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sábado, 9 de marzo de 2019

RUEDA DE LOCUTORES/MÚLTIPLEX :. Entrevista a Javier Lishner


En Vanguardia Peruana iniciamos una serie de entrevistas a locutores peruanos con preguntas estandarizadas y explícitas para los dedicados a ese oficio de la palabra. Locutores de diferentes épocas de la Radiodifusión Peruana que han dejado un legado y responden cada uno de ellos a micrófono abierto. Esta vez responde Javier Lishner quien reside desde hace años en Estados Unidos.

X: HELENE RAMOS


Con Javier Lishner me une una gran amistad de años que no  se ha perdido ni con la distancia. La música de x medio, conciertos, discos, revistas... idas y venidas dentro de las oficinas de Radio Miraflores y él, solicito siempre, no dudó nunca en enviarme material desde el extranjero, durante el inicio del programa que conduje en la estación mencionada. Fue el gran instigador además, para que me animara a producir un propio programa radial y no seguir ya más produciendo programas para otros. Valoro todo ello y, modestamente, el programa no defraudó. He aquí el locutor, animador y,  sobretodo, el amigo que siempre está allí e incansable promotor de este blog x donde va como vía on line.

¿Cómo empezó todo ello en cuanto a tus inicios en la locución?

 En un concurso en el que me inscribí. Cuando llegué ya se habían cerrado las inscripciones pero me quedé con unos muchachos más conversando en la puerta de la radio. Hablamos de música, de Styx (que estaba muy de moda), de Deep Purple y hasta de Julio Iglesias… De pronto, salió la secretaria y nos hizo ingresar. Fuimos los últimos de 492 inscritos. Radio Miraflores en Alcanfores 592. Año: 1980. El resto es historia.

Menciona todo tu historial dentro de las emisoras locales conduciendo programas y/o en TV.

Creo que a pesar de que estoy retirado hace 25 años (mi despedida fue en 1994), es demasiado. Pasé por Radio Panamericana, regresé dos veces más a Radio Miraflores, trabajé en Radio Nacional con un programa llamado Por los Caminos del Rock (paralelamente a Radio Miraflores). Luego ingresé a la televisión para conducir Mirando la Radio del naciente Canal 13 y al año siguiente en Fantástico por Panamericana Televisión. Por esos días trabajé a la vez en el diario Expreso con una página llamada En Stereo y otra de Juventud, y colaboraba con un par de revistas de música. También andaba en Radio 1160 con El Lado Oscuro de la Radio. Era un programa semanal y allí, cada sábado a las seis, transmitía todo lo que la(s) radio(s) no pasaba(n). Fue una linda experiencia. Después, me fui a Ica a dirigir Radio Efextos FM que acababa de salir. A mi regreso, en 1992, y por sugerencia de nuestra inolvidable Dianita García de Palacios, volví por tercera vez a Radio Miraflores. Y ‘sin querer queriendo’ me despedí en la misma emisora en la que inicié mi carrera.

¿Quién ha sido tu más grande inspiración para que te dediques a ese oficio de la palabra? ¿Qué personaje radial peruano merece tu respeto a través de los años?

Definitivamente que la música fue mi mayor inspiración. Llegué a  ese concurso sin quererlo ni buscarlo, pero el hecho de que lo organizara Radio Miraflores me llamó rápidamente la atención, desde que escuché el aviso promocional en la voz de Pedro Roncallo. Personajes radiales que merecen mi respeto hay muchos. Iván Márquez, Lucho Argüelles, Johnny López, Diana García de Palacios, Nelly Mendívil, Pepe Barreto, Pedro Silva, Walter Gonzales, Perico Durán, Tony Marbel, y, entre tantos más, el padrino del concurso de aquel 1980: Enrique Llamosas. Ah, y mi hermano Sammy Sadovnik, quien triunfa en el campo deportivo en los Estados Unidos.

¿Qué ha sido lo más apreciable para ti durante todo el tiempo en que te dedicas o has dedicado a este oficio?

Algo de lo mejor, porque hubo muchísimas cosas positivas, fueron los viajes. Tanto al interior del Perú como afuera. Recorrí costa, sierra y selva, por diferentes eventos. Viajé por el Perú con la Más Más de Panamericana (1983-85), con la gira de Perú Rock (1988), con el elenco de Fantástico (1990) y también con seminarios de locución con la Asociación Talentvs (1992-94). Todo esto muy aparte de los eventos para los cuales me llamaban para presentar. Fue mucho. Fue hermoso. No lo cambio. Afuera pude asistir a varios eventos. Ver a Rolling Stones en el 1989 fue pleno. A Bob Dylan, etc. Participar del primer Rock in Rio, en 1985, fue una gran experiencia. Y regresar en 1991 por el segundo, aún más.

Si pudieras estar eternamente ligado a un año de la escena musical ¿qué año podría ser este?

Si te refieres a uno de mi carrera… Posiblemente a 1985. Porque, amén de Rock in Rio, junto a Sammy Sadovnik organizamos Unidos. Ese fue un proyecto para aliviar el sufrimiento de los niños huérfanos por el terrorismo de Ayacucho. Se unieron muchos músicos y cantantes, y se hizo un disco cuyas ventas fueron a casas-hogares en Tambo, Huanta y Huancapi. El año 1994 también fue importante. Porque me despedí muy feliz de lo que hasta entonces había hecho. Lo hice por voluntad propia y cuando estaba ganando más dinero que nunca antes desde 1980.

¿Algún estilo musical no obtuvo la atención, que esperabas que sí la obtendría?

Yo siempre transmití rock, pop y baladas. Nunca hubo problema con eso. En 1986 comencé, también con Sammy, Perú Rock. Y ese, por decir así, fue un riesgo. Porque la escena de la música no pasaba su mejor época. Se escuchaba rock en español pero principalmente de España y Argentina. Algo de Chile (Prisioneros, por ejemplo). Iniciar un programa con contenido netamente nacional no fue fácil. Pero luego llegó la ola y tuvimos la suerte de estar allí. Desafortunadamente, la ola terminaría relativamente pronto cuando sucedió el ‘paquetazo’ del gobierno de turno. Y todo se fue a la eme.



Javier Lishner con GIT

¿Qué consideras que no ha obtenido el éxito esperado en el transcurso del tiempo, con los locutores peruanos?

Yo siempre estaré de acuerdo con lo que sucede con los locutores peruanos. Siempre ha habido buenos, mediocres y malos. Casi como en cualquier actividad. Creo que la Asociación de Locutores (esto es un decir, porque hay como tres. Aunque también podría ser, incluso, algo positivo); decía, creo que la Asociación o asociaciones, tienen allí un trabajo permanente. En brindar clases, seminarios, talleres prácticos, etc. para mantener a los asociados en constante aprendizaje. Porque muchos se quedan en el pasado. A veces he escuchado, y no lo digo en son de crítica sino de ejemplo, a locutores que, treinta años después, continúan diciendo lo mismo. La lengua, sólo  para comenzar, está en constante evolución. Deberíamos tener en cuenta que ahora, luego de tres décadas, hay dos o hasta tres nuevas generaciones con diferentes modos de vida, costumbres, expectativas, experiencias, etc. La voz hay que cuidarla. Pero el cerebro, aún más.

¿Es que se puede vivir adecuadamente siendo un locutor en el Perú?

Honestamente, no sé. No vivo en el Perú desde hace mucho. Lo que sí me agrada es cuando veo locutores que ‘salen’ de sus cabinas para hacer sus negocios paralelos. Por lo que veo a lo lejos, les va bien. Pero supongo que no es el gran porcentaje. Me encantaría saber la realidad del locutor promedio en Perú. Y ojo que el Perú es mucho más que Lima. Entonces habría que medirlo por área. Los que saben de estadística lo entienden muy bien. Sólo que las estadísticas deberían ser hechas por gente seria y no solo negociantes. Detesto las encuestadores, los surveys, los ratings, la mermelada.

¿Qué habilidades hace que un locutor tenga un estilo único?

Creo que cada quien tiene una personalidad. Antes, y no quiero decir que antes fuera mejor; pero, antes, la radio dejaba que nacieran personalidades. Hoy, no. Hoy pareciera que se hicieran en masa. Con excepciones, claro está. Tanto en radio como en televisión, todavía se puede ver a quiénes más destacan. Aunque también allí hay manipulación. Las caritas ‘bonitas’, por ejemplo… Se ve aquí, allá y acullá.

¿Diferencias tu estilo de locución con la de otros locutores? ¿En qué sentido?

Por supuesto. Y quisiera decirte un par de cosas. La primera, que tuve la suerte (y lo digo como algo muy personal) de iniciarme con el estilo de personas como Gerardo Manuel, Liliana Sugobono y Hugo Salazar. Ellos estaban en la FM de Miraflores, en donde tuve mi primer programa. Y ellos, los tres, cada vez que se dirigían al público, lo hacían conversando. No gritaban, no exageraban. Eran muy espontáneos y, además, con conocimiento de lo que presentaban. No había Google ni Facebook ni nada de eso… Cómo son las cosas, ahora tengo a esos a la espalda de mi casa. Aquisito nomás, en el Silicon Valley. Así que, principalmente, de ellos tres aprendí. A Gerardo y a Liliana los había escuchado desde siempre y a Hugo lo había conocido mientras estudiábamos en la Universidad de Lima. Lo otro, que también tiene relación a tu pregunta anterior, sucedió en 1983. En mi primera entrevista con la gerente -y a la vez dueña- de Radio Panamericana, me dijo: “Y tú serás el último que venga de Radio Miraflores. Ya llegaron Lucho (Argüelles), Johnny (López) y ahora tú, y no queremos que la gente piense que no podemos formar a nuestras propias estrellas”. Tal cual. Y por primera vez me dijeron estrella... ¡ ja ja ja! Aunque luego, de allá, también llegaría Sammy Sadovnik. Así que eso de “estrellas” o “figuras” aún existía. Pero si hasta las mismas radios nos promovían en páginas enteras en diarios y revistas. Nos hacían artes gráficos y todo… Y eso evidentemente ayudaba a que cada uno tuviera su propio estilo. Aunque eso luego desaparecería.

¿Cuál es el tema que consideras vigente para ti, a pesar del tiempo transcurrido?

Si te refieres a un tema musical, no tengo. Creo que la música siempre estará vigente. Si te refieres a algo general, el aprendizaje. Como la canción de Sui Generis: “No quiero estar sin poder crecer… Aprendiendo las lecciones para ser...”.

¿Qué tema que haya alcanzado el Top 1 consideras insoportable para ti?

¡Ja ja!. Supongo que muchas. Sobre todo ahora que ya estoy viejito. ¿Alguna de Bon Jovi?

¿Es que se puede definir el perfil de un locutor x pasar un determinado tipo de música?

No, no lo creo. El locutor debería ser, como dicen ahora, ‘todo terreno’. Lo importante es prestarle atención a cada cosa que haya que presentar o tema que se tenga que tratar. Es decir, estar preparado. Porque, aunque no les guste a muchos de mis colegas, voz tiene cualquiera...

Si tuvieras el poder de abolir un estilo de música ¿cuál de ellos desecharías x toda la eternidad y x siempre jamás?

Ninguno. Rechazo esos tipos de abolición. Y habiendo estado cerca a la música por casi 50 años (los cumpliré pronto, desde que empecé a escuchar radio), sería como ir en contra de mi propia esencia.

¿Difundirias el reggaeton si estuvieras ahora mismo, trabajando en alguna emisora?
Si estuviera, si estuviera... Si estuviera entre el sol y la luna. Si estuviera loco o cuerdo. Si estuviera de nuevo entre las doce y la una. (Horario de Perú Rock)

Agradezco tu gran amabilidad para esta entrevista y ambos sabemos que no vamos a abandonar nuestro gusto x la música. Javier, ha sido también quien me presentó a Juan Alberto Matta, con quien he intercambiado mucha música francesa y él fue un gran cómplice con cantidad de revistas sobre Indochine, el grupo que se convirtió en la primera entrevista que hice. Gracias de nuevo x todo a ambos, calles de Miraflores caminamos juntos.

Helene, un gran abrazo para ti y tus lectores de Vanguardia Peruana. Eres una de esas leyendas que dejé en el Perú durante la década noventera. Incólume es la palabra para definirte mejor. Íntegra. Siempre coherente. Sana y viva, por siempre.


Javier Lishner con Dale Bozzio (MISSING PERSONS)

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

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