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martes, 6 de agosto de 2019

RUEDA RADIOFÓNICA / MÚLTIPLEX :. Renato Shols


                            
Por :  HELENE RAMOS

En Vanguardia Peruana, iniciamos una serie de entrevistas a locutores peruanos con preguntas estandarizadas y explícitas, para los dedicados a este oficio de la palabra. Locutores de diferentes épocas de la radiodifusión peruana que han dejado un legado y responden cada uno de ellos a micrófono abierto.


¿Cómo empezó todo ello en cuanto a tus inicios en la locución? Menciona todo tu historial dentro de las emisoras locales conduciendo programas y/o en TV.

Allá por el año 1963, al iniciar mi colección de discos de vinilo, frecuentaba las discotiendas de ese entonces, “Discocentro”, “Discos Héctor Roca”, “Disco Club 105”, todas ellas de las Galerías Boza de Lima; del mismo modo, continuamente visitaba la “Casa Castellano” de la cuadra 5 del Jr. De la Unión, al igual que la “Agencia Philco” ubicada en la cuadra 6 de dicho Jirón y para completar el periplo musical, mis visitas eran seguidas a las otras tiendas limeñísimas como eran, “Discos MAG” y  “Discos Del Mundo” de la cuadra 7 del ese céntrico jirón, y ya en la cuadra 8, me esperaba “Discos Boza”.  

Fue en ese discurrir por tan lindo boulevard, que hice amistad con el administrador de la tienda “Discocentro”, el famoso cantante de “Los 4 Pepes” y uno de los primeros discjockeys de la capital, Pepe Carrasco, un boliviano polifacético, que resultaba ser un gran anfitrión de esa cadena musical, y se mostraba siempre solícito para sugerirnos álbumes y los acariciables discos de 45 RPM, incluidas sus portadas con los artistas del momento, a todo color.  Fue en ese continuo trajinar por el jirón de la Unión que surgió su invitación para visitarlo en su sintonizado programa “El Hit Parade Discómano” de Radio Panamericana, auspiciado por Televisores Andrea, con la asistencia técnica del gran operador, Tommy Kusell. Paralelamente, me las ingenié para visitar a otra gran estrella y como digo yo, “Héroes de la Radio, Angeles de la Música”, el extraordinario Pepe Ludmir, de sus famosos programas diarios, “Charlas del Cine” y “Hora de Estrellas”, teniendo con este último la calidad de exalumnos del Colegio “Gimnasio Peruano”. Cierto día, Pepe Carrasco me selecciona de entre sus oyentes invitados al programa para leer un comercial, relacionado con el night club, “Sunset Club Bar”, de la cadena del “Percy Candlelight” y del “Moncheri”.  Luego de esta experiencia maravillosa y aún no pensando en tomar mayor contacto con el micrófono, pasa el tiempo y llega el año 1964, año del despegue, dado que me designa su secretario del club de oyentes de un nuevo programa llamado “Exitorama” que se transmitía por Radio Miraflores, casa radial que curiosamente años después me daría el espaldarazo del éxito. Cierto día, Pepe que tenia el mismo programa en simultáneo por Radio Expreso y Radio Callao, a la par que su difusión en Canal 13-Panamericana TV, no llegaba a la radio y pude verificar que había agotado su provisión de cintas magnetofónicas con las audiciones, es en ese momento que hablo  con el jefe de programación de la radio, el carismático y legendario Pedro Roncallo, a quien le consulté si podía salir al aire en lugar de Pepe y suplir su ausencia, presentando el programa en vivo. Ante su anuencia y conformidad, toda vez que teníamos el auspicio exclusivo de la bebida gaseosa Canada Dry, me lancé al aire en el espacio de las 6 de la tarde, un horario muy estelar y de plena audiencia. No habían transcurrido los quince primeros minutos del programa, cuando Pepe me llama y felicita por mi iniciativa, anunciándome de que en lo sucesivo alternaríamos en el espacio, produciéndose mi ingreso a la radiotelefonía, con el aval, aprobación y auspicio de uno de mis ídolos de la locución. Desde ese momento, empecé a frecuentar a los artistas del momento, quienes acudían al programa, en vivo y en directo y como invitados a nuestros lonches con las estrellas de moda en los Hoteles Bolívar y Crillón, con el beneplácito de los oyentes. Así pude alternar con artistas como Los 5 Latinos, Luis Aguilé, Yaco Monti, El Dúo Dinámico, entre los más solicitados. También compartimos veladas y escenario en las famosas Matinales de los Domingos con nuestros artistas peruanos como Jimmy Santi, César Altamirano, Gabriela, El Troglodita, Elmo Riveros, Nelson Arias, Pepe Miranda, Gustavo Hit Moreno, Koko Montana, Kela Gates, Enzo Roldán, Pepe Cipolla, Rulli Rendo, Dany Valdy, y muchos más. Conjuntos ya famosos por esos años, como Los Doltons, Los Belkings, Los Silvertons, Los Shains, Gerardo Manuel y El Humo, Los Golden Stars, y todos los más reclamados grupos de música de rock y pop.


Luego de un fugaz paso por Radio Luz, Radio Continente, Radio San Isidro, llega mi consagración, cuando por concurso de DJ’s, logro un programa en Radio Atalaya y me quedó en la radio de la Nueva Generación de esos Años Maravillosos, los que van del ’68 al ’70, año en que Buby Palma, de Radio Miraflores, a la sazón, Ejecutivo de la disquera Sono Radio, me jala para su radioemisora, cual contratación de crack de fútbol, y lo acompañaría en ese staff de discjockeys consagrados de 1970 a 1980 en que me dedico a mi otra profesión, la de abogado al servicio de la Marina de Guerra. Pero como uno siempre lleva el “bichito” de la radio en la sangre y los amigos siempre lo están requiriendo, fue que en 1984, Walter Gonzales, Jefe de Programación de Studio 92, me lleva a los sábados estelares de esa radio juvenil y que ya manejaba otra generación, pero que también me otorgó su distinción y afecto. Para 1985, el ahora broadcaster y antiguo colega de Radio Atalaya, Brany Zavala, me considera dentro de su elenco artístico de la renovada Frecuencia Modulada, Super FM 93. En 1986, tuve un contrato breve pero muy valioso para mi con Radio Omega, en donde disfruté la música instrumental y latina. Llega el año 1987 y 1988, para experimentar programas de aniversario de Radio El Sol y Radio Stereo Lima 100, con los amigos, Guillermo Llerena y Ricardo Jiménez, como jefes de programación, respectivamente. Al parecer estaba ya en mis cuarteles de invierno, pero son los amigos y colegas José Carlos Kovaz y Roberto Lyon, quienes me ponen en contacto con los músicos y novísimos discjockeys, Coco Sánchez y Gustavo Vizurraga, “Los Melómanos” y su estelar programa “Melomanías”, alternando con ellos en Radio San Borja de Alex Samaniego, uno de mis mejores oyentes de mis Dias Felices de radio. Durante ese tiempo, tuve la oportunidad de ensayar lo que es mi gran proyecto, la Radio Saturno, es decir, poner al aire, programas con mis colegas y amigos, Dante Capella, Jorge Cox, Lucho Aguilar, Lucho Nevares, Humberto Velásquez, entre otros muy queridos profesionales de la radio y tener por invitados a estrellas de siempre como el disciplinado y vigente Jimmy Santi, Homero, Luigi Montagne, Koki Palacios, Rulli Rendo, Claudio Fabri; conjuntos como Los Doltons de los hermanos Boluarte, Los Belkings de Willy Sandoval y Raúl Herrera, Los Silvertons de Tito Rojas, We All Together de Carlos Guerrero, Saúl y Manuel Cornejo, el recordado Ernesto Samamé y Felix Varvarande.

De otro lado, en cabina de locución, cuando en Lima se vivían los Años Prodigiosos, he tenido el placer de contar con artistas como: Julio Iglesias, Nicola Di Bari, Los Iracundos, Silvana Di Lorenzo, Paloma San Basilio, María Conchita Alonso, Daniela Romo, Palito Ortega, Donald y toda una constelación de estrellas de la Nueva Ola.

Creo que necesitamos una columna inmensa o varios capítulos para narrar mis experiencias con la música y los artistas.

Una tarde de sábado, allá por el año 1971, por primera vez hice escuchar a mis oyentes de RM, a la gran banda We All Together y así tuvimos una buena sesión musical con su primer álbum y nos pusimos a presentar sus canciones, conversar y charlar de nuestra pasión, la música, porque no se olviden que soy muy conversador y amiguero, es por ello que sin pensar de repente tengo “un millón de amigos”.

Una anécdota mágica, la constituye el hallazgo que hice del disco “Je t’aime… moi non plus”, original de la estrella francesa Jane Birkin, en 1969, cuando al buscar discos importados, aparecí en un remate en la tienda “La Discoteca”, eran discos  del catálogo de discos El Virrey, y para mayor exactitud, encontré los dos ejemplares que siempre acompañan a las muestras de discos, previos a la remisión de la matriz. Lo llevé a la sesión de los lunes de música y programación de Radio Atalaya, logrando su presentación con el apoteósico éxito que ustedes ya saben y vivieron. Pero el complemento fue que al tope de la popularidad, los ejecutivos de Virrey me pidieron que les prestara el ejemplar original para sacarlo en edición nacional, dado que el trámite de solicitar la matriz les demandaría demasiado tiempo. Así, me convertí en promotor de discos.

Para el año 2007, los grandes amigos Los Melómanos, nuevamente me inquietan para conducir “Melomanías”, ahora en Radio Miraflores por espacio de tres meses. Luego vendría otro ciclo o la segunda temporada para “El Show de Renato Shols”, que se originó en dicha radioemisora del 1 Octubre al 31 Diciembre 2007, a instancias del Ing°. Ricardo Palma de Radio Miraflores, reviviendo la música y mi jingle musical de característica de presentación para el programa.
Y ahora, solo Dios sabe que destino le será designado a Renato Shols, tu amigo de siempre y un fanático coleccionista de discos de vinilo; discjockey a la orden.

¿Quién ha sido tu más grande inspiración para que te dediques a ese oficio de la palabra? ¿Qué personaje radial peruano merece tu respeto a través de los años? 

MIS MAESTROS: PEPE LUDMIR y PEPE CARRASCO. Y la admiración a mis colegas que me antecedieron en las producciones radiales con música.  Entre nombres de famosos: DANTE CAPELLA, SERGIO VERGARA, HUMBERTO VELASQUEZ, CARLOS ROJAS. En grado máximo, el haber sido deslumbrado por los grandes locutores, animadores y maestros de ceremonias.  Entre ellos: FERNANDO FARRES, DAVID ODRIA.

¿Qué ha sido lo más apreciable para ti durante todo el tiempo en que te dedicas o has dedicado a este oficio? 

Haber logrado vencer la timidez y pretender ganar un millón de amigos del aire.

Si pudieras estar eternanente ligado a un año de la escena musical ¿qué año podría ser este?

Fascinado por los dorados años ‘60, era de cantantes solistas, dúos, tríos, conjuntos, orquestas.

¿Algún estilo musical no obtuvo la atención,que esperabas que sí la obtendría? 

Me hubiera gustado producir programas de jazz.

¿Qué consideras que no ha obtenido el éxito esperado en el transcurso del tiempo, con los locutores peruanos?

La falta de legislación que los reconozca profesionales de la radio, como aconteció con los periodistas que ejercían con amplia experiencia; protección laboral, capacitación permanente.  Renglón aparte sucedió durante el gobierno del General Velasco, con la legislación sobre radiodifusión, posibilitando la expedición de Patentes de Trabajo para ejercer labores de locución o técnicos en sonido.

¿Es que se puede vivir adecuadamente siendo un locutor en el Perú? 

Ahora son sub empleados; es decir, ganando por debajo del mínimo legal, sin contrato de trabajo indeterminado o renovable por un tiempo razonable, es decir, con una periodicidad de varios años, para de alguna manera, concederles estabilidad laboral.

¿Qué habilidades hace que un locutor tenga un estilo único?

En primer término, el locutor tiene que evidenciar “voz microfónica”, tal como lo apreciaban nuestros maestros, quienes se permitían cual jurado calificador, autorizar a los broadcasters la permanencia y/o contratación de locutores.

¿Diferencias tu estilo de locución con el de otros locutores? ¿En qué sentido? 

Las especialidades marcan el estilo: locutores, narradores, discjockeys, comentaristas. Yo siempre he estado dentro de los animadores musicales discjockeys.

¿Cuál es el tema que consideras vigente para ti, a pesar del tiempo transcurrido? 

La canción que marcó mi permanencia en radio fue “AL DI LA”. Interpretada por EMILIO PERICOLI, canción incidental de la película “LOVERS MUST LEARN” o “LOS AMANTES DEBEN APRENDER”.

¿Qué tema que haya alcanzado el Top 1 consideras insoportable para ti?

Prefiero no enunciar algún tema desagradable para mi. Me reservo la censura a determinadas canciones.

¿Es que se puede definir el perfil de un locutor por pasar un determinado tipo de música? 

Esta especialización se debe al tipo de producción que se elabore.

Si tuvieras el poder de abolir un estilo de música ¿cuál de ellos desecharías por toda la eternidad y por siempre jamás? 

Igualmente, me reservo mencionar estilo de música, canciones, cantantes, sobre todo las que están reñidas con la moral y las buenas costumbres, que no posean valores y atenten contra el idioma.


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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

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