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lunes, 21 de marzo de 2022

UNA CONVERSACIÓN CON WILMER RUIZ PEREA (CATERVAS, FRACTAL, RESPLANDOR, AEROLITO) :. Había gente que aborrecía el cassette de Crisálida Sónica y otros que lo veían como una joya



De entre el roster de músicos y cerebros que aparecieron con  Crisálida Sónica, Wilmer Ruiz Perea destaca por haber integrado formaciones como Catervas, Avalonia, Resplandor y Fractal, asimismo, y ya en los 2 miles, regaló sus talentos frente al sintetizador en proyectos disímiles v.g. Viajeros y Ensamble. Hablamos de un personaje polifacético en perenne viaje por el universo metamusical. 25 años después tenemos a Wilmer aka Wix Aerolito en Perú Avantgarde compartiendo algunas de sus vivencias noventeras. De luxe.


Cuéntanos, ¿cómo empezó tu afición por la música, qué escuchabas en casa o en el cole y qué discos te rompieron el cerebro o el corazón en el inicio?

La música me ha acompañado desde la infancia. Mis hermanos mayores, en ese entonces adolescentes, escuchaban bastante música y yo siempre fui curioso de los sonidos. Tengo el recuerdo de muy niño estar sentado al lado de mis hermanos viendo videos de A flock of Seagulls en la televisión, esa fue una de las primeras bandas que me alucinó. Luego, ya de adolescente, mi amigo Daniel, que escuchaba música new wave, me hizo llegar el cassette del álbum "Gala" de Euroshima, esa cinta no paraba de escucharla, me encantó su sonido, sus atmósferas. Luego, también me prestó el primer álbum de Clan of Xymox, fue el primer grupo que me voló la cabeza, esa combinación de sonidos techno con dark me atraparon, hasta ahora es una de mis bandas favoritas. Ya en la Universidad, también por amigos, tuve acceso a más música, el “Quique” de SeefeelAutechre, Aphex Twin, Cranes, por supuesto slowdive, silvania, cuánta música.

¿Cómo se dio tu participación en la formación inicial de Catervas?

Nos conocemos desde la infancia, literalmente vivíamos a tres casas de diferencia. Hemos crecido juntos, casi como hermanos y la música siempre nos acompañó. Recuerdo que nos reuníamos no solo a jugar sino también a escuchar música y ver videos de the cure, y otras bandas en la TV. Jugábamos imaginando que éramos un grupo musical, hasta hicimos comics de eso. Es ahí que nace la idea de hacer música, algo nos decía, ¿por qué solo escuchar música, si nosotros también podríamos hacerla? Así que empezamos a tocar, Pedro y Raúl se hicieron de unas guitarras y yo de un tecladito casio y empezamos, así, casi como jugando, haciendo covers y creando temas propios a la vez, solo para divertirnos. Así nació la banda, luego de unos años, y ya con Javi en la batería, Raúl propone el nombre de Catervas y a todos nos pareció adecuado, y la historia ya se conoce. 

¿Qué recuerdos de los 90, la escena Crisálida Sónica, los discos y la música que se hacía, etc?

Crisálida Sónica me hace recordar esa época entre amigos, Todos nos sentíamos unidos por la música, sin importar de qué banda éramos o si vivíamos cerca o no. Sólo queríamos hacer las cosas de una manera distinta a lo que veíamos en ese momento, aportar algo a la escena musical de esos años. 

La autogestión era nuestra forma de hacer todo. Nosotros diseñábamos los afiches para las tocadas, también salíamos a pegarlos por toda la ciudad, y repartíamos flyers fuera de conciertos y fiestas. La cinta del Compilatorio, las replicábamos en nuestras casas para poder juntar un número de copias. 

Fue una etapa de libertad, de buscar no tener moldes y experimentar musicalmente. Me gustaba esa etapa de descubrir nuevos sonidos y bandas, siempre aparecía alguien con alguna novedad, una cinta o disco de una nueva banda, era un nutrirse y dejarse llevar por los sonidos, de crear lo que nos plazca. Recuerdo que en la época de la universidad, con Wilder y el Chato Juan Casella nos reuníamos a escuchar discos enteros y solo sentir sus sonidos. Era vivir la música. 

Los noventas fueron años muy musicales para mí, yo andaba tocando teclados junto a los Catervas desde inicios de los 90, luego ya en la universidad, conocí a Toño quien me invitó a ser parte de Resplandor. También conocí a Wilder, quien me pasó la voz para acompañarlo en teclados primero en Avalonia y luego en Fractal. Recuerdo que pasaba horas de horas tratando de crear nuevos sonidos en mi Sintetizador Casio CZ 1000, se me venía un sonido a la mente y no paraba de buscar la forma de conseguirlo modificando los parámetros de síntesis del teclado. Me encantaba esa sensación de ensayar, jamear con los sonidos, era dejarse ir, uno salía como renovado de los ensayos.


 


Ya en los 2 miles, ¿qué actividades realizaste?, háblanos algo de tu background de todos estos años.

Nunca dejé la música, creo que es imposible dejarla. Tuvimos varios viajes a nivel nacional con Catervas y algunos internacionales con Resplandor. Luego, también toqué teclados en Viajeros el proyecto del Chino Hamann, Yushimi el proyecto de Lucía Vivanco y también en Ensamble, la banda pionera de Synthpop en Perú de Jorge González. También inicié mi proyecto personal llamado Aerolito, creando algunos temas y en el que ando hasta ahora.

¿Cómo proyectas que devendrá la industria musical y la música misma hoy tan plena de matices a falta de innovaciones?

Si bien hay algunas bandas interesantes a nivel no masivo. Creo que en general, hay poca música que me ha sorprendido y atrapado de igual manera que en los noventas. No sé por qué, igual siempre sigo buscando y escuchando nueva música, creo que lo de ser melómano no se puede dejar. 

Es bueno que ahora es mucho más accesible para todos hacer música, los softwares han llegado a un nivel increíble. Se puede componer con más facilidad y tener un sonido potente. 

Creo que esta facilidad de acceso y la necesidad de seguir vigente ante la caducidad casi inmediata de los post en redes, ha traído como consecuencia que las composiciones decaigan un poco, siendo un poco más plástico todo, pero con un sonido increíble, no lo sé, a veces, siento eso, es difícil de explicar, es más un sentimiento subjetivo, pero igual siempre de vez en cuando sale una banda o canción que sí sorprende gratamente. 

Además de la música, ¿qué otras actividades concitan tu interés?

Me dedico a ser Post productor de films y Tv, es lo que me sustenta por ahora. También ando de Dj en algunos eventos de vinilos. 

¿Para cuando el disco álbum de Aerolito?, recuerdo tu track “2012: Escape Tierra” en la compilación “Colorea Tu Alma” de Superspace, junto a Antártika, Tica y más en modo ambient ethereal. ¿Qué sintes o software usaste ahí?

Gracias por la oportunidad, fue un gusto poder compartir tracklist con músicos tan buenos. También recuerdo que pude sacar el tema Auryn, para el compilado de “Fósiles del Futuro” de superspace. Siempre uso mi synthe Korg Z1 y el casio cz 5000, y el Live ableton.

Esta en mis planes seguir grabando y poder sacar algún EP pronto bajo el nombre de Aerolito.

25 años han pasado del Compilación I de Crisálida Sónica, ¿qué recuerdos de ese tape?

Ala, 25 años suena fuerte, el tiempo pasa volando. Aún recuerdo cuando estábamos planeando que saliera. Se llama Compilación I, porque la idea era sacar varios compilados, me gustaría que eso se hubiera dado y tener más registros de las bandas. Recuerdo que el compilado tiene dos versiones la primera eran solo los temas detallados en el tracklist, y para un segundo lote, buscamos colocar bonus tracks con fragmentos de temas en vivo. La reacción al Compilado I era bien polarizada, había gente que lo veía como una joya y mientras otros lo aborrecían. Lo bueno es que con el Tiempo, su sonido ya no es tan ajeno. Me da gusto que Crisálida Sónica haya tenido algún reconocimiento, nunca lo esperé. Me sacó de cuadro el poder tocar por los 20 años en Fundación telefónica, nunca imaginé algo así. 


Catervas en concierto en 1997

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PROMO DEL CD DE FRACTAL

barbarismos

barbarismos
El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

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