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domingo, 20 de junio de 2021

ARTAUD



Poco después de la conclusión de la guerra, Antonin Artaud, poeta, filósofo y esquizofrénico, prepara su última diatriba contra la cultura occidental en "Para acabar con el juicio de Dios". Este último gran proyecto implica una perorata dramatúrgica en la radio francesa cuya transmisión es eventualmente rechazada. Poco después, Artaud sucumbe a un brote silencioso de cáncer de recto. Por extraño que parezca, algunos sostienen que la radiofonía de Artaud podría haber contribuido al desarrollo de su cáncer, equiparando la descomposición con la radiactividad del sonido amplificado. Y, por lo tanto, el sonido amplificado se asocia en sus efectos catastróficos con las víctimas de Hiroshima que aún vivían y que se descomponían silenciosamente a raíz de las consecuencias. El DREAMWEAPON sufre sus primeras bajas.

Artaud fue el primer oráculo, estafador, loco y alquimista de posguerra de estilo nuclear - definido por Deleuze como el “auditivo puro”: “Volver a encontrarse en un estado de shock extremo, aclarado por la irrealidad, con, en un rincón de uno mismo, algunos fragmentos del mundo real . Aunque su genealogía se remonta a sus antepasados: el gótico de Poe, el trastorno de Rimbaud, las obsesivas transvaluaciones de Nietzsche, la tragedia devastada por la guerra de Apollinaire, las excentricidades de Roussel, el picaresco Genet, el balístico futurismo de Marinetti y los intonarumori de Russolo. - Artaud fue el primer psicótico post-nuclear, plástico-fantástico que solicitó una inmersión absoluta en el estilo. Artaud se convirtió en una indulgencia referencial en la repetición de "eso", "el arrebato", espacio publicitario para el existencialismo heideggeriano. Artaud Le Momo (“el tonto”) convirtió la locura en pop brut: identidad como actuación. Conectado a una consola eléctrica, la hendidura hundida de su cráneo se convirtió en una máquina de trémolo, su boca en una máquina de sampleo, el temblor rígido de sus miembros produciendo una máquina de riffs. Su encarcelamiento en Rodez aseguró su estatus como el primer quemado del rock y su enloquecida muerte por cáncer de recto demostró que la brecha entre la esquizofrenia y la radiación se está cerrando cada vez más. Como señala Allen Weiss en su exploración de Artaud, “... las implicaciones del feedback van más allá de lo estrictamente musical, como en la noción de un sistema de autoalimentación que busca su propia catástrofe, su propia destrucción sónica - el ruido puede ser persuadido o presionado hacia música o silencio". Así como el cuerpo de Artaud había sido irradiado y mutado en un paisaje canceroso, su mente había soportado la misma radiación y se había transformado en un paisaje de esquizofrenia.

Un paisaje profundo y desnudo se asentó sobre los surcos de los músculos y los huesos ...


ARTAUD: El cuerpo debajo de la piel es una fábrica sobrecalentada,

y, afuera,

el paciente brilla,

el brilla

por todos sus poros,

reventar.

Como un paisaje

por van Gogh

al mediodía.


ERIK MORSE
Spacemen 3 and the birth of Spiritualized



ARTAUD



Shortly after the conclusion of the war, Antonin Artaud – poet, philosopher, and schizophrenic – prepares his ultimate diatribe against Western culture in To Have Done With The Judgement of God. This last major project involves a dramaturgical rant on French radio that is eventually refused transmission. Shortly thereafter, Artaud succumbs to a silent bout of rectal cancer. Strange as it seems, some contend that Artaud’s radiophony might have contributed tothe development of his cancer, equating the decomposition with the radioactivity of amplified sound. And amplified sound is thereby associated in its catastrophic effects with those still-living victims of Hiroshima who were silently decomposing in the aftermath. The DREAMWEAPON takes its first casualties.

Artaud was the first post-war oracle, con-man, madcap, and alchemist of nuclear style – defined by Deleuze as the “pure auditory”: “To find oneself again in a state of extreme shock, clarified by unreality, with, in a corner of oneself, some fragments of the real world.” Though his genealogy might be traced back through his forebears – the Gothicism of Poe, the derangement of Rimbaud, the obsessivetransvaluations of Nietzsche, the war-torn tragedy of Apollinaire, the eccentricities of Roussel, the picaresque Genet, the ballistic futurismof Marinetti and Russolo’s intonarumori– Artaud was the first post-nuclear, plastic-fantastic psychotic to solicit an absolute submersion into style. Artaud became a referential indulgence in the repetition of “thatness”, “throwness”, ad-space for Heideggerian existentialism. Artaud Le Momo (“the fool”) nuked madness into pop brut: identity as performance. Wired to an electric console, the depressed cleft of his skull became a tremolo-machine, his mouth a sampling machine, the rigid tremor of his limbs producing a riff-machine. His incarceration at Rodez secured his status as rock’s first burnout and his maddeneddeath from rectal cancer proved the gap between schizophrenia and radiation to be ever closing. As Allen Weiss points out in his exploration of Artaud, “… the implications of feedback reach beyond the strictly musical,as in the notion of a self-feeding system seeking its own catastrophe, its own sonic destruction – noise may be coaxed or pressured toward music or silence.” Just as Artaud’s body had been irradiated and mutated into a cancerous landscape, his mind had endured the same radiation and mutated into a landscape of schizophrenia.

A deep, denuded landscape settled on the grooves of muscle and bone …

ARTAUD: The body under the skin is an overheated factory,

and, outside,

the patient glistens,

he shines,

from all his pores,

burst open.

Like a landscape

by van Gogh

at noon.


ERIK MORSE
Spacemen 3 and the birth of Spiritualized

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barbarismos

barbarismos
El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

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