Desde algún lugar de Santiago de Chile nos llegan las reverberaciones de CANTO DEL CISNE, un proyecto en vena indie pop cuyas sensaciones plenas de poesía y melancolía son obra de Javier Bravo y amigos (Armanda en la voz de algunos temas y Felipe Flores en la masterización final). Ha publicado "Elena EP" (Samsara Records, 2019) de cuyas canciones -Aurora, Días sin Sol, Salvia, Eros)(Psique- además de una factura impecable podemos confirmar belleza, éter y delicadeza. Realmente increíble si tenemos en cuenta que su autor es cultor de las enajenaciones del death metal. Nunca mejor dicha la sentencia, "como es arriba es abajo".
¿Desde cuándo existe Canto del Cisne? ¿Por qué canto del cisne? ¿Manejas un concepto o intención detrás?
Canto del Cisne nace “formalmente” con el lanzamiento de Elena a comienzos de marzo de este año. Hace algunos años había compartido unas canciones bajo el mismo nombre artístico, pero las borré debido a que en aquél entonces recién estaba aprendiendo a grabar y mezclar. Actualmente no soy un experto en el área tampoco, pero se nota el cambio y la evolución en el sonido. De todas formas, una de esas canciones todavía se puede encontrar en el canal de YouTube de HeartBridge (equipo con gente de México y Panamá que constantemente comparte música latinoamericana).
El pseudónimo tiene relación con la frase del mismo nombre que indica que, antes de morir, el cisne emite un bello canto anunciando su fin. En lo personal, no creo que cante de esa forma, pero en un comienzo tenía la idea de compartir canciones por separado e ir borrándolas, basándome un poco en esa metáfora. Luego cambié de parecer, pero me gustó mucho el nombre y decidí seguir ocupándolo.
La única intención detrás del proyecto es hacer la música que quiera, de la forma que quiera y utilizando las influencias que quiera. También, la independencia que genera tener un proyecto solista me motivó bastante, ya que así puedo ensayar cuando lo necesite y presentarme en vivo cuando aparezca la oportunidad.
Cuéntanos sobre la grabación y composición de Elena EP.
La grabación de Elena fue hecha en casa, ocupando los elementos que tenía al alcance (interfaz, un teclado musical viejo, guitarra eléctrica, bajo, un pedal multiefectos y mi celular). Un día encontré una foto de mi mamá muy antigua, de cuando era muy pequeña (probablemente de los sesenta). El desgaste en la imagen y toda la inocencia que reflejaba fueron dos detalles que me inspiraron mucho. Eso coincidió con un periodo en el que estaba jugando a grabar ideas con un sonido más electrónico-precario enfocado en el teclado, explorando distintas influencias musicales.
De alguna forma sentí que ambas cosas me llamaban a crear algo conciso con ellas. Esas ideas terminaron siendo las canciones del Ep (en un proceso que me tomó alrededor de un año, incluyendo la mezcla), mientras que la foto quedó como portada del álbum.
¿De qué van las líricas?
En el caso de Elena, cada canción tiene un concepto diferente. Los primeros tres tracks tienen como centro la intimidad, pero abordada de diferentes maneras.
En “Aurora” la letra tiene que ver con saber encontrarnos y estar conscientes de quiénes somos (en el presente). De estar al tanto de lo que somos capaces de hacer, los ideales que defendemos, del aporte que entregamos al resto (sin dejarnos de lado a nosotros mismos) y cómo encontrar en esas cosas una razón para seguir.
“Días sin Sol” se limita al erotismo y al sentimiento de compañía que nace entre dos personas. Al ciclo que, a veces, los une durante un tiempo indefinido. “Salvia” funciona como el cierre a ese ciclo, como una especie de clímax.
“Eros )( Psique” tiene relación con el mito griego que involucra a ambos dioses, pero enfocado mayormente en el rol que tiene la confianza en los actos que se va desarrollando a través de la historia, y sus consecuencias.
Tu sonido remite a grupos de indie pop sublime. Algo como una mezcla entre Luna, Family y Red House Painters. ¿Cuáles son tus influencias?
Muchas gracias por el comentario. No conozco a las bandas que mencionas, pero las buscaré sí o sí para escucharlas.
Influencias en general son demasiadas. Partí escuchando mayormente diversas ramas de música metal (de hecho, le tengo mucho cariño a un proyecto death metal donde participo, llamado Iconoclast) y de ahí empecé a escuchar lo que me gustara simplemente, sin aplicar filtros o algo así. Actualmente escucho mucha música experimental, lo-fi, electrónica, R&B y folk.
Para Canto del Cisne, creo que los grupos que más me influenciaron fueron Shogún (de Chile), NIN, Ulver, Team Sleep y Blonde Tongues.
¿Además de música qué otras expresiones o artistas te interesan?
Últimamente he estado muy interesado en poemas, libros y escritos en general, pero hechos por personas X que no son necesariamente famosas. Esos escritos que puedes encontrar en ferias locales, plasmados en fanzines o trabajos auto gestionados. Admiro mucho el trabajo de Hugo Tripper, un amigo chileno que creó Públiko Paskin, un fanzine que mezcla poesía, fotografía, comics y música.
También me interesa mucho la fotografía. Amigos como Sebastián Mancilla (Non.Verbis en Instagram), Felipe Flores (Saudade.Fotografia.Scl en Instagram) y Daniel Puelma (Albor_Fotografia en Instagram) son una gran inspiración para adentrarme en el mundo de la fotografía análoga.
Los colectivos multidisciplinarios también me gustan. Sigo de cerca el trabajo de Extraña Ciudad, un colectivo muy activo que genera actividades que integran música, performances, poesía, trabajos audiovisuales y más, con quienes he tenido el placer de colaborar y compartir.
¿Cómo es un concierto de Canto del Cisne? ¿Alguna anécdota o historia que contar?
Íntimo. Originalmente tenía la idea de tocar Elena completo, ocupando un vestuario especial y añadiendo escenografía, pero decidí mostrarme lo más casual posible e interpretar canciones nuevas ocupando voz, guitarra eléctrica y pedales. Pensé que, si podía enganchar con el público de esta forma más desprendida (sin dejar de lado la seriedad y el “profesionalismo” que siempre intento dar al trabajo que hago), mostrando canciones aún en proceso, sería buen indicio para seguir con el proyecto y desarrollarlo con más detalle a futuro.
Alguna anécdota en particular, no. Lo que sí, fue muy entretenido participar en una actividad generada por el colectivo Extraña Ciudad, llamada Experimento Cinema. Junto a Delirio Colectivo y Pequeños Antares musicalizamos la película “La Noche de los Muertos Vivientes” en su totalidad, lo que resultó bastante bien. Fue algo completamente diferente a lo que hago con Canto del Cisne, pero se sintió muy bien poder lograr salir de la zona de confort y lograr algo bueno con los demás músicos.
¿Qué tal la escena indie alternativa hoy 2020 casi en Santiago?
Siempre he tenido problemas para saber si lo que escucho puede catalogarse como indie o no, ya que no me interesan mucho las etiquetas y similares. Sí tengo certeza que no voy mucho a presentaciones de proyectos más “consolidados” en Santiago, por decirlo de una manera, ya que no me llegan tanto. Movimiento con bandas “alternativas” hay eso sí, y bastante.
Intento ir a fechas con bandas que trabajan más “a pulso”, para descubrir música nueva. Generalmente, disfruto y encuentro proyectos interesantes en las fechas organizadas por sellos como Manjar Records, Experimentos Rurales, Sello Medio Oriente, Artes & Oficios, Ladrido, LeRockPsicophonique o Templo Sagital.
¿Qué nos puedes contar de Samsara Records?
Samsara Records es un sello independiente que fundamos con Daniel Puelma a mediados del 2015. En él, intentamos colaborar con proyectos independientes que hacen música no necesariamente comercial y que, según mi oído, tienen características que le dan originalidad a su música, destacándolos un poco del resto al no parecerse tanto a bandas más grandes o pares del circuito local.
Actualmente, las bandas activas son: un día, SigObrilllAndo, Covarrubias, Canto del Cisne, PALIDA, Beatrice Beatrice y Davijius.
¿Qué discos escuchas estos días con fruición?
He estado escuchando mucho un disco llamado “Kulla Sunset”, de Orchid Mantis. También, me volví a encantar con la música de Dead Can Dance (una de mis bandas favoritas) y he escuchado con frecuencia “Spleen and Ideal” e “Into the Labyrinth”. El disco “Voyeur” de una banda nacional llamada Naves también me ha tenido pegado, al igual que “Demonio” de Shogún. Los dos trabajos que ha lanzado The Marías, “Apollonia” de Garden City Movement y el último Ep de Rhye, también.
El frío siempre me pega fuerte y “Sometimes” de City and Colour calma un poco todo, al igual que “For Emma, For Ever Ago” de Bon Iver.
¿Qué proyectos para futuro?
Espero poder entrar a grabar el primer Lp de Canto del Cisne a fines de año, que llevará por título “Onírica”. Será un disco conceptual basado en sueños que he tenido, y también en experiencias ligadas a ese mundo que me han contado amigos y familiares. El sonido tendrá más guitarra rasgueada, sin dejar de lado elementos electrónicos y ambient.
También, está la idea de visitar Argentina junto a un proyecto musical amigo llamado PALIDA (aprovechando la buena experiencia que tuve cuando visité el país el año pasado con otra banda donde participo, llamada un día), pero no hay nada concreto aún.
Mil gracias por concedernos la entrevista man, saludos desde el cono norte de Lima.
Muchas gracias a ti por el tiempo y el espacio. Te felicito por llevar un portal que pueda reunir tanta música de distintos lugares en un solo espacio, considerando todo lo que nos cuesta a veces a los músicos independientes el poder difundir lo que hacemos.
Tengo muchas ganas de conocer Perú y sería genial poder hacerlo llevando música para allá, así que espero con muchas ansias que se dé todo para que resulte en el futuro.
¡Gracias otra vez!
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