Se hacen llamar BÚHO ERMITAÑO y son una de las últimas encarnaciones de filiación krautrocker en la variopinta escena limeña. Afirman que su sonido se expande más allá de la herencia plasmada por los cósmicos alemanes de los 70's. Sin embargo si nos guiamos por su primera producción, "Horizonte" (G.O.D. Records, 2014) lanzada en Grecia y Perú en sincronía, esa afirmación es cuestionable. El motivo tribal al que aluden reiteradamente se encontraba ya en bandas germanas como Can, Popol Vuh, Agitation Free, etc. Ni qué decir del sambenito del prog rock con el que también fueran conocidos los krautrockers en su momento.
Empero las vibraciones y dinámicas mostradas en su debut traslucen un sano ímpetu por dejarse llevar sin que nada importe, tan solo la música y el sentirla adueñarse de tu mente y cuerpo -"Sin música la vida sería un error" solía decir un viejo amigo. Este factor aunado al innegable talento para concretar sus odiseas sónicas y a la curiosidad y desapego de prejuicios que nos muestran, denota un promisorio futuro para estos Búhos amantes del misticismo, el free jamming y la serpiente que se muerde la cola. Con ustedes y sin más bla bla bla Búho Ermitaño.
Cuéntennos acerca de los inicios de la banda. ¿A qué año se remontan, qué integrantes tenían, qué sonidos/estilos practicaban?
Franz: ¡Asu! A ver, con Diego nos conocimos en la academia en el 2006. Nunca hicimos música juntos en esa etapa, pero sí intercambiábamos discos, sobre todo rock clásico de los sesentas. Fue recién en el 2008 que nos reunimos para intentar hacer algo propio, a un inicio, éramos solo nosotros y nos reuníamos esporádicamente para tocar. Después se nos unió un amigo, Antonio Villanueva, en el teclado y un compañero de mi facultad en la batería. En el 2009 le pasé la voz a Irving Fuentes, también de la facultad, y ahí fue que decidimos ponernos un nombre definitivo: Búho Ermitaño.
Todo era improvisación, sin embargo, conforme el asunto iba tomando forma, comenzamos a proponer temas que individualmente ya teníamos compuestos y que empezaríamos a tocar en nuestros primeros conciertos en el 2012. Kenny Herbozo, nuestro primer baterista, dejaría la banda en el 2013 y al mismo tiempo ingresaría Leonardo Pando (Barracuda Beats), hermano de Diego, que sólo había participado en una ocasión en un concierto tocando un theremyn, el cual había fabricado artesalmente; y Víctor Arce, baterista que también dejó la banda el mismo año para iniciar sus estudios en el extranjero. A finales del 2013 se sumaría en la percusión, Ale Borea (Miel) a quien contacté y quien se conectó de una con la banda. El espíritu siempre fue colectivo y las influencias diversas, desde lo más minimalista y simple, hasta cosas más complejas y densas; así como jazz, shoegaze, space rock, drone, stoner, música latinoamericana, ambient, electrónica, etc. Nos fuimos embebiendo cada vez más de cosas nuevas conforme pasaban los años. Siempre hemos sido muy intuitivos.
Finalmente, en el 2014, como nos habíamos quedado sin bateristas, hicimos un llamado por nuestras páginas de FB y recibimos algunas respuestas. Aldo Castillejos (Registros Akásicos, Serpentina Satélite) nos estuvo apoyando un tiempo presentándose en algunos conciertos y aprendimos mucho de él. Nos entendemos bastante bien con Aldo. Luego, ingresaría ya como baterista oficial, Juan Camba (HLKjazz, Carótida), y su aporte también fue muy valioso ya que con él se termina de cerrar e iniciar un nuevo ciclo. De otro lado, el hecho de ser cuatro guitarristas netos creo que influye en nuestro sonido ya que tenemos la necesidad de ir rotándonos el bajo, sintetizador, charango, etc. lo que hace que cada tema tenga una perspectiva diferente, de por sí, solemos experimentar con varios instrumentos.
¿Cómo es el proceso de creación en Búho Ermitaño? ¿Vuestro primer álbum, “Horizonte” (G.O.D., 2014), está compuesto solo por jammings o contiene piezas más estructuradas?´
Franz: En el caso de "Horizonte" todo fue improvisación, sin embargo al oír las sesiones grabadas nos llamó la atención como las piezas o momentos estaban realmente estructurados, cual si fuesen temas compuestos. Creo que al momento de improvisar estuvimos casi interconectados neuronalmente al punto de que había una especie de hilo conductor inconsciente que nos guiaba y es por este motivo, ahora, que no tenemos problemas en volver a tocarlas en nuestros conciertos.
Juan: Sí. Desde el primer día que toqué en la banda conocí ese aspecto, abierto a la improvisación, que no me era nada ajeno. De modo que la comunicación fue muy buena entre todos y tan solo dos meses después empezamos con esta idea de grabar sesiones en vivo. El resultado de las dos sesiones fue muy positivo y nos mostró las posibilidades que teníamos como banda, elegimos las mejores tomas (o momentos) de las sesiones y trabajamos sobre ellas. En un primer momento pensábamos publicarlo como un disco de Improvisación, tal cual. Pero las tomas escogidas nos parecieron lo suficientemente orgánicas -compuestas, se puede decir- como para decidir que este sería nuestro primer disco.
¿A qué se debe el nombre de la banda, “Búho Ermitaño”?
Diego: Queríamos que el nombre tenga una cuota de misterio, que no se asocie necesariamente a algún genero especifico. Es decir, que nuestra música construya el nombre de la banda. A partir de ello exploramos elementos que nos parecen interesantes y de alguna forma nos identifican. Nos gustó el concepto del Búho como una imagen totémica cargada de misticismo y otros significados para muchas culturas. Ermitaño nació de la idea de “aislamiento”, de alejarnos de parámetros que condicionen la creación de nuestra música.
Franz: Así que no tiene ninguna relación con la banda limeña Reino Ermitaño, por si acaso. (risas)
¿Cómo así se decidieron por ampliar el espectro de las percusiones en vuestro sonido? Incluyen no solo bongos y yembes sino también dos bateristas.
Franz: El tema de los dos bateristas sólo se dio en “Horizonte”. Para esto nos reunimos en dos sesiones de dos horas cada una. En la primera, sólo participo Juan, y para la segunda, invitamos a Aldo Castillejos para que hiciera un dueto con Juan. Así que este disco es bastante percutivo. Dato interesante es que en la segunda sesión Ale estaba volando en fiebre después de comerse una empanada de dos soles.
Vuestra música bebe harto de las vibras de bandas del krautrock de los 70’s como Ash Ra Tempel o Amon Düül II. ¿Qué les atrae del sonido krautrocker alemán y cuál creen que es su aporte a/en esa propuesta?
Diego: A toda la banda le gusta el Krautrock en mayor o menor medida, pero creo que tiene el mismo peso de influencia que muchos otros géneros en nuestra música. Cuando componemos o improvisamos no pensamos en las influencias, esto fluye en cada uno naturalmente. Particularmente creo que el público muchas veces asocia nuestra música a su mundo musical y eso es interesante.
Juan: Sí, en varias reseñas y comentarios nos han asociado con el krautrock. Por mi parte sinceramente, mi conocimiento del género llega básicamente a Can - me gusta mucho el sonido de su baterista Jaki Liebezeit, además- y algunas cosas de Agitation Free y Amon Duul II, no más.
Franz: Descubrimos mucha música por el internet, leyendo, investigando. Creo que de esa música nos atrae mucho que todo suena como un conjunto, no hay algo que destaque necesariamente y también es interesante lo percutivo sobre lo melódico. En tal caso, se puede decir que escuchamos de todo. Creo que también se aprende de lo que no te gusta o de lo que te parece desagradable.
¿Cómo ha sido la recepción de parte del público y los medios hacia vuestra música?
Ale: Por un lado, nuestra música combina lo experimental y abstracto, con una fluidez psicodélica y tribal que es fácil de digerir si es que uno se deja llevar. Por ello, creo que hemos conseguido público de diversos lados y afinidades musicales. Búho no es solo rock, sino que nos han definido como postrock, krautrock, progre, progrefusión, spacerock, etc. Siempre hay varias etiquetas y eso no es necesariamente malo, ya que es una manera de acercar la música a la gente, solo hay que tener cuidado con no categorizar de manera cerrada como un género específico. Somos, en realidad, lo que el que escucha siente y piensa que somos, llámelo como lo llame.
Por otro lado, los medios electrónicos han ayudado muchísimo con la difusión. Cada vez más, se está creando un espacio virtual de comentarios, reseñas, entrevistas, publicaciones y promoción de la música, donde quienes escriben son amantes de la música y no necesariamente eruditos del tema, lo cual hace la opinión, promoción y difusión bastante genuina. Eso resulta sumamente positivo, ya que por ejemplo, nuestro disco Horizonte se ha difundido y nos han reseñado desde Bélgica y Alemania, entre otros lugares. Aunque la escena nacional de rock sigue bastante fragmentada, creo que hay que seguir trabajando en ello, en crear más espacios de difusión para expandir las posibilidades de recepción de la música nacional. También considero que, aunque es bueno que se generen opiniones "libres" sobre las propuestas nacionales, (sería deseable que) se consolide también una crítica musical que impulse a las bandas a exigirse más y fomentar nuevas propuestas.
¿Cuál es su apreciación sobre la escena de rock alterno independiente local? ¿Existen grupos con los que se sientan hermanados quizá musicalmente?
Franz: Personalmente, soy un poco ingrato con la escena local actual, no sigo a muchas bandas por álbumes publicados pero me encanta lo que hace La lá, por ejemplo. En general, apreciamos a bandas como Paraíso Ambulante, La Molicie, Hipnoascensión y Transparente, banda en la que estuve tocando un tiempo la guitarra. Creo que es una escena variopinta, pero en esa diversidad también siento que hay mucha inclinación hacia los referentes o influencias, es decir, hacia sonar como tal banda. En nuestro caso intentamos desligarnos de todo, pero ese intentar tiene que darse naturalmente sin pensar en que tienes alguna obligación por ser diferente.
Juan: Similar a Franz. Pero me doy un tiempo de revisar también en plataformas digitales las propuestas que existen, me parece que se está viviendo un momento interesante y sin precedentes en la música alternativa local, de apogeo quizás y que se fortalecerá en algunos años. Concuerdo con los nombres mencionados, además de Macondo quisiera agregar a Montibus Communitas, lamentablemente no es una banda que se presente en vivo, pero me gustan mucho.
¿Cuáles son los 10 discos que les rompieron el cerebro?
Juan: Siendo literal:
"Lateralus" de Tool (2001)
"De-Loused In The Comatorium" de The Mars Volta (2003)
"Choirs of the Eye" de Kayo Dot (2003)
"Interstellar Space" de John Coltrane (1974)
"Tribute" de Paul Motian (1975)
Franz: Claro! Y muchos más! Puedo citar además a estos en los que creo coincidimos:
"Ziggy Stardust" de David Bowie (1972)
"Doots and Loops" de Stereolab (1997)
"TNT" de Tortoise (1998)
"Speaking of Now" de Pat Metheny Group (2002)
"The Return of The Durutti Column" de The Durutti Column (1980)
"Come to Daddy" de Aphex Twin (1996)
"Spacegirl & Other Favorites" de Brian Jonestown Massacre (1993), etc.
¿Qué se viene para el futuro de Búho Ermitaño?
Franz: Actualmente, nos encontramos en la etapa final de nuestras carreras universitarias, así que estamos priorizando eso, pero lo siguiente que se viene es nuestro segundo disco que justamente contendrá los temas más estructurados que teníamos desde un inicio al formar la banda.
Juan: Además de nuevas composiciones ¡posiblemente con voz! Así que marcará un contraste notable con “Horizonte”, de eso estén seguros.
Muchas gracias por concedernos la entrevista, si desean agregar algo este es el momento. Saludos kósmogónikos.
Sólo agradecerte por la entrevista, estimado Wilder.
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