Tras 45/50 años de cultura chicha en nuestro país y con ejemplos como Chacalón, los Shapis, Rossy War, Dina Páucar, Misterio, las barras bravas o el Grupo 5, ¿como sociedad hemos avanzado hacia un entorno algo más libre o más bien estamos inundados de achoramiento, banalidades y estupideces por todos lados?
¿Qué nos dicen Cuevita, Beto Ortiz y sus programas cada vez más execrables, Combate/Esto Es Guerra, Santa Gisela Valcárcel. Magaly o la Chola Chabuca? Acaso no es modelo de los más jóvenes gente tipo Oropeza y por ende una de las expresiones chicha, el achoramiento, sea potenciada en las innumerables extorsiones y los encargos de acribillar por 300 soles que hasta infantes de 12 años ejecutan? ¿Acaso el común de los jóvenes al tener vacía y seca la mente a lo que primero que aspira es a fornicar con su "jermita" y termina esclavizándose para mantener la prole resultante?
45 años de chicha en "mixtura" con el neoliberalismo produjeron el populorum que hoy es la nación peruana. Su rostro lo vemos en las expresiones que favorecen los medios, los espectáculos que se llenan de gente y en el trato diario en las calles llenas de emprendedores y menesterosos, todos consumidores de malls y pollo a la brasa yendo a la tumba con la mente podrida. Caldo de cultivo para el avance de los fachas, conservas y fanáticos religiosos. Estupidizando y soltando migajas han logrado esta distopía.
Nos encaminamos hacia un estado en el que quizás lo que vivimos hoy parezca ingenuo a ojos del consumo y luchas del futuro, tal cual Augusto Ferrando, "Risas y Salsa", los coches bomba y Sendero palidecen de timoratos ante las actuales barrabasadas, pero haríamos bien en observar y reflexionar ¿qué obtuvimos tras 45/50 años de ensalzar y poner en valor borrachos, machirulos y gente lumpen? y tras hacer ese ejercicio actuar en consecuencia.
"Chupa peruano chupa".
Wilder Gonzales Agreda.
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