...Con mis varios grupos -los distintos conjuntos de intérpretes que formaban The Theatre of Eternal Music-, fui trabajando con miras a hacer performances cada vez más largas en una noche e instalaciones cada vez más grandes, hasta llegar al punto, a comienzos de los setenta, de salir de gira con entre seis y ocho músicos, dos proyeccionistas de diapositivas, un técnico, un tour manager y dos toneladas de equipamiento electrónico. Necesitábamos una semana para montar todo, así que teníamos que estar en el lugar durante una semana, y luego tres días más para desarmar todo. Era realmente un gran despliegue".
En 1973, Young, Marian Zazeela y Pandit Pran Nath fueron invitados a la primera edición del festival italiano East West. La Monte propuso montar su "Dream House para una performance de la pieza en la que estaba trabajando en ese momento -o, mejor dicho, en la que venía trabajando los últimos siete años: Map of 49's Dream The Two Systems of Eleven Sets of Galactic Intervals Ornamental Lightyears Tracery. Pero el promotor le pidió algo nuevo y La Monte tuvo que poner las cosas en claro. "Esto no es un supermercado", le dijo, "donde hoy puedes comprar tomates, mañana lechuga y al día siguiente un litro de leche. Esto es en lo que realmente estoy trabajando, y lo que realmente quiero hacer". El promotor aceptó la crítica, pero le dijo que de todas formas lo que proponía estaba fuera de su presupuesto. La Monte le hizo escuchar entonces la grabación de una pieza que requería una semana de preparación para afinar el piano e instalar el entorno de luces de Marian: The Well Tuned Piano [El piano bien afinado]. El promotor aceptó, y el estreno de tres horas en Roma le terminó gustando tanto que le encargó dos conciertos más y compró un piano para que La Monte lo dejara afinado para siempre y le pusiera su firma. "Quedé, pues, completamente absorbido en The Well Tuned Piano", continúa. "Durante un tiempo resultó también menos costoso de montar que 'Dream House'. Tal como lo veíamos. era solo el piano y tal vez cuatro de nosotros: yo para tocar, Marian para hacer las luces, el afinador y un ingeniero de grabación"
A medida que la pieza se fue desarrollando en su ejecución, la duración de cada concierto trepó de tres a cuatro horas. El tiempo de preparación se extendió a un mes, entre la afinación y los ensayos en el lugar de la performance. "Si quieres describir el movimiento de algún cuerpo planetario, la frecuencia de su órbita, no lo estudias solo por cinco o diez años, tienes que mirar hacia atrás en la historia y ver qué decían al respecto los viejos astrónomos. De alguna manera, a través del Trio For Strings y, un poco antes de este, de la sección media de Four Brass, me sentí inspirado para comenzar a escribir tonos largos y prolongados. Definitivamente estaba escuchando música clásica de la India y música gagaku japonesa. Cuando entré en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) estudié musicología. El departamento tenía una orquesta gagaku de estudiantes, y fue también durante esos años que escuché la primera grabación de Ali Akbar Khan, en el sello Ang Records, con Yehudi Menuhin de presentador. Cuando lo escuché en la radio salí literalmente corriendo, me subí al coche y manejé hasta la disquería Music City en Hollywood para comprarme el disco, que en los días siguientes escuché durante horas y horas. De hecho, estaba viviendo en la casa de mi abuela en Los Ángeles y el disco la sacaba de quicio. Decía que era música de opiómanos.
»De niño me encantaba pararme a escuchar las centrales eléctricas. Antes de mis cuatro años, mi padre tenía un trabajo en Montpelier, Idaho. Trabajaba para el padre de mi madre, el abuelo Grandy, que era dueño de una distribuidora de gas propano que abastecía a toda la zona con grandes camiones. Y al lado de la plana de almacenamiento había una central eléctrica. Emitía un zumbido constante. Amaba quedarme allí escuchando. Tengo el recuerdo incluso de estar jugando encima de los tanques de gas y sentarme al rayo del sol a escuchar esta cosa zumbar. Recuerdo otra vez que me paré cerca de los transformadores de alta tensión en Bern, Idaho, la localidad donde nací. También me encantaba escuchar el canto de los grillos. Por supuesto, la primera experiencia sonora temprana fue el sonido del viento que soplaba desde el lago Bear y envolvía la cabaña de madera en la que nací. Creo que lo que realmente sucedió fue una confluencia de toda esta información, que luego fue puesta en funcionamiento por mi exposición a la música oriental y por el hecho de que el mundo había empezado a encogerse con la llegada la era electrónica.
DAVID TOOP
Océano de Sonido
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