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martes, 26 de mayo de 2020

UNA CONVERSACIÓN CON PABLO CASARES :. Naturaleza Tectónica




Pablo Casares Gurmendi (San Sebastián, 1972) -Licenciado en Filosofía y Máster en Ciencia, Tecnología y Comunicación por la Universidad de Salamanca- es un artista español con varios poemarios a sus espaldas. A la par explora su pasión por el dibujo, la fotografía y la música experimental en otros tantos documentos. Recientemente editó "Naturaleza Fósil" bajo la escudería nor-limeña Superspace Records. Un macizo aluvión de océanos aislacionistas difíciles de hallar hoy por hoy en una escena global orientada hacia sonoridades indies y de parranda. Lo que sigue es la conversación que sostuvimos vía e-mail con el alucinado donostia. 



Cuéntanos sobre tu background, ¿en qué formaciones has estado, cómo conectaste en un inicio con los sonidos experimentales ambient?

Lo más cerca que he estado de hacer algo relacionado con el sonido fue con quince o dieciséis años cuando me compré una guitarra. Debido a mi ignorancia e ineptitud para hacer algo decente me hice con un pedal de distorsión, creyendo que aquello disimularía mi poco talento. Recuerdo perfectamente la sensación tan extraña y a la vez deslumbrante del sonido distorsionado. Fue apasionante pero no casaba por lo que entonces eran mis gustos musicales, y ya se sabe, a esa edad pues eso uno está tonto perdido y no alcancé a ver las posibilidades de esa experiencia. A los pocos meses me deshice de la guitarra. Luego me centré en el dibujo para solventar mis impulsos expresivos. Seguramente el dibujo y el trabajar con imágenes sea la forma de expresarme más natural e intuitiva que he tenido desde pequeño. Luego vino la poesía y tras varios libros publicados en diversas editoriales me enrolé con el dibujo y nacieron así varios libros, siendo quizá el de ZOOM con el que más satisfecho me quedé. Y de pronto, hará cosa de diez años y de manera casual me vi cacharreando con un sintetizador y de golpe me reencontré con aquella sensación que ya tuviera veinticinco años atrás con la guitarra. Comencé a comprar algún cacharro más y escuchar música que anteriormente no había atendido. Todo ello hizo que me animara a explorar un poco más este universo tan extenso e inabarcable como es la música ambient. He de reconocer que nunca he sido un melómano. Lo digo como algo negativo en mi
bagaje, porque el haber tenido una cultura más amplia de este terreno (y otros) me hubiera aportado muchas más cosas a lo que hago y seguro que me hubieran inspirado mucho más y hubieran mejorado mi propuesta. En cualquier caso no tengo ni idea a dónde me llevará esta relación con el sonido, no me importa tampoco ni tengo grandes ambiciones, realmente mi motivación es el aprendizaje.

¿Cómo es la escena en tu lugar de residencia?

Como he dicho antes nunca he sido muy participativo en la vida musical de mi ciudad. Es cierto que conozco gente del mundo de la música. De hecho me siento muy orgulloso de contar entre mis amistadas a gente como el compositor Joserra Senperena o Rafa Berrio (quien tristemente hace poco nos ha dejado para pasar al otro lado), el batería Alex Zulaika o Kino Internacional parte, junto a Borja Piñeiro, del interesante proyecto Reikiavik 606... También he de decir que para lo pequeña que es mi ciudad siempre ha habido y siguen apareciendo cosas atractivas. Me viene a la cabeza el grupo Inoren Ero ni (que realmente está compuesto de gente de mi ciudad y de un pueblo vecino), que suenan feroces por lo poco condescendiente de su propuesta. Luego puede o no encajar en tus intereses, pero hay que reconocer que gente con talento hay. Además de los antes citados y atendiendo más de cerca a sonidos electrónicos, me ha gustado mucho lo que ha publicado Harry Baden (alter ego de Dj Araña) y sin duda me viene a la cabeza Javi Pez, que fue uno de los impulsores de la electrónica en nuestra ciudad. En el ámbito del sonido de campo y la experimentación sonora, tendríamos entre otros a Xabier Erkiziatambién me parece justo citar el trabajo que están haciendo mis amigos del colectivo Distopía Mutante, programando en diversos espacios y formatos una programación arriesgada, experimental y ruidista. En este terreno también hay figuras con una larga carrera como la de Tzesne (nativo -creo- de Renteria). Con esto quiero decir que sí que es una ciudad en la que pasan cosas. Lo que veo complicado es la consolidación y expansión de diferentes escenas, aunque ha habido espacios y clubs que han sido – y son- un referente para diferentes movimientos, el contexto de una ciudad de provincias, aburguesada y comodona como la nuestra, no es quizá el mejor lugar para hacer mucho ruido. Lo cierto es que tampoco me importa mucho, sinceramente. Me valen el puñado de amigos que tengo y como te decía no soy una persona que participe mucho de conciertos, fiestas, etc.





¿Cómo fue el proceso que te llevó a “Naturaleza Fósil”, qué instrumentos usaste, cuánto tiempo te llevó?

Naturaleza fósil podríamos decir que es el hermano gemelo del disco anterior publicado con el sello Ape Soul Records (Arde el bosque). De hecho fueron realizados con poca diferencia en el tiempo entre uno y otro y el sonido de ambos discos están contaminados por los mismo parámetros.
En cuanto al proceso básicamente ha sido el mismo siempre. Es curioso como se asemeja en algún punto al que utilizaba con la poesía. Trabajaba con imágenes o una secuencia de ellas e intentaba extraer su sustancia y ahora con el sonido intento hacer algo parecido. Ahora estoy procurando trabajar de otra manera, atendiendo mucho más al sonido en sí mismo, no intentando armar nada, ni creando ningún hilo conductor. Veremos qué pasa. En lo relativo a los instrumentos para estos discos lo que más he utilizado es un iPAD (me viene muy bien para bocetar cosas), el ordenador para crear y procesar también sonidos recogidos con una grabadora digital y las texturas generadas con el sinte modular Phenol. Ahora confío ahorrar un poco y hacerme con algún cacharro más y tengo la sensación que este set me va acompañar mucho tiempo.

¿Además de la música a qué otras actividades te dedicas?

Pues realmente entre el trabajo y aprender a ser padre como que no queda mucho tiempo para muchas más actividades. Es más, antes leía mucho y ahora echo en falta dedicar más tiempo a la lectura. Es algo que me incomoda muchísimo. Lo de no leer tanto como debería.

De España si bien sabemos de la existencia de festivales como el LEM y Sónar pocas noticias llegan de productores electrónicos fuera de la órbita del tekno. ¿Qué músicos o proyectos te animarías a recomendar?

Como te decía antes no conozco mucha gente que se mueva en estos terrenos y se me escapan un montón de cosas. Debería de calibrar mi radar. Últimamente mis fuentes más directas son “amigos” del Facebook (esa cosa viejuna) que sigo y cuyas referencias me ayudan a estar un poco al tanto de lo que pasa. 
Conozco algunos festivales o iniciativas de música experimental, lo que no sé realmente en qué estado se encontrarán actualmente y de cara al futuro cómo podrán sobrevivir, ya que estas experiencias suelen ser frágiles de gestionar. No conozco estas experiencias de primera mano y no sé hasta qué punto desarrollan una dinámica de carácter más marginal o son partidas presupuestarias de la sección de cultura de los diferentes ayuntamientos que hay que justificar.
En este hilo, y ya que antes hemos mencionado mi ciudad, San Sebastián, decir que hay un festival de música electrónica llamado DAN-TZ y que sin ir más lejos este año nos brindó la oportunidad de escuchar, entre otros, a Esplendor Geométrico. Antes ya te he citado a la gente de Distopía Mutante que va programando sus cosas, en Barcelona los de Befaco con sus talleres y el Modular Day, el colectivo de Mutant Monkeys también hace sus talleres, sesiones, etc. Y seguro que hay muchísima gente haciendo muchas cosas. Pero en cualquier caso, estoy convencido de que hay muchas cosas interesantes como por ejemplo la iniciativa del equipo que hace posible Ruido Vírico, que a lo largo del estado de alarma han puesto en marcha una programación en red de diversos artistas y está brindando la oportunidad de conocer a mucha gente interesante. Sin duda también la existencia de sellos como Audioatalaia, Marbe Negre, Luscinia, Oigovisiones label, etc. aportan calidad y diversidad sonora.

¿Cómo has llevado el proceso de confinamiento y peste global? Alguna opinión sobre los días críticos que vendrán.

Pues lo he vivido de aquella manera la verdad. He estado optimista y con un buen tono. Ha ayudado que el lugar donde vivo ha sido una zona poco castigada. Ahora bien, tengo sensaciones encontradas.
Creo que la cosa ha sido seria y no es broma que se haya llevado por delante miles de personas en cosas de dos meses. Ciudades como Madrid o Barcelona han sido muy castigadas y se entiende que lo haya vivido con mucha más tensión. Ahora, también es cierto que se ha demostrado que somos una sociedad con puntos fuertes y actitudes admirables, pero también extremadamente celosa, neurótica y entrenada para obedecer de inmediato a casi cualquier consigna gubernamental y convencida que la supervivencia está por encima de la propia vida.

¿Cómo crees que será el futuro de la música?

Mientras la naturaleza nos tenga en sus planes habrá música, de qué manera, o cómo la escucharemos, será otra película que no me aventuro a predecir.




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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

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las cosas como son II

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