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martes, 8 de agosto de 2023

Spacemen 3, Suicide y Lord, can you hear me?


...Como último homenaje, o posiblemente, buscando la aprobación paterna -después de todo, Spacemen 3 era el resultado de una colección familiar de discos de Rock-, Sonic y Jason pensaron en Alan Vega de Suicide, para que aportara su característica contribución vocal al antiguo instrumental. Un golpe de suerte y un agotador calendario de giras otoñales trajo al dúo electrónico desde el otro lado del charco, para tocar con Siouxsie and The Banshees por todo el Sur de Inglaterra. En los 10 años transcurridos desde su debut discográfico, la original banda Electro-Punk de Nueva York había sufrido no tanto una disolución como una canonización subcultural. Diversos grupos de New-Wave, Synth-Pop e Industrial; desde el vicioso latido de la escena de Sheffield hasta el almibarado Croon Pop-Over-Alesis de Soft Cell, pasando por sus compatriotas Post-Punk de The Cars; consiguieron éxito y aceptación revisando la fórmula de Suicide. La ideología Punk, con su énfasis en la tríada guitarra/bajo/batería y su colateral aversión a los sintetizadores, relegó la colaboración Rev/Vega a una nota al pie de página. Sin embargo, en las amplias esferas Indie de los años ochenta, Suicide alcanzó un estatus casi mítico, y fue objeto de deseo, para cualquier banda prometedora, el versionar sus más oscuros temas, Vega solía escuchar las versiones de Suicide que iban a lo largo de los años: R.E.M., Henry Rollins, Loop, sin ningún interés, pero el tema de Spacemen 3 era totalmente diferente.

«Me encantaba Spacemen 3», dice Vega, «era una de las pocas bandas de la época que realmente me gustaba».  Al escuchar la cascada de sonido como telón de fondo de su voz, Vega aceptó de buen grado garabatear algunas letras y acompañar a la banda a un estudio en las afueras de Londres para grabar su tema. Gerald aportó el dinero para una sesión a última hora de la noche, coincidiendo con la aparición de Suicide en Londres. Sonic recuerda que Vega mencionó su trabajo: Till The End Of Time durante una conversación telefónica a finales del otoño, aunque no hizo ninguna letra en aquel momento, quizás debido a su habilidad para mezclar bocetos e improvisaciones y construir un bonito bricolaje a última hora en el estudio.

Pero la tan esperada contribución de Suicide no se materializó. Jason, Will y Sonic aparecieron en el concierto Siouxsie/Suicide de Brixton y un gorila con cabeza de chorlito les negó la entrada porque habían omitido sus nombres en la lista de invitados. «Ninguno de nosotros pensó en pagar por ver a Siouxsie and the fucking Banshees» recuerda Sonic; y esperaron pacientemente a su vacilante estrella invitada.

SONIC: «Finalmente entramos, y se suponía que debíamos esperar en una especie de área por él. Allí estuvimos esperando durante bastante rato, y cuando apareció básicamente dijo que tenía otros planes. Que estaba demasiado cansado o algo así...».

WILL CARRUTHERS: «Fuimos al backstage y le dijimos: Bonito espectáculo, ¿quieres venir con nosotros? Tenemos un estudio reservado para ti; y él dice: No tío, estoy muy cansado. No creo que sea capaz. Y nos quedamos como ¡¿Qué coño?!».

ALAN VEGA: «Vinieron a vernos después de un bolo en Londres y les dije: Lo siento, pero no puedo. Ya eran como la una o las dos de la mañana; fue imposible. Entonces se enfadaron, porque llevábamos varios meses hablando de ello. Y yo realmente quería hacerlo».

SONIC: «Habíamos reservado un puto estudio, así que tuvimos que pagar incluso por no hacerlo. Nos esforzamos mucho por trabajar con él, y fue un auténtico gilipollas. Nunca más pensé en él de la misma forma desde entonces»,

Propuesta durante las sesiones de Cornualles, Lord Can You Hear Me? fue una grabación en solitario,, en todo menos en el nombre. La canción trata el suicidio como una dolorosa petición de salvación, a través de uno de los clásicos dos acordes de Jason, al estilo de Walkin' With Jesus. La canción se construye sobre un ritmo de Blues simple y una eufórica guitarra deslizante con reverb, mientras la voz se desvanece profundamente en un torbellino tras del lamento del saxo de Pat Fish. «Había unas siete tomas de saxo tenor mezcladas», recuerda Pat. «El saxo en sí era un montón de chatarra muerto desde hace tiempo, y me quedé con la pena de no conseguir un mejor sonido». Aún así Jason parecía feliz. Honey y Lord Can You Hear Me? resumen las influencias y los exclusivos estilos de cada compositor; la primera con un ambiente casi encantador y minimalista, mientras que la segunda sonaba igualmente evanescente, pero con raíces de Blues y Gospel. Estas canciones también generaron nuevos resentimientos en el estudio, al producirse cierta piratería entre ambos guitarristas por incluir al otro en diversos momentos de sus respectivas grabaciones.

SONIC: -sobre las canciones de Jason– «Pensaba que sonaban muy bien, pero no sabía qué debía hacer en ellas. Yo siempre escribía cosas con una parte para Jason; siempre había algo para que él tocara la guitarra, pero él no me devolvía el favor».

PAUL ADKINS: «Al final de esas sesiones Pete y Jason trabajaban más por separado que como una banda. Había una diferencia como de la noche al día con respecto a Perfect Prescription».

ERIK MORSE
Spacemen 3 y el nacimiento de Spiritualized
2004


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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

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las cosas como son II

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