. El grupo Elektra la acusó ante el Ministerio Público de haber falsificado una firma para obtener un permiso médico y de coaccionar a algunos trabajadores para que funden un nuevo sindicato. El 31 de marzo del año pasado fue despedida por cuarta vez. "Actualmente el sindicato está muy débil, sólo tiene 60 afiliados, mientras que el de las tiendas Elektra que ayudamos a fundar desapareció luego de que los dueños les ofrecieran dinero a algunos y despidieran al resto", dice Kerly.

LA MINERÍA

"Esto es un problema serio, los empresarios chinos nunca dan muestras de diálogo con sus trabajadores", se queja Julio Ortiz, secretario general del sindicato de trabajadores de la mina de hierro Shougang, especializada en la extracción de hierro. Ortiz maneja a un grupo de 900 trabajadores sindicalizados, quienes han tratado de impulsar, sin mucho éxito, un pliego de reclamos desde hace 14 años. "Cada año despiden a trabajadores estables y contratan a personal tercerizado. También hay un sistema de seguridad laboral poco profesional. Trabajamos con equipos muy antiguos, no hay ambulancia, como obliga la norma, y hay reactivos que están haciendo daño a los trabajadores. Y además ganamos un promedio de 98 soles diarios cuando otras mineras están pagando un promedio de 150", dice Ortiz. 

De acuerdo con Julio Ortiz, la empresa no ha cumplido con ninguna de las sanciones impuestas por los incumplimientos de convenios colectivos. "Las autoridades han sido bastante blandas con una empresa que ahora está cayendo en faltas medioambientales. Hemos pedido la presencia de OEFA y OSINERGMIN pero el reclamo no ha sido efectivo. Por ello estamos preparando una huelga para junio", adelanta el sindicalista.

"El gobierno es cómplice de lo que está ocurriendo. El Ministerio de Trabajo se ha llenado de abogados como Germán Lora, jefe del gabinete de asesores, quienes se jactan de ser ´rompesindicatos`. Nosotros no estamos contra las empresas pero queremos lograr estabilidad laboral y mejores condiciones de trabajo. Como vamos, el panorama amenaza con ponerse peor", advierte Tania Turriarte, coordinadora de la Red Solidaria de Trabajadores...

No hay comentarios.:

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

SUPPORT PERU AVANTGARDE////APOYA LA AVANZADA PERUVIANA

PROMO DEL CD DE FRACTAL

barbarismos

barbarismos
El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

...

...

realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

las cosas como son

las cosas como son II

las cosas como son II