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viernes, 21 de enero de 2022

UNA CONVERSA CON JUANJO OTAYZA DE SONOZFERA :. En Perú la gastronomía y el fútbol ocupan la atención y los sponsors. Hace falta un cambio de paradigma.



La cultura mainstream está llena de basura, marionetas e insubstancialidades. Cuando estás creciendo y en la búsqueda por saciar esa suerte de apetito natural, el mismo te impulsará a sumergirte por avenidas recónditas y entonces sucederá, sufrirás un remezón, el tal "escalofrío epistemológico" (César Zamalloa dixit) propiciado por un documento magistral o por un genio que te abrirá las puertas del paraíso (o del Averno). Juanjo Otayza es un comunicador, locutor, músico, productor y gestor cultural peruano. La vida para él cambió cuando conoció la obra de Brian Eno. Desde entonces ha volado por territorios que lo han llevado por el minimalismo, la música clásica, la electrónica et al. En el 2016 creó Sonozfera, un espacio que actualmente cuenta con un programa de radio en la FM y presencia en plataformas digitales. Intercambiamos feedback con Otayza para saber más de la mente detrás de uno de los bastiones que la música independiente tiene en la FM peruana.


Cuéntanos ¿qué música escuchabas en casa de adolescente y/o en el cole? ¿Cuáles fueron los primeros sonidos que te llamaron la atención?

Cuando era niño escuchaba música clásica, bandas sonoras, música pop de Quincy Jones y música infantil en vinilos; y también tenía una pequeña radio portátil que llevaba a todos lados, me entretenía haciendo “zapping” cambiando de emisora en emisora. También solía jugar con un teclado Casio VL-Tone, un saxo, una trompeta y una harmónica de juguete. Creo que para ser niño fui muy afortunado al tener todos estos recursos interesantes a la mano, aún cuando para mí todo era lúdico. Pero en la adolescencia vino el cambio y comencé a escuchar música de manera más consciente, me obsesioné con Genesis, U2, Peter Gabriel y el britpop, y entonces descubrí a Brian Eno, esto último me cambió todo, hasta hoy.

¿Cuáles son los discos que moldearon tu gusto o que son los básicos en tu vida personal?

Bueno, más que discos, sigo cuatro corrientes principales. Primero el minimalismo, con Erik Satie, que es como un precursor de todo lo que harían después Philip Glass, Harold Budd, Michael Nyman y otros. Si tuviera que citar un disco sería “The Best of Satie” de Naxos. La segunda es la música generativa, con “Discreet Music” y la saga completa de “Ambient 1, 2, 3 y 4” de Brian Eno. Eso me voló la cabeza. La tercera es la música orquestal, desde las sinfonías del siglo XIX hasta el chamber pop de “Pet Sounds” y “Smile” de los Beach Boys y similares (¿Sgt. Pepper’s?), en particular por las armonías y acordes inusuales y creativos de Brian Wilson (¡Un  genio!). Como una cuarta y última citaría a la música electrónica, desde Theremin y Harmonia, pasando por géneros como el synthpop, el house, el techno, el trip hop y sus derivados, hasta lo que se hace ahora con Ableton y una variedad de controladores, es simplemente sorprendente y de nunca acabar.

Así como antes los rockers vilipendiaban a la electrónica por, según ellos, no ser música o ser solo ruido en los 2 miles, e incluso en Lima muchos de los indies hacían asco del noise y la electrónica experimental bajo similares epítetos. ¿Cómo evalúas esas actitudes de gente que se pensaría tiene una mentalidad más abierta que el común?

Somos lo que hemos aprendido y nos aterra dejar la zona de confort. Crecí escuchando y apreciando distintos tipos de música, desde lo académico hasta lo popular, pero no todo el mundo tiene esa suerte. Tal vez por eso se encierran en sus mundos llenos de prejuicios, pese a desarrollar un gusto musical con los años.

Es preciso hacer un esfuerzo y salir de la burbuja, todo es relativo y no existen verdades absolutas, ni siquiera en la música. No existe algo mejor o superior, existen cosas diferentes y verdades distintas, según como se mire. Es necesario abrir la mente y tratar de entender ese gran espectro inabarcable que es la música.

No es fácil pero hay que hacer el intento, y sobretodo, dejar de discriminar. He allí el reto.





De todos los conciertos que has gozado cuál recuerdas con mayor afán.

Son varios, el de Björk para empezar. Fue increíble verla tocar en Lima, hasta ahora no me lo creo. Citaría también a Peter Gabriel que es un artista al que le agarré mucho cariño durante mi adolescencia, incluso tengo un autógrafo y una foto con él. También los de Roger Waters, Depeche Mode, Pet Shop Boys y Moderatsin duda. Y hay más.

¿Cómo es un día cualquiera en la vida de Juanjo Otayza?

Me levanto, me preparo un café y comienzo a trabajar hasta el mediodía, hago una primera pausa para almorzar y continúo el trabajo durante toda la tarde. Luego hago una segunda pausa para cenar. Por la noche me dedico a investigar, estudiar, crear, producir y hacer música en mi estudio. No veo televisión ni películas ni series  (¡Es una pérdida de tiempo! Prefiero YouTube, se aprende mucho). Desde el 2018 me volví muy hogareño, así que podría decir que la pandemia no me ha afectado tanto por ese lado.

Además de la música qué otras expresiones concitan tu interés.

La cartomancia sin lugar a dudas ha ocupado mi mente en los últimos años, ha sido todo un descubrimiento para mí. De hecho, existen nexos entre la música y el esoterismo, por increíble que parezca (acabo de recordar las Estrategias Oblicuas de Eno y el uso del Tarot como herramienta creativa). También me interesa la  psicología (Nathaniel Branden, por ejemplo) y el desarrollo personal y espiritual. Si todos pusiéramos más énfasis en ello el mundo sería un lugar mejor y más feliz para todos. Vivimos según como pensamos.

Mientras programas como Perú Metamúsica o Cazar Truenos salieron del aire, ¿cómo has logrado mantener a flote Sonozfera en una emisora FM todo este tiempo?

Por un lado no ha sido fácil mantener el programa durante todo este tiempo (¡este 2022 cumplimos 6 años en el aire!), ya que uno tiene que sostenerse y a veces el tiempo no alcanza. Por otro lado, he tenido el apoyo y estoy agradecido por ello con Filarmonia. Me anima también saber que podemos ser una ventana en la FM para  aquello que solamente escucharías en Spotify, Bandcamp o Soundcloud, y también, desde luego, para la música independiente local e internacional. Hacer curaduría es importante en estos tiempos de hiper información.

¿Alguna experiencia, anécdota o comentarios de los radioescuchas o de los propios directivos de Filarmonía tal vez?

Al principio me pidieron que le ponga un nombre y le puse “Biosfera” (como Biosphere, el músico), pero lo rechazaron y le puse Sonosfera, sin saber que este término ya existía (aunque todavía no es aceptado por la RAE). Luego estilicé el nombre a Sonozfera por una cuestión de identidad visual.

En una escena como la nuestra donde ni una empresa gigantesca como Movistar puede imponer un canal de música, ¿qué crees que se podría mejorar o cambiar?

Hace falta un cambio de paradigma. En nuestra cultura la gastronomía y el fútbol ocupan la mayor parte de la atención del gran público, y los sponsors y medios se basan en ello para actuar. Pero no deberíamos relegar a la música al último lugar (esta actitud se ha notado sobre todo durante la pandemia), no olvidemos que la música es el alimento del alma, es un producto cultural y contiene información valiosa de su época.

Palabras finales. 

La música es el reflejo de una sociedad y todos estamos involucrados. Seamos agentes de cambio. Agradezco a Wilder González Agreda por la entrevista e invito a los lectores y seguidores de Peru Avantgarde a sintonizar Sonozfera los sábados a las 10 de de la noche por Filarmonia 102.7 FM, así como a seguirnos en nuestras  redes y plataformas digitales.



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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

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las cosas como son II

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