El álbum que consolidó definitivamente el sonido de los mancunianos a la par que les generó una (irregular) legión de admiradores.
Si en su debut, "Incunabula" (1993), encontrábamos a unos b-boys que trasteaban con la electrónica melódica de ascendiente electro y bleep, y en "Amber" (1994) se adentraban en el aislacionismo postindustrial (con su ya característico bouncing ball sound), en su tercer largo Sean Booth y Rob Brown establecían los cimientos de su propio nicho dentro del naciente techno inteligente.
Descontando la ya conocida rítmica matemática y autista de "Clipper" y "Rotar" -la polirritmia más neumática quedó relegada a los descartes recogidos en el EP "Anvil Vapre" (1995)-, el dúo demostró su capacidad para tocar varios palos y hacerlos suyos. Así, el reggae con strings ambientales ("Leterel") y los ecos de dub trotón ("C/Pach") compartían mesa con el funk robótico (más sincopado en "Dael", más melódico y contemplativo en "Gnit"), homenajeando al electro de Detroit más clásico ("Eutow" es un guiño a Model500) a incluso al minimalismo de Phillip Glass ("Overand" es inquietante delicadeza). El cierre ("Rsdio") son diez minutos que condensan el espíritu del álbum: un gamelán del nuevo siglo de minimal ritmo repicante, con punto de partida en Plastikman y transmutación en hip hop mántrico, que acaba desvaneciéndose entre brumas radiactivas.
De este modo, Autechre conseguían situarse al nivel de próceres coetáneos de la IDM como Aphex Twin (con "... I Care Because You Do" hay más similitudes de lo que parece: échenle un vistazo a "Ventolin") o μ-Ziq (ese mismo año publicaba el nunca suficientemente reinvindicado "In Pine Effect"), mientras abrían una senda que otros intentarían seguir con mayor (Boards of Canada) o menor (Funkstörung) fortuna. Por su parte, los británicos desarrollaron una discografía irregular -con alguna honrosa excepción, como "Confield" (2001)- de escaso valor añadido, que no volvería a levantar pasiones entre sus seguidores hasta la publicación de "Oversteps" (2010)
FEDE GUERRERO
Extraído de Rock de Lux 300
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