La pasada década fue generosa en lo referente a experimentación musical. No solo si miramos elevada producción de la vanguardia peruana e internacional pero porque pasearon su arte por estas costas gente tan avezada como Francisco López, Zbigniew Karkowski, Animal Collective y sus compañeros Black Dice. La mayoría de ellos dieron conciertos gratuitos. Karkowski incluso nos visitó varias veces. Yo mismo le organicé una tocada en el centro de Lima pues su tercera vez en Perú, el 2007, fue justo en la semana del terremoto de Pisco por lo que los de Telefónica cancelaron su concierto.
Black Dice me parecieron siempre los más talentosos de la hornada de proyectos que se hicieron conocidos hacia la primera mitad de los dos miles. Su sonido, un aluvión de psicodelia, electrónica y sub bajos era primordial: el set que tocaron en Lima fue como ingresar en una selva tribal electrónica de enmarañados colores para tomar parte de la última ceremonia del planeta entre playas y barrancos. Por esos días y como parte del staff de la revista Freak Out! participé de esta entrevista a los Black Dice. ¡Disfrútenla con froota!
Publicado originalmente por la revista "Freak Out!"
Los
hermanos Bjorn y Eric Copeland, junto a Aaron Warren, vienen sorprendiendo a la
escena underground experimental gracias a los discos y cassettes que editan -desde
1998- como Black Dice. Bajo su célebre alias, el trío pisó en noviembre suelo
peruano para brindarnos un concierto lleno de emoción y riesgo -cualidades que
tanta falta hacen en nuestra alicaída escena. Demás está decir que, gracias a
este prodigioso acontecimiento, fuimos visitados por melómanos chilenos y
argentinos, quienes perseguían ser parte de este ¿histórico? concierto. A
continuación, la entrevista de rigor que tu revista favorita tuvo con el
ensamble nativo de Brooklyn.
Entrevista:
Wilder Gonzales Agreda, Cornholio y Hákim de Merv
Trascripción:
Cornholio
FO!:
Black Dice es un nombre tan infrecuente como sugestivo. ¿Alguna razón de fondo al
escogerlo? ¿O fue producto del azar?
Eric Copeland: El nombre
llegó antes que todo. Ahora siento que es casi una persona, que ha crecido, y
me gusta. Muchos creen que sólo si tu banda es metalera puede llamarse “Black
Dice”. El nombre es medio anónimo y aprecio eso. Pero sí, tiene como una mala
vibra.
Aaron
Warren:
Es una sensación algo oscura. Lo escogimos porque era un término callejero. No
sé cómo se dirá acá, algo pandillero de los chibolos de las calles de New York.
Alguna pandilla lo usaba en los 70s.
EC: Como
no teníamos un nombre, nos parecía inofensivo para todos y nadie parecía tener
problemas con él, lo adoptamos. 10 años después, sigue sonando bien.
FO!
En su música, eminentemente electrónica, se respira además una brisa de
psicodelia contemporánea. ¿Tienen algunos tótems que
los hayan inspirado en ese sentido?
AW: Justo hablábamos
en el almuerzo sobre Silver Apples. Es un grupo que tiene un sonido muy único,
una aproximación extremadamente particular, sin pertenecer a ningún género. No
encajan en la psicodelia ni en el rock, son bien originales.
EC: Cuando
comencé a meterme en la música, escuché un montón de cosas “normales”, y luego
empecé a descubrir cosas excitantes -las anomalías, ver que hay un mundo más
grande, como Silver Apples, Os Mutantes. Los escucho y no sé qué pensar, pero
me alegro de que su existencia haya sido tan singular. Me hicieron sentir que podía
sacar todas mis ideas, ya que siempre hay un lugar en el mundo para que hagas lo
que quieras. De las bandas psicodélicas o electrónicas, ninguna de ellas es mi
favorita. Tal vez Jefferson Airplane, pero
a quién carajo le gusta. Eran cool para escuchar después de la época de
colegio.
AW: Mi
papá me inició con Kraftwerk cuando tenía 10 años. Me regaló una cinta de ellos
y me conecté bastante. Después de haber estado metidazo en la onda punk y eso,
como que redescubrí a Kraftwerk. Hasta ahora encuentro nuevas cosas en ellos. Aprecio
su acercamiento y cómo pusieron todo de ellos en su música, en la construcción
de su sonido. Son de veras asombrosos.
FO!:
¿Admiran a bandas como Flying Saucer Attack
o Spacemen 3? Lo decimos porque hemos encontrado algunos guiños en Beaches And Canyons
(2002), considerado por muchos como su mejor disco: allí aparece el tema
“Things Will Never Be The Same” y S3 tenía uno de idéntico nombre. En todo
caso, ¿qué música escuchaban cuando eran más jóvenes?
EC: Yo no
estaba en la ciudad cuando nombraron esa canción. Sabía que era un título de
Spacemen 3, pero me dije: “Oh... ok”.
AW: ¡Nos
dijimos!
EC: Creo
que Bjorn (Copeland, el guitarrista) tampoco
sabía.
AW: Después
se dio cuenta, pero dijimos “lo que sea,
a quién le importa”. Tenemos algunas canciones... que roban algunas cosas (risas).
EC: Me
gusta Spacemen 3. Ellos tuvieron decisiones cool, estéticas y musicales, que
nos agradan, pero nosotros estamos en otra ruta. Aaron tiene un background
mucho más alternativo. Él creció en la Costa Oeste. Mis padres eran muy estrictos, y
escuchaba mucha radio de los sesentas cuando era niño. Entonces no me importaba
mucho la música como ahora. Ya cuando más adolescente, me fui metiendo más en el
“do it yourself” (DIY)... indie pop y
cosas punk.
FO!:
Ésa actitud es propia del punk rock.
AW: Claro.
Durante los 90s en USA, así como el punk DIY era tan común en 1978, también
existía mucho pop DIY. Las ‘four tracks’ fueron una gran cosa en los 90s. Flying
Saucer Attack grababa en casa.
FO!
Existe cierta similitud energética y atmosférica entre Creature Comforts (2004)
y Broken Ear Records (2005). ¿Coincidencia planificada?
¿Tienen en mente el sonido que quieren plasmar cuando empieza el proceso de
grabación, o siempre parten de la improvisación?
EC: En
esos 2 discos, la mitad fueron composiciones para ambos, y la mitad fueron cosas
muy espontáneas. Jams en el estudio. No sé, no podíamos improvisar. No podía enchufar
mis cosas, y tocar así nomás con estos patas tan bien.
AW: O sea,
sí lo hicimos. Cuando componíamos las canciones, hacíamos eso. Era parte de
nuestro proceso. Pero más a menudo alguien venía con una idea bien sólida, y
todos jammeábamos alrededor de ella para
luego inventar. Y mientras más trabajábamos, menos hacíamos eso. Optamos por
escuchar las partes, para salir con una idea igual de fuerte, pero sin pasar
demasiado tiempo en ella, resolviéndolo todo junto.
FO!:
¿Cómo decidían que ya era suficiente? ¿Cuándo una canción ya estaba lista?
EC: En
algunos aspectos, pienso que es lo más minimalista y estricto que llegaba a
ser, pero sin que haya tenido ese propósito. Nuestra música no debe tener
ningún sonido superfluo. Muchas cosas que tienen un sonido similar me resultan
tediosas o aburridas. O sea, me gustan los momentos largos, que te pierdas en
ellos. Pero también me gusta que puedas darle la vuelta a eso, y sorprender. Me
gusta la música atmosférica, pero no mantiene mi interés completamente. Me
gustan las canciones de Robert Ashley, pero luego pongo Gwen Stefani para no sentirme golpeado (risas).
FO!:
En sus últimos discos, el breakbeat e incluso algunos beats afro han dicho
presente. ¿Les interesa definirse por ese género o es una recurrencia
circunstancial?
AW: En los
últimos 6 o 7 años, he estado mucho más interesado en la música funky que en la
música vanguardista, los beats. Me gusta el funky, el soul, rap, reggae.
EC: En los
últimos 4 años yo también he estado muy metido en la música africana. No soy
africano, ni pretendo serlo, pero eso es muy subliminal. Haces algo que te
gusta, pero no te pones a pensar que suena así. No sé mucho del breakbeat, pero
hay mucho de eso que me gusta, y siento lo mismo respecto a la música africana
o el hip hop.
AW: Para
mí, esto viene desde que te gusta el punk, el indie rock y eso. Es algo con ritmo,
que se mantiene. Es rígido. Últimamente, he encontrado cosas que son más polirrítmicas, y es algo más liberador.
FO!:
¿A qué grupos de la actualidad se sienten más próximos?
AW: Donuts, de J Dilla,
que salió el 2005, fue el mejor disco del año. Era algo nuevo para mí, me
pareció increíble. Pero no es alguien que hayamos conocido.
EC: Me
gustan los Strokes un montón. No es algo con lo que me sienta compatible, pero
siempre soy bien curioso, y me pasa que quiero escucharlo todo y no me parece
que sea malo porque no es Black Dice. Me gusta bastante Daft Punk.
AW: El
último disco de Daft Punk tiene canciones muy cool.
(Llega
Bjorn y se une a la conversación)
Bjorn Copeland: Red Hot Chili Peppers.
AW: Sí, el
último disco de RHCP tiene buenas canciones (risas).
EC:
Escuché Stadium Arcadium en el avión, era... (hace gestos de “más o menos”).
Pero
los 2 anteriores...
AW: Californication, puta madre...
EC: Es un
gran disco.
BC: También
tenemos buenos amigos que hacen música interesante: uno de ellos, ZZ Pot (Providence, Rhode Island), hace música asombrosa. Wolf Eyes y
Animal Collective también.
FO!:
Ustedes tienen en su haber 3 splits con gente tan
diversa como Animal Collective, Wolf Eyes y Erase Errata.
¿Podrían contarnos cómo se dieron las colaboraciones? ¿De quién fue la idea de
juntarse? ¿Sienten empatía hacia ellos?
BC: Con
Wolf Eyes no hicimos un split. Fue más una colaboración.
EC: Creo
que fue algo casual, no un proyecto largamente deseado. Nos dijeron si
queríamos hacer algo con ellos. Lo hicimos en ese instante, pero si demoraba un
año nadie lo hubiera hecho. Todos teníamos horarios bien cargados en ese
momento.
AW: Esos
lanzamientos son como un formato, típico de la cultura indie norteamericana, que
es sólo como cualquier otro lanzamiento. “¿Quieres sacar un 7’’? No, prefiero
sacar un split”.
FO!:
No parece tan significativo.
AW: No,
son amigos nuestros y respetamos su música.
EC: A mí
me gustan esos discos. Algunos son mejores que otros, pero también me gustan
los discos que ellos sacaron por su cuenta. Hacen un buen trabajo.
FO!:
Algo que llama mucho la atención de la música de Black Dice es que no parece
tener un rumbo fijo, pero tampoco responde al mero azar. ¿Cuánto de
experimentación libre hay en el grupo?
EC: Creo
que es bastante abierta. He tocado en otras bandas (todavía lo hago), y a veces
hay restricciones. Personalmente, pienso que en Black Dice hay un nivel de
calidad que me gustaría mantener. Siento que dentro de nosotros 3 a veces tienes que estar un
paso más adelante, hacer lo que se necesita hacer, y en otras ocasiones es otro
quien lo hace. Tiene que ver con cómo hacemos las cosas: no se trata de cómo se
llega a ese lugar, mientras sea el lugar donde sabes que vas a ser feliz. Por
ejemplo, en algunos discos hay canciones en donde yo no toco, pero no significa
que no sea una canción de Black Dice, sólo quiere decir que tuve una
participación más “editorial”.
BC: Existe
mucha confianza. Si se me ocurre algo, si yo hago la primera parte, Eric y
Aaron van hacer las siguientes 2 partes mejores que eso, por lo que todo es así.
Es real para nosotros: todos quieren hacer algo diferente en cada canción, y
todos apreciamos los gustos y talentos de los otros, por lo que se vuelve
ilimitado. Podemos hacer lo que sea.
FO!:
¿Se puede hablar de “canciones” en Black Dice? Porque tampoco es que haya un
desinterés ostentoso en las estructuras de los temas...
EC: Hay
formatos de canción que son familiares, que escuchas en la radio, de 3 minutos
y medio, que tienen tres partes y sabes cómo va a ser el final. O escuchas algo
así como música indígena, algo tribal, que tiene una sola parte que es
continua. Ves todo eso, y te parece que lo diseñan. No está diseñado, pero
trabajan así con un propósito. Si lo tocas en vivo, debe ser completamente
diferente. Si vas a ver a una persona que hace techno o algo parecido, hay una
gran diferencia entre el disco y la performance, aunque en realidad no la hay,
pero estamos hablando de cómo operan las canciones. Cuando nosotros grabamos un
disco, somos muy conscientes de que alguien más va a escucharlo un número de
veces. En consecuencia, no queremos operarlo como una performance: que no tenga
el volumen, que no tenga un rango completo de frecuencias, que esté restringido
por tu equipo estéreo o por tus audífonos. No nos gusta hacerlo como en los
tours. Me gusta tener concisión, ya que cuando tocamos en vivo parece que nos
salimos por la ventana porque no estás solo en la performance. Para mí, las
grabaciones son cosas más del momento, aún cuando trabajes en 4 minutos, por 2
días. Es una manera poco natural de acercarse al mundo.
FO!:
¿Es prudente asociar su sonido a la equivalencia ruido=ciudad?
EC: Más
tiene que ver con la contaminación del Ruido, que está dentro de un ensamble
prístino haciendo sonidos electrónicos de mierda. Caminas por la calle, y se escuchan bastante fuerte, y son bastante “aleatorios”.
Hay
muchas cosas que no controlas. Escuchas pasar el carro de helados, lo percibes
muy rápido, y te llevas un poquito de eso. Lo sacas de ese contexto y es una
dinámica diferente. Me siento abrumado por los sonidos, los lugares, la gente,
la mierda revuelta, los olores, la comida, las emociones. Yo lo doy por
descontado cuando alguien me habla de eso, pero conscientemente no digo “wow, ahora vamos a colmar todo esto”. No
quiero replicar eso, honestamente. No quiero hacerlo urbanamente “caótico”. La
ciudad es así, funciona de manera extraña: es simbiótica, como todo lo que está
dentro.
BC: Te
expones a diferentes cosas en la ciudad. Todo tipo de música, de comida, de películas;
y todo tipo de persona vive ahí también. Ciertamente, a mí y a todos nos
presentaron diferentes tipos de cosas a través de nuestras amistades, sólo por
estar en NY, eso junto a su intensidad. Tienes que trabajar muy duro ahí. Y no
es barato. Así que si quieres hacer algo, de verdad debes querer hacerlo. Eso
fue algo bueno para nosotros. En NY
hay demasiada estimulación, es fácil tener ideas.
FO!:
¿Cuáles son sus 5 discos favoritos de todos los tiempos?
EC: Danceband International de African
Brothers es uno de los mejores que he escuchado jamás. Pondría en esa lista
mucha música africana. No sé si serán los
mejores discos de todos los tiempos, pero los conseguí hace poco. De los que
recuerdo ahora, eso es lo que recientemente vengo escuchando muy seguido. No es
que haya escuchado esas huevadas toda mi vida, recién voy un año o dos.
BC: El
disco de Jonathan Richman, It’s
Time For Jonathan, es uno de mis favoritos, me hace feliz cuando lo escucho.
Me gusta mucho el Transa de Caetano Veloso.
EC: El
primer disco de Violent Femmes.
AW: Los Angeles de X.
BC: El
primero de Wu-Tang Clan.
AW: El Illmatic de Nas debe
ser uno de los mejores discos de los últimos 20 años.
EC: Ahora
escucho un montón de reggae clásico, que era como underground hasta ahora y ha
sido reeditado. De verdad me gustan The Wailers, los
antiguos.
AW: Uno de
mis preferidos es de Bobby Womack. Tenía este disco al final de los
sesentas, Fly Me To The Moon, con
un montón de covers, es muy básico. Un disco soul de los 60s.
EC: Cualquier
disco de Prince. Al Purple Rain yo regreso bastante, lo reviso en un 80% cada vez que
lo escucho.
BC: The
Kinks.
AW: El
primer disco de Daft Punk está muy arriba.
EC: ¡Oh,
sí! ¡Ése está en el top! También Off The Wall de Michael Jackson .
BC: El
primero de The Doors.
FO!:
Como ciudadanos norteamericanos y residentes en Nueva York, una ciudad
duramente golpeada por el terrorismo, ¿cuál es su posición ante las medidas, en
muchos casos extremas, que ejecuta la administración Bush? ¿Cómo ven la
actividad contracultural en su país y en el mundo occidental?
EC: Bush es
la continuación de una larga burla. Apesta.
BC: Es
vergonzoso.
EC: No
creo en nada de lo que dicen. Si vas tras ese gancho, sin estar alerta, no
importa lo que sea, ya no lo puedes corroborar. No estoy diciendo que lo que él
hace está bien o mal, pero, mierda...
AW:
Personalmente, lo desprecio.
BC: No
creo que encuentres a alguien cool que defienda a Bush.
EC: En
cuanto a la otra parte de la pregunta, leo bastante y eso es todo. Pero al
mismo tiempo, creo que está esta mujer loca de mierda, Ann Coulter, de la cual hablo a cada rato. No sé si saben
quién es: es una consultora conservadora de ultra derecha, una idiota de
mierda. Pienso que la manera como Estados Unidos opera es ésta: te dan una
opción, la cual es muy mala, y luego te dan esta otra opción, la cual está muy
bien, y si ése es el único lugar de donde sacas tus ideas, te quedas ya sea en
la derecha o en la izquierda.
AW: Y
donde todo sucede realmente es en el medio.
EC: Ni
siquiera en el medio. Para mí, no está pasando nada. Veo esta guerra contra el
terrorismo, guerra en Irak, y hay demasiada verdad que está embarrada, y hay
tanto hype de los medios. Los medios dicen que esto le está pasando al mundo,
pero yo no tengo ninguna participación en eso, no me importa un carajo, creo
que ni siquiera está pasando tal cual ellos nos lo dicen. Esto tiene que ver
bastante con la música. Creo que mientras puedas corroborar todo, más fuerte
serán tu opinión y tu lugar en el mundo. Hay un mundo musical en el cual
quieres participar, eso es cool, y si hay un mundo político, es cool también.
Pero si tu música la sacas solamente de la radio, “sólo me gusta el hip hop”,
“sólo me gusta el rapcore”... Afuera hay todo un mundo musical
en medio de todo eso. Si sólo ves Fox News, y
crees ser un demócrata o republicano...
AW: O si sólo
escuchas la radio pública. Hay todo un espectro de lugares de donde puedes
sacar información e ideas políticas. Hay blogs de
política que son muy populares hoy en Estados Unidos, muy interesantes. Es excitante
saber que hay medios alternativos para conseguir información. Hay mucha mala
información afuera, hay información que no es correcta, pero no es que sea a
propósito, sólo que cometieron un error al divulgarla. Esa gente tiene
creencias muy fuertes. En cierto sentido, es una masa demente, y a pesar de que
están pasando cosas muy terribles, es una época muy interesante, en donde hay un
gobierno muy poderoso, conservador, malo. También hay estas fuentes de
información libre, y puedes acceder a todas estas ideas y discutirlas todo lo
quieras.
EC: Lo
grandioso ahora es que hay bastante información en computadoras y cosas así. Te
puedes enterar de cualquier situación casi de la forma que quieras. Respecto al
gobierno de Bush, no sé si estoy de acuerdo con eso, todo lo que sé es que
pertenecía a una especie de sociedad secreta, y si expandes esa idea la
conviertes en una nueva conexión. Creo que es la forma en que puedes comprender
el mundo ahora mismo, y Bush es parte de eso, y yo no quiero no estar, o sea, no
me toca... Oh, me estoy volviendo loco... (Aaron
estalla de risa). Habiendo tenido algo tan alejado de ese lado, hace que se
resienta hacia el lado opuesto. Ellos te dicen que todo es o blanco o negro, y
te das cuenta que puede ser rojo, y tal vez puedas llegar a este lugar donde en
verdad veas todo blanco, negro, y rojo, verde y amarillo, y no estar
involucrado de la misma manera.
BC: Es que
también ha habido toda una historia, que surge cuando hay ambientes extremos en
política. Por ejemplo, durante el gobierno de Reagan, en
los ochentas, salió la música hardcore y cosas así, como resultado de lo
conservador que era todo. Espero que eso se mantenga, que esas situaciones
extremas sigan generando ideas y culturas, y formas de comunicarlas.