Darlo todo por la música varias veces. Es lo que nos dejaban de legado los próceres del post-rock noventero. SCALA fue un off-shoot de Seefeel en 1996: todos excepto Clifford y acompañados del man de Locust, Mark Van Hoen. En su debut Beauty Nowhere confluyen house, tekno y ruido abstracto. Harto éter, pop y miel para las neuronas. De hecho es de los discos que más usábamos para fumar en ese entonces. El artwork, extasiante, solo es equiparable al Eating the Sea de Soul Whirling Somewhere. Canciones de cuna, ritmos delicados y ambientaciones cinemáticas en cada uno de los números de este portento. El cover de Blondie, "Heart of Glass", debió llevarlos a la fama. Lo que se pierde el mundo por embobarse solo con Tricky, Massive Attack, Björk y demás. Scala: tekno shoegaze torcido. (WGA)
Una rama de Seefeel, una banda lamentablemente poco conocida del apogeo de la movida posterior a Stereolab de mediados de los 90 del sello Too-Pure, Scala era Seefeel sin el líder Mark Clifford y con Mark Van Hoen (más conocido como The Locust). Este fue su álbum debut, de 1996, y lo compré en los libros de Borders en el centro de Seattle en mi viaje allí en noviembre de 1996. Es mucho más difícil que los ritmos de ensueño de Seefeel en la mayoría de las partes, con algunas pistas que bordean el hard-dub, mientras que las canciones tercera y cuarta son más indirectas, casi ambientales. "Think In Japanese" suena como la escena del metro en "Lost in the Translation" y sería perfecto para usar en el metro de Tokio ... casi suena como si hubiera sido grabado bajo el agua con un sonar, verdaderamente la canción de las sirenas. Las voces de Sarah Peacock, marginadas entre los otros instrumentos de los álbumes de Seefeel, son principalmente directas aquí, al igual que la batería del cofundador de Seefeel, Justin Fletcher, que parece tocar solo en varias pistas. La sorpresa más genial, además de la excelente fotografía del folleto de portada (de Jon Wozencroft), viene con la pista final, la versión más increíble de "Heart of Glass" de Blondie que jamás esperarás escuchar. Con la sanación de "Ride Me", una canción que alternativamente suena como si tu caja de crayones se derritiera por explosiones de radiación y las voces femeninas más dulces y pálidas de Portishead, 'Heart of Glass' es la pista más normal aquí, y debería haber sido un gran éxito cuando la Electronica estaba en su apogeo. La desventaja de todo esto fue que Scala salió con el sello Touch, un sello indie inglés que fue más conocido en los años 80 por sus compilaciones de cassette que ofrecían mezclas brillantes de música industrial, world music y spoken word, a menudo de forma muy astuta. Ediciones limitadas empaquetadas. Su evolución hacia un sello que lanzó CD no fue sorprendente, pero tampoco fue sorprendente que no tuvieran el presupuesto o la capacidad de marketing de Astralwerks o incluso de Warp, cuando se trataba de hacer que estos artistas se comunicaran. Entonces, Scala, que lanzó varios CD que aún no he visto ni escuchado, es incluso menos conocido que Seefeel, que al menos tenía el poder de Too Pure detrás. Lamentablemente, Seefeel se separó casi al mismo tiempo que se lanzó este álbum.
MYRECCOLLECTION
¿Y cómo sonaría finalmente Seefeel sin Clifford? Había mucha expectativa por escuchar el primer LP de los ex integrantes de Seefeel, que junto con el prestigioso músico electrónico Mark Van Hoen (Locust) daban pie a este proyecto llamado Scala. Y la verdad que el resultado sorprende gratamente. Beauty Nowhere es un debut más que prometedor, con una leve resaca del sonido Seefeel; pero dejando la sensación, luego de poco más de 40 minutos de oír el disco, que esta música va en busca de su propia identidad, algo que de lejos logran conseguir. Aquí como en Seefeel, la voz de la Peacock sobresale en melodías de todo calibre (“Naked”, “Torn”, “Think In Japanese”, “Heart Of Glass”), y esto se debe básicamente a que su presencia en las composiciones cobra mayor protagonismo (aparece acreditada en todos los temas). Asimismo, Fletcher y Seymour se lucen en la percusión y bajo, respectivamente, demostrando aquella creatividad que permaneció eclipsada parcialmente en sus tiempos con Clifford. Y claro, no podíamos olvidar al reconocido Van Hoen, que funge de productor y a la vez se encarga de la construcción de los diversos sonidos electrónicos.
Cabe destacar que el disco completo fue elaborado con la participación total de los cuatro integrantes (excelente trabajo grupal), incluso si se trata de material ajeno: me refiero a “Heart Of Glass”, original de Blondie, y que Scala transforma eficazmente para las pistas de baile actuales (aunque acá en Lima, como era de esperarse, pasó desapercibida).
¿Todavía se preguntan cómo suena Seefeel sin Clifford? Por supuesto que 100% a Scala. (Jaime Alfaro)
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