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viernes, 5 de febrero de 2021

Fonola Post Avantgarde :. JUAN DIEGO TOBALINA (Trilce, La Nube Gris)



Juan Diego Tobalina (1982) es un artista limeño de las aulas de la cato a quien conocí a mediados de los 00's. Me impresionó su buen gusto y melomanía además de cierto afán x transgredir algunas normas. Le recuerdo tocando como La Nube Gris en la Sonoteca de Telefónica todo ensimismado en su blending de clicks and cuts + Felt. Un artista nato evidentemente. Ha tenido el tino de contestar nuestra Fonola Post-Avantgarde y este es el resultado.


Silvania – Delay Tambor






Pues sí, soy un fan acérrimo de Silvania, pero no por eso es que las pistas que más me gustan de este disco de remixes y canciones inéditas del dúo sean propiamente las que son hechas por ellos dos. Creo que no puedo recordar ningún artista que haya hecho una mezcla de alguna canción de Silvania que haya sido muy buena. Usan tantos matices en sus canciones que al encargarlos a otros hay algo que se corta y se pierde. Y mira que hay musicazos en este disco: Locust, Scorn, Seefeel, Scanner, Autechre

“Bengala” es preocupante y me pone la piel de gallina vieja.


Seefeel – Quique







Aquí otro disco que no he parado de escuchar desde que lo descubrí y que he tenido en varias versiones para asegurarme nunca perderme de algún matiz secreto: vinilo, disco, reedición - redux. Es como esos discos de cabecera que sientes que debes escuchar para volver a tu eje, y todo lo contrario, cuando te apalancas y necesitas coger vuelo. Con este disco es difícil pensar en una sola canción porque una te lleva a la otra sin darte cuenta, muy inteligente en ese sentido. 

Recuerdo que compré un libro sobre el sello Warp hace muchos años y ahí explicaban cómo les hicieron un hueco en ese sello a pesar de que Seefeel tenía más bien un formato banda de rock con guitarras, bajo, voz y batería, muy distinto a los músicos electrónicos que representaban. Lo que al final importó era que el tratamiento de esos intrumentos a través de los efectos y la construcción de las canciones era de música electrónica. 


LUBOMYR MELNYK - Rivers and Streams





No conocía a este artista, y a pesar de no hacerlo, no suena extraño. Si bien no suelo escuchar música mono instrumental como la que hace, el piano es uno de mis instrumentos favoritos, después de la guitarra, claro. Lo que me resulta familiar y por ende lo que me gusta en lo que él hace es ese vendaval de notas que casi se pegan unas a otras, que es lo que pasa cuando te dejas llevar con un delay y un reverb para crear oceanos de sonido. Lo que sus dedos hacen en las teclas es agua que fluye, rebalsa y a veces ahoga para generar placer y miedo, como en uno de esos videos de Bill Viola.



STRANGEBIRD SOUNDS - Chirping Away



Ambiente, paisajes sonoros, síntesis modular; Máquinas con millones de cables. Tampoco conocía a este artista. 

No me engancha tantísimo este tipo de música como para ponerla en mi día a día. Aunque está muy bien mezclado este disco y las grabaciones de campo hacen que uno pise tierra en medio de ese deambular de frecuencias, de ecos y frenazos, no me resulta sobresaliente entre tantos otros chicos que juegan también con sus sintetizadores.


SOUL ODDITY - Tone Capsule





Oh! Estos son los de Phoenecia! Perfecta para caminar sólo por la tarde, volviendo triunfante de algún lugar y oliendo a cerveza. Escucho esto y recuerdo qué sincera era la música electrónica de los 90: cruda, onírica, juguetona, sin cojudeces.


EVAMUSS - Noika Koita I y II



Chrs Galarreta es un genio, siempre lo he dicho. Lo conozco y he visto tocar en vivo varias veces. Alguna vez fuera del escenario, como quien hace tiempo, lo vi tocar en versión unplugged en guitarra algunas de sus piezas electrónicas dementes contándome que así empezaba algunas de sus canciones, como una versión pop a guitarra que iba desarmándose hasta volverse eso otro que hemos escuchado en sus discos. 

Evamuss fue uno de los primeros proyectos de Chrs que me cautivaron, tal vez en la época más onírica del proyecto, sonido que luego replicó un poco con Tica y con algunas canciones de Sajjra. Noika Koita I y II son sin embargo uno de mis primeros acercamientos a música electrónica dura, hecha añicos, visual con Lima en los ojos, oscurita pero sin aires góticos. Es Electrónica de pedales, efectos, instrumentos inventados y maña. 

 

BRAGEIKI - Tutamanta 



No lo conocía y me encanta. Llevo días escuchándolo en casa. Desde Huamanga, este artista ha encontrado una hermosa armonía entre el folklore andino y sonidos electrónicos más vanguardistas. Si bien estos intentos en otras oportunidades y en otros artistas me han parecido (dis)forzados, en este disco es placentero. Ignoro cómo se crearon las canciones pero no parecen sampleos de instrumentos tradicionales y luego enrarecidos con efectos electrónicos, más bien todo está bien pensado y equilibrado, hecho en conjunto. 

 

ISOCAOS - Esquema de Localización



Me gusta que los discos se piensen desde otros ámbitos que los puramente sonoros. Aquí cada canción habla de un lugar en esta Lima caótica: un barrio, urbanización o recoveco. No conocía Isocaos pero revisando un poco sobre el músico, también es arquitecto (incluso hay una cancion sobre la Richi), y sí, ahí lo entiendo. La música me recuerda a producciones de la primera década del 2000 y es ( desde un lado positivo ) electrónica con pocos aires refinados, hay mugre en sus esquinas, paradas, aglomeraciones, calles solitarias. Resplandece entre el foco ahorrador y el neón a toda máquina. Lo escucho y me da nostalgia de una vida en la calle que ahora mismo no podemos tener.


VLADISLAV DELAY - Rakka





Había escuchado hace años a Vladislav Delay pero este disco es otra cosa. Es extraño, duro, oscuro, ansioso pero reflexivo. Te samaquea como una vuelta en el Tagadá.

Leo que se inspiró en cuando pasó tiempo en el círculo polar ártico y digo bueno, claro, supongo que deambular por allá arriba no deja tranquilito a nadie. En fin, discazo. 


SOFIA KOURTESIS - Sarita Colonia EP




Había escuchado el nombre de la dj peruana residente en Berlín, pero no había escuchado su música. Me parece que está bien hecha, muy bien producida. La siento propicia de una fiesta Bulbo o de alguna terraza de playa con sol y trago en mano. Tal vez no es el tipo de música electrónica que más me guste a mí, pero repito, en su rubro suena muy bien. Lo que sí, a estas alturas, seguir usando a Sarita Colonia como enfoque o motivo creo que no es muy creativo. 



POTUZNIK - Concorde 





No lo conocía! Este disco es capricho de artista. Techno – pop – rock acústico. Me gustan un montón estos discos statement, que muestran versatilidad no como demostración de sus múltiples capacidades, si no como maneras necesarias para él de decir lo que tiene que decir. 


KEVIN DRUMM - Sheer hellish miasma






Me pasa que en este momento de mi vida necesito un poquito de melodía o algo que se le parezca. Aunque sea algo lejano por donde pueda navegar. Ya no soy muy receptivo a discos de noise puro y duro. En vivo la experiencia es distinta pero nuestros “en vivo” están tan aplazados en el futuro que el ruido por el ruido ahora mismo no me satisface. 



FIN.

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PROMO DEL CD DE FRACTAL

barbarismos

barbarismos
El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

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las cosas como son II

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