TOCO EL TIMBRE DE LA CASA DE WILDER GONZALES. ABRE LA PUERTA Y SUBIMOS DE MANERA CASI AUTOMÁTICA AL SEGUNDO PISO. LLEVA UN POLO DE COLOR VERDE Y UNAS SANDALIAS GRISES. ESTÁ ALGO DESPEINADO Y SUDOROSO, DE ENTRECASA. "DISCULPA EL DESORDEN" ME DICE, CON UNA EXPRESIÓN ALGO AUSENTE Y CANSADA, MIENTRAS ME INVITA A PASAR A SU ESTUDIO. LIBROS, REVISTAS, FOTOGRAFÍAS, AFICHES, PAPELES Y COLORES POR DOQUIER DAN VIDA A UN PASADO PSICODÉLICO. HAY PLATOS Y BOTELLAS DE AGUA SOBRE UN GRAN ESCRITORIO, QUE SE VE DISMINUIDO ANTE LA GRAN GRAVEDAD DEL DESORDEN. AL FONDO, APOYADO A JUNTO A UNA PARED, LOGRO DIVISAR UN TECLADO ELÉTRICO Y UN PAR DE DIBUJOS QUE NO LOGRO DESCIFRAR. ME SIENTO FRENTE A ÉL, MIENTRAS ACOMODA UNOS ARCHIVOS PARA SU LICENCIATURA Y PONE MÚSICA A TODO VOLUMEN. SONRÍE Y MURMURA "HIPNOASCENSIÓN" HINCHANDO SU PECHO CON ORGULLO. SU CORPULENTO CUERPO SE MUEVE CON IMPACIENCIA EN UNA SILLA Y SU ROSTRO SE ILUMINA ABANDONANDO TODO RASTRO DE CANSANCIO. SIN EMBARGO, LUEGO DE UNOS MINUTOS DECIDE APAGAR EL ESTÉREO, CONSCIENTE DE LA NECESIDAD DE EVITAR CUALQUIER INTERFERENCIA.
POR FIORELLA GIRIBALDI
En UN VICIO ABSURDO AÑO 8 N°8 2012 - Revista de los Talleres de Poesía y Narrativa de la Universidad de Lima
En UN VICIO ABSURDO AÑO 8 N°8 2012 - Revista de los Talleres de Poesía y Narrativa de la Universidad de Lima
En el ámbito personal representaría todo, una constante en mi vida que puede incluir cosas aparentemente tan sencillas como soñar, ver el atardecer un día cualquiera o sentir el viento golpearme el rostro. Para mí eso es música. Es algo superior a cualquier sensación e incluso a la humanidad misma, ya que antes de que el ser humano estuviera como un ente consciente ya existían los sonidos. Representaría el acto de crear por el hecho de crear y no necesita ninguna justificación. Lo que yo hago es muchas veces llamado "música experimental"; sin embargo, el término correcto sería "metamúsica". La metamúsica es a la música lo que la metafísica a la física, va más allá de cualquier concepto.
¿Cuál es tu punto de vista en cuanto a la música actual?
La música desde el punto de vista "formal" y como un concepto ambiguo para mí esta caduca. La música como tal ha expirado. Es por esto que prefiero hablar de antimúsica, un género sonoro que, se podría decir, es de vanguardia.
Con relación a la "música" actual, ya sea pop, rock, metal o cualquier otro género, lamentablemente está sobrevalorada a causa del apoyo con el que cuenta por parte de las industrias discográficas.
¿Cómo surgió tu gusto por la música? ¿Hubo bandas que te inspiraron?
Mi gusto musical creo que surgió en la escuela. Yo pertenecía a un colegio religioso donde los alumnos estábamos acostumbrados a oír y cantar música espiritual. Cuando era niño, no solía pedir las cosas comunes para mi cumpleaños o Navidad. Mientras que mis amigos les pedían a sus padres un juguete, una patineta o una tabla, mi regalo perfecto iba desde un disco de mi banda favorita, que en esta época era The Cure, hasta algún instrumento o póster. Este gusto fue cultivado con el pasar de los años y creció bastante en la secundaria.
¿Y durante tu adolescencia, cómo es que este "gusto" fue creciendo?
Se podría decir que tuve una "revelación" a mis dieciséis años. Era el año 1989 (sic) y para esta época ya formaba parte de Hipnoascensión. Estaba en la azotea de la casa de uno de mis amigos escuchando música, cuando este puso una canción llamada Lord, can you hear me? de un grupo llamado Spacemen 3. Fue un momento inolvidable. Sentí que la canción estaba hecha para mí. Este grupo me cambió, le dio un giro de 360 grados (sic) a mi forma de ver la música y me atrevería a decir que es el mejor grupo que he escuchado en toda mi vida. Gracias a Spacemen 3 conocí oficialmente la música experimental y tomé la decisión de hacerla parte de mí y de entrar en el mundo posmodernista y vanguardista.
Cuando ingresé a la universidad fue como descubrir muchos mundos diferentes a nivel musical, cada uno fascinante por sí solo, especialmente porque ya tenía una personalidad musical definida gracias a esos dos grupos que marcaron mi niñez y adolescencia.
¿Tus padres no se opusieron, más aún tratándose de un género tan rodeado de prejuicios?
A decir verdad, sí. Mis padres, como la mayoría ha de suponer, al pertenecer a una generación pasada tienden a ser más tradicionales y conservadores. Ellos deseaban que siguiera una carrera más convencional: Medicina o Derecho, por ejemplo. Sin embargo, aunque se opusieron, finalmente terminaron aceptando que nada ni nadie podría cambiar mi forma de sentir el mundo. Mi consejo para los más jóvenes que sienten el ardor de seguir una carrera artística pero no se atreven, ya sea por miedo o presión familiar, es que sean sinceros y que tengan el coraje de aceptarlo para tomar una iniciativa al respecto. Sin embargo, si lo hacen por "una pose" o para conseguir la atención de la gente, les puedo advertir que se van a desencantar. El mundo artístico es solo para aquellos que sienten unas ganas colosales de expresarse, no para "poseros".
¿No te sentías un poco fuera de contexto en la universidad a causa de tus gustos musicales e ideas?
En cualquier lugar me hubiera sentido fuera de contexto, sin embargo, aunque no me interesaban demasiado los estudios ni el ambiente académico sucedió algo curioso. Por cosas del destino se juntó una generación de contemporáneos míos en la Universidad de Lima y sobre todo en la Facultad de Comunicación, que era precisamente a la que yo iba. La gran mayoría hacíamos o estábamos interesados en la música de avanzada. Fue una gran casualidad que yo estuviera ahí, donde conocí a dos grandes amigos y compañeros musicales: Wilmer Ruiz y Eduardo Brenner, con quienes compartí escenario y opiniones. Era algo novedoso y muy atractivo, por lo que no tardamos en captar seguidores.
Por este tipo de gente y de neomúsicos, surgió el fenómeno que ahora se conoce como Crisálida Sónica. Éramos gente joven con una fuerte iniciativa de crear y expresarse. Fuimos pioneros de nuestra época. No había tiempo para sentirme frustrado en aquel ambiente, pues, al contrario de lo que se puede esperar, la experiencia universitaria fortaleció mis lazos con la música y el arte vanguardista.
¿Hubo profesores que influyeron en ti a nivel musical durante tu paso por la universidad?
Más que a nivel musical, yo diría que en cuanto a lo que soy como persona. Había un profesor llamado Juan Abugattás, enseñaba filosofía. Los demás profesores tenían a mis ojos un conocimiento más anticuado con respecto a lo que yo propongo.
¿Hubo obras literarias que te hayan inspirado para escribir, investigar y ampliar tu mundo interno?
Mi gusto literario surgió con gran profundidad durante mi etapa universitaria gracias a los comentarios de mis amigos respecto a diferentes autores y filósofos. Fue así como conocí a Novalis, Holderlin y posteriormente a Nietzsche, quien se convirtió en uno de mis favoritos. También estuve en el taller de poesía de la universidad, que en esa época estaba a cargo del profesor Carlos López Degregori y me volví muy cercano a autores como Carlos Oquendo de Amat y Martín Adán. Por otro lado, en narrativa, uno de mis libros de cabecera hasta estos días es Los inocentes de Oswaldo Reynoso.
¿No sentiste deseos de que tu música llegara a todas partes?
Bueno, con respecto a eso, el mismo Nietzsche habla de "los demasiados". Esta música no está hecha para todo el mundo, para quienes están acostumbrados a que los medios de comunicación apoyen cosas más banales. Un ejemplo es el caso del canal 4 con esta serie llamada Al fondo hay sitio, o los partidos de fútbol y los equipos, Alianza, la U, el Perú contra no sé quién, en vez de estar pensando en música o en poesía, en temas más espirituales y más profundos. Lamentablemente, así está diseñada la sociedad ahora con los medios masivos y la industria cultural actual. Si yo le hablara a alguien acerca de música experimental, lo más probable es que no sepa de lo que estoy hablando. Incluso en el mismo conservatorio, muy pocas personas están enteradas al respecto. Pero esto no sucede solo aquí en el Perú, sino también en la gran mayoría de países.
La realización de música experimental en Lima siempre ha estado sectorizada en el Centro de Lima, especialmente. ¿Te parece que en este contexto podrían converger?
En realidad, sí. Convergen, pero de una manera superficial. Porque en los conciertos en Barranco, por ejemplo, hay ocasiones en las que coincidimos. Incluso, yo he hecho discos con gente de Breña y de Surco. Sí hay una interacción, pero eso no se publicita mucho; quizás porque no hay muchos centros culturales como debería. Existe "La Casa Ida", en el Centro de Lima, a media cuadra de la Plaza San Martín, donde se hacen eventos desde el 2006 o 2007 y ahí se junta bastante gente de todos lados. Quizás por eso parece que hay una sectorización.
Durante esta época, la música no contaba con mucha acogida ni apoyo monetario, más aún si se trataba de un género insurgente como el experimental. ¿Crees que esto haya mejorado?
Totalmente. Ahora hay instituciones como Telefónica y El Centro Cultural de España que apoyan a los distintos géneros y artistas jóvenes. En los años noventa no había este apoyo y los conciertos que hacíamos salían de nuestros bolsillos.
¿Que piensas del reciente nombramiento de Gianmarco como artista del año?
¿En dónde ha salido artista del año ese bufón? ¿Nombrado por quién, por la UPC?
En el premio "Luces" otorgado por el diario El Comercio.
No estaba enterado, sin embargo no me sorprende mucho que a ese payaso le den bola o lo consideren. Mientras que a escritores con gran trayectoria, como Oswaldo Reynoso, los tengan en el olvido.
¿Qué piensas acerca del prejuicio que existe con respecto a las drogas y la música psicodélica?
La gente tiene la costumbre de estereotipar a los artistas por el hecho de ser artistas. Si bien hay muchas drogas psicotrópicas de por medio en el ambiente, yo te podría dar ejemplos de políticos o empresarios que son más o tan drogadictos que cualquier rockero o músico psicodélico. Hay de todo, en la música psicodélica hay quien no prueba nada de nada y que con la música puede llegar a un nivel de conciencia. Considero que las drogas no son necesarias para hacer música experimental. Es elección de cada uno.
NOTA: Hay algunos datos inexactos como cuando se dice que escuché Spacemen 3 cuando estaba en Hipnoascensión en 1989. En realidad lo que dije fue que escuché esa canción en 1993 y provenía de un disco, el "Playing With Fire", de 1989. Pero por lo demás la entrevista está buenísima y la esencia se mantiene incólume. Enjoy! ;)
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