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jueves, 26 de noviembre de 2020

Some Girls Are Bigger Than Others IV


Copyright: Bruno Destombes


Checa el resto de esta serie acá.



KLARA LEWIS - Too
2016

Tras su aclamado debut ‘Ett’ (Editions Mego) y el subsiguiente EP Msuic (Peder Mannerfelt), Editions Mego se enorgullece de presentar el segundo LP de larga duración de Klara Lewis.

La habilidad de Lewis para esculpir lo hermético brilla en Too mientras tuerce su visión idiosincrásica en nueve pistas de ritmos borrosos y fondos encantados. También es una declaración poderosa en la que las obras individuales recorren un vasto paisaje mientras los elementos severos y agresivos se codean con obras más cálidas y optimistas. Sin mirar atrás ni adelante, estos trabajos giran en espiral en un momento de su propia invención, presentándose como un teatro de lo más audaz para el oído. Con un fuerte impulso desarrollado desde un inicio orgánico, las obras se mueven hacia una lógica propia, formándose como paisajes abstractos, ritmos vibrantes e incluso estructuras pop.

También es una muestra profundamente atractiva de sonido y sensibilidad ensartada que se cierne sobre la cúspide de la razón y elude lo concreto. Los resultados son la declaración más audaz de Lewis hasta la fecha. MEGO.




VALET - Naked Acid
2008

Entre dirigir una tienda de ropa de segunda mano y un local, dirigir un sello discográfico y ser a veces miembro de bandas como Jackie-O Motherfucker y Atlas Sound, la músico de Portland Honey Owens de alguna manera encuentra tiempo para escribir y lanzar música bajo su apodo en solitario Valet. Naked Acid es su segundo lanzamiento después de Blood is Clean del año pasado y, aunque no es un disco del todo consistente, sin duda es uno de los más hermosos de textura lanzados este año. Con siete pistas, Naked Acid ofrece un viaje etéreo y alucinante a través de la imaginación de Owens y, en última instancia, crea un lanzamiento único, fluido e increíblemente bonito. El álbum se centra en el trabajo de guitarra interesante, poco ortodoxo, casi blues de Owens y su estilo vocal perezoso, con contribuciones de Adrian Orange (voz en "We Went There") y Mark Evan Burden (batería en las pistas 3-5).

Sónicamente, Naked Acid es un disco difícil de describir. Generalmente es silencioso, pero suena enorme y está lleno de sonidos y texturas que son básicamente exclusivos de él. En términos de su trabajo con la guitarra, Owens pasa la mayor parte del disco tocando descuidadamente en tonos difusos sobre percusión escasa y ruidos ambientales. Vocalmente, ella es igual de casual, trinando líneas casi comprensibles en una voz suave y bonita. Ciertamente, Naked Acid no es un álbum muy rítmico; de hecho, la mayor parte de la percusión parece una ocurrencia tardía. No, este es un disco que elige enfocarse en la textura por encima de todo y resulta en una escucha fascinante, relajante y hermosa.





MIMI GOESE - Soak
1998

 Después de desaparecer de la escena tras la disolución de Hugo Largo y luego resurgir con su trabajo en Everything Is Wrong de Moby, Goese regresó por completo al trabajo musical con la encantadora y silenciosa Soak, que pone a prueba los límites. El corte más conocido, su fascinante reelaboración de "Black Hole Sun" de Soundgarden, sin duda merece atención por su transformación creativa del original de psych-metal en un fantasma minimalista y soñador. Sin embargo, esa no es la única razón para escuchar, ya que Goese aborda todo, desde baladas oscuras y nerviosas con tintes de drum'n'bass hasta rugiente tecno-rock y viceversa. Trabajando con dos productores / instrumentistas igualmente talentosos, Hahn Rowe, ex productor / ingeniero con el propio Hugo Largo, y el destacado músico francés Héctor Zazou, Goese crea algo que lleva indicios de cualquier número de artistas diferentes mientras mantiene su propio toque único. Una comparación simplista, dados los diversos movimientos de baile, podría ser con Björk, pero un par de contratiempos extraños aquí y allá, aparte de que el canto de Goese es su propio trabajo clásico, fuerte y conmovedor, tan poderoso y seguro de sí mismo ahora como lo fue en los últimos años 80. "Fire and Roses" realmente la deja pasar a un primer plano, con un coro asombroso cantado con pura y repentina pasión sin esfuerzo. En algunos puntos, los indicios del propio rock elegantemente misterioso de Hugo Largo, tal vez como era de esperar, emergen, pero a menudo se transforman en lugar de recrearse: considere "Clues of You", con su parte central de guitarra combinada con ritmos electrónicos, mientras que los comentarios adicionales flotan suavemente alrededor de la mezcla como senderos iluminados de sonido. En una interesante aparición como invitado, el ex miembro de Cure, Porl Thompson, contribuye con la guitarra a la apropiadamente espaciosa "Milky Way", aunque, de hecho, puede escucharse la guitarra más parecida a Cure en la teatral y aturdida "I Spy" por parte de Rowe. Si bien Soak no es en sí mismo un pionero, en su exploración intrépida y entretenida de una multiplicidad de estilos demuestra el compromiso loable de Goese de no simplemente repetirse a sí misma. NED RAGGETT / ALL MUSIC




PICTORIAL CANDI - Forever till you die
2016

Dream Pop. Nunca es una categoría crítica con fronteras bien controladas, el nombre generalmente se refiere a música de alguna manera indistinta: melodías semi-oscurecidas por mantas de sonido de capas gruesas, ritmos como plumas que caen en lugar de motores propulsores.

Sin embargo, la reconfortante neblina de Dream Pop no habla el idioma de los sueños. Es el sonido del recuerdo del sueño que desaparece rápidamente al despertar, o el deslizamiento adormecido de la mente hacia la incoherencia en los últimos momentos antes de dormir. No, las agradables ondas de efectos de pedal no son el sonido de los sueños. El sueño mismo es absolutamente vívido; puede ser el medio de una lucidez casi aterradora. Esta es la cualidad de los sueños capturados por FOREVER TILL YOU DIE. En el sueño, uno ve colores de una intensidad inaccesible a los ojos. Aquí, uno casi puede imaginar timbres más allá de la comprensión auditiva. Si el hermano adolescente de Dream Pop, Chillwave, era una gastada grabación en VHS de una película para televisión de finales de los 80, FOREVER TILL YOU DIE es una copia restaurada de 35 mm de la obra maestra de Wojciech Has, The Hourglass Sanatorium. (De hecho, el título de este álbum sería un buen subtítulo para esa película).

Nacida en Argentina y radicada en Polonia, Candelaria Saenz Valiente, nombre artístico PICTORIAL CANDI, está bien equipada para transportarnos al espacio de los sueños. Graduada de la Escuela de Cine de la Universidad del Cine de Buenos Aires y del programa de Arreglos y Composición de la Escuela de Música Berklee de Boston, Valiente es un artista multimedia verdaderamente amplia. Entre otras cosas, ha escrito una colección de ficción corta y una novela, concibió el "Ebertonium Candidus", un sintetizador analógico amplificador de bombilla, creó la pieza de instalación de performance La sensación de ser Mr. Luxus Reinstaldt y formó la banda Paristetris. Toda su carrera refleja el bricolaje salvaje de la mente dormida: su último trabajo musical en solitario, el EP Drink, fue lanzado como una corrida de 600 botellas de bebida carbonatada, en dos sabores. Un artefacto concreto de la lógica del sueño, si es que alguna vez hubo uno. (PRESS NOTE)





EMPRESS OF - I'm your Empress Of
2020

Al principio del tercer álbum de Empress Of hay un lugar invitado de su madre. "Quieres convertirte en la mujer que nadie va a maltratar", afirma en el animado 'Void' salsoso. “La mujer es una palabra / Pero tú te haces la mujer que quieres ser”. Es un mensaje poderoso y que resuena en la totalidad de "I'm your Empress Of", una declaración deslumbrante de quién es la Empress Of, nacida como Lorely Rodríguez; tanto como mujer como como artista.

Escrito en un descanso de dos meses entre giras en el estudio de su casa de Los Ángeles, Rodríguez produjo el disco mientras también procesaba una seria angustia, haciendo de "I'm Your Empress Of" algo profundamente personal. También ve a su avant-pop imbuido de un nuevo sentido de urgencia. Si bien su debut, 'Me' de 2015, y su seguimiento, 'Us' de 2018, se sintieron minuciosamente planificados, 'I'm Your Empress Of' es más inmediato. Las letras no son floridas ni exageradas, sino que resumen sucintamente las emociones que sentía Rodríguez cuando las escribió.

El sencillo principal 'Give Me Another Chance' ve a Rodríguez suplicarle a un ex amante que la lleve de regreso, cantando de manera desgarradora “Somebody told me/You’ve got another/I’m asking you baby/Choose me over her” ("Alguien me dijo / Tienes otro / Te estoy pidiendo bebé / Elígeme sobre ella") sobre ritmos pavoneados y riffs de sintetizador pulsantes. Y está el aturdido "Awful", donde Rodríguez admite que necesita a alguien, llorando: “I need some help, I need some help/I need myself, I need myself”. ("Necesito ayuda, necesito ayuda / Me necesito a mí misma, me necesito a mí misma".)

Pero no todo son corazones rotos y romance frustrado. El álbum abarca todos los aspectos de la vida de Rodríguez. La dramática llegada de la canción principal combina la producción de ensueño de Rodríguez con florituras cinematográficas. Comenzando con voces etéreas cantando "I'm your, I'm your Empress Of" y una vivaz producción dirigida por sintetizadores, presenta el primer lugar invitado de su mamá, donde habla sobre su propia experiencia de inmigración, diciendo “It wasn’t easy, not speaking English/It wasn’t easy have to learn it/But I did, I got it”. ("No fue fácil no hablar inglés / No fue fácil tener que aprenderlo / Pero lo hice, lo entendí ”.) Se complementa con un riff de salsa en el piano, uno que Rodríguez aprendió de niña de su padre pianista, que agrega más pinceladas al cuadro musical en capas que está pintando.

La producción se eleva un poco con respecto a los lanzamientos anteriores, con letras emotivas giradas sobre coros titánicos. El vertiginoso "What’s The Point", que ve a Rodríguez explorar si una relación es adecuada para ella, está repleto de ritmos palpitantes y voces confusas y apiladas. Barajar el futuro track destinado para la pista de baile "Love Is A Drug", -que está en disputa por la canción del verano- tiene un gancho del que Max Martin estaría celoso. Y el eufórico "U Give It Up", con su alegre melodía y su voz vibrante, está hecho para bailar hasta las 6 de la mañana.

Rodríguez ha convertido la angustia en unos gloriosos 30 minutos de electro-smashes listos para el club. "Soy tu emperatriz de" es nada menos que impresionante. (HANNA MYLREA/NEW MUSICAL EXPRESS)



MUSIC TO LIVE BY .: ACID JESUS - Acid Jesus (1993)



Acid Jesus, Roman Flügel + Jörn Elling desde Frankfurt, esculpieron con sus pares anglos el sonido del tekno inteligente de los 90. ESENCIALES.


Podría ser fácil malinterpretar el nombre del artista Acid Jesus como un producto de usar y tirar de la era rave de principios de los 90; su sola mención recuerda las caras sonrientes chillonas estampadas en camisetas holgadas de manga larga y líneas de bajo implacables TB-303. El proyecto de Roman Flügel y Jörn Elling Wuttke tropezó con tales malentendidos en sus inicios. La prensa británica los interpretó como la cara visible de la nueva ola de ravers hippies psicodélicos de Frankfurt, mientras que las multitudes a veces estaban desconcertadas por la ausencia de ácido en su sonido.

Lo que sí presentó Acid Jesus, sin embargo, fue una versión inventiva del modelo emergente del techno que los distingue del resto de la escena de Frankfurt y ayudó a poner en marcha al legendario sello Klang Elektronik (y, a su vez, Playhouse). Flügel y Wüttke grabarían mucho más material con otros alias, incluso rozando el éxito de las listas principales como Alter Ego a mediados de la década de 2000, pero la energía de Acid Jesus ardió brillante y rápido a mediados de la década de 1990, lo que dio lugar a un álbum clásico y un puñado de singles que representan lo mejor del techno de la época. (ELECTRONIC BEATS.NET)








'Acid Jesus' recopila las primeras transmisiones seminales de Roman Flügel y Jörn Elling Wuttke, que más tarde serían conocidos como Alter Ego y los más experimentales de Eight Miles High. El sonido de su única y homónima colección de álbumes estaba evolucionando en conjunto con los experimentos de inteligencia artificial del Reino Unido, cambiando las plantillas de Detroit y Chicago en variaciones complejas, en su mejor momento en el clásico 'Move My Body', el hermoso 'Disappear', en el tecnoide futurismo de 'HA.L.' y los surcos tensos y propulsores y los contornos elegantes y que suenan caros de 'Fairchild'. (BOOMKAT)


miércoles, 25 de noviembre de 2020

SPACE ROCK MUTANTE :. "Heaven's End" de LOOP



Si Spacemen 3 es misas lisérgicas, Loop es salvajes danzando al rededor del fuego.


Vaya día. Murió Diego Maradona y las redes están inundadas de gente pro y contra él. No tenía idea de que era pedófilo como Michael Jackson -con la gran diferencia que el Diego se tiraba niñas. La pelota no se mancha dicen algunos. Lo dudo. Nadie es un santo, menos yo, pero lejos estoy de alabar o mirar para otro lado cuando se trata de violadores o delincuentes solo porque hacen arte o patean bien la pelotita. ¡Cojudeces! El fútbol siempre me ha parecido un deporte para pendejeretes, se permite trampas, competencia malsana y así, el detalle está en que no te pillen in fraganti. Y luego nos quejamos o luchamos contra explotadores, jueces y tombos corruptos, empresarios sacándole la vuelta a la ley... ¡Más cojudeces!

Está visto que ante la mente de un fanático, un cristiano o en este caso, un futbolero, no entran balas. Así que decidí ver mi lista de archivos en la PC y a escribir que tengo un poco abandonado da blog. Allá vamos de nuevo.

Escuché LOOP en los 90, gracias a un intercambio de casettes con la gente de los mailing lists de Internet, me pasaron himnos como "Brittle Head Girl" o "Vapour". La similitud con Spacemen 3 era notable. Ambas bandas compartían nacionalidad/escena y tiempo. Luego pude grabarme el "Heaven's End" (1987) e incluso Jaime Alfaro se consiguió el CD Peel Sessions. Vaya bombardones.

Robert Hampson era el cerebro detrás de LOOP, una formación que conjugaba el sonido de MC5, Velvet Underground y Suicide de una forma mucho más rockista que sus "primos" de Rugby. Por desgracia para ellos nunca gozaron de la misma fama, incluso hoy. Si Spacemen 3 era abducción espiritual y mantras lisérgicos Loop por su parte eran ramalazos de guitarras, feedback y trémolo cohesionados salvajemente merced a un sistema rítmico catatónico. Lo que se dice una bestia parda. Un monolito incrustándose en tu corazón.

Pero la historia y des-afinidad entre Spacemen 3 y Loop no se queda ahí. En esos años Sonic Boom contaba -¿o quizás debieramos decir denunciaba?- que Hampson había sido plomo de su banda, situación que habría aprovechado para robarse los trucos y técnicas, conocer los efectos y herramientas a utilizar, etc. Robert por su parte les odiaba a muerte a Jason y a Kember, como luego nos confirmó, en una entrevista para la revista Freak Out!, Richard de AMP

El debut del bucle, "Heaven's End", incluye dedicatorias a Arthur Lee (LOVE) y a Karlheinz Stockhausen. Hay voces al final de cada lado que provienen de HAL 9000 de "2001" de Stanley Kubrick. 8 piezas y 37 minutos de música cósmica panfletaria para sobrevivir al mundo de mierda que tenemos. Como dice bien su lema/canción: TOO REAL TO FEEL. Drone rock de los ochentas. Sí, cuando el planeta balbuceaba drogado con la moda glam neoliberal impuesta desde arriba (y para seguir con la apertura: mientras los más gritaban las hazañas del Diego), LOOP expulsaron una música rebosante de heroína y lujuria. Después de esto -y del Sound Of Confusion de Spacemen 3- el camino estaba alfombrado para My Bloody Valentine, Pale Saints, Ride y toda la raza shoegazer (que nos parió).

El final de cielo, sí, y también el nacimiento de novísimas galaxias.

Wilder Gonzales Agreda


lunes, 16 de noviembre de 2020

Hipótesis de un neoliberalismo a la peruana


 FOTOS x DIEGO MIRANDA

Víctor Miguel*
Maestrando en Estudios Interdisciplinarios de la Subjetividad en la Universidad de Buenos Aires

El congreso peruano volvió a destituir a un presidente y nos vuelve a poner un reto como sociedad. El aparato estatal con más desprestigio del Perú[1] se deshizo la noche del 9 de noviembre de Martín Vizcarra tras declararlo “incapacitado moralmente” por corrupto, compartiendo el mismo destino que su predecesor Pedro Pablo Kuczynski[2]. Así, la peor versión de la clase política peruana contraatacó, allanándose el camino de la impunidad, el cinismo y todavía más corrupción.

El 15 de noviembre Manuel Merino, que presidía el congreso que destituyó a Vizcarra y asumió la presidencia de la nación de inmediato, tuvo que renunciar como jefe de Estado tras la brutal represión de las fuerzas del orden que se llevaron la vida de dos manifestantes.

¿Qué es este neoliberalismo a la peruana donde el despojo y la angurria son las invariables de las élites políticas y empresariales? ¿Qué es esta criatura que adopta formas de institución, capaz de cambiar de nombres, pero que intensifica los peores axiomas del neoliberalismo? ¿Qué hipótesis sobre esta democracia nos atrevemos a ensayar cuando los brazos del Estado colonial desaparecen toda imagen de institucionalidad clásica?

En suma, estamos ante la pregunta por la crisis. Habitarla y pensarla no desde la exterioridad de quien categoriza, sino desde la expresión de las multitudes que vienen arriesgando sus vidas hoy en respuesta callejera a la barbarie estatal. Y no sólo: desde las vidas que en el contexto más adverso, en cuarentena bajo toque de queda, han podido reinventarse a pesar de los aparatos represivos del poder.

La respuesta de la calle

Las calles han sido el mejor laboratorio de experimentación transformadora en el Perú de las últimas décadas. La investigadora y militante mexicana Raquel Gutiérrez destaca la “capacidad de veto” que tienen las masas para impugnar ciertas medidas o avances del capital y poder abrir un camino de reapropiación, o al menos disputa, de la riqueza social[3]. En el Perú reciente, el que sorteamos desde la constitución neoliberal del 93[4], no han sido pocas las veces que la calle gritó “¡basta!”

En el año 2000 fue la movilización popular la que hizo fracasar el modo de operar del Estado con la “Marcha de los Cuatro Suyos” (inspirada en los cuatro puntos cardinales del Imperio Inca), quebrando la gobernabilidad del fujimorismo de aquél entonces[5]; en el 2009 luego del “Baguazo” hubo un punto de inflexión respecto del gobierno autoritario de Alan García[6]; en el 2014 fueron las juventudes quienes impulsaron la derogación de “la ley pulpín” que legalizaba la explotación laboral entre los más jóvenes[7]; en el 2019 miles inundaron la “Panamericana Norte” contra el cobro abusivo de peajes en Puente Piedra[8]. Y como último gesto de una memoria viva de las luchas tenemos a las trabajadoras de limpieza pública que, en las peores condiciones para un acuerpamiento colectivo, en agosto de este año se movilizaron contra la precarización de su trabajo ante la Municipalidad de Lima[9].

¿Cómo leemos las diversas izquierdas estas desobediencias que jamás armonizaron del todo con este modelo neoliberal y que nunca renunciaron al antagonismo en las calles? ¿Qué imágenes constituyentes arriesgamos si al momento del veto popular no se necesitó de un caudillaje político ni de un órgano jerárquico como el partido? ¿Es el proceso chileno el horizonte para Perú?

Nuestro norte es el sur (a veces)

Desde los noventa el Chile de Pinochet fue la brújula de las medidas jurídicas y económicas implementadas por el condenado Fujimori[10]. Chile y Perú mantuvieron un sendero entreguista, el manual del Consenso de Washington y de los chicos de Chicago. Detrás, sin embargo, de las exitosas estadísticas y la religión del crecimiento económico crecía el descontento popular. Chile reventó y tiene en marcha un proceso constituyente luego de una masiva participación ciudadana[11]. ¿Qué falta para dar ese paso tan deseado en las consignas de la izquierda peruana de las últimas horas?

En principio, podemos simplificar en que el desprecio popular hacia la clase política es común en ambos casos. El modo, sin embargo, de operar del neoliberalismo para reproducirse es distinto. En Chile no se destituyó a Piñera. En el Perú vamos por nuestro tercer presidente en menos de tres años. Pareciera que la destitución de presidentes es el modo que encontró el poder en el Perú para depurarse a sí mismo y renovarse ante la sociedad.

¿Cómo se deslegitimó la popularidad fugaz que Vizcarra había ganado justamente combatiendo a la corrupción fujimorista?

Vizcarra generó alguna expectativa social luego de decretar en octubre del 2019 la disolución del parlamento de mayoría fujimorista, en el marco de una lucha anticorrupción que comprometía a los sectores más rancios de la extrema derecha peruana[12]. Llegó a alcanzar niveles récord de popularidad en el cargo por esa gesta[13].

Pero no olvidemos que fue el presidente que enriqueció aún más a la gran banca peruana y al sector financiero durante la pandemia, otorgándoles casi 9 mil millones de dólares estadounidenses[14]; fue el que decretó la Ley Nº 31012, la cual libra de responsabilidad penal a policías y militares de matar mientras patrullan las calles para hacer cumplir el estado de emergencia[15]; fue el que culpó a las trabajadoras y trabajadores de la economía popular de propagar el virus, caracterizando a los mercados barriales como “focos de contagio”[16] y habilitando una cacería contra el comercio ambulatorio ejecutada por varios alcaldes de la capital[17]. El orden y la mano dura fueron la única garantía de control que propuso su gobierno defenestrado.




FOTOS x DIEGO MIRANDA

¿Dictadura de nadie?

¿Qué es lo que se expresa hoy en la calle si no es una defensa del gobierno neoliberal destituido? No es por Vizcarra ni por salvar la institucionalidad liberal del empresariado, es por evitar la consumación de la podredumbre en el poder que miles marchan hoy.

Pero destaquemos esto: vemos repetida la racionalidad de un Estado neoliberal como el peruano, capaz de suspender instituciones (siempre empujadas desde la desaprobación civil) para evitar un desborde destituyente mayor (como en el caso chileno). Pueden desaparecer parlamentos o presidentes y la máquina seguir andando. ¿Estamos ante una “dictadura de nadie”[18] como indicó en otro momento el sociólogo peruano Félix Reátegui?

Si remover piezas en su interior es el modo que tiene el neoliberalismo peruano para replegarse y evitar la durabilidad y recrudecimiento de la crisis ¿cómo respondemos de manera original más allá de las consignas con las que todxs estamos de acuerdo? Deseamos un proceso constituyente, sí. Y estamos en lucha por ello. Pero damos la impresión desde las izquierdas que tenemos ya definidas todas las salidas para un momento de interrupción excepcional como el actual. Los sucesos de los últimos años -entre indultos, destituciones presidenciales y disoluciones parlamentarias- han abierto otros senderos de movilización, confrontación y organización contra un modelo más allá de los canales institucionales.

¿Cómo estar a la altura de la incertidumbre y qué espacio le damos al surgimiento de una novedad política?

El filósofo argentino León Rozitchner en “La izquierda sin sujeto” se preguntaba si es que acaso estábamos pensando la razón sin meter el cuerpo en ella. “El problema es temible: ¿cómo poder producir nosotros lo contrario de lo que el capitalismo, con todo su sistema productor de hombres y mujeres, produce?”[19]. Dependerá de la desobediencia plebeya prefigurar en sus luchas un “horizonte comunitario-popular”[20] posible, que no decante sólo en el posibilismo del partido reformista (que con las mejores intenciones, quizás, sólo alcanza a gestionar un Estado intrínsecamente neoliberal) y que a la vez no renuncie a sus demandas políticas por una vida digna.  El proceso está abierto y presto a darnos las alianzas que necesitamos para la sociedad que queremos.

 *Este artículo fue publicado previamente en Jacobin América Latina.

 

 



4 presidentes en 4 años, contra-marchas y "Don Quijote" presidente del Perú



Los hombres dotados de razón no se dejan ser tratados como ganado.
BARUCH SPINOZA.


Estas semanas intensas de patrañas y hipsterización de la lucha política hemos visto de todo. Desde presos seudo-nacionalistas que digitan congresistas a tucos que salen a protestar pero los asesinados/héroes, Jack + Inti, son los hijos del proletariado. La generación tik tok se tumbó la prodedumbre aprofujiacciopulista y parece que todo vuelve a ser como antes. O sea, no pasa nada. No hay nuevas reglas/nuevo orden/constitución, siguen las mismas mismas injusticias, roles y taras. 500 y más años de subordinaciones no se borran así no más. 

Casi arriba a la presidencia la divina Rocío Silva Santisteban lo que hubiese sido histórico, más si consideramos el nivel de este arrabal al que llamamos país. Acá elige la Confiep y ya están los fachas tildando de terruco al moradito neo-liberal de Sagasti aka Don Quijote moderno. BTW les hipsters que van de proges mejor harían en liberar a sus esclaves antes de tanto aspaviento y fotos pal feis a lo chupa y lucha.

Para ser honesto ese congreso es lo que somos en esencia como nación (o naciones). Pepe el vivo en cada rincón, arribistas, coimeros, machistas, igual acá que en USA, Argentina o Rusia. Para creer en esto hay que ser bien webonauta. ¿Democracia?, para los que la pueden costear será. 

Como recuerdan por ahí, igual que en el 2000 cuando hubo 6 guardias de seguridad muertos por la kema del Banco de la Nación en la Marcha de los 4 suyos, se generó un sentimiento inusitado de esperanza y victoria. Hoy 20 años después (vaya, no es mucho tiempo en realidad), allá tú si les crees.

A seguir contra tode s hasta kemar la última neurona. 

sábado, 7 de noviembre de 2020

VERANO DEL 83 INTERVIÚ :. Tus sueños o ellos



Son de Trujillo y la naturalidad con que mixturan sus influencias para regalarnos himnos de pasión y ensueño los distingue del resto de bandas de hoy. Verano del 83 tiene la mira en el dream pop, el indie español y el twee pop con dioses como Slowdive, Acid House Kings, Family y Pains of Being Pure At Heart como tutelares. El 2017 publicaron su primera joya, "Llévame a casa", el cual pude disfrutar hace poco, cortesía de la 1a Feria Virtual de Música y Sellos organizada por Contrapedal, Telefónica y el MAC Lima. ¿Amor a primera vista, dices? Gracias, Internet.


¿Cómo se conocieron y decidieron formar la banda? ¿Alguna experiencia previa quizás?

El proyecto nace en el 2014 con Miguel (guitarrista de la banda), tenía unas maquetas de algunas canciones y quería grabarlas. Por el año 2016 le pasó la voz a Hanny, que en ese entonces había dejado su antigua banda, y le propuso hacer algo nuevo y demasiado prometedor en su ciudad. Al momento de grabar nunca se le ocurrió tocar alguna vez en vivo, solo quería sacar el ‘‘llévame a casa’’ y ver qué pasaba. 

La escena musical en ese entonces era pequeña, recién estaba resurgiendo luego de un pare muy abrumador. Por ese motivo quería plantear algo un poco fuera de lo común de la típica música que rodeaba su ciudad. Por ese motivo, por ser una escena muy pequeña, es que decidió pasar la voz a demás compañeras y compañeros de los cuales en ese tiempo no tenía amistad pero se conocían de vista.

¿Cómo descubrieron el mundo del shoegaze y dream pop, por internet, amigos que les pasaban música, alguna fiesta o concierto tal vez?

En tiempos de secundaria, iba a las discotiendas. Muchas veces a ver solo el catálogo que tenían de las novedades, y si me gustaba pues las mandaba a grabar en casetes o copias de cds. Siempre tenía referencia de algo, por ejemplo me encantaba mucho Nirvana y quería saber ¿qué escuchaban ellos?, con respecto a eso siempre hubo curiosidad y requería explorar referencias. Poco a poco iba conociendo las bases de la música experimental hasta llegar a las preferencias actuales. Después ocurrió la moda del internet y se exploró cosas más actuales, a centrarme en gustos más específicos. En la actualidad no hay ningún complejo en  experimentar con otros géneros. 

¿Por qué “verano del 83”? 

El fundador de la banda nació en un verano de 1983, es por eso que decidió que se llamará así. Suena algo nostálgico y quizás hasta poético.

¿Qué desean comunicar/transmitir con su arte/música?

Que la gente luche por sus sueños, que sientan el amor a pesar de lo que pueda pasar después, que se puede triunfar con las pocas herramientas a nuestro alrededor, que los sueños de los amigos siempre serán los nuestros, que cerremos los ojos y vayamos a volar.

¿Qué instrumentos y pedales de efectos usan, algún software predilecto?

El sonido siempre ha sido análogo. Nos encanta mucho los ecos, las atmósferas, la reverberación; aunque ya hemos dejado de lado eso y estamos haciendo algo twee pop. Un delay y un super chorus para no perder la costumbre; y si hace falta un overdrive para resaltar algunos matices. 






¿Cómo es vuestro proceso para componer?

Miguel tiene la idea, luego Hanny los arreglos; es ahí cuando ya hay una estructura y la presentamos como demo a nuestros amigos y amigas. Tratamos de que fluya esa idea en conjunto y ensayamos hasta que salga. En el camino pueden salir muchos agregados, formas y restauraciones.

¿Alguna anécdota en los ensayos o conciertos que les gustaría compartir con los lectores del blog?

Empezamos siendo 4 mujeres y un varón. Desde el 2016, que tiene una formación más direccionada, Miguel y Hanny nunca se dieron por vencidos, hubieron muchos cambios de integrantes, quizá porque no le tuvieron mucha fe o fueron alcanzados por la  desidia. Pero los amigos y amigas que nos conocieron desde un comienzo muchas veces nos dicen que parece algo sorprendente que la banda aún siga y que se alegran al ver que nuestra música va ganando cada vez más popularidad.

Tenemos miles de anécdotas, pero siempre amamos recordar las noches de conciertos en el Centro Histórico de Trujillo, compartiendo risas y más momentos con amigos y bandas hermanas.

¿Cuáles son los discos que les rompieron la cabeza de un modo sublime?

Nirvana – Incesticide

The Radio dept - Pet grief

Talulah Gosh – Backwash

Slowdive – Souvlaki

Voz propia – El ingreso

The Pains of Being Pure At Heart - Higher Than The Stars

Seapony – Go with me

La casa azul - Tan simple como el amor

Aerolíneas federales – Hop Hop

Alvvays - Antisocialites


¿Cómo alucinan que será el futuro de la música tanto en lo que concierne a la industria como a su lado sónico artístico?

Debido a la situación actual, muchos músicos nos hemos visto en la obligación de fortalecer nuestras herramientas digitales, tiene sus pros y contra, ya que nada se va comparar a tener un concierto real con escenario y espectadores en el mismo lugar, pero lo positivo es que nos lleva a esforzarnos por entregar más material a nuestros oyentes. Creemos que a raíz de todo esto se va a diversificar el mercado musical y habrá más competencia digital y eso es genial para que la gente se acostumbre a consumir producto nacional y a que nuestro trabajo llegue a lugares inimaginables gracias al internet.

Nosotros vemos nuestro futuro con un nuevo disco que experimente nuevos sonidos, manteniéndonos en el pop independiente, pero viajando por nuevas herramientas sonoras, quizás algo más bailable, quizás explotar el lo-fi, o quien sabe si metemos un ritmo que nunca hubiesen imaginado que fuera de Verano del 83, eso va a fluir cuando nos encerremos los 5 a crear más música.

¿Cómo es la escena de Trujillo?

La escena trujillana es muy diversa, en un solo concierto puedes encontrar pop, rock, punk, stoner rock, metal, hasta grindcore y hip hop. Estos últimos años se ha visto un crecimiento muy chévere con la llegada de nuevas bandas y solistas, que se preocupan no solo por tocar y cantar sino por entregar un producto de calidad, vender no solo música sino también imagen y eso ha hecho que entre todos exista una motivación por ser cada día más pro.

La escena independiente se ha fortalecido, porque el sector musical ya no va tan solo como antes, ahora se unen al juego ilustradores, fotógrafos, artistas plásticos, un trabajo conjunto con mucho potencial, pero siempre será nuestro talón de aquiles la falta de apoyo de los dueños de bares de la ciudad, que optan por lo comercial, a excepto de un par de espacios en el Centro Histórico que contribuyen a la escena, de todas maneras no ha sido impedimento para organizar conciertos y ferias, así sea en el patio de una casa, un parque, una cochera, donde sea que se puedan unir fuerzas para armar algo bacán.

Planes futuros.

Dentro de poco lanzaremos nuestro 4to videoclip de la canción “Mi camino mágico”, un par de presentaciones en festivales online a nivel nacional y nos encerraremos a componer y producir nuestro 2do álbum. Asimismo, nos estamos proyectando a visitar otro país de Sudamérica, todo depende de como vaya la situación actual, pero tenemos fe y muchas ganas de llevar nuestra música a cada rincón que sea posible.



jueves, 5 de noviembre de 2020

Avalonia - ¡Oh dios!

FELICIDAD Y BIOQUÍMICA

... Para Epicuro, la búsqueda de la felicidad era un objetivo personal. Los pensadores modernos, en cambio, tienden a verla como un proyecto colectivo. Sin planificación gubernamental, recursos económicos e investigación científica, los individuos no llegarán muy lejos en su búsqueda de la felicidad. Si nuestro país está desgarrado por la guerra, si la economía atraviesa una crisis y si la atención sanitaria es inexistente, es probable que nos sintamos desgraciados. A finales del siglo XVIII, el filósofo inglés Jeremy Bentham declaró que el bien supremo es «la mayor felicidad para el mayor número», y llegó a la conclusión de que el único objetivo digno del Estado, el mercado y la comunidad científica es aumentar la felicidad global. Los políticos deben fomentar la paz, los hombres de negocios deben promover la prosperidad y los sabios deben estudiar la naturaleza, no para mayor gloria del rey, el país o Dios, sino para que podamos gozar de una vida más feliz.

Durante los siglos XIX y XX, aunque muchos hablaban de boquilla de la visión de Bentham, empresas y laboratorios se centraron en objetivos más inmediatos y bien definidos. Los países medían su éxito por el tamaño de su territorio, el crecimiento de su población y el aumento de su PIB, no por la felicidad de sus ciudadanos. Naciones industrializadas como Alemania, Francia y Japón establecieron gigantescos sistemas de educación, salud y prestaciones sociales, pero que se centraban en fortalecer la nación en lugar de asegurar el bienestar individual.

Las escuelas se fundaron para producir ciudadanos hábiles y obedientes que sirvieran lealmente a la nación. A los dieciocho años de edad, los jóvenes no solo tenían que ser patriotas, sino también estar alfabetizados para poder leer la orden del día del brigadier y redactar la estrategia de batalla del día siguiente. Tenían que saber matemáticas para calcular la trayectoria de los proyectiles o descifrar el código secreto del enemigo. Necesitaban conocimientos razonables de electricidad, mecánica y medicina para operar los aparatos de radio, conducir tanques y cuidar de los camaradas heridos. Cuando dejaban el ejército, se esperaba de ellos que sirvieran a la nación como oficinistas, maestros e ingenieros, que construyeran una economía moderna y que pagaran muchos impuestos.

Otro tanto ocurría con el sistema de sanidad. Al final del siglo XIX, países como Francia, Alemania y Japón empezaron a proporcionar asistencia sanitaria gratuita a las masas. Financiaron vacunaciones para los bebés, dietas equilibradas para los niños y educación física para los adolescentes. Drenaron marismas putrefactas, exterminaron mosquitos y construyeron sistemas de alcantarillado centralizados. El objetivo no era hacer que la gente fuera feliz, sino que la nación fuera más fuerte. El país necesitaba soldados y obreros fornidos, mujeres sanas que pudieran dar a luz a más soldados y obreros, y burócratas que llegaran puntualmente a la oficina a las ocho de la mañana en lugar de quedarse enfermos en casa.

Incluso el sistema del bienestar se planeó originalmente en interés de la nación y no de los individuos necesitados. Cuando, a finales del siglo XIX, Otto von Bismarck estableció por primera vez en la historia las pensiones y la seguridad social estatales, su objetivo principal era asegurarse la lealtad de los ciudadanos, no aumentar su calidad de vida. Uno luchaba por su país cuando tenía dieciocho años y pagaba sus impuestos cuando tenía cuarenta, porque contaba con que el Estado se haría cargo de él cuando tuviera setenta.

En 1776, los Padres Fundadores de Estados Unidos establecieron el derecho a la búsqueda de la felicidad como uno de tres derechos humanos inalienables, junto con el derecho a la vida y el derecho a la libertad. Sin embargo, es importante señalar que la Declaración de Independencia de Estados Unidos garantizaba el derecho a la búsqueda de la felicidad, no el derecho a la felicidad misma. De manera crucial, Thomas Jefferson no hizo al Estado responsable de la felicidad de sus ciudadanos. En cambio, solo buscó limitar el poder del Estado. La idea era reservar para los individuos una esfera privada de elección, libre de la supervisión estatal. Si creo que seré más feliz casándome con John que con Mary, viviendo en San Francisco en lugar de en Salt Lake City y trabajando como camarero en lugar de como ganadero, mi derecho es perseguir la felicidad a mi manera, y el Estado no debe intervenir, aunque yo tome la decisión equivocada. 

Sin embargo, en las últimas décadas, la situación se ha invertido, y la visión de Bentham se ha tomado mucho más en serio. Cada vez más gente cree que los inmensos sistemas establecidos hace más de un siglo para fortalecer la nación deberían en verdad estar al servicio de la felicidad y el bienestar de los ciudadanos. 

No estamos aquí para servir al Estado: él está aquí para servirnos. El derecho a la búsqueda de la felicidad, que en un principio se consideró una limitación al poder del Estado, se ha transformado imperceptiblemente en el derecho a la felicidad, como si los seres humanos tuvieran un derecho natural a ser felices y cualquier cosa que haga que se sientan insatisfechos fuera una violación de nuestros derechos humanos básicos, de modo que el Estado debiera hacer algo al respecto.

En el siglo XX, el PIB per cápita era quizá el criterio supremo para evaluar el éxito nacional. Desde esta perspectiva, Singapur, cada uno de cuyos ciudadanos produce por término medio 56 000 dólares anuales en bienes y servicios, es un país con más éxito que Costa Rica, cuyos ciudadanos producen solo 14 000 dólares anuales. Pero actualmente, pensadores, políticos e incluso economistas piden que el PIB se complemente o incluso se sustituya por la FIB: la felicidad interior bruta. A fin de cuentas, ¿qué es lo que quiere la gente? No quiere producir. Quiere ser feliz. La producción es importante, porque proporciona la base material para la felicidad. Pero solo es el medio, no el fin. En una encuesta tras otra, los costarricenses informan de niveles mucho más elevados de satisfacción vital que los singapurenses. ¿Qué preferiría el lector: ser un singapurense muy productivo pero insatisfecho o un costarricense menos productivo pero satisfecho? 

Esta lógica podría impulsar a la humanidad a hacer que la felicidad sea su segundo objetivo principal para el siglo XXI. A primera vista, esto podría parecer un proyecto relativamente fácil. Si el hambre, la peste y la guerra están desapareciendo, si la humanidad experimenta una paz y prosperidad sin precedentes, y si la esperanza de vida aumenta de manera espectacular, sin duda todo esto hará felices a los humanos, ¿verdad?

Falso. Cuando Epicuro definió la felicidad como el bien supremo, advirtió a sus discípulos que para ser feliz hay que trabajar con ahínco. Los logros materiales por sí solos no nos satisfarán durante mucho tiempo. De hecho, la búsqueda ciega de dinero, fama y placer no conseguirá más que hacernos desdichados. Epicuro recomendaba, por ejemplo, comer y beber con moderación, y refrenar los apetitos sexuales. A la larga, una amistad profunda nos satisfará más que una orgía frenética. Epicuro esbozó toda una ética de cosas que hay que hacer y que no hay que hacer para guiar a la gente a lo largo de la traicionera senda que lleva a la felicidad.

Aparentemente, Epicuro había dado con algo. La felicidad no se alcanza fácilmente. A pesar de nuestros logros nunca vistos efectuados en las últimas décadas, en absoluto es evidente que hoy las personas estén significativamente más satisfechas que sus antepasados. De hecho, es una señal ominosa que, a pesar de la mayor prosperidad, confort y seguridad, la tasa de suicidios en el mundo desarrollado sea también mucho más elevada que en las sociedades tradicionales.

En Perú, Guatemala, Filipinas y Albania (países en vías de desarrollo con pobreza e inestabilidad política), cada año se suicida una de cada 100 000 personas. En países ricos y pacíficos como Suiza, Francia, Japón y Nueva Zelanda, anualmente se quitan la vida 25 de cada 100 000 personas. En 1985, la mayoría de los surcoreanos eran pobres, no tenían estudios, estaban apegados a las tradiciones y vivían en una dictadura autoritaria. En la actualidad, Corea del Sur es una potencia económica destacada, sus ciudadanos figuran entre los mejor educados del mundo, y cuenta con un régimen estable y comparativamente democrático y liberal. Pero mientras que en 1985 nueve de cada 100 000 surcoreanos se quitaban la vida, hoy en día la tasa anual de suicidios en el país supera el triple de la de aquel año: 30 de cada 100 000. 

Desde luego, hay tendencias opuestas y mucho más alentadoras. Así, sin duda, la drástica reducción de la mortalidad infantil ha supuesto un aumento de la felicidad humana y compensado parcialmente el estrés de la vida moderna. Aun así, aunque seamos algo más felices que nuestros antepasados, el aumento de nuestro bienestar es mucho mejor del que cabía esperar. En la Edad de Piedra, el humano medio tenía a su disposición 4000 calorías de energía al día. Esto incluía no solo alimento, sino también la energía invertida en preparar utensilios, ropa, arte y hogueras. En la actualidad, el estadounidense medio utiliza 228 000 calorías de energía al día, que alimentan no solo su estómago, sino también su automóvil, ordenador, frigorífico y televisor. 

El estadounidense medio emplea así sesenta veces más energía que el cazador-recolector medio de la Edad de Piedra. ¿Es el estadounidense medio sesenta veces más feliz? Haríamos bien en sentirnos escépticos ante estos panoramas de color de rosa.


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Da la impresión de que nuestra felicidad choca contra algún misterioso techo de cristal que no le permite crecer a pesar de todos nuestros logros sin precedentes. Aunque proporcionemos comida gratis para todos, curemos todas las enfermedades y aseguremos la paz mundial, todo ello no hará añicos necesariamente ese techo de cristal. Conseguir la felicidad verdadera no va a ser mucho más fácil que vencer la vejez y la muerte.

El techo de cristal de la felicidad se mantiene en su lugar sustentado en dos fuertes columnas: una, psicológica; la otra, biológica. En el plano psicológico, la felicidad depende de expectativas, y no de condiciones objetivas. No nos satisface llevar una vida tranquila y próspera. En cambio, sí nos sentimos satisfechos cuando la realidad se ajusta a nuestras expectativas. La mala noticia es que, a medida que las condiciones mejoran, las expectativas se disparan. Mejoras espectaculares en las condiciones, como las que la humanidad ha experimentado en décadas recientes, se traducen en mayores expectativas y no en una mayor satisfacción. Si no hacemos algo al respecto, también nuestros logros futuros podrían dejarnos tan insatisfechos como siempre. 

En el plano biológico, tanto nuestras expectativas como nuestra felicidad están determinadas por nuestra bioquímica, más que por nuestra situación económica, social o política. Según Epicuro, somos felices cuando tenemos sensaciones placenteras y nos vemos libres de las desagradables. De manera parecida, Jeremy Bentham sostenía que la naturaleza ofrecía el dominio sobre el hombre a dos amos: el placer y el dolor, y que solo ellos determinan todo lo que hacemos, decimos y pensamos. El sucesor de Bentham, John Stuart Mill, explicaba que la felicidad no es otra cosa que placer y ausencia de dolor, y que más allá del placer y del dolor no hay bien ni mal. Quien intenta deducir el bien y el mal de alguna otra cosa (como la palabra de Dios o el interés nacional) nos engaña, y quizá también se engaña a sí mismo.

En la época de Epicuro, estas ideas eran blasfemas. En la época de Bentham y Mill, eran subversión radical. Pero en el inicio del siglo XXI, son ortodoxia científica. Según las ciencias de la vida, la felicidad y el sufrimiento no son otra cosa que equilibrios diferentes de las sensaciones corporales. Nunca reaccionamos a acontecimientos del mundo exterior, sino solo a sensaciones de nuestro propio cuerpo. Nadie padece por haber perdido el empleo, por haberse divorciado o porque el gobierno decidió entrar en guerra. Lo único que hace que la gente sea desgraciada son las sensaciones desagradables en su propio cuerpo. Ciertamente, perder el empleo puede desencadenar la depresión, pero la propia depresión es una especie de sensación corporal desagradable. Hay mil cosas que pueden enojarnos, pero el enojo nunca es una abstracción. Siempre se siente como una sensación de calor y tensión en el cuerpo, que es lo que hace que el enojo sea tan exasperante. No en vano decimos que «ardemos» de ira.

Por el contrario, la ciencia dice que nadie alcanza la felicidad consiguiendo un ascenso, ganando la lotería o incluso encontrando el amor verdadero. La gente se vuelve feliz por una cosa y solo una: las sensaciones placenteras en su cuerpo.

Imagine el lector que es Mario Götze, centrocampista de la selección alemana de fútbol en la final de la Copa del Mundo de 2014 contra Argentina; ya han pasado ciento trece minutos sin que se haya marcado un gol. Solo quedan siete antes de que empiece la temida tanda de lanzamiento de penaltis. Unos 75 000 aficionados excitados llenan el estadio de Maracaná, en Río de Janeiro, e incontables millones siguen ansiosos el partido en todo el mundo. Y ahí está usted, a pocos metros de la portería argentina, cuando André Schürrle le hace un pase magnífico. Usted detiene el balón con el pecho, que cae hasta su pierna, lo chuta al vuelo y ve como supera al portero argentino y va a parar al fondo de la red. ¡Gooooool! El estadio erupciona como un volcán. Decenas de miles de personas gritan como locos, los compañeros de equipo se abalanzan sobre usted para abrazarlo y besarlo, millones de personas en casa, en Berlín y Múnich, se derrumban llorando ante las pantallas de los televisores. Usted está extático, pero no porque el balón haya entrado en la portería argentina o por las celebraciones que se producen en los Biergarten bávaros: en realidad, está reaccionando a la tempestad de sensaciones que tienen lugar en su interior. Unos escalofríos le recorren la columna vertebral, oleadas de electricidad le surcan el cuerpo, y siente que se disuelve en infinidad de bolas de energía que explotan.

El lector no tiene que marcar el gol de la victoria en la final de la Copa del Mundo para sentir estas sensaciones. Si acaba de enterarse de que ha conseguido un ascenso inesperado en el trabajo y empieza a saltar de alegría, está reaccionando al mismo tipo de sensaciones. Los planos más profundos de su mente no saben nada de fútbol ni de puestos de trabajo. Solo conocen sensaciones. Si le ascienden en el trabajo pero, por alguna razón, no experimenta sensaciones placenteras, no se sentirá muy satisfecho.

También es cierto lo contrario: si acaba de ser despedido (o de perder un partido de fútbol decisivo), pero experimenta sensaciones muy placenteras (quizá porque se tomó alguna pastilla), todavía podría sentirse en la cima del mundo. 

La mala noticia es que las sensaciones placenteras desaparecen rápidamente, y más pronto o más tarde se transforman en sensaciones desagradables. Incluso marcar el gol de la victoria en la final de la Copa del Mundo no garantiza el éxtasis de por vida. En realidad, puede que todo vaya cuesta abajo desde ese momento. De manera parecida, si el año pasado conseguí un ascenso inesperado en el trabajo, puede que todavía ocupe el nuevo puesto, pero las sensaciones muy agradables que experimenté al oír la noticia desaparecieron al cabo de pocas horas. Si quiero volver a sentir aquellas maravillosas sensaciones, debo obtener otro ascenso. Y otro. Y si no consigo ningún ascenso, puede que termine sintiéndome mucho más amargado e irascible que si hubiera continuado siendo un humilde pelagatos.

Todo esto es culpa de la evolución. Durante incontables generaciones, nuestro sistema bioquímico se adaptó a aumentar nuestras probabilidades de supervivencia y reproducción, no nuestra felicidad. El sistema bioquímico recompensa los actos que conducen a la supervivencia y a la reproducción con sensaciones placenteras. Pero estas no son más que un truco efímero para vender. Nos esforzamos para conseguir comida y pareja con el fin de evitar las desagradables sensaciones del hambre y de gozar de sabores agradables y orgasmos maravillosos. Pero los sabores agradables y los orgasmos maravillosos no duran mucho, y si queremos volver a sentirlos, tenemos que ir en busca de más comida y más parejas.


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Si la ciencia está en lo cierto y nuestra felicidad viene determinada por nuestro sistema bioquímico, la única manera de asegurar un contento duradero es amañar este sistema. Olvidemos el crecimiento económico, las reformas sociales y las revoluciones políticas: para aumentar los niveles mundiales de felicidad necesitamos manipular la bioquímica humana. Y eso es exactamente lo que hemos empezado a hacer en las últimas décadas. Hace cincuenta años, los medicamentos psiquiátricos conllevaban un grave estigma. Hoy en día, ese estigma se ha roto. Para bien o para mal, un porcentaje creciente de la población toma medicamentos psiquiátricos de forma regular, no solo para curar enfermedades debilitantes, sino también para encarar depresiones más leves y episodios ocasionales de abatimiento.

Por ejemplo, un número creciente de niños en edad escolar toma estimulantes tales como el Ritalin. En 2011, 3,5 millones de niños norteamericanos se medicaban para el TDAH (trastorno de déficit de atención con hiperactividad). En el Reino Unido, la cantidad pasó de 92 000 en 1997 a 786 000 en 2012. El objetivo inicial había sido tratar los trastornos de atención, pero en la actualidad niños completamente sanos toman esta medicación para mejorar el rendimiento y estar a la altura de las crecientes expectativas de profesores y padres.

Son muchos los que se quejan ante esta situación y aducen que el problema reside más en el sistema educativo que en los niños. Si los alumnos adolecen de trastornos de atención y estrés y sacan malas notas, quizá debiéramos achacarlo a métodos de enseñanza anticuados, a clases abarrotadas y a un ritmo de vida artificialmente rápido. Quizá debiéramos cambiar las escuelas y no a los niños. Es interesante ver cómo han evolucionado los argumentos. La gente ha estado discutiendo acerca de los métodos educativos miles de años. Ya fuera en la antigua China o en la Gran Bretaña victoriana, todo el mundo tenía su método preferido y se oponía con vehemencia a todas las alternativas. Pero, hasta la fecha, todos han estado de acuerdo en una cosa: para mejorar la educación, necesitamos cambiar las escuelas. En la actualidad, por primera vez en la historia, al menos algunos creen que sería más eficaz cambiar la bioquímica de los alumnos.

Los ejércitos se encaminan por la misma senda: el 12 por ciento de los soldados norteamericanos que estaban en Irak y el 17 por ciento de los que estaban en Afganistán tomaban pastillas para dormir o antidepresivos para sobrellevar la depresión y la angustia de la guerra. El miedo, la depresión y el trauma no los causan proyectiles, minas de tierra o coches bomba: los causan hormonas, neurotransmisores y redes neurales. Dos soldados pueden encontrarse, hombro con hombro, en la misma emboscada; uno de ellos quedará paralizado por el terror, perderá el sentido común y tendrá pesadillas durante años después del suceso; el otro cargará valerosamente contra el enemigo y ganará una medalla. La diferencia estriba en la bioquímica de los soldados, y si encontramos maneras de controlarla, produciremos a la vez soldados más felices y ejércitos más eficaces.

La búsqueda de la felicidad mediante la bioquímica es también la causa número uno de la criminalidad en el mundo. En 2009, la mitad de los reclusos de las prisiones federales de Estados Unidos habían ingresado en ellas debido a las drogas; el 38 por ciento de los prisioneros italianos cumplían condena por delitos relacionados con drogas; el 55 por ciento de los presos del Reino Unido informaron que habían cometido sus crímenes en relación con el consumo o con el tráfico de drogas. Un informe de 2001 indicaba que el 62 por ciento de los convictos australianos se hallaban bajo la influencia de drogas cuando cometieron el crimen por el que fueron encarcelados.

Las personas beben alcohol para olvidar, fuman marihuana para sentirse en paz y consumen cocaína y metanfetaminas para sentirse poderosos y seguros, mientras que el éxtasis les proporciona sensaciones de euforia y el LSD los envía a encontrarse con «Lucy in the Sky with Diamonds». Lo que algunas personas esperan obtener estudiando, trabajando o sacando adelante a una familia, otras intentan obtenerlo de manera mucho más fácil mediante la adecuada administración de moléculas. Esto constituye una amenaza existencial al orden social y económico, razón por la que los países libran una guerra tenaz, sangrienta y desesperada contra el crimen bioquímico.

El Estado confía en regular la búsqueda bioquímica de la felicidad, al separar las «malas» manipulaciones de las «buenas». El principio está claro: las manipulaciones bioquímicas que refuerzan la estabilidad política, el orden social y el crecimiento económico se permiten e incluso se fomentan (por ejemplo, las manipulaciones que calman a los niños hiperactivos en la escuela o que hacen avanzar a los soldados en la batalla). Las manipulaciones que amenazan la estabilidad y el crecimiento se prohíben. Pero cada año nacen nuevas drogas en los laboratorios de investigación de universidades, compañías farmacéuticas y organizaciones criminales, y también cambian las necesidades del Estado y del mercado. A medida que la búsqueda bioquímica de la felicidad se acelere, remodelará la política, la sociedad y la economía, y será cada vez más difícil controlarla.

Y los medicamentos y las drogas son solo el inicio. En los laboratorios de investigación, los expertos ya están trabajando en maneras más refinadas de manipular la bioquímica humana, como por ejemplo enviar estímulos eléctricos directos a puntos específicos del cerebro o modificar genéticamente la organización de nuestro cuerpo. No importa cuál sea el método exacto: conseguir felicidad mediante la manipulación biológica no será fácil, porque requiere alterar los patrones fundamentales de la vida.

Pero tampoco fue fácil superar el hambre, la peste y la guerra.


YUVAL NOAH HARARI
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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

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pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

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las cosas como son II

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