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jueves, 13 de diciembre de 2018

Aspasia



...Pero el filósofo más influyente y más famoso de la Antigüedad clásica y quizás de toda la historia de la filosofía es Sócrates, que vivió en el siglo V a. C. Al estudiar a Sócrates nos encontramos con otra mujer que, aunque fue considerada una pensadora, sólo recibió burlas y fue vista como una hetera por los escritores de comedia de la Grecia antigua.

ASPASIA

Esta filósofa se llama Aspasia y vivió aproximadamente entre el 460 y el 401 a. C. El nombre de Aspasia significa "la bella bienvenida". A la edad de veinte años, Aspasia se marchó con su padre de Mileto, en Asia Menor, hacia Atenas. En su ciudad natal, su padre ya había decidido convertirla en hetera. Las heteras eran mujeres que vendían su cuerpo a cambio de dinero. La mayoría de las veces, se trataba de mujeres de mucha cultura, que eran muy respetadas por su sabiduría. También Aspasia había recibido una formación brillante. En Atenas, dirigía una escuela de heteras y regentaba un burdel que visitaban los hombres más ilustres de la ciudad. Entre ellos el filósofo Sócrates, que se sintió fascinado por la inteligencia de esta mujer, según informan fuentes tales como los "Recuerdos de Sócrates" de Jenofonte. Lo mismo les sucedió al también filósofo Anaxágoras y al político Pericles, el cual se enamoró de la joven veinte años menor que él, abandonó a su mujer e hizo de Aspasia su pallake, una compañera ilegítima. Esta unión provocó un escándalo y los círculos "formales" de Atenas ridiculizaron a Aspasia por su pasado. Ateneo de Naucratis, autor de obras sensacionalistas y de entretenimiento escribió: "Pericles llevó una vida de placer, abandonó a su mujer y vivió con Aspasia, la famosa hetero de Mileto, por la que malgastó gran parte de su fortuna". Aspasia llegó incluso a ser acusada por su conducta, y a Pericles le costó mucho conseguir que la dejaran libre. Después de la muerte de Pericles, en el año 429 a. C., se casó con el mercader de ganado Lisicles.

El llamado "siglo de Pericles" se caracterizó por un gran fomento del arte, la filosofía y la ciencia. Había tres clases sociales: los ciudadanos, los metecos (extranjeros que se habían instalado en el Estado) y los esclavos. La clase dominante era la de los ciudadanos. Ellos determinaban la vida del Estado y decidían sobre la guerra y la paz. Claro que esto sólo correspondía a los hombres. Las mujeres no tenían derechos civiles. Sus tareas se limitaban al cuidado de la casa y a la educación de los hijos. Se las excluía ampliamente de la vida pública y solamente abandonaban la casa para asistir a grandes fiestas. De hacer la compra, se encargaban los esclavos. Las heteras constituían la excepción. Eran muy libres en sus maneras. En lo que a formación se refiere, estaban muy por encima de las mujeres casadas y gracias a esta superioridad, los políticos y los filósofos las tenían por buenas interlocutoras. Aspasia era considerada una maestra excelente en las especialidades de la filosofía y retórica. Sócrates le pedía consejo y le enviaba sus alumnos. Los más instruidos de la ciudad confiaban mucho en esta mujer tan culta e inteligente.

Como Sócrates mismo no puso sus ideas por escrito, sabemos de él principalmente a través de la obra de sus discípulos, sobre todo de Platón (427 - 347 a. C.). Platón anotó sus pensamientos en forma de diálogos, en los que casi siempre uno de los interlocutores es Sócrates. En uno de sus diálogos, Menéxeno, Sócrates dedica los más grandes elogios a su maestra Aspasia. Incluso confiesa que la teme, y explica cómo en una ocasión, ella estuvo a punto de golpearlo por haber sido un alumno tan desmemoriado. En este mismo diálogo, Sócrates repite un discurso que Aspasia debió de haber improvisado. Se trata de una oración fúnebre por los caídos en la guerra del Peloponeso. Pericles también había pronunciado un discurso con el mismo motivo, aunque era sobre todo un himno de alabanza de la forma de Estado democrático que él creó. En cambio, en el discurso de Aspasia se enumeran las virtudes tradicionales del pueblo ateniense y los vivos son llamados a no llorar excesivamente a los muertos.

En la Antigüedad clásica, la retórica, el arte de la oratoria, es una disciplina muy importante. Expresarse con artificio tenía mucha importancia y se recomendaba a los filósofos practicarlo. Como dice Aspasia: "Porque con un discurso bellamente expuesto sobreviene el recuerdo de las acciones gloriosamente efectuadas y el homenaje para sus autores de parte de los que las escuchan". El discurso consigue que no se olvide a los hombres que fueron a la guerra y quizás perdieron la vida. En el arte de la oratoria se combinan espontaneidad y una preparación estudiada. El discurso debe estar bien construido y no producir un efecto de rigidez. De manera que la filosofía de Aspasia se desenvolvía predominantemente en los espacios públicos. La pensadora vivía los momentos de diálogo, amaba la conversación y la alocución en forma de discurso. Este modo de filosofar tiene un fuerte componente pedagógico. Una filosofía que se hace realidad al hablar resulta más educativa y tiene también de este modo un efecto social. Así lo defendía Aspasia. Quería animar a filosofar y no proclamar ningún tipo de sabiduría académica.

"A nuestros padres, si aún viven, y a nuestras madres es preciso exhortarlos sin cesar a soportar de la mejor manera posible la desgracia, si se llega a producir, y no lamentarse con ellos -no necesitarán que se les aflija, pues el infortunio acaecido les causará suficiente pesar-, sino cuidándolos y calmándolos, recordarles que los dioses han escuchado sus principales súplicas. Porque no habían pedido tener hijos inmortales sino valientes y famosos. Y esos bienes, que se cuentan entre los más grandes, los han obtenido. Y no es fácil para un mortal que, en el curso de su existencia, todo suceda según deseo".
Del discurso en el diálogo de Platón Menéxeno


INGEBORG GLEICHAUF
Mujeres filósofas en la Historia
2010

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

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las cosas como son II

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