Pablo Casares Gurmendi (San Sebastián, 1972) -Licenciado en Filosofía y Máster en Ciencia, Tecnología y Comunicación por la Universidad de Salamanca- es un artista español con varios poemarios a sus espaldas. A la par explora su pasión por el dibujo, la fotografía y la música experimental en otros tantos documentos. Recientemente editó "Naturaleza Fósil" bajo la escudería nor-limeña Superspace Records. Un macizo aluvión de océanos aislacionistas difíciles de hallar hoy por hoy en una escena global orientada hacia sonoridades indies y de parranda. Lo que sigue es la conversación que sostuvimos vía e-mail con el alucinado donostia.
Cuéntanos sobre tu background, ¿en qué formaciones has estado, cómo conectaste en un inicio con los sonidos experimentales ambient?
Lo más cerca que he estado de hacer algo relacionado con el sonido fue con quince o dieciséis años cuando me compré una guitarra. Debido a mi ignorancia e ineptitud para hacer algo decente me hice con un pedal de distorsión, creyendo que aquello disimularía mi poco talento. Recuerdo perfectamente la sensación tan extraña y a la vez deslumbrante del sonido distorsionado. Fue apasionante pero no casaba por lo que entonces eran mis gustos musicales, y ya se sabe, a esa edad pues eso uno está tonto perdido y no alcancé a ver las posibilidades de esa experiencia. A los pocos meses me deshice de la guitarra. Luego me centré en el dibujo para solventar mis impulsos expresivos. Seguramente el dibujo y el trabajar con imágenes sea la forma de expresarme más natural e intuitiva que he tenido desde pequeño. Luego vino la poesía y tras varios libros publicados en diversas editoriales me enrolé con el dibujo y nacieron así varios libros, siendo quizá el de ZOOM con el que más satisfecho me quedé. Y de pronto, hará cosa de diez años y de manera casual me vi cacharreando con un sintetizador y de golpe me reencontré con aquella sensación que ya tuviera veinticinco años atrás con la guitarra. Comencé a comprar algún cacharro más y escuchar música que anteriormente no había atendido. Todo ello hizo que me animara a explorar un poco más este universo tan extenso e inabarcable como es la música ambient. He de reconocer que nunca he sido un melómano. Lo digo como algo negativo en mi
bagaje, porque el haber tenido una cultura más amplia de este terreno (y otros) me hubiera aportado muchas más cosas a lo que hago y seguro que me hubieran inspirado mucho más y hubieran mejorado mi propuesta. En cualquier caso no tengo ni idea a dónde me llevará esta relación con el sonido, no me importa tampoco ni tengo grandes ambiciones, realmente mi motivación es el aprendizaje.
¿Cómo es la escena en tu lugar de residencia?
Como he dicho antes nunca he sido muy participativo en la vida musical de mi ciudad. Es cierto que conozco gente del mundo de la música. De hecho me siento muy orgulloso de contar entre mis amistadas a gente como el compositor Joserra Senperena o Rafa Berrio (quien tristemente hace poco nos ha dejado para pasar al otro lado), el batería Alex Zulaika o Kino Internacional parte, junto a Borja Piñeiro, del interesante proyecto Reikiavik 606... También he de decir que para lo pequeña que es mi ciudad siempre ha habido y siguen apareciendo cosas atractivas. Me viene a la cabeza el grupo Inoren Ero ni (que realmente está compuesto de gente de mi ciudad y de un pueblo vecino), que suenan feroces por lo poco condescendiente de su propuesta. Luego puede o no encajar en tus intereses, pero hay que reconocer que gente con talento hay. Además de los antes citados y atendiendo más de cerca a sonidos electrónicos, me ha gustado mucho lo que ha publicado Harry Baden (alter ego de Dj Araña) y sin duda me viene a la cabeza Javi Pez, que fue uno de los impulsores de la electrónica en nuestra ciudad. En el ámbito del sonido de campo y la experimentación sonora, tendríamos entre otros a Xabier Erkizia o también me parece justo citar el trabajo que están haciendo mis amigos del colectivo Distopía Mutante, programando en diversos espacios y formatos una programación arriesgada, experimental y ruidista. En este terreno también hay figuras con una larga carrera como la de Tzesne (nativo -creo- de Renteria). Con esto quiero decir que sí que es una ciudad en la que pasan cosas. Lo que veo complicado es la consolidación y expansión de diferentes escenas, aunque ha habido espacios y clubs que han sido – y son- un referente para diferentes movimientos, el contexto de una ciudad de provincias, aburguesada y comodona como la nuestra, no es quizá el mejor lugar para hacer mucho ruido. Lo cierto es que tampoco me importa mucho, sinceramente. Me valen el puñado de amigos que tengo y como te decía no soy una persona que participe mucho de conciertos, fiestas, etc.
¿Cómo fue el proceso que te llevó a “Naturaleza Fósil”, qué instrumentos usaste, cuánto tiempo te llevó?
Naturaleza fósil podríamos decir que es el hermano gemelo del disco anterior publicado con el sello Ape Soul Records (Arde el bosque). De hecho fueron realizados con poca diferencia en el tiempo entre uno y otro y el sonido de ambos discos están contaminados por los mismo parámetros.
En cuanto al proceso básicamente ha sido el mismo siempre. Es curioso como se asemeja en algún punto al que utilizaba con la poesía. Trabajaba con imágenes o una secuencia de ellas e intentaba extraer su sustancia y ahora con el sonido intento hacer algo parecido. Ahora estoy procurando trabajar de otra manera, atendiendo mucho más al sonido en sí mismo, no intentando armar nada, ni creando ningún hilo conductor. Veremos qué pasa. En lo relativo a los instrumentos para estos discos lo que más he utilizado es un iPAD (me viene muy bien para bocetar cosas), el ordenador para crear y procesar también sonidos recogidos con una grabadora digital y las texturas generadas con el sinte modular Phenol. Ahora confío ahorrar un poco y hacerme con algún cacharro más y tengo la sensación que este set me va acompañar mucho tiempo.
¿Además de la música a qué otras actividades te dedicas?
Pues realmente entre el trabajo y aprender a ser padre como que no queda mucho tiempo para muchas más actividades. Es más, antes leía mucho y ahora echo en falta dedicar más tiempo a la lectura. Es algo que me incomoda muchísimo. Lo de no leer tanto como debería.
De España si bien sabemos de la existencia de festivales como el LEM y Sónar pocas noticias llegan de productores electrónicos fuera de la órbita del tekno. ¿Qué músicos o proyectos te animarías a recomendar?
Como te decía antes no conozco mucha gente que se mueva en estos terrenos y se me escapan un montón de cosas. Debería de calibrar mi radar. Últimamente mis fuentes más directas son “amigos” del Facebook (esa cosa viejuna) que sigo y cuyas referencias me ayudan a estar un poco al tanto de lo que pasa.
Conozco algunos festivales o iniciativas de música experimental, lo que no sé realmente en qué estado se encontrarán actualmente y de cara al futuro cómo podrán sobrevivir, ya que estas experiencias suelen ser frágiles de gestionar. No conozco estas experiencias de primera mano y no sé hasta qué punto desarrollan una dinámica de carácter más marginal o son partidas presupuestarias de la sección de cultura de los diferentes ayuntamientos que hay que justificar.
En este hilo, y ya que antes hemos mencionado mi ciudad, San Sebastián, decir que hay un festival de música electrónica llamado DAN-TZ y que sin ir más lejos este año nos brindó la oportunidad de escuchar, entre otros, a Esplendor Geométrico. Antes ya te he citado a la gente de Distopía Mutante que va programando sus cosas, en Barcelona los de Befaco con sus talleres y el Modular Day, el colectivo de Mutant Monkeys también hace sus talleres, sesiones, etc. Y seguro que hay muchísima gente haciendo muchas cosas. Pero en cualquier caso, estoy convencido de que hay muchas cosas interesantes como por ejemplo la iniciativa del equipo que hace posible Ruido Vírico, que a lo largo del estado de alarma han puesto en marcha una programación en red de diversos artistas y está brindando la oportunidad de conocer a mucha gente interesante. Sin duda también la existencia de sellos como Audioatalaia, Marbe Negre, Luscinia, Oigovisiones label, etc. aportan calidad y diversidad sonora.
¿Cómo has llevado el proceso de confinamiento y peste global? Alguna opinión sobre los días críticos que vendrán.
Pues lo he vivido de aquella manera la verdad. He estado optimista y con un buen tono. Ha ayudado que el lugar donde vivo ha sido una zona poco castigada. Ahora bien, tengo sensaciones encontradas.
Creo que la cosa ha sido seria y no es broma que se haya llevado por delante miles de personas en cosas de dos meses. Ciudades como Madrid o Barcelona han sido muy castigadas y se entiende que lo haya vivido con mucha más tensión. Ahora, también es cierto que se ha demostrado que somos una sociedad con puntos fuertes y actitudes admirables, pero también extremadamente celosa, neurótica y entrenada para obedecer de inmediato a casi cualquier consigna gubernamental y convencida que la supervivencia está por encima de la propia vida.
¿Cómo crees que será el futuro de la música?
Mientras la naturaleza nos tenga en sus planes habrá música, de qué manera, o cómo la escucharemos, será otra película que no me aventuro a predecir.
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