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martes, 18 de junio de 2019

UNA CONVERSACIÓN CON JAVIER BRAVO DE CANTO DEL CISNE :. Muriendo de belleza




Desde algún lugar de Santiago de Chile nos llegan las reverberaciones de CANTO DEL CISNE, un proyecto en vena indie pop cuyas sensaciones plenas de poesía y melancolía son obra de Javier Bravo y amigos (Armanda en la voz de algunos temas y Felipe Flores en la masterización final). Ha publicado "Elena EP" (Samsara Records, 2019) de cuyas canciones -Aurora, Días sin Sol, Salvia, Eros)(Psique- además de una factura impecable podemos confirmar belleza, éter y delicadeza. Realmente increíble si tenemos en cuenta que su autor es cultor de las enajenaciones del death metal. Nunca mejor dicha la sentencia, "como es arriba es abajo".



¿Desde cuándo existe Canto del Cisne? ¿Por qué canto del cisne? ¿Manejas un concepto o intención detrás?

Canto del Cisne nace “formalmente” con el lanzamiento de Elena a comienzos de marzo de este año. Hace algunos años había compartido unas canciones bajo el mismo nombre artístico, pero las borré debido a que en aquél entonces recién estaba aprendiendo a grabar y mezclar. Actualmente no soy un experto en el área tampoco, pero se nota el cambio y la evolución en el sonido. De todas formas, una de esas canciones todavía se puede encontrar en el canal de YouTube de HeartBridge (equipo con gente de México y Panamá que constantemente comparte música latinoamericana).
El pseudónimo tiene relación con la frase del mismo nombre que indica que, antes de morir, el cisne emite un bello canto anunciando su fin. En lo personal, no creo que cante de esa forma, pero en un comienzo tenía la idea de compartir canciones por separado e ir borrándolas, basándome un poco en esa metáfora. Luego cambié de parecer, pero me gustó mucho el nombre y decidí seguir ocupándolo.
La única intención detrás del proyecto es hacer la música que quiera, de la forma que quiera y utilizando las influencias que quiera. También, la independencia que genera tener un proyecto solista me motivó bastante, ya que así puedo ensayar cuando lo necesite y presentarme en vivo cuando aparezca la oportunidad. 

Cuéntanos sobre la grabación y composición de Elena EP.

La grabación de Elena fue hecha en casa, ocupando los elementos que tenía al alcance (interfaz, un teclado musical viejo, guitarra eléctrica, bajo, un pedal multiefectos y mi celular). Un día encontré una foto de mi mamá muy antigua, de cuando era muy pequeña (probablemente de los sesenta). El desgaste en la imagen y toda la inocencia que reflejaba fueron dos detalles que me inspiraron mucho. Eso coincidió con un periodo en el que estaba jugando a grabar ideas con un sonido más electrónico-precario enfocado en el teclado, explorando distintas influencias musicales. 
De alguna forma sentí que ambas cosas me llamaban a crear algo conciso con ellas. Esas ideas terminaron siendo las canciones del Ep (en un proceso que me tomó alrededor de un año, incluyendo la mezcla), mientras que la foto quedó como portada del álbum.

¿De qué van las líricas?

En el caso de Elena, cada canción tiene un concepto diferente. Los primeros tres tracks tienen como centro la intimidad, pero abordada de diferentes maneras.
En “Aurora” la letra tiene que ver con saber encontrarnos y estar conscientes de quiénes somos (en el presente). De estar al tanto de lo que somos capaces de hacer, los ideales que defendemos, del aporte que entregamos al resto (sin dejarnos de lado a nosotros mismos) y cómo encontrar en esas cosas una razón para seguir.
“Días sin Sol” se limita al erotismo y al sentimiento de compañía que nace entre dos personas. Al ciclo que, a veces, los une durante un tiempo indefinido. “Salvia” funciona como el cierre a ese ciclo, como una especie de clímax.
“Eros )( Psique” tiene relación con el mito griego que involucra a ambos dioses, pero enfocado mayormente en el rol que tiene la confianza en los actos que se va desarrollando a través de la historia, y sus consecuencias.

Tu sonido remite a grupos de indie pop sublime. Algo como una mezcla entre Luna, Family y Red House Painters. ¿Cuáles son tus influencias?

Muchas gracias por el comentario. No conozco a las bandas que mencionas, pero las buscaré sí o sí para escucharlas.
Influencias en general son demasiadas. Partí escuchando mayormente diversas ramas de música metal (de hecho, le tengo mucho cariño a un proyecto death metal donde participo, llamado Iconoclast) y de ahí empecé a escuchar lo que me gustara simplemente, sin aplicar filtros o algo así. Actualmente escucho mucha música experimental, lo-fi, electrónica, R&B y folk.
Para Canto del Cisne, creo que los grupos que más me influenciaron fueron Shogún (de Chile), NIN, Ulver, Team Sleep y Blonde Tongues.






¿Además de música qué otras expresiones o artistas te interesan?

Últimamente he estado muy interesado en poemas, libros y escritos en general, pero hechos por personas X que no son necesariamente famosas. Esos escritos que puedes encontrar en ferias locales, plasmados en fanzines o trabajos auto gestionados. Admiro mucho el trabajo de Hugo Tripper, un amigo chileno que creó Públiko Paskin, un fanzine que mezcla poesía, fotografía, comics y música.
También me interesa mucho la fotografía. Amigos como Sebastián Mancilla (Non.Verbis en Instagram), Felipe Flores (Saudade.Fotografia.Scl en Instagram) y Daniel Puelma (Albor_Fotografia en Instagram) son una gran inspiración para adentrarme en el mundo de la fotografía análoga.
Los colectivos multidisciplinarios también me gustan. Sigo de cerca el trabajo de Extraña Ciudad, un colectivo muy activo que genera actividades que integran música, performances, poesía, trabajos audiovisuales y más, con quienes he tenido el placer de colaborar y compartir.

¿Cómo es un concierto de Canto del Cisne? ¿Alguna anécdota o historia que contar?

Íntimo. Originalmente tenía la idea de tocar Elena completo, ocupando un vestuario especial y añadiendo escenografía, pero decidí mostrarme lo más casual posible e interpretar canciones nuevas ocupando voz, guitarra eléctrica y pedales. Pensé que, si podía enganchar con el público de esta forma más desprendida (sin dejar de lado la seriedad y el “profesionalismo” que siempre intento dar al trabajo que hago), mostrando canciones aún en proceso, sería buen indicio para seguir con el proyecto y desarrollarlo con más detalle a futuro.
Alguna anécdota en particular, no. Lo que sí, fue muy entretenido participar en una actividad generada por el colectivo Extraña Ciudad, llamada Experimento Cinema. Junto a Delirio Colectivo y Pequeños Antares musicalizamos la película “La Noche de los Muertos Vivientes” en su totalidad, lo que resultó bastante bien. Fue algo completamente diferente a lo que hago con Canto del Cisne, pero se sintió muy bien poder lograr salir de la zona de confort y lograr algo bueno con los demás músicos.

¿Qué tal la escena indie alternativa hoy 2020 casi en Santiago?

Siempre he tenido problemas para saber si lo que escucho puede catalogarse como indie o no, ya que no me interesan mucho las etiquetas y similares. Sí tengo certeza que no voy mucho a presentaciones de proyectos más “consolidados” en Santiago, por decirlo de una manera, ya que no me llegan tanto. Movimiento con bandas “alternativas” hay eso sí, y bastante.
Intento ir a fechas con bandas que trabajan más “a pulso”, para descubrir música nueva. Generalmente, disfruto y encuentro proyectos interesantes en las fechas organizadas por sellos como Manjar Records, Experimentos Rurales, Sello Medio Oriente, Artes & Oficios, Ladrido, LeRockPsicophonique o Templo Sagital.

¿Qué nos puedes contar de Samsara Records?

Samsara Records es un sello independiente que fundamos con Daniel Puelma a mediados del 2015. En él, intentamos colaborar con proyectos independientes que hacen música no necesariamente comercial y que, según mi oído, tienen características que le dan originalidad a su música, destacándolos un poco del resto al no parecerse tanto a bandas más grandes o pares del circuito local.
Actualmente, las bandas activas son: un día, SigObrilllAndo, Covarrubias, Canto del Cisne, PALIDA, Beatrice Beatrice y Davijius.

¿Qué discos escuchas estos días con fruición?

He estado escuchando mucho un disco llamado “Kulla Sunset”, de Orchid Mantis. También, me volví a encantar con la música de Dead Can Dance (una de mis bandas favoritas) y he escuchado con frecuencia “Spleen and Ideal” e “Into the Labyrinth”. El disco “Voyeur” de una banda nacional llamada Naves también me ha tenido pegado, al igual que “Demonio” de Shogún. Los dos trabajos que ha lanzado The Marías, “Apollonia” de Garden City Movement y el último Ep de Rhye, también.
El frío siempre me pega fuerte y “Sometimes” de City and Colour calma un poco todo, al igual que “For Emma, For Ever Ago” de Bon Iver.

¿Qué proyectos para futuro?

Espero poder entrar a grabar el primer Lp de Canto del Cisne a fines de año, que llevará por título “Onírica”. Será un disco conceptual basado en sueños que he tenido, y también en experiencias ligadas a ese mundo que me han contado amigos y familiares. El sonido tendrá más guitarra rasgueada, sin dejar de lado elementos electrónicos y ambient. 
También, está la idea de visitar Argentina junto a un proyecto musical amigo llamado PALIDA (aprovechando la buena experiencia que tuve cuando visité el país el año pasado con otra banda donde participo, llamada un día), pero no hay nada concreto aún.

Mil gracias por concedernos la entrevista man, saludos desde el cono norte de Lima.

Muchas gracias a ti por el tiempo y el espacio. Te felicito por llevar un portal que pueda reunir tanta música de distintos lugares en un solo espacio, considerando todo lo que nos cuesta a veces a los músicos independientes el poder difundir lo que hacemos.
Tengo muchas ganas de conocer Perú y sería genial poder hacerlo llevando música para allá, así que espero con muchas ansias que se dé todo para que resulte en el futuro.
¡Gracias otra vez!

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

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es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

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