Hace algunos años ya el destacado músico experimental peruano Christian Galarreta dejó nuestro país para buscar nuevos horizontes contando solo con su descollante talento como respaldo.
Tras hacer escala por un par de años en México hoy Galarreta vive entre Holanda y Francia, es residente de uno de los centros más prestigiosos del viejo continente en materia de sound art/música experimental/computer music el Institute of Sonology, da recitales, talleres, hace instalaciones y diversas performances e investigaciones en ciudades como Berlín, Barcelona, Madrid, Viena, Varsovia, Paris, etc. Ha compartido escenarios y vivencias en festivales y conciertos pequeños con gente tan diversa como Ilpo Väisänen de los maravillosos Pan Sonic o Damo Suzuki de los afamados krautrockers Can por citar solo un par de nombres. Además de todo ello su discografía debe ya estar rondando los 100 artefactos bajo su nombre o el de sus multifacéticos proyectos con diversos amigos, entre los que tengo el honor de encontrarme acompañado de diversos transgresores peruanos, latinoamericanos y europeos: Miasma, Tica, Evamuss, Diosmehaviolado, Garrapata, Azucena Kántrix, Ninguna Ninfula, 50 Otages, etc. Discos publicados tanto en sellos undergrounds o independientes peruanos y latinos como por net-labels y sellos de renombre en Europa, verbigracia Sub Rosa, Clinical Archives, Autres Directions in Music, etc.
Nada de esto ha sido jamás destacado por los medios masivos nacionales los cuales prefieren atosigar a la masa y a los melómanos locales con añejos cultores de discursos musicales avejentados -simples rockeros del montón- o con exponentes de las últimas payasadas artys de moda en el circuito internacional.
Galarreta acaba de lanzar hace unos días un disco compilatorio que reúne algunos de sus trabajos fechados entre los años 2004 y 2011 y pueden descargarlo accediendo a: http://raphaeletflorian.com/portfolio/archives/portfolio/christian-galarretaidentite-visuelleprogrammation
Qué mejor motivo para colgar en el blog PerúAvantgarde la crónica que hice como Examen Final del curso de Periodismo Cultural el año 2009 en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Lima.
Enjoy!!!
Cómete una Flor
Christian Galarreta es el secreto mejor guardado de la música peruana en décadas. A pesar de su juventud posee un nombre y un prestigio que le han otorgado un sitial de preferencia en los círculos vanguardistas más selectos del planeta. ¿Quieres saber por qué?
Al llegar a la casa de Christian Galarreta (33) en el ciertamente peligroso distrito del Rímac, donde uno puede sentir en la piel esa real voluntad de poder de algunos de nuestros compatriotas que han logrado reírse de la adversidad, no puedo evitar relacionarlo con todo lo que él representa: en los 90’s formó parte del colectivo de música etérea y post rocker limeño Crisálida Sónica con su banda de “rock y ruido” Diosmehaviolado (sic). “En esa época – nos cuenta - me vestía de colores, zapatos de diferentes colores, tenía mi cuarto todo pintado lleno de frases, y el baterista con quien tocaba entonces, Aldo Castillejos, cuando estábamos pensando cómo llamarnos vio que había escrito con colorete en la pared esa suerte de poema y así surgió aquel nombre”. Ya para 1997 Galarreta había empezado una nueva aventura llamada Evamuss, la cual hoy muchos de los jóvenes vanguardistas peruanos no dudan en reconocer como la pionera en estas latitudes de la música electrónica experimental no académica.
En ese entonces pocos apostarían a que este artista, que en sus inicios flirtearía con el Conservatorio Nacional de donde saldría decepcionado debido al atraso de la Institución y de sus maestros, sería considerado por los enterados, años después, uno de los músicos experimentales más importantes de Latinoamérica.
Galarreta acaba de venir de una estadía de 12 meses en tierras aztecas a donde viajó tras ganar el premio dado el 2008 por el CENART (Centro Nacional de las Artes de México) a su ingeniosa instalación sonora “Amarus”, en el marco de la primera exposición de arte iberoamericano. El año 2007 anduvo por Europa presentándose en distintas locaciones de España, Francia y Alemania además de convivir y codearse con algunos de los miembros de la crema y nata de la música experimental contemporánea como Francisco López, Zbigniew Karkowski –ambos han visitado el Perú cortesía de la Fundación Telefónica-, Julien Ottavi, et. al.
Pero a Christian las distinciones acumuladas todos estos años casi le tienen sin cuidado. Mientras conversamos en la pequeña cocina de su departamento acompañados por la dupla argentina Termotank, quienes han venido para presentarse en el Festival Asimtria en Arequipa, Cuzco y Lima, explica: “como decían el otro día – habla de uno de los talleres dados en Asimtria - esto es de valientes, al final te quedas sólo a pesar de que la gente se acerca por moda; antes fue por el post-rock, luego por la música electrónica ahora está de moda por el arte sonoro”
El Perú es una tierra de paradojas y contradicciones, qué duda cabe. Hoy los jóvenes más inquietos del país incluso en ciudades como Huancayo, La Oroya, o Arequipa, están entregándose con pasión a una nueva forma de hacer arte con el sonido sin contemplación a los viejos parámetros ideados por la aristocracia europea hace siglos, sin embargo la mayoría de los críticos de rock o música hecha por jóvenes parecen considerar, de una manera obscenamente tonta, que la música experimental es sólo una enfermedad.
Tal entendimiento es mayormente detectable en lugares como el Perú ya que en países como Inglaterra, Rusia, España o Argentina el trabajo de artistas como Christian Galarreta es valorado en su justa medida. No hace mucho se enteraría Christian que una pieza suya había sido incluida en una antología publicada por el renombrado sello belga Sub Rosa dedicada a la música electrónica y el ruido junto a luminarias de la talla del norteamericano Charlemagne Palestine o del ruidista japonés Massimo. A todo esto Galarreta sólo añade: “siempre he estado relacionado con el sonido y la música porque así puedo ser, no encuentro otra forma… si no hago esto me muero, no podría respirar o saldría a hacer mierda al mundo tan jodido que está”
Atrás han quedado sus coqueteos con el shoegaze, el ambient, la IDM y demás corrientes de vanguardia o su admiración por artistas como Karlheinz Stockhausen, John Cage o el impresionante futurista italiano Luigi Russolo, más atrás aún yacen sus largas temporadas en el infierno rodeado de compañeros de clase en el Salesianos, poetas sanmarquinos y una breve lista de viejos amigos de barrio, verbigracia el omnipresente “negro Walter”. Incluso genios como Nietzsche, Novalis o Eielson han dejado huella en un alma esculpida por los vientos de Markahuasi y las más etéreas visiones provocadas por los atardeceres en el mar de Lima, la sublime.
Quizás en estos momentos Christian Galarreta esté preparando maletas para retornar ya a México, donde le esperan nuevas y provechosas propuestas artísticas que por coincidencia o por desgracia las instituciones de su país no han sido capaces de formularle, o tal vez esté encerrado en su habitación escuchando atentamente algún disco de ruidismo aventajado o sólo esté caminando en el Rímac embelesado por la caótica atmósfera que absorbe a cada paso en una ciudad que ya en el siglo 21 es capaz de originar tales naturalezas sin pedirle permiso a nadie. Amable lector, ¡deja que te pase a ti!
Wilder Gonzales Agreda
4 comentarios:
Cuanto te pagaron por hacerle publicidad a este musico mediocre y sin talento? o eres solo un grupie?, patetico!
Wilder, muy interesante el articulo y dejando de lado el anterior comentario ignorante. Es una suerte no estar enceguecido y ser parte de "los demasiados". Ya conocía el trabajo de Galarreta. Pero igual debo poner todo en duda como músico que soy y melomano.
Que opinas, Wilder, de que esta musica muchas veces es considerada como no musica, es decir, a veces puede ser interpretada que para hacerla solo necesitas de un ordenador, unos sintes y saber mezclar y nada mas. Se que esto no necesariamente es asi, ok? Pero muchas veces puede ser visto asi y quizas perder valor. A diferencia de otros musicos que si bien pueden ser experimentales lo hacen con instrumentos de verdad y no necesariamente dependen de un ordenador. (Ojo que no necesariamente yo pienso asi, una vez mas) Solo te lo planteo. Por ejemplo, poniendo el caso de los Spacemen, ellos usaban sintes y todo pero bueno habia mucha melodia, guitarras... a diferencia de otros grupos experimentales que dependen mucho del ordenador y que ya NO tocan ningun instrumento. Espero tu comentario.
Sí, entiendo el punto
pero te diré que yo no me hago problemas en realidad y para mí lo único que cuenta para sopesar un tabajo musical es el resultado final, es decir, la música en sí, LA MÚSICA.
No me importa si tal o cual pieza ha sido hecha usando lo último en tecnología o un par de piedras, por un músico de conservatorio o un llamado no-músico, sólo trato de fijarme en la música.
De tal manera que si tocan o no tocan instrumentos o si son no artistas "a la antigua" creo que es una consideración algo desfasada y pegada más a una cosmovisión tradicional del Arte y la Música, como decían las vanguardias de comienzos del siglo XX: Arte para Todos, o Todos debemos ser Creadores
Y si la tecnología empodera al ser humano y da resultados sublimes, pues yo no estoy en contra
Saludos cordiales viajeros!!!
o mejor sea dicho, Viajero!
;)
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