En el día,
El sol enorme en el horizonte se traslada en torno al polo.
Por la noche,
La aurora boreal dibujaba verdes contrastes en un cielo obscuro y
plateado de estrellas rutilantes.
Sobre la tierra, la nieve solo podía evocar los tonos más castos que
adquiría el planeta en ese periodo de tiempo.
Todo apuntalaba hacia eso:
Un fenómeno halógeno, una explosión en el firmamento, un eclipse
parcial:
La negación de la negación
de la dialéctica del sol y la luna.
Síntesis absoluta del orígen de la historia.
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Poner mi alma al fuego.
Seguro que fue fácil
En el silencio del vértice conjuntivo.
Deseando la gloria: prefiriendo el desprecio al olvido.
Arrancando de cuajo la ansiedad del ser.
Detrás de la lluvia.
Y cayendo libre.
En un abismo sin vértigo.
Mirada torva la que dimana estas pupilas,
Un triángulo irregular.
Vistazo amargo, sonrisa de rayo.
Perífrasis evanescente de la realidad dual.
Quintaesencia; que con lo justo;
Busca perpetrar lo abstracto, en esa gama de formulaciones.
ARTURO BREÑA
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