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jueves, 28 de mayo de 2020

POOL: Las (Otras) Posibilidades del AGUA

SOL REZZA: POOLSol Rezza | PH: Marcos Pignani

Entrevista con Sol Rezza


El agua es un elemento cotidiano increíblemente interesante del que a veces nos olvidamos el ciclo transformador al cual pertenece y que hace tan especial este espacio en el universo.


Pool es una obra de música experimental basada en la idea del poder de transformación del agua comisionada por el Festival Tsonami de Chile y Kunst Radio de Austria.

El Festival Tsonami de arte sonoro (Valparaíso, Chile) lleva poco más de 10 años trabajando en la difusión y promoción de todo arte vinculado al entorno sonoro, siendo uno de los más prestigiosos en latinoamérica, al menos, en el cono sur. Tiene un programa de residencias, un medio de comunicación y realiza en concreto, un festival de conciertos, performances e interacciones con la comunidad, siempre cercano o en el mes de Diciembre. Para la edición de 2019, en asociación con Kunst Radio (Austria) decidieron comisionar piezas a diversos artistas para que trabajasen la temática específica del Agua. POOL: Las Posibilidades del AGUA es el resultado de la comisión que le asignaron a Sol Rezza.

Comencé buscando sonidos pequeños dentro de mi sonoteca que estuve armando y grabando desde hace años. Allí me encontré con grabaciones de gotas de agua que había realizado dentro de un estudio de grabación en México y que nunca había utilizado,  sonidos de olas grabadas en Ecuador que fui transformando hasta llegar a un sonido blanco que diera la impresión de que se movía como una ola pero no era una ola.

Pensé la obra de 25 minutos como una partitura donde diversas formas con las que interactuamos con el agua se van entremezclando. Trabajando cada sonido como un loop, en un intento de acercamiento a las formas de composición en cintas análogas desarrollado en los años 60’ por Delia Derbyshire junto con las formas de composición generativa de Brian Eno.

Por eso la pieza se llama Pool o también puede leerse como Loop, un juego de palabras entre la forma de trabajo y la historia de la obra.

Este primer proceso de encuentro (el de las olas y el sonido blanco) hizo que otros sonidos salieran a la luz, principalmente el sonido de un lavarropas bastante viejo que grabé en HALLE, Alemania hace dos años y que me dio la posibilidad de jugar rítmicamente con un sonido que se asemeja al esqueleto de la música electrónica pero que no proviene de elementos puramente digitales sino de cortes minúsculos del audio de este viejo artefacto.

Cada partitura fue trabajada por separado y contiene un elemento sonoro asociado con el agua, luego cada una de las instancias las fui encadenando hasta que comenzaron a contar una historia sonora, un continuum de sonido.

Particularmente no quería hablar del agua, quería que de alguna forma el agua se sintiera. Ese era el elemento principal de trabajo y el sonido del agua por sí sólo cuenta historias. Su sonido muy potente, ¿alguna vez escuchaste el hielo resquebrajarse debajo de tus pies? Aunque nunca hubieses vivido esa experiencia, escuchar ese sonido produce una explosión de sensaciones.

Igual que el sonido de una gota que anuncia la finalización de una tormenta o que ha sido utilizado para tortura psicológica en prisiones durante años.

El sonido de una simple gota nos abre el mundo del espacio, nos cuenta mejor acerca de un espacio que la luz. Es un sonido rítmico que nos brinda parámetros sensoriales muy complejos.

Aprendí con POOL a trabajar en condiciones diferentes. En un momento en que mi estudio no estaba montado, tuve que trabajar de una forma singular y romper con mis procesos de trabajo y de creación.

SOL REZZA: POOL PH: Marcos Pignani

POOL requería procesos largos de edición de audio, de corte y ensamble de los fragmentos sonoros para después crear ritmos con cada uno de ellos. Este proceso en un estudio acustizado, silencioso se da de una manera, el espacio en el que me encontraba cambiaba mi forma de escucha respecto a estos mini-loops constantemente. Por la mañana sonaban  de una manera, al otro día, el sonido había cambiado drásticamente a pesar de ser el mismo y todo por el paisaje sonoro que me rodeaba, el cual transformaba constantemente mi forma de escucha.

Por momentos estos cambios drásticos de espacios o paisajes sonoros me ayudaron a  imaginar nuevos sonidos, en otros momentos interferían de formas caóticas en el proceso de edición.

Adaptarme y estar atenta a las transformaciones, eso me enseñó esta pieza.

Justamente lo mismo que quería acerca del agua se vio reflejado en el proceso de realización de la obra.

ARTISTA: Sol Rezza
WEB: www.solrezza.net
OBRA: POOL: Las Posibilidades del Agua.
PLUS: Incluye merch con edición limitada.
FORMATO: Digital
SELLO: https://sol-rezza.bandcamp.com/album/pool
RELEASE: 12/Febrero/2020


AUTOR: Franco Falistoco A.
CONTACTO: franco.falistoco[@]elruidoeselmensaje.com



Interview with Sol Rezza


Water is an incredibly interesting everyday element of which we sometimes forget the transformative cycle to which it belongs and which makes this space in the universe so special.

Pool is an experimental music piece based on the idea of the transformative power of water commissioned by the Tsonami Festival and Kunst Radio.

The Tsonami Festival of Sound Art (Valparaíso, Chile) has been working for a little over 10 years in the diffusion and promotion of all art linked to the sound environment, being one of the most prestigious in Latin America, at least in the southern cone. It has a program of residencies, a means of communication and it carries out in particular, a festival of concerts, performances and interactions with the community, always close or in the month of December.

For the 2019 edition, in association with Kunst Radio (Austria), they decided to commission pieces from various artists to work on the specific theme of Water. POOL: The Possibilities of Water is the result of the commission assigned to Sol Rezza.

I started by looking for small sounds inside my sonogram that I’ve been putting together and recording for years. There, I found water drop recordings that I had made in a recording studio in Mexico that I had never used before, sounds of waves recorded in Ecuador that I transformed until I reached a white sound that gave the impression that it moved like a wave but was not a wave.

I thought of the 25-minute piece as a score where various forms with which we interact with water are intermingled. Working each sound as a loop, in an attempt to approach the analog tape composition forms developed in the 60s by Delia Derbyshire along with Brian Eno’s generative composition forms.

That’s why the piece is called Pool or can also be read as Loop, a play on words between the way the work is done and the history of the work.

This first meeting process (the one of the waves and the white sound) made other sounds come to light, mainly the sound of a rather old washing machine that I recorded in HALLE, Germany two years ago and that gave me the possibility to play rhythmically with a sound that resembles the skeleton of electronic music but that does not come from purely digital elements but from tiny cuts of the audio of this old device.

Each score was worked separately and contains a sound element associated with water, then each of the instances was chained together until they began to tell a sound story, a continuum of sound.

I didn’t particularly want to talk about water, I wanted the water to be felt somehow. That was the main element of the work, and the sound of water alone tells stories. Its very powerful sound, did you ever hear the ice cracking under your feet? Even if you had never had that experience, hearing that sound produces an explosion of sensations. Just like the sound of a drop announcing the end of a storm or being used for psychological torture in prisons for years.

The sound of a single drop opens up the world of space, tells us more about a space than light. It is a rhythmic sound that gives us very complex sensory parameters.

I learned with POOL to work under different conditions. At a time when my studio was not set up, I had to work in a unique way and break with my work and creation processes.

POOL required long processes of audio editing, cutting and assembling the sound fragments and then creating rhythms with each of them. This process in a silent, hardened studio is given in a way, the space in which I found myself was constantly changing my way of listening to these mini-loops. In the morning they sounded one way, the next day, the sound had changed drastically despite being the same and all because of the sound landscape around me, which constantly transformed my way of listening.

At times these drastic changes of spaces or soundscapes helped me to imagine new sounds, at other times they interfered in a chaotic way with the editing process.

Adapting and being attentive to the transformations, that’s what this piece taught me. The same thing I wanted about water was reflected in the process of making the piece.

AUTHOR: Franco Falistoco A.
CONTACT: franco.falistoco[@]elruidoeselmensaje.com




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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

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