Hoy salió publicada una carta que escribí a los del periódico LA REPÚBLICA el pasado Lunes. Trata acerca de la masacre perpetrada el pasado Viernes en el Cono Norte y que aún está en boca de miles.
El tipo que se salió de sus casillas cuando fue expulsado de la calle donde vendía hamburguesas y salchipapas y luego cometió la masacre, era fan del rap, hip hop, el heavy metal, doom pero también de mostrarse con armas, motocicletas y tatuajes en poses con un ego alucinante como muestra de otras carencias y taras. Algo por cierto, no se puede tapar el sol con un dedo, bastante frecuente en algunas de esas tribus urbanas hoy.
Lo de la música no es gratuita pero tampoco es concluyente. Influye también la genética, el contexto, etc. El ex líder del Grupo Colina, el sanguinario Santiago Martín Rivas de ley que tiene el alma y mente más deformada que el común melómano seguidor de bandas como Sepultura o Christian Death. Pero cabría preguntarnos también qué música y arte consumían gente como Sid Vicious, Charles Manson o recientes acusados de violaciones sexuales como el líder de Swans y El Otro yo.
Nada es tan sencillo como se pretende plantear en los medios. Como dirían los griegos, "lo semejante atrae a lo semejante". Les dejo la carta completa que fue sintetizada hoy en LA REPÚBLICA (Ver sección Cartas) y también un interesante texto de la web mexicana SOPITAS con una lista de músicos famosos y asesinos.
Astralavista!
Señor Director:
Lo ocurrido el fin de semana en el Royal Plaza y en Los Olivos no es solo síntoma de la deteriorada salud mental de cierto sector de la población. Principalmente es ocasionado por el sistema de injusticias, alienación y taras que incuba nuestra sociedad desde hace siglos. Algo que solo ha sido reforzado con los medios masivos y las nuevas tecnologías. Como apunta Jorge Bruce en su columna "Dejar salir mi otro yo" el Royal Plaza es un símbolo donde se encuentra concentrado lo que miles de ciudadanos anhelan pero tienen prohibido para sus medios económicos.
Al mismo orden de cosas apunta la afirmación dada por Goyo Santos. O sea en el Perú los ladrones y asesinos de cuello blanco están en el paraíso. Se les perdona astronómicas deudas tributarias, se les exonera de diversos impuestos, pueden tercerizar para explotar a los trabajadores y no reconocerles derechos, se permite el monopolio, oligopolio y demás pero, claro, son unos ciudadanos respetados con la ley echa a su medida. Pero cuando un peruano humilde quiere trabajar en la calle, la autoridad lo trata férreamente con la rigurosidad que no emplea con los tiburones que esquilman el país. El Estado y la élite gobernante tienen miles de millones de sobra para pagar coimas a Odebrecht, GyM y demás pero no para subir el sueldo de los maestros, médicos o para pagar a los artistas, poetas, músicos, etc.
Ojalá las próximas generaciones logren/puedan hacer algo. No me parece que un medio que se dice progresista deba dejar de resaltar estas incongruencias que el establishment oculta con engañabobos y entretenimiento, fútbol, religión, alcohol, etc.
Atentamente,
WILDER GONZALES AGREDA
http://peruavantgarde.blogspot.com
El tipo que se salió de sus casillas cuando fue expulsado de la calle donde vendía hamburguesas y salchipapas y luego cometió la masacre, era fan del rap, hip hop, el heavy metal, doom pero también de mostrarse con armas, motocicletas y tatuajes en poses con un ego alucinante como muestra de otras carencias y taras. Algo por cierto, no se puede tapar el sol con un dedo, bastante frecuente en algunas de esas tribus urbanas hoy.
Lo de la música no es gratuita pero tampoco es concluyente. Influye también la genética, el contexto, etc. El ex líder del Grupo Colina, el sanguinario Santiago Martín Rivas de ley que tiene el alma y mente más deformada que el común melómano seguidor de bandas como Sepultura o Christian Death. Pero cabría preguntarnos también qué música y arte consumían gente como Sid Vicious, Charles Manson o recientes acusados de violaciones sexuales como el líder de Swans y El Otro yo.
Nada es tan sencillo como se pretende plantear en los medios. Como dirían los griegos, "lo semejante atrae a lo semejante". Les dejo la carta completa que fue sintetizada hoy en LA REPÚBLICA (Ver sección Cartas) y también un interesante texto de la web mexicana SOPITAS con una lista de músicos famosos y asesinos.
Astralavista!
Señor Director:
Lo ocurrido el fin de semana en el Royal Plaza y en Los Olivos no es solo síntoma de la deteriorada salud mental de cierto sector de la población. Principalmente es ocasionado por el sistema de injusticias, alienación y taras que incuba nuestra sociedad desde hace siglos. Algo que solo ha sido reforzado con los medios masivos y las nuevas tecnologías. Como apunta Jorge Bruce en su columna "Dejar salir mi otro yo" el Royal Plaza es un símbolo donde se encuentra concentrado lo que miles de ciudadanos anhelan pero tienen prohibido para sus medios económicos.
Al mismo orden de cosas apunta la afirmación dada por Goyo Santos. O sea en el Perú los ladrones y asesinos de cuello blanco están en el paraíso. Se les perdona astronómicas deudas tributarias, se les exonera de diversos impuestos, pueden tercerizar para explotar a los trabajadores y no reconocerles derechos, se permite el monopolio, oligopolio y demás pero, claro, son unos ciudadanos respetados con la ley echa a su medida. Pero cuando un peruano humilde quiere trabajar en la calle, la autoridad lo trata férreamente con la rigurosidad que no emplea con los tiburones que esquilman el país. El Estado y la élite gobernante tienen miles de millones de sobra para pagar coimas a Odebrecht, GyM y demás pero no para subir el sueldo de los maestros, médicos o para pagar a los artistas, poetas, músicos, etc.
Ojalá las próximas generaciones logren/puedan hacer algo. No me parece que un medio que se dice progresista deba dejar de resaltar estas incongruencias que el establishment oculta con engañabobos y entretenimiento, fútbol, religión, alcohol, etc.
Atentamente,
WILDER GONZALES AGREDA
http://peruavantgarde.blogspot.com
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