Hoy al desayunar estuve viendo con mi viejo la tele. En el canal 8 daban las últimas noticias acerca del lumpenesco escándalo de corrupción descubierto gracias a unos audios propalados por un programa dominical esta semana.
Como se sabe el premier y todo su gabinete de ministros renunciaron, antes que los censuren en el Congreso claro.
La desfachatez de un empresario local entrevistado en “Rumbo Empresarial” del canal 8 era alucinante, dijo que los ministros habían sido buenos y que no podía ser que por unas grabaciones –que según él podían ser hasta coloquiales- se los esté obligando a dar un paso al costado, que todo debía probarse y que en todo caso, por esos audios si se mencionaba en ellos al Papa, pues también éste tendría que renunciar. (¡!)
Ja! Qué despreciable entente el que la televisión nos presentaba, en repetición todavía -el programa había sido emitido ayer. ¿Qué quería ese gusano? ¿Que se muestre una grabación de las ratas estas en pleno agasajo post-coima, o dividiéndose los fajos de dólares? ¿Qué diantres quería ver ese energúmeno?
Ja! Y la hija del principal implicado en esta asquerosa novela, Rómulo León Alegría, Luciana León, congresista de la República para más inri. Qué vergonzosa su pose de acongojada hija de mafioso político bellaco, tratando de mantener algo de honor en su rostro. Me hace recordar ahora cuando Cipriani, el hoy Cardenal del Perú, derramó lágrimas –todo sensible él, tocado- por los combatientes del MRTA muertos circa 1997, cuando las Fuerzas Armadas del Estado recuperaron la Embajada del... Japón.
En verdad subleva ver en una sola semana tanto estiércol ventilándose en los periódicos, en la TV, etc. Tanto ruido hacen estos inmundos para que luego de unos días todo siga su curso “normal”, continúe el latrocinio, la podredumbre, los tratos rufianescos tras bambalinas, el discurso barato para el rebaño.
Mierbient como me dijo Karkowski, no Illbient.
“Si hubo una forma de construirla, debe haber una manera de destruirla; las cosas no están tan fuera de control” Laetitia Sadier (Stereolab, Monade)
Garrote u hoguera para estos hampones de saco y corbata, de feedback. No menos.
Wilder Gonzales Agreda.