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sábado, 2 de diciembre de 2023

Fonola Post Avantgarde :. JOHN PEREYRA aka HÁKIM DE MERV


Para quienes siguen la historia del periodismo musical peruano de los últimos 30 años el nombre de Hákim de Merv no debería ser extraño. Tras él se escuda un acérrimo melómano, filósofo de las aulas de la Cato, cuyo nombre de pila responde a John Pereyra. Participó en las revistas Caleta, Sub y 69 amén de fundar su propio órgano, la recordada Freak Out! (2004 - 2009). Ello sin contar las plataformas donde colara su pluma intermitentemente desde inicio del nuevo siglo, a saber, DeCajon, Hexágono Carmesí, etc. Hákim ha tenido la cortesía de responder nuestra FONOLA POST AVANTGARDE -AFX, Insumisión, Cristales de Selenia entre otros- y he aquí el resultado. Deléitense.


EVAMUSS - Xul (1998)


Con todos sus aventajamientos y detrimentos, E.Muss es -junto a otros igual de valiosos- el registro perfecto con que la escena nacional de experimentación sonora recibió el empujoncito que le faltaba. “Xul” es su majestuoso epílogo, y pese al cuarto de siglo transcurrido, su vigencia le mantiene aún flotante entre el shoegazing, el post rock y la electrónica noventera de avanzada.


APHEX TWIN - Acrid Avid Jam Shred (1995)

“Acrid Avid Jam Shred” remite a los buenos tiempos de Aphex Twin, cuando el de Cornwall dejó atrás sus etapas apolínea y aislacionista, y decidió morphearlas en un único híbrido con que echarse abajo las barreras autoimpuestas del ambient -y de paso deconstruir nuestros cerebros. Junto al extraordinario Richard D. James, I Care Because You Do fue otro de los hitos a partir de los cuales la música electrónica de los 90s nos llevó al futuro.


COL CORAZÓN - Prir ur fan tish (¿1988?)

Primero como Salón Dadá y luego como Col Corazón, el colectivo de Támira Basallo, Hoover y Jaime De Lama exploraron durante los 80s los caminos abiertos por Cocteau Twins. Como aplicados testigos de su tiempo, dieron pie a un sonido post punk traspasado por la pre-verbalidad de la música etérea y aún los fogonazos guitarreros de un incipiente dream pop. Remarcable.


SPOONFED HYBRID - Naturally Ocurring Anchors (1993)

Son pocas las agrupaciones del así llamado baggy que pueden jactarse de construir clásicos del género utilizando formatos electroacústicos. En paralelo a Pale Saints, Ian Masters se saca de la manga Spoonfed Hybrid para dar curso a canciones más cerca del pop que del dream, inquietud que tendrá una digna continuación en su siguiente aventura -ESP Summer. Con su límpida guitarra y sus efectos de reverse, “Naturally Occurring Anchors” demostraba en los primeros 90s que el pop melódico no tenía por qué estar en contradicción con el impulso de experimentar.


INSUMISIÓN - Perú Pueblo Imbécil (2003)

Insumiso y remiso, a Leo Bacteria le jodía casi todo. Ello significa que, inevitablemente, siempre iba a haber motivos de discusión con él. Pero, también, de consenso -entre estos últimos, la política. Muchas de las composiciones de Insumisión son equivalentes a las que en sus días escupió Narcosis. Como éste, su verbo permanece indemne. “Perú Pueblo Imbécil” conserva intacto el mismo efecto que provocase a la primera escucha: sublevarse ante la anomia y salir a tumbarse uno/a mismo/a el mundo entero.


ANTÁRTIKA - Ojos azul verdes (Velvet Underground cover) (2007)

Hasta donde tengo entendido, la poco numerosa obra de Antártika se halla dispersa en compilaciones varias, lo que hace de esta identidad de Jorge Revilla una rara avis. Tanto como los temas registrados bajo esa etiqueta -entre ellos, la relectura del velvetiano clásico “Pale Blue Eyes”. Cuando llegó a mis oídos esta reconversión en minimal clave de glacial electro post 2000, me sorprendió muchísimo la manera en que Cocó lograba abstraer los motivos centrales del original para darles vuelta apelando a muchos de los subgéneros electrónicos coetáneos -pero sin mimetizarse plenamente con ninguno.


CRISTALES DE SELENIA - Cristales (2023)

Confieso no haber escuchado antes a Cristales De Selenia, alias que ha iniciado operaciones apenas hace 4/5 meses. Este “Cristales” es su single debut, marcado por ese sino del crossover que mantiene hegemonía en el panorama de la música pop desde mediados de los 00s. La flama etérea y la envolvente oscuridad melancólica de Projekt, premunidas de la síncopa bristoliana, concretan un delicado acercamiento al pop con mayúsculas. Sublime.


THIRD EYE FOUNDATION - Corpses As Bedmates (1997)

Como para que no se diga que el illbient es exclusivamente neoyorkino, o que de Bristol sólo salen actos trip hop, Matt Elliott enyunta uno y otro género empleando esa suerte de catalizador universal que es el drum’n’bass. El resultado: un sonido anegado de contaminantes auditivos, idóneo para ilustrar el polucionado caos paranoide de las grandes urbes y las innumerables patologías que de éstas se desprenden. Música tridimensional donde las haya.


INSIDES – Clear Skin (1994)

Los 38 minutos de “Clear Skin” fueron lo primero que escuché de Insides. El dúo británico ya había firmado una obra maestra como Euphoria (1993), pero a ese disco llegaría después. El post rock de Kirsty Yates y Serge Tardo se aproximaba hacia impensados parajes de una belleza irreal y de una electrónica semilíquida, donde todo devenía pura textura sonora en permanente ebullición. Otro de los momentos estelares de los 90s.


LUBOMYR MELNYK - Parasol (2015)

El ucraniano nacido en Alemania, que desarrollase una técnica para piano basada en complejas progresiones de notas, permanece en activo desde fines de los 70s -pero su etapa más prolífica e interesante ha comenzado con el cambio de siglo. No menos cierto es que, con el paso de los años, sus muchos discos han empezado a parecerse. Rivers And Streams (2015) no es la excepción, y “Parasol” es prueba fehaciente de ello: contrapuntos emotivos, romanticismo disonante y pragmático, tempos arrítmicos superponiéndose unos a otros. Precioso en pequeñas cantidades, empalagoso en el caso opuesto.

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

las cosas como son

las cosas como son II

las cosas como son II