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miércoles, 8 de mayo de 2019

Corrupción y desigualdad


por PEDRO FRANCKE
Extraído de "Hildebrandt en sus trece"

...Estamos en un momento crítico de la lucha anti-corrupción y mantenemos las esperanzas de que tras las declaraciones de Jorge Barata tengamos juicios rápidos y cárcel efectiva a todos los corruptos que la tienen bien merecida.

Pero si miramos un poco más veremos otro tema importante en la agenda pública, el de la desigualdad económica y social hacia los campesinos y pobladores rurales, puesto en evidencia tanto en el conflicto Las Bambas como en los recientes datos del INEI sobre la pobreza monetaria. El conflicto de Las Bambas ha mostrado como el estado peruano actúa de manera discriminatoria al permitir que pasen cientos de enormes camiones diariamente por los terrenos de la comunidad de Fuerabamba violando su derecho a la propiedad, a un medio ambiente saludable y a su sostenimiento económico familiar basado en la ganadería, algo que no sucedería en ningún distrito de clase media alta limeña. El contraste es grande frente al caso del aeropuerto Jorge Chávez, donde la construcción de la segunda pista está paralizada, afectando seriamente el transporte y el turismo porque la multimillonaria familia Valle Skinner recurre a argucias judiciales, sin que a ellos o a su abogado Enrique Ghersi se los meta a la cárcel acusándolos de chantaje. El problema de fondo es que “hay gente que sigue considerando que los serranos, los indígenas somos ciudadanos de segunda categoría”, como ha dicho Verónika Mendoza.  

Las cifras de pobreza del INEI resaltan esa desigualdad. Una familia limeña logra en promedio 1 300 soles mensuales pero en la sierra rural solo llega a 480 soles, con el grupo más pobre viviendo con apenas 100 soles mensuales. Las distancias son mucho mayores en relación al exclusivísimo club de los billonarios peruanos, que en la minería y las finanzas han amasado fortunas superiores a los 8,000´000,000 de soles, con solo dos familias teniendo más riqueza de lo que ganan los 7 millones 400 mil pobladores rurales peruanos en un año.

Se suma a esto una terrible injusticia fiscal, con gravísimas deficiencias de la educación, la salud pública y los caminos rurales causadas porque el presupuesto para esos rubros es mínimo, mientras las exoneraciones tributarias 15,000 millones anuales y la evasión y elusión de las grandes empresas son todavía mayores. La llamada “norma anti-elusión” según el propio ministro de finanzas permitiría 4 mil millones de soles adicionales de presupuesto público, pero a pesar de ya ser ley (el DL 1422 la aprueba por segunda vez, como si no hubiera bastado una) el gobierno Vizcarra no la aplica esperando que el congreso fujimorista apruebe las demandas de la Confiep para “ablandarla” a su medida.

Hay además un serio problema de empleo urbano, en especial en Lima, donde este verano se ha perdido 19 mil empleos, adicionales a los 69 mil perdidos el año anterior en empresas (de más de 10 trabajadores). No por gusto las encuestas indican que la ciudadanía es fuertemente crítica a la política económica. A los 300 mil jóvenes que entran cada año a la fuerza laboral se han sumado 700 mil venezolanos, mayor oferta que se ha traído abajo los ingresos de los informales, como me contó recientemente un taxista que antes podía hacerse 200 soles diarios y ahora no llega a 150. La Confiep y sus medios concentrados, claro, sonríen felices cuando pueden reducir salarios.

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RESISTENCIA MANIPULADORA

En estos meses hemos recuperado la esperanza de que en el marco de la lucha anti-corrupción logremos romper con esta captura del estado por parte de los grandes poderes económicos. Pero éstos no están indefensos y ya se han planteado una nueva estrategia política. La Confiep ha nombrado a una fujimorista como su presidenta en la misma semana que Fuerza Popular se “relanzó” buscando conectar con el pueblo conservador. Lo hacen respondiendo a otras buenas noticias recientes: la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, otro enorme cambio social y político en proceso, dio un paso adelante cuando la corte suprema rechazó que el enfoque de género sea retirado del currículum. Paralelamente otro fallo judicial obliga al reconocimiento del matrimonio de Susel Paredes y Gracia Aljovín, dando respaldo a que quienes aman a personas del mismo sexo tengan también este derecho, dando fin a una discriminación inaceptable.

Lamentablemente, hay todavía sectores ciudadanos que quieren conservar tradiciones discriminatorias. Les da mucho miedo el cambio en su entorno inmediato y no pueden enfrentar los vericuetos de su propia sexualidad. Los sectores ultra-conservadores buscaron retomar la iniciativa con el pretexto de que en una página escondida de un link señalado en un libro escolar se explica el sexo anal, como si no fuera necesario que los adolescentes y jóvenes tuvieran una educación sexual integral y no estuvieran ya aprendiendo por su cuenta de peor manera con internet.

El fujimorismo busca encubrir su defensa de los lobbies de la Confiep, la contaminación de las mineras, las sobreganancias de bancos y AFPs, las exoneraciones tributarias para  agroexportadores y universidades-negocio, la comida chatarra y su propia corrupción. ¿Cómo? Encubriéndola con un mensaje reaccionario, de vuelta al pasado y defensa del machismo desembozado. Supuestamente defienden la familia tradicional pero están llenos de hipocresía sexual, como el congresista Ushiñahua que defiende “con mis hijos no te metas” pero le encanta ver pornografía. Creen poder seguir el camino Trump y Bolsonaro, que combinan machismo, racismo y autoritarismo para encubrir una política de privatizaciones, reducción del estado social y reformas anti-laborales que agravan la desigualdad económica y social. 

Lo que busca el fujimorismo con sus mensajes contra la equidad de género y la educación sexual es esconder su corrupta defensa de los abultados bolsillos empresariales, de donde han salido millones para sus campañas. Es tiempo de recordar a Rubén Blades: “oye latino, oye hermano, oye amigo, no te dejes confundir, busca el fondo y su razón, recuerda se ven las caras pero nunca el corazón, y el plástico se derrite cuando le da de lleno el sol”.

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

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es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

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las cosas como son II

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