Escuchar "Serpent is Present", nuevo tratado de Chrs Galarreta, y mantenerse neutro o pusilánime sería de necios, signo de carroñeros demacrados por el medio en que vivimos. 49 minutos y 27 segundos le son suficientes para modular su postpop guitarrorista, coger nuestros corazones aún palpitantes y ofrendarlos en saludo al sol y horizontes. Sajjra procede de un rito salvaje donde el inconsciente se re(b)ela en su fastuosidad.
Esta música es más que música es orgía. Y como tal debe ser disfrutada al máximo, sin cortapisas. La razón y sus esbirros a otro lado. Tampoco es “música de las esferas”, pero asumo que si eres lector de este blog ya lo intuías. ¿O no?
“Aquellos que eran vistos bailando, eran considerados locos por quienes no podían escuchar la música” - N. Axioma más que preciso para “Serpent is Present”, un disco que insta al escucha a reinventarse a sí mismo/a. A la manera de portentos como el “No Pussyfooting” o "Kraftwerk 1".
Con todo y más allá del placer que su sonido transmite sería inaudito escuchar piezas de este álbum en una fiesta o disco. Y qué bueno que sea así. Lo útil apesta. Sajjra ha traspasado influencias, a saber, Seefeel, MBV, Swans y elabora un arquetipo que puede sonar tanto al "Seventeen Seconds" de Cure, E.A.R. o a algún cassette de huayno pirata que tengas olvidado cual chatarra. Si me lo preguntan lo definiría como mágico, insular y telúrico.
Vi una virgen adornándome en Azul
vi llover mis pensamientos condenados
adornándome el cabello con espinas.
SAJJRA - "Suena como azul radiante"
Galarreta aka Sajjra aka Evamuss aka Diosmehaviolado juega en otra liga, y no (solo) por el talento que muestra sino por la clase de música que crea con “alas de hielo”. ¿Acaso necesitas más palabrería y argumentos para ir a por él?
(Chrs, todavía vive en mí el recuerdo de cuando llegabas con un álbum nuevo de Evamuss o cuando fuimos a Markawasi, allá en los 90, y estando en lo alto te acercaste al precipicio sin inmutarte. Déjame decirte, visto los resultados, "loko, ¡qué bueno que no saltaste!".)
Nuestro disco del año, nada menos.
Wilder Gonzales Agreda.
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