Grabados en Matanzas, Cuba en 1957, los ritmos rituales presentes en este CD proporcionan un enlace directo con la música colonial cubana del siglo XIX, suministrando así una ventana hacia la vida religiosa de las primeras generaciones de africanos que trabajaron en los molinos de caña. Estas grabaciones, recolectadas por Lidia Cabrera y Josefina Tarafa, preservan el extremadamente raro ritual de tambores del bembé lukumi usado por los devotos de la Santería para convocar a los dioses o para saludar a las naciones africanas de la isla. Esta versión difiere del estilo urbano que se oye hoy en día en La Habana, aunque algunas de las canciones se cantan tanto en la ciudad como en el campo. Con unos orígenes que se remontan a la religión Yoruba del África Occidental, esta música revela las raíces de las prácticas ceremoniales afrocubanas de hoy en día.
Cuadernillo de 32 páginas, notas extensas, fotos, 69 minutos.
Esto se registró en un momento en que las tradiciones Lukumi estaban más cerca de las raíces establecidas por pioneros como Oba Tero y Ocha Bi. Hay variaciones de orikis bien conocidos hoy en día, especialmente a Yemoja y Orisha Oko. Los ritmos de los tambores no han cambiado pero suenan más directos en el sentido de que, en una época de pobreza, cualquier cosa que pudiera usarse como instrumento de percusión --- mesas, paredes, cajones de madera, etc. --- se ponía a trabajar en estos grabaciones. Las voces que se escuchan son las de babaloshas e iyaloshas que vivían desde la década de 1860 y cuyos padres eran esclavos. La tradición espiritual acababa de comenzar tentativamente a aceptar iniciados no negros y solo había iniciado al primer iyawo en los Estados Unidos. En el álbum también se incluyen algunos cortes de Palo.
Esta es una porción valiosa de la historia espiritual adaptada en las Américas debido a la esclavitud de millones de igbo, dahomeyanos, yoruba y kongo. Es de la vieja escuela en su acercamiento a muchos Orishas. Muchas de estas piezas están cantadas acapella y las enunciaciones del apwon son claras, testimonio tanto del equipo que se utilizó entonces para grabar como de la devoción y conocimiento de las personas que participaron. (THOMAS CLEARY)
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