feed

SSR

jueves, 18 de mayo de 2017

Chip Musik por Hákim de Merv


Chip Musik, discográfica peruana dedicada a la electrónica post rave, y que además mantiene un bien cultivado filón shoegazing; cumple en este 2017 dos lustros de existencia. No ha sido un camino sencillo al principio, pero el haber dado el paso de la edición física a la virtual -sin olvidar la primera- no sólo ayudó a que la escudería se mantuviese en activo y publicando trabajos no precisamente masivos, sino que además amplió su radio de acción gracias a una red de contactos virtual que ha dado frutos dentro y fuera del país.
Como parte de las actividades planteadas por el décimo aniversario, CM ha publicado dos nuevos episodios en la celebrada serie de compilaciones Lego, con apenas tres meses mediando entre uno y otro. Sustanciosos ambos capítulos, ya que exceden la hora y media de duración.
El primero de ellos, Lego 8: LACASAZUL (enero), rubrica la feliz asociación entre Chip Musik y La Casa Azul -este último un nuevo point cultural de Barranco, en el que los músicos del sello se han presentado (y que, sorprendentemente, queda en la misma calle que los cuarteles generales de la netlabel Matraca). Lego 8... tiene dos tajadas/lados. El lado A se ha consagrado a los integrantes más heterodoxos de la nómina Chip, amén de algunos compañeros de carretera. Tan es así, que recién al final escuchas algo de IDM con Philkophillips, nuevo alias que se saca de la manga una de las cabezas visibles del sello, Jorge Rivas O'Connor (Ionaxs, Puna). Este lado A prefiere el vaporwave (Miyagi Pitcher), el bliss pop (Morphon!cs), la neopsicodelia (unos resucitados Transparente), el indie pop (los Gelatina Magma de Giancarlo Samamé) y sobre todo el shoegazing. Los cuatro temas en esa clave, que además abren este tramo del Lego 8...; se pintan de subgéneros como el dreamgaze, de estéticas con la del ambient. Aquí contamos a Puna (Rivas O'Connor y José Rodríguez), reforzados para la ocasión por Alfonso Noriega (El Otro Infinito) y Leko López, con su nuevo single "Eiel". También a Norvasc y "Caminando Por Salaverry", a Concrete Twin y "Feel", y a Verano Del 83 y un magnífico "Ven A Mí".
Previsiblemente, el lado B de Lego 8... agota sus posibilidades en el IDM/post IDM y afines -salvo "Bipolar Saudade", del desopilante Luján: sample de Roberto Carlos y estética sabrosonamente lounge, montadas ambas cosas sobre virulenta base rítmica de drum'n'bass. En esta tajada figuran los proyectos más identificados con la casa, como Semilla Galáctica ("Ready To Climb"), Xtredan ("Paralelismo"), El Otro Infinito ("Against") o Alcaloide ("Hearing Books"). Todos ellos comparten espacio con otros nombres que debutan en las filas de Chip Musik: The Wisengurd Project, Mongo No Stars, Iván Cruzalegui e Isocaos.

El segundo episodio colectivo es producto de otra asociación, establecida entre la cofradía Chip y Bifronte Records, disquera mexicana de la ciudad de Morelia (Michoacán) especializada en música electrónica de sesgo poco o nada complaciente. Este tipo de alianzas ya se han hecho moneda común en la serie Lego: el quinto lanzamiento, Je Ne Parle Pas Fromage (2013), antologaba combos franceses de la escena electrónica posterior al Jubileo. El sexto lanzamiento, Brands Upon The Brain (2013), repescaba actos shoegazing y chill wave de lugares tan lejanos como Nueva Zelanda y Canadá -y exóticos como Corea Del Sur e Indonesia. Y Lego 7: Expansion - Contraction (2014) era un tête à tête entre bandas de Perú y de Colombia. De esta forma, Lego 9: Radicante extiende la saludable tradición de colaboración entre dos sellos de distintas nacionalidades y propuestas convergentes, que se dan la mano para difundir en sus respectivos países a bandas e individualistas comulgantes en las mismas coordenadas estilísticas. Esta colaboración se concretó gracias a los buenos oficios de Rolando Apolo, músico peruano afincado en tierras aztecas.
Lego 9: Radicante es un título gi-gan-tes-co. Al ser de concepción virtual, prescinde de cualquier límite observado por las ediciones físicas -convertirlo y quemarlo implica invertir en dos discos en blanco. Más de dos horas de electrónica estructurada bajo un interesante concepto: "radicante", en efecto, es un término extraído del argot botánico. El pequeño Larousse Ilustrado consigna: "(1) Que produce raíces o es capaz de producirlas, (2) Dicho de un tallo rastrero, que echa raíces en los nudos que están en contacto con el suelo y arraiga en él".
Explica el teórico francés Nicolas Bourriaud, quien extrapola el término a la cultura para sugerir una nueva condición de los individuos y el arte, que "se trata de un organismo que extiende sus raíces en movimiento. Si el modernismo fue un movimiento del origen y de la raíz, la altermodernidad será un tiempo de arraigos simultáneos y heterogéneos que resistirá a la homogeneización de la globalización y los atavismos locales". Interesados, buscar sus ensayos Estética Relacional (1998) y Postproducción (2001) en la Red.
En términos de estilo, pocas son las excepciones que este ejercicio de electrónica michoacana consiente -el bliss pop de "Unknown Time" (Estación Géminis), el post pop de "Circuito Popppp" (A Ti Modoso Sodomita) y de "Coldman" (Rayo Razmadan), el jungle de "Abre.acción" (Área De Broca), y el synth pop de "Arena" (Amy Landa). La regla la imponen entidades cuyos registros basculan entre el IDM/post IDM (Minadedrama, Manu Vixen, Gejor AlbaM, Jodido Portátil, Smoking Mamey) y el aislacionismo electrónico más virulento (Hiram Navarrete, Superóxido). Punto azul sobre este desierto rojo: el "Monólogo" de Michel Soto, que experimenta por más de 13 minutos con el cadáver de la vetusta música concreta.
Dado que estamos en el marco de los festejos del décimo año Chip, de cabeza tiene que ser uno de sus exponentes el recomendado en este breve posteo. Me quedo con The Wisengurd Project y "Memory Starter Pack". 

HÁKIM DE MERV

No hay comentarios.:

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

SUPPORT PERU AVANTGARDE////APOYA LA AVANZADA PERUVIANA

PROMO DEL CD DE FRACTAL

barbarismos

barbarismos
El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

...

...

realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

las cosas como son

las cosas como son II

las cosas como son II