El principio del tumultuoso final de los 90. ¡Qué tal bad trip!
Unos días antes de hoy, hace 25 años, tuve uno de mis primeros bad trips. Había llegado a casa la edición para la prensa, grabada en tape chromo, del disco tercero de Spiritualized. Incluía una hermosa versión que luego fue reformulada por juicio de copyright del tema título, track 1, "Ladies and gentlemen we are floating in space".
Lo que escuché, tras prenderme un enorme bate e instalarme en mi poltrona rústica, fue las simas, que no cimas, más rockistas que hube de sufrir tras haber sido asiduo de álbumes como el Pure Phase, Lazer Guided Melodies y los EPs editados por Spiritualized amén de océanos como los Excursions In Ambience, las enseñanzas de Bowery Electric, Labradford, Disco Inferno, Insides y Silvania. Los Rocket Shaped Songs y Electric Mainlines son acá olvidados por un pastiche de rock and roll trajinado de gospel evangélico con el que no pude sino acabar mal un vuelo que pensé me llevaría lejos, más allá de la galaxia o a lo menos cerca al nirvana de un 'Spread your wings'. Naaaa....
Pierce, sediento de vengaza tras una ruptura sentimental -sacada de vuelta incluída, el corazón partido y decidido a hacerla de pop star-, acometía con los logros del "Perfect Prescription" o los discos de los Stooges y formulaba canciones para el escaparate de las revistas y antros de moda, MTV incluído. El vídeo de 'Electricity' en plan rebelde urbanoide, comulgaba con el zeit de films tipo Trainspotting, Acid House y This is England.
Creo recordar que uno de los teclados, ¡sí! justo el de 'Broken Heart', tenía ambientes en sintonía con el soundtrack de Star Wars, detalle que comuniqué a los colegas en su momento..."ahora que lo mencionas, sip" respondían sardónicamente. Yo no había disfrutado esa dichosa trilogía en los 80 y era el caso que justo estaban reponiéndola mundialmente por esos días, así que la comparación se me hizo insufrible.
Guiños a Sun Ra y MC5 para la generación grunge, amén de oxímorones como 'No God Only Religion' o rebeldía de centro comercial del modo de 'I think I'm in love' y ni qué decir sobre la edición de luxe cual estuche de medicinas y pastillas, las delicias de la masa y el merchandising. De esa guisa aseguraba el éxito (y rédito) artistoide Jason Spaceman: merced a un desastre pasional, cortesía del frontman de Verve y Kate Radley, su ex tecladista. Los días de vanguardia psicotrópica del "Sound of Confusion", "Playing With Fire" o el "Dreamweapon" cerrados bajo cuatro llaves, solo extraídos eventualmente para festivales y conciertos donde el grueso de fans ni se dan por enterados.
Para algunos, este loco incluído, fue el primero de muchos bad trips que estaban por venir, todo esto apoyado, justo es decirlo, por el desplome de mi sistema nervioso debido al abuso de sustancias non-sanctas. Y vaya que fue horrible que hasta hoy le recuerdo, me sacudió/shockeó el aura tremendamente, casi no lo pude procesar; fue el descenso al infierno llamado Tierra diríase. Pete Kember con el Forever Alien de Spectrum aportaría su hiel de una muy otra manera ese mismo año. El cosmos expelía su sentencia y los días de vanguardia planetaria radical y voluptuosa, los días de los 90, arreciaban con bruno hundimiento.
25 años han pasado y casi sin pesar en el tiempo transcurrido y el habernos transformado, mal que bien, en uno de los sobrevivientes de esos irrepetibles manifestamos "Jason, gracias por el Lazer Guided Melodies y el Pure Phase". "Medication" phorever!
Wilder Gonzales Agreda.
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