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viernes, 13 de agosto de 2021

UNA CONVERSACIÓN CON FABIOLA BAZO :. Muchos subtes querían romper el sistema pero desde la derecha



Fabiola Bazo vivió el furor de la música disco y ya en los 80 fue sacudida por el sonido disruptor de la new wave de formaciones como Bronski Beat o Visage mientras Lima veía el surgimiento de los fenómenos socioculturales de tales calendas. En 1989 emigró hacia Canadá, donde se graduó en Estudios de Género, Raza, Sexualidad y Justicia Social por la Universidad de la British Columbia.

Autora de los libros "Desborde Subterráneo 1983-1992" y "Desencuentros durante tiempos violentos: El Rock subterráneo y la ultra izquierda sanmarquina en los 80", además de firmar sendas bios de María T-Ta y Kela Gates en "Cielo Rock, una visita al panteón del rock peruano"; su voz es necesaria en un medio como el nuestro no solo para esclarecer ciertas aristas de la movida perucha, pero para dejar en claro que a más alienación y envilecimiento más activismo y gemas para los que vendrán.


¿Cómo empezó tu afición por la música alterna y subte? ¿Qué escuchabas en casa, en el barrio y/o en el cole?

Yo no era subte no escuchaba música subte en los 80, la conocía por mi hermano Jorge él sí era subte e iban los subtes a mi casa. En lo que sí había coincidencia es que a muchos de los subtes les gustaba lo que yo escuchaba porque yo iba al No Helden y al Biz Pix entonces por ahí hay esa similitud. A mi me gustaba mucho la música gay que surgió en ese momento y poder bailar sola, tener esa libertad. Fui una chica disco que devino fácilmente en new waver.

En mi casa mi madre siempre escuchaba rock, Santana, el Rumours de Fleetwood MacTraffic Sound. Me gustaba también el rock en español y cuando descubrí a David Bowie me gustó mucho también. Para mí era la música de poder bailar sola sin que nadie se me acerque y no sentirme asediada, acosada. Mientras que mis amigas estaban en la onda de los salsódromos, yo detestaba eso, detestaba la relación de género que había en esa cultura y la evitaba. Mientras la cultura alrededor de la new wave en particular sí me gustaba. 

Ver por primera vez el video de "Smalltown Boy" cantando a Jimmy Sommerville fue impresionante. Un chico blanco de un pueblo inglés saliendo porque ya no soportaba la homofobia de su familia, me impactó mucho. Ahora eso se ha normalizado, ahora tú le dices a alguien de frente "eres un homofóbico". Todo eso viene del "Life On Mars", del glam de Bowie.

Recuerdo vagamente los 80 como un tiempo donde el conservadurismo reinaba en los mass media y la sociedad. ¿Cómo fue ser una mujer con intereses digamos poco convencionales en ese entonces? 

En la universidad conocí a gente muy distinta, un fin de semana salía con un grupo de loquitos otro con mis amigas que iban a rezar y podía experimentar con diferentes subculturas. Siempre me jaló relacionarme con gente intelectual.

La disyuntiva entre pitupunks y cholopunks parece haberse olvidado pero subsiste en escenarios como el racismo a un político campesino serrano, a las trabajadoras de limpieza pública, a ministros de Estado que no provienen de la gentita, etc etc. ¿La música/cultura ha servido para algo en todo esto o es más bien un seudo paliativo?

¡Nunca se olvidó esa disyuntiva! Hay un negacionismo increíble por parte de los pitupunks que se la dan de ofendidos todavía y no reconocen su privilegio y por eso hay varios idiotas que hoy han apoyado a Fujimori. Del lado de los misio-cholo punks he visto más autocrítica y aceptación del rol que tuvieron en los 80 y un decir "así fueron las cosas", tienen un entendimiento más realista los cholo punks, aunque también he visto a un par de ellos hacerse los locos porque tratan de acomodarse y llevar la fiesta en paz. Pero para mí es como dice el título del libro de Shane Greene "el problema primario del Perú es el pituco".

¿Y ha servido para algo la música o no?

Sí creo que ha servido la música. Hay mucha gente joven que está interesada en la música de ese período. La escena subte fue marginal en los 80. Recién con Los Mojarras y La Sarita lo hicieron algo grande. Es importante para mí porque hay un giro en la temática de las canciones, no solo canciones de amor sino a mirar lo feo que era la ciudad de Lima, un decir "Lima es fea asúmanla". Fue una patada al conservadurismo.

Los discos, libros y películas que te abrieron la mente son:

El cinturón de castidad de Maruja Barrig

La insoportable levedad del ser de Milan Kundera

son los primeros libros que me hicieron pensar.

Películas: El Ansia, fue increíble cuando vi ese comienzo con Bauhaus decidí vestirme de negro.

Betty Blue

Laberinto de Pasiones, la primera de Almodóvar me mostró que también se podía hacer punk en español.

Discos. Rumours de Fleetwood Mac, Bronski Beat - The age of consent

y una canción de los 70 que me hizo pensar mucho fue My Sweet Lord de George Harrison

Hace poco saltó la noticia de la quema de Xsias en Canadá lo cual me pareció curioso en el sentido que, el progreso, comfort y prestaciones sociales de los países llamados del primer mundo es gran parte producto del saqueo, devastación y exterminio de territorios como el nuestro y de África, Oceanía, etc. Hay como una doble vara en esa indignación contra la religión pero que se solaza sin problemas en la riqueza esquilmada salvajemente. ¿Cómo lo has vivido y sentido tú en Vancouver, ciudad donde resides?

En este tiempo de covid todo ha sido muy difícil y he perdido varios familiares porque también eran de edad avanzada y de repente salió la noticia que se encontraron tumbas al costado de estos colegios residenciales. Y se hicieron tótems por ellos, a cuadra y media de mi casa hay uno increíble recordando a estos niños que han muerto en estas escuelas. Me chocó tanto la noticia que fui con mi esposo y dejamos flores al tótem y encontramos que mucha gente había dejado flores y juguetitos. Fue algo muy emocional y me puse a llorar, se me juntó lo del covid, las pérdidas y todo. Y pensé ya que más se puede tener, cuándo va a parar. Esa fue mi reacción emocional.

De otro lado sí pues esta nación está basada en el genocidio de las primeras naciones canadienses. Yo soy una colona, acá le dicen settler, hay mucha simbología y reconocimiento incluso en las clases en la Universidad, pero en la práctica todavía queda mucho por hacer. Acá la comisión de la verdad habló de la existencia de esas tumbas y no se hizo nada entonces ahora les ha explotado en la cara. Porque no es solo hacer tótems y reconocimientos o darles dinero porque perdiste a tu tío. Tenemos acá mucho que aprender. Ahora ya se habla más esto de frente. Cuando llegué a Canadá el 89 no se hablaba, ahora sí se habla de estas escuelas residenciales y que ha sido una estrategia de colonización canadiense que ha sido un genocidio cultural y humano y que el modelo de apartheid sudafricano está basado en el modelo de las escuelas residenciales canadienses. Entonces tenemos un legado muy oscuro acá en Canadá.

¿Qué te parecen las críticas al ex guerrillero hoy canciller Héctor Béjar?

Son estúpidas... que dejen de ver Star Wars, Luke Skywalker es un terrorista. Moisés en el Antiguo Testamento es un terrorista. ¿Cómo haces la revolución si no es con violencia?

La escena subte está infestada de conservadores y fascistas. Lo hemos visto hace poco con ex incendiarios declarando su afán por votar por la Fujimori. ¿Esos discursos fachos estaban presente ya en los 80? ¿Cómo explicas tal involución? Es preciso recordar quizás que mientras Chile tenía a Los Prisioneros en Lima se empoderaba a Río o Arena Hash. 

Muchas de las letras de los grupos subtes se han malinterpretado. Cuando escuché las canciones de AUTOPSIA pensé que eran radicales de izkierda y nada que ver. Querían romper el sistema desde el lado de la derecha. Igual NARCOSIS, el Hemicirco. Uno puede proyectar ciertos valores de izkierda cuando en realidad no necesariamente lo tenían. 

La escena subte era un microcosmos entonces había de todo. Pero verlos de viejos siendo fachos es como que no han aprendido nada. Se han quedado en las mismas ideas que tenían entonces. Porque así como se habla de que Bermejo y Cerrón hablan como gente de ese período igual es con los subtes fachos que se han quedado en ese período diciendo cosas ridículas trasnochadas. No aprendieron nada de su propia experiencia.

El discurso e importancia de María T-Ta en la movida se perfila fundacional. ¿Cómo explicas la existencia de Patricia Roncal en un medio tan machista, conservador y alienado?  

Si esa pregunta me la hacías en el 2014 yo te diría ¿fundacional? Nadie me hablo de Patricia, ninguno de los varones me habló de ella. No era parte del canon. Yo la fui descubriendo porque encontré un trabajo de investigación de la PUCP del 87 donde contaba cómo la maltrataban en los conciertos y empecé a investigar cómo es que ella aparece en esa escena. Y esto es algo muy característico del punk. Pues no tienes que ser músico pero tenía la actitud y una historia qué contar y por eso muchas mujeres entraron a tocar en ese momento en todo el mundo. Acá en Lima había pocas subtes y ella fue una de las pocas. 

Para mí sí es adelantada porque siempre ha habido cantantes y compositoras pero ella es la primera contracultural y ácida dándole con todo.

De acuerdo pero lo que es interesante es que si tú hablas con los subtes te dicen que no es la gran cosa o está el doble rasero "ah, ni que ella fuera como las Vulpess". O sea esperan que una mujer en Lima sea como las Vulpess pero ellos no son como los Ramones. O cuando escribí el capítulo en mi libro sobre ella dijeron que le había dedicado muchas páginas a ella o que era muy subjetivo porque yo era feminista o que escribía sobre mis amigas.

Planes futuros + palabras finales.

Estoy leyendo muchísimo y escribiendo y espero publicar sobre Perú pronto. Porque si algo me di cuenta cuando terminé de escribir "Desborde" fue que había que escribir historias de rockeras peruanas y no solo de Lima. ¿Qué otras historias habrán así como la de María T-Ta? Eso es algo que hay que hacer. 

DESCARGA Y LEE LOS LIBROS DE FABIOLA BAZO

"DESBORDE SUBTERRÁNEO"

"DESENCUENTROS DURANTE TIEMPOS VIOLENTOS"





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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

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