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martes, 11 de junio de 2024

MUSIC TO LIVE BY :. SPECTRUM - “REFRACTIONS: Thru the rhythms of time 1989- 1997” (Space Age Recordings, 2004)

Antología nacida de una escisión.

Hace 20 años, Bark Psychosis publicaba su último álbum “Codename: Dustsucker”, Interpol lanzaba su segundo LP “Antics”, Alejandro Toledo gobernaba en el Perú en medio de continuas crisis políticas y el tsunami en el sudeste asiático se cebaba con la población dejando 226,000 personas muertas.

Era el año 2004 y aun resonaban los ecos de la extraordinaria década finisecular en cuanto a materia musical. Un decenio que propuso miríadas de estilos creativos y géneros más o menos originales llevándolos a sus extremos más excepcionales. Y es este REFRACTIONS (A través de los ritmos del tiempo 1989-1997) que selecciona una retahíla de temas desgarradores y auténticos del siempre prolífico PETE KEMBER también conocido como Sonic Boom, ex SPACEMEN 3.

REFRACTIONS: “Thru the rhythms of time 1989-1997”, es un documento que grafica la inmediata deriva que adoptó Pete Kember con su proyecto sonoro SPECTRUM, también bajo el nombre de SONIC BOOM, durante los últimos años de Spacemen 3 (concretamente en 1989) y después de la ruptura de los mismos en 1991. Consta de 12 cortes de magnifica envergadura representando con creces la libertad creativa presente en aquella década dorada que fueron los noventa.

Esta selección de temas de SPECTRUM contiene como denominador común la simplicidad de las estructuras melódicas y a su vez la minuciosidad de los arreglos electrónicos alrededor de los riffs base generados por los teclados y la guitarra.

Transitando por los límites entre el rock n roll y la electrónica, Kember, convierte en atmósferas y drones de carácter narcótico a las zonas comunes propias de la tradición sonora de la música popular. Un sonido heredero de la Velvet Undergound y del Krautrock setentero pero también con reminiscencias del rock and roll de finales de los años 50 y del garaje rock de los sesenta.

Se inicia con dos versiones incluidas en el Ep de Spectrum circa 1994 “California Lullaby”. La primera de ellas es “True love will find you in the end” escrita por el ya fallecido cantautor  estadounidense Daniel Johnston y la segunda se trata de “California Lullaby” original del cantante yanqui Dean Torrence, integrante del dúo sesentero de Surf rock Jan and Dean.

En la versión de Daniel Johnston “El verdadero amor te encontrara en el final”, Kember recurre a una composición donde priman los teclados agudos por sobre la guitarra que se ve complementada con el colorista detallismo de los arreglos electrónicos. El resultado deviene en una especie de placentera confitura religiosa en forma de mantra hipnótico cuyas vocalizaciones extasían tanto por su forma como por su contenido y significado.

En la 2da versión, original de Dean Torrance, la fórmula se repite demostrando un resultado de admirable factura al unificar voz y teclado arropados por la guitarra que acompaña en un tácito segundo plano. Pulcritud naif acompañada de arreglos eléctricos que denotan suma meticulosidad propiciando efectos de letargo y alivio autocomplaciente.

“How you satisfy me”, publicada en 1992 incluida en el ep de mismo nombre, se trata de una melodía que muestra un riff de teclado saturado por la atmósfera envolvente mientras las voz modulada de Kember expresa sus apetencias a la musa de turno. Certeras referencias a las bandas de garaje rock de los años 60, psicodelia y a sonidos krautrockeros en el track.

“Help me please”, tema que apareció inicialmente en el álbum SONIC BOOM- “SPECTRUM” de 1989 en el contexto de los últimos años de Spacemen 3, donde colaboraron Wil Carruthers y  Jason Pierce (hoy SPIRITUALIZED) entre otros. Bien parece una letanía haciendo gala de su lado más góspel, convierte el sonido agudo de la guitarra en una invocación religiosa al combinarse con el teclado místico e hipnótico. Desesperado trance y sacra evasión.

Los temas del “Forever Alien” ya inmersos del todo en la experimentación electrónica del espacio sideral son “Feels like im sliping away” y “Owsley”.

El primero, obertura de aquel osado y transgresor álbum de 1997, demuestra la pericia de Kember y Alf Hardy en los sintetizadores, con esa breve introducción abismal de sensación de vacío y vértigo con el que se inicia la pieza. “Space so Deep, calls me but i can´t find a home… [espacio tan profundo, me llamas pero no puedo encontrar un hogar…]” . En él las voces moduladas con poderosos mensajes de carácter evasivo, total extrañeza y alienación se conjugan sombríamente con ese fluir en el ritmo sonoro netamente eléctrico. Asimismo la presencia del theremin, interpretado por Kember, termina por pulir la estructura audible de la composición dotando al conjunto del sonido de atributos espaciales y/o hasta alienígenas.

Extravagante melodía de 5:30 minutos generando extrañamiento y estupefacción psicodélica-surreal.

Owsley, en referencia al químico clandestino e ingeniero de audio presente en la movida psicodélica de la bahía de San Francisco durante los años sesenta, es la descripción detallada de un viaje psicodélico asentada en varias capas de sonido saturado con siniestro cariz fantasmagórico y espectral. Drones en forma de muros de sonido imbricados con minuciosos efectos electrónicos adosándole a la pieza un ritmo ansioso y acelerado, estado de angustia reflejado taxativamente cuando sobre el final del tema Kember pronuncia: “¡ Augustus Owsley Stanley!, ¿dónde estás ahora?”.

A continuación figura el tema “Undo the taboo” de 1994, que con su particular cadencia más pausada y ralentizada emplea la consabida formula riff de guitarra+ adorno electrónico, los cuales se ajustan a medida que avanza el tema ganando en potencia siempre desde un atento sigilo con unas vocalizaciones sombrías en su modo, forma y acepción.

“I know they say”, publicada también en 1994 proveniente del álbum “High, lows and heavenly blows” contrasta con los cortes anteriores siendo una pieza más afable casi como un electro-arrullo con esa impronta que deja la voz, que como ráfagas de vientos moduladas por los efectos electrónicos dispone la melodía hacia parajes hasta cierto punto algo almibarados pero con esa sensación atmosférica narcótica y magnánima. Guitarras tenues en compañía de teclados poderosos, voces moduladas y saturadas por los efectos. La repetición y el bello brío de la composición llegan al clímax cuando Kember entona “ I know they say / love will tear us apart” – [sé que dicen/ el amor nos desgarrará]”, en un flagrante guiño al recordado tema de Joy Division.

“(I love you) to the moon and back” incluída en el album “Soul Kiss (Glide divine)” de 1992 nos muestra una declaración amorosa de facto donde una masa o muro de sonido emerge en escala ascendente dando paso al violonchelo que hace de base musical para el resto de la instrumentación: guitarra, teclado y efectos. Dulce hipnotismo electro espacial.

Seguidamente “All night long” nos deleita con su lento ritmo guitarrero acompañado de ajustes eléctricos que con la agudeza del tono vocal configura una pieza para ánimos con anhelo de calma y sosiego. Sonido envolvente y meticulosamente dispuesto para episodios de aletargamiento y relajación meditativa.

“Indian summer”, la tercera y última versión del álbum, aparece en el single de SPECTRUM de mismo nombre de 1993, original del grupo estadounidense Beat Happening, se trata de una melodía donde teclado y guitarras construidas desde lo elemental se yerguen para la  confección armónica de un tema vigoroso donde el minimalismo es guiado por letras evocadoras llenas de imágenes y metáforas.

El último track del álbum es “Angel”, también presente en aquel álbum de SONIC BOOM titulado “SPECTRUM” de 1989. Con un riff grave al inicio, el tema va creciendo con la guitarra de protagonista en una melodía de grácil factura, plasmando el ritmo con una percusión que cual metrónomo se mantiene igual hasta el final de la pieza. Poco a poco la guitarra modulada va ganando terreno pero es la exposición lírica su principal baza ante los grados de confesionalidad de la trágica y recurrente historia ahí contada. Himno neo psicodélico que enarbola esos típicos temas de la juventud: drogas, amistad y muerte.

Esta antología, cuyo génesis se remonta a los años finales de SPACEMEN 3 (grupo madre del cual surgieron posteriores escisiones como ALPHASTONE, DARKSIDE, E.A.R, SLIPSTREAM, SPIRITUALIZED además de SPECTRUM) parte del rock y pop espacial psicodélico, conjugado con la voluntad de experimentación electrónica constituye un loable esfuerzo como  documento musical y cuyo lenguaje minimalista actúa de cimiento vertebral a lo largo de toda la obra. La compilación contiene momentos sombríos y luminosos, psicodélicos y etéreos, bellos y escalofriantes; todos ellos vía la acuciosa vigilancia estética de Pete Kember que en este álbum parece aglutinar las obras más dispares y representativas de ese periodo.

/.REVORDRIFT

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

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las cosas como son II

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