De "LA REACCIÓN PATRIARCAL" (2022)
Este mitin, como todos los que pude observar durante las campañas, empezó con el himno militar de la Legión, que desencadenaba el entusiasmo del público. En su discurso, Abascal nombró a los «enemigos de España» de los que había que reconquistar la nación. La lista de enemigos incluía a los «progres», con una mención especial a los «comunistas» que evocaba la demonización franquista del comunismo y la guerra fría; a los «golpistas separatistas», en referencia a los movimientos y partidos independentistas catalanes; a la «invasión islámica», el enemigo por excelencia de la nación española en el marco de la Reconquista; a los «terroristas», aludiendo indistintamente a ETA y a los extremistas islámicos; e incluso a los «animalistas urbanos» que se oponen a las corridas de toros, junto a las «supremacistas feministas», las «otras» de su nación imaginada. Abascal también mencionó al «lobby gay», pero invitó a «los homosexuales» a unirse a su proyecto nacional de ultraderecha si decidían «dejar atrás la bandera del arco iris». En contraste con la figura del enemigo «islámico», los «hispanoamericanos» fueron etiquetados como «amigos» y –más interesante aún– como «españoles con o sin pasaporte [español]». Este discurso revela el anhelo de una nación imperial, que, aclaró Abascal, «no debería avergonzarse» sino estar orgullosa de una de las «hazañas» más importantes de la historia mundial, refiriéndose a la llamada «Conquista de América», incluida así dentro del marco de la (Re)conquista. El Partido Popular, de derechas, y Ciudadanos, que intentaba ocupar el centro, fueron nombrados por Abascal como «adversarios», en contraposición a la larga lista de enemigos y enemigas de su nación imaginada. Esto concuerda con la distinción que hace Chantal Mouffe (1999) entre estas dos categorías, donde los adversarios pertenecen a un marco democrático agonista e implican un reconocimiento mutuo de legitimidad, mientras que la categoría de enemigo se relaciona con un marco de guerra donde los enemigos deben ser erradicados. Pese al reconocimiento del Partido Popular como adversario legítimo, Abascal lo etiquetó durante la campaña como «derechita cobarde», feminizándolo y cuestionando su virilidad.
En el discurso de Abascal en Leganés, tanto la nación española como Vox fueron representados como víctimas de «cuarenta años de dictadura progresista», una extraña referencia a las cuatro décadas de Gobiernos democráticos que siguieron a los cuarenta años de dictadura franquista.
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La campaña #Stop F3min4z1s es un buen ejemplo de los vínculos entre Vox y el movimiento antigénero. Una investigación encubierta de Open Democracy reveló que HazteOir-CitizenGo recaudaron fondos de forma indirecta para las campañas de Vox y que participaron activamente de la campaña electoral (Ramsey y Provost, 2019; Rivera, 2019).
Unos días antes de la huelga del 8 de marzo, HazteOir puso en circulación por las calles de varias ciudades españolas otro de su polémicos autobuses contra la «ideología de género», interpelando a los competidores políticos de Vox, con un lema que decía «No es violencia de género, es violencia doméstica. Las leyes de género discriminan a los hombres» y exigiendo a los líderes de los partidos de centro-derecha españoles –todos hombres– que «deroguen las leyes de género». Este mensaje iba acompañado de una bizarra imagen de Adolf Hitler con los labios pintados, tocado con una gorra militar y un símbolo feminista, con el hashtag #St0p F3min4z1s (véase la Figura 2). Este autobús ilustra las acrobacias discursivas empleadas por el movimiento antigénero del que Vox es parte. La primera consiste en replantear la violencia de género como violencia en el seno de la familia y así desmontar la legislación vigente. Este marco alternativo, si fuera adoptado por el Estado español, significaría que la violencia ya no sería una cuestión de igualdad –una política feminista– sino de familia, un ámbito político más susceptible al activismo conservador de derechas. La segunda acrobacia socava la Ley de Violencia de Género invirtiendo su significado, representándola como una medida discriminatoria contra los hombres y no como una acción positiva hacia la igualdad de género. Esta campaña, por tanto, se identifica con los hombres, incluso en los casos de violencia de género. Además, exige soluciones exclusivamente a los hombres políticos. Una tercera acrobacia consiste en escandalizar mediante la asociación del feminismo con el nazismo, rozando el discurso del odio. La indignación resultante llevó a que la circulación del autobús fuese prohibida. Pero la campaña ya había logrado gran resonancia en los medios y en las redes.
Al igual que HazteOir, Vox también utilizó el término «feminazi» durante su campaña, proyectando su sombra antidemocrática en el feminismo y sus aliados, que también calificó de «supremacistas» y «totalitarios». Este discurso de odio contra el feminismo sirve para que Vox se represente como una fuerza política democrática frente a la «dictadura género», a pesar de su proximidad con el legado de la dictadura franquista. No hay que olvidar que Franco fue aliado de Hitler. En el contexto español, la utilización de la imagen de Hitler para representar a fuerzas democráticas, como el feminismo, por parte de organizaciones que no se distancian del franquismo es, cuando menos, manipuladora.
Esta estrategia de legitimación es necesaria para contrarrestar el impacto de varias prácticas de Vox, como su inclusión en la lista de candidatos al parlamento nacional de dos exgenerales que firmaron un manifiesto de apoyo a la dictadura de Franco (Galaup, 2019a), y de un historiador homófobo que negó públicamente el Holocausto durante la precampaña y que finalmente tuvo que renunciar a su candidatura (Caro, 2019). Una cuarta y última acrobacia discursiva consiste en construirse a sí mismos como víctimas, invirtiendo así los papeles de víctima y perpetrador (Van Dijk, 2009; Wodak, 2015). Según esta lógica, los hombres son las verdaderas víctimas de las políticas públicas contra la violencia de género y del feminismo.
MARTA CABEZAS FERNÁNDEZ
2019
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