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jueves, 19 de diciembre de 2019

Discos que prendieron fuego al mundo (mientras nadie escuchaba) - Capítulo 2





De "100 discos que prendieron fuego al mundo (while noone was listening)" por THE WIRE mag. (1998)


¿Cansado de que otras revistas te recuerden que los mejores álbumes del mundo fueron hechos por The Beatles, Beach Boys y Rolling Stones? También nosotros. En las próximas 18 páginas encuestamos a nuestros escritores para encontrar una guía de 100 discos que deberían haber encendido la imaginación del mundo, excepto que todos los demás estaban escuchando ...



BLUE CHEER
Vincebus Eruptum
PHILIPS, 1968

El nombre de una marca particularmente potente de ácido callejero, Blue Cheer fueron los progenitores sesenteros del Heavy Metal. Un grupo que tocó tan alto y fuerte que, hasta el rumor persiste, causaron la desaparición prematura de un perro que se perdió en el escenario mientras improvisaba. Vincebus Eruptum, su debut seminal, gruñó furiosamente ante la inocencia hippy y se convirtió en un pisotón de fiesta de los Hell's Angels. 30 años después, el disco inspiraría a una horda de tríos de ruido japoneses adecuadamente impresionados para rendir homenaje mutado al grupo. Es posible que Vincebus Eruptum no haya logrado impresionar a la generación de Woodstock con su ataque de rock sónico y su manga plateada texturizada, pero sin su poder en bruto, tanto High Rise como Musica Transonic habrían seguido siendo simples centelleos en los ojos de Nanjo Asahito. EP.








CLUSTER
Cluster 71
PHILIPS 1971

Cluster 71, el álbum Dieter Moebius y Hans-Joachim Roedelius grabado en 1971 para Philips antes de pasar al sello Brain, se ha descuidado indebidamente. Incluso el reciente renacimiento de Krautrock lo pasó por alto. Descartado como demasiado pesado y teutónico, prefigura el Illbient por unos 20 años, partes de él suenan misteriosamente como DJ Spooky. Diseñado por Conny Plank, las tres pistas sin título de túneles oscuros resuenan alrededor de balidos helados iterantes de sintetizador, drones electrónicos altísimos en campos sinuosos y de buceo, y señales de alerta esporádicas que fusionan las nuevas posibilidades de producción de ruido electrónico con las repeticiones y resonancias del dub. Música espacial con una resaca severa, su sintetizador a todo volumen suena en espiral y se ensancha en las profundidades a través de un movimiento giratorio de sonido borroso, mientras parches de pulso sordo evocan un Techno malformado. MF








BETTY DAVIS
They Say I'm Different
VINYL EXPERIENCE, 1974

Miles Davis conoció a Betty en 1969, cuando era Betty Mabry, todavía en sus veintes y salía con Sly Stone y Jimi Hendrix. La fotografía de Betty Davis apareció en la portada de su álbum Filles De Kilimanjaro, pero su matrimonio no duró mucho más de un año, terminando cuando Davis descubrió que estaba durmiendo con Hendrix. Sin embargo, según admitió el trompetista, ella lo convirtió al funk rock lo que revolucionó su sonido para siempre. Su propia música era una olla a presión de sexo y adrenalina, igualada en las tripas por solo un puñado de los registros de su esposo. They Say I'm Different contiene el muy sampleado "Shoo-B-Doop And Cop Him", el duro fetiche funk  "He Was A Big Freak" ("Pain was his middle name... he used to laugh when I made him cry"), y un título que sigue siendo una de las obras maestras del funk más olvidadas de la década. En las propias palabras de Davis: "Si Betty cantara hoy, sería algo así como Madonna; algo como Prince ... Ella fue el comienzo de todo eso cuando cantaba como Betty Davis. Se adelantó a su tiempo". LC









OVAL
94 Diskont
MILLE PLATEAUX, 1995

Un disco de dos mitades. La apertura "Do While" logra, en poco más de 20 minutos, una culminación y destilación de todo esfuerzo minimalista anterior en la música. Sea consciente o no, Oval sintetiza la influencia y las mejores prácticas del minimalismo más puro de Steve Reich o Terry Riley con la esencia digital de la nueva tecnología "instrumental". De nada más que detritos digitales, Oval construye un holismo resonante de pura belleza cristalina. El balance de este disco está destinado a breves excursiones en exposición de texturas, posponiendo los límites del sonido como música. TO









RECORDS THAT SET THE WORLD ON FIRE (while noone was listening) - Chapter 2



From "100 records that set the world on fire (while noone was listening)" by THE WIRE mag. (1998)


Tired of being reminded by other magazines that the best albums in the world were made by The Beatles, Beach Boys and Rolling Stones? So are we. Over the next 18 pages we poll our writers to  come up with a guide to 100 records that should have ignited the world's imagination, except that everyone else was fidding...




BLUE CHEER
Vincebus Eruptum
PHILIPS, 1968

Named after a particularly potent brand of street acid, Blue Cheer were the 60s progenitors of Heavy Metal. A group who played so hard and loud that, so rumour persists, they inadvertenly caused the early demise of a dog which strayed on stage while they were improvising. Vincebus Eruptum, their seminal debut, snarled rabidly in the face of hippy innocence and soom became a Hell's Angels party stomper. 30 years later, the record would inspire a horde of suitably impressed Japanese noise trios to pay mutated homage to the group. Vincebus Eruptum may have failed to impress the Woodstock generation with its full on sonic rock attack and textured silver sleeve, but without its raw power both High Rise and Musica Transonic would have remained mere twinkles in Nanjo Asahito's eye. EP.









CLUSTER
Cluster 71
PHILIPS 1971

Cluster 71, the album Dieter Moebius and Hans-Joachim Roedelius recorded in 1971 for Philips before moving to the Brain label, has been unduly neglected. Even the recent Krautrock revival overlooked it. Dismissed as too heavy and Teutonic, it prefigures Illbient by about 20 years, parts of it sounding uncannily like DJ Spooky. Engineered by Conny Plank, the three untitled tracks from dark tunnelling echoes around icy repeated synth bleats, soaring electronic drones in winding and diving pitches, and sporadic alert signals fusing the new possibilities for electronic noise production with the repetitions and resonances of dub. Space music with a severe hangover, its blaring synth sounds coil and flange into the depths through a blurry rotary motion of sound, while patches of regular thudding pulse conjure up a malformed Techno. MF









BETTY DAVIS
They Say I'm Different
VINYL EXPERIENCE, 1974

Miles Davis met Betty in 1969, when she was Betty Mabry, still in her very early twenties and hanging with Sly Stone and Jimi Hendrix. Betty Davis's photograph appeared on the cover of his Filles De Kilimanjaro album, but their marriage lasted not much longer than a year, finishing when Davis discovered she was sleeping with Hendrix. By the trumpeter's own admission, however, she turned him on to the funk rock that revolutionised his sound forever. Her own music was pressure cooker of sex and adrenalin, equalled in guts by only a handful of her husband's records. They Say I'm Different contains the much sampled "Shoo-B-Doop And Cop Him", the tough fetish-funk "He Was A Big Freak" ("Pain was his middle name... he used to laugh when I made him cry"), and a tittle track that remains one of the decade's overlooked funk masterpieces. In Davis's own words: "If Betty were singing today she'd be something like Madonna; something like Prince... She was the beginning of all that when she was singing as Betty Davis. She was ahead of her time."  LC









OVAL
94 Diskont
MILLE PLATEAUX, 1995

A record of two halves. The opening "Do While" achieves, in little over 20 minutes, a culmination and distillation of all anterior minimalistic endeavour in music. Whether conscioulsy or not, Oval synthesize the influence and best practice of the purest Minimalism of Steve Reich or Terry Riley with the digital essence of new "instrumental" technology. From nothin but digital detritus, Oval construct a resonant holism of pure crystaline beauty. The balance of this disc is given over to brief excursions into textural exposition, pushing back the boundaries of sound as music. TO


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PROMO DEL CD DE FRACTAL

barbarismos

barbarismos
El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

las cosas como son

las cosas como son II

las cosas como son II