feed

SSR

miércoles, 3 de julio de 2019

UNA CONVERSACIÓN CON ANDY ROURKE DE THE SMITHS :. Nunca hay que decir nunca



Allá por el 08 Andy Rourke vino a Lima para hacerlas de DJ para un evento ad hoc en la discoteca Vocé junto a los argentinos dream poppers Altocamet. La ocasión fue aprovechada por el master Fidel Gutiérrez de la revista Freak Out! para entrevistar al bassman de los Smiths. Disfrootenlo.


Hablamos con el ex bajista de The Smiths sobre su glorioso pasado y su prometedor futuro 



Por Fidel Gutiérrez Mendoza

“¿Music For Chew?” La apresurada traducción al inglés del nombre del CD que acompañó al número 13 de nuestra revista (Música Para Chacchar) y las hojitas de coca que adornan su portada, generan sorpresa en Andy Rourke, el bajista de The Smiths que pasó por Lima para brindar un DJ (o, mejor dicho, un No DJ) set en una noche compartida con los maravillosos argentinos Altocamet.

“Mejor hubiese sido Música Para Esnifar, antes que Para Mascar”, añade risueño, mientras le explicamos que, si ese hubiese sido el título, ya habríamos ido a parar a la cárcel; una situación que, por cierto, él conoce en carne propia ya que su adicción a la heroína –de la cual tiempo atrás se arrepintió- lo llevó tras las rejas, al vinculársele con una red internacional de traficantes. El incidente –difícil corolario de años intensos en los que el éxito alcanzado por los Smiths fue lo más positivo en su vida- también hizo que Morrissey, el líder de la histórica banda, lo expulsara de ésta. Luego volvería a recibirlo, pero la disolución estaba cerca.

Estamos pues ante el más díscolo miembro del grupo inglés más querido de los 80; un tipo con un sentido del humor particular, el mismo que lo lleva a decir que lo que lo único que conoció de Lima fueron “los bares y los pubs” y a no darle mucha importancia a su participación en Freebass, banda en la que comparte labores con los bajistas de New Order y Stone Roses, cuyo debut discográfico es inminente.

Conversamos con Rourke en un barcito miraflorino, al día siguiente de su ecléctico set, el cual tuvo un final accidentado por problemas con la electricidad y el horario. Estos, sin embargo, no impidieron que –al mejor estilo de su natal “Madchester”- la fiesta continuara con todo en la habitación del hotel en el que se hospedaba, hasta la salida del sol y con la participación de varios miembros de Altocamet y Resplandor, la banda anfitriona.

Es precisamente sobre lo ocurrido esa noche con lo que iniciamos la charla.


FO!: ¿Qué respuesta notaste en el público durante tu set?

Andy Rourke: Parecían estar divirtiéndose. Yo también lo disfruté en verdad, aunque hubo algunos problemas al final con el sistema de sonido y el set  tuvo que acabar antes, desafortunadamente. Fue algo que se salió de control.







FO!: Varios esperaron un set pegado al indie rock o al britpop, pero de pronto escuchaban funk, a Dee-Lite o rock de los 60, como Love o The Doors. ¿Siempre sueles mezclar tantas cosas que resultan de alguna forma disímiles?

AR: Me gusta mezclar de todo y mantener a la gente sorprendida.  Pero en realidad lo que me gusta es tocar cosas que la gente pueda bailar. Si tocas todo el tiempo indie o britpop no siempre puedes bailar. Solo toco canciones  que me gustan, lo que resulta algo egoísta, pero siempre me ha funcionado en el pasado.

FO!: ¿Has distinguido si hay diferencias en la forma en que una audiencia latinoamericana y otra anglosajona responden a la música que pones en tus sets?

AR: No en realidad. Creo que la reacción es la misma en todos lados. Si, como me dices, esa noche hubo algo de sorpresa en la audiencia, en Inglaterra o en Norteamérica la gente parece recibir con normalidad el set. No se qué es lo que esperaban realmente esa noche, pero creo que como provengo de una banda indie icónica, entonces la gente crea en sus mentes la expectativa de que solo tocaré música indie. Pero yo escucho toda clase de música.

FO!:¿Alguna banda latinoamericana te ha pedido, en medio de estas visitas a nuestros países, que colabores con ella?

AR: No, pero si me gusta la banda y la música que hace, no me importa de dónde sea. Lo haría. Pero no ha ocurrido hasta hora.

FO!: ¿Sabías algo de la escena musical o de la cultura de aquí?

AR: No mucho. Es una buena experiencia para mí estar en el Perú, pero solo he conocido bares y pubs (risas). En Inglaterra todo está muy centrado en lo que pasa MTV y cosas así. La escena musical está como muy concentrada en la música norteamericana e inglesa, lo que es vergonzoso porque hay algunas grandes bandas latinoamericanas. La desventaja  también reside en que cantan en español, porque la gente inglesa es muy ociosa en lo que respecta al lenguaje. Todos hablan inglés solamente. Odio esa situación, la verdad.


ESOS HOMBRES ENCANTADORES

FO!: ¿Cuándo supiste que The Smiths eran muy reconocidos en América Latina? ¿Fue antes o después de que la banda se separara?

AR: Hicimos un par de giras por Estados Unidos e inmediatamente aparecieron estos seguidores hispanos: fans mexicanos y gente que hablaba en español. No se por qué razón. Luego aparecieron covers de canciones de The Smiths en español. Se de una versión en español de “There Is A Light That Never Goes Out” que en México llegó a ser número uno.

FO!: Supongo que debe ser la de Mikel Erentxun, un músico español. Pero eso fue después de la separación del grupo.

AR: Sí; fue en los 90.

FO!: En Perú nunca editaron los discos del grupo cuando este existía. La primera edición local fue la de The Queen is Dead, a comienzos de los 90. Y su más grande éxito aquí fue “Bigmouth Strikes Again”, que sonó mucho en radios en 1988…

AR: Un año después de la separación…Me imagino a Morrissey diciendo (con voz amanerada entre gutural y nasal) “¡oh!, tuvimos un disco número uno en Perú” (risas).

FO!: ¿En las entrevistas que te han hecho los medios locales te han preguntado sobre Morrissey y su sexualidad?

AR: No, porque creo que ya todos saben cuál es.

FO!: Durante los años en los que el grupo existió era un misterio, ¿no?

AR: Bueno, él decía que era célibe… Célibe es mi trasero (risas).

FO!: ¿Ese rollo asexuado que lo caracterizaba impedía que tuviesen groupies femeninas?

AR: No. Y alguien en el grupo tenía que atenderlas y ese alguien era yo (risas). Johnny Marr estaba casado y Mike Joyce tenía una novia. Eso solo me dejaba a mí.

FO!: Era un trabajo muy duro, me imagino.

AR: Sí. Sobre todo por las enfermedades venéreas (risas).

FO!: ¿Qué pensaste cuando el año pasado ofrecieron diez millones de dólares al grupo para que se reúna para el festival de Coachella?

AR: Fueron ocho millones y un testículo izquierdo, como alguien dijo por ahí (risas). Eso de si volveríamos alguna vez a tener a la banda reunida es una de esas preguntas que se hacen siempre y nadie sabe la respuesta a ciencia cierta. Diría que nunca hay que decir nunca porque uno nunca sabe. Las actitudes de las personas cambian y el orgullo se estrecha con la edad, pero la vida es muy corta y no puedes ignorar a cierta gente durante toda tu vida… ¿Quién sabe? Tal vez cuando Morrissey tenga 85 años decida tener a la banda reunida de nuevo (risas)


FO!: Y tú estarás allí

AR: Espero estar (mira el vaso repleto de Cuba Libre que le acaban de servir). Aunque quizás no pueda...

FO!: ¿Crees que Morrissey se comportó neciamente al negarse?

AR: No, porque creo que si The Smiths volverían a reunirse no sería por el dinero, así insistan con -no se- 800 millones de dólares, lo que resultaría absolutamente insano. Es algo que resulta muy precioso para todos los que integraron la banda. Ninguna cantidad de dinero va hacerte sentir cómodo juntando a la banda si no estás cómodo con los demás en primer lugar. No es solo el dinero, sino también el estado mental y la actitud de los miembros del grupo.

FO!: Y si en la banda todo no es por dinero ¿cómo explicar el juicio que le hizo Mike Joyce a Morrissey por el reconocimiento de créditos y regalías?

AR: Eso fue porque resulta injusto no darle a la gente los que se supone que se le debe pagar. Morrissey y Marr compartían 50% cada uno de todos los ingresos por pagos de derechos de autor, pese a que yo hice los arreglos de bajo y Mike los de batería. Cada uno de ellos también se llevaba el 40% de las regalías mecánicas (el pago derivado de las ventas de los discos) y nos dejaban a Mike y a mi 10% de éstas para cada uno, lo que ante los ojos de todos es injusto, porque la mayoría de bandas, como por ejemplo New Order,  dividen todo en partes iguales.

FO!: Pero en ese caso, ellos ponían en sus discos “canciones escritas por New Order”, mientras que en los de ustedes decía que eran compuestas por Morrissey y Marr.

AR: Eso fue una decisión que ambos hicieron muy al comienzo. No se quién les aconsejó hacerlo, pero no creo que mantenerla haya sido justo (hace una pausa). Yo acepte llegar a un acuerdo con ellos voluntariamente, ante la amenaza de que todo sea llevado a los juzgados y pasar por una humillación pública.

FO!: Ese juicio resultó bastante triste para los fans. Muchos reaccionaron bastante mal ante todo ese problema y perjudicó su imagen ¿no crees?

AR: Si. Creo que Mike logró un acuerdo duro, pero lo hizo convirtiéndose en “el tipo malo”. Pero hay que ver a ambos lados; no solo el de Morrissey, quien con sus dichos le causó mucho dolor y generó agresiones contra él; creo que hasta amenazas de muerte. Pero en realidad fue vergonzoso que esto tuviese que llegar al punto de ser tratado en un tribunal. Es que Morrissey es una especie de persona tormentosa que cuando decide algo no lo reconsidera ni da marcha atrás. Así es como fue.

FO!: Con todo eso supongo que tus relaciones con él y con Marr no deben ser de las mejores actualmente

AR: No tengo ninguna relación con Morrissey desde ese juicio. Para entonces ya se había mudado a Los Angeles. Creo que lo que necesita es espacio… No hay ninguna relación con Marr, y eso es vergonzoso.

FO!: ¿Estás al tanto de los planes de reeditar nuevamente todo el catálogo de The Smiths?

AR: Dicen que supuestamente se editará una caja. Pero tras el problema entre Morrissey y Mike, no quieren que participemos en esas cosas.

FO!: En tu set tocaste algunas canciones de The Smiths, como “Bigmouth Strikes Again”, “The Headmaster Ritual” o “There Is A Light That Never Goes Out” ¿Alguna de ellas es tu favorita? 

AR: Es difícil responder eso. Depende de humor con el que esté. Cambia cada día. Le tengo cariño a todos los discos. Son muy valiosos. Si me preguntas hoy te digo que es “There Is a Light…”, si lo haces mañana te diría que es “Some Girls Are Bigger Than Others”. Es difícil elegir una sola.



MANCHESTER DREAM TEAM

FO!: Leí que el álbum de Freebass, el grupo en el que tocas con Peter Hook y Mani, será editado de todas maneras este año. ¿Cómo describirías el sonido que tendrá?

AR: Como una sorprendente mezcla de Joy Division, The Smiths, Primal Scream

FO!: …y los Stone Roses (risas)

AR: Bueno, ahí toco el bajo y la guitarra también, porque a veces tener a tres bajistas resulta excesivo. Regresando a Londres debo de ir de nuevo al estudio para avanzar con la grabación. Tenemos listas casi cinco canciones, pero planeamos tener todas para abril.

FO!: ¿Peter Hook es quien hace los temas? Te lo pregunto porque parece ser él quien lleva las riendas del grupo.

AR: Es que a él le gusta hablar bastante. No las escribe él. Todos hacemos los temas. No se repetirá aquí el tema de las regalías que se dio con The Smiths. Todo se divide en partes iguales.

FO!: ¿Ya tienen disquera o lo sacarán de manera independiente?

AR: Estamos costeando toda la grabación y la producción nosotros mismos. Veremos si alguien más se interesa.

FO!: Aquí casi no hay disqueras grandes. La mayoría son sellos locales e independientes, o son las mismas bandas las que editan sus discos ellas mismas

AR: ¿De verdad? En Inglaterra Radiohead puso su último disco en Internet para que cualquiera lo baje. Pero siempre habrá gente que querrá tener un CD en sus manos, ver el diseño, leer la información que este trae; gente a la que le gusta coleccionar estos y los vinilos. 

FO!: ¿Te incluyes en esa categoría?

AR: Por supuesto. Pero hace ocho años robaron en mi casa y se llevaron todos mis vinilos, cerca de mil, y mi tocadiscos. Hasta ahora no puedo reemplazarlos. Tenía muchos discos de etiqueta blanca, bootlegs. Se llevaron toda mi colección de los Beatles y de los Rolling Stones. Fue lamentable.

FO!: ¿Qué tan cierta es esa imagen que se tiene de la escena musical de Manchester en las pasadas dos décadas? ¿En efecto fue tan notable o hay cierta mitificación?

AR: En Manchester los 80 sí fueron una época asombrosa y también los 90, con los Happy Mondays, Stone Roses e Inspiral Carpets. Fue como un movimiento y una gran época, muy especial. Aún hay grandes bandas hoy día, como Cherry Ghost, que es muy buena. También están Polytechnic y Alter Cast.

FO!: ¿Y cuál de las bandas de Manchester es tu favorita, aparte de The Smiths?

AR: Stone Roses y Happy Mondays, que además son amigos míos. Con ellos compartí mucho tiempo libre y fuimos a muchos conciertos. Fueron los mejores grupos también.



No hay comentarios.:

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

SUPPORT PERU AVANTGARDE////APOYA LA AVANZADA PERUVIANA

PROMO DEL CD DE FRACTAL

barbarismos

barbarismos
El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

...

...

realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

las cosas como son

las cosas como son II

las cosas como son II