EXISTEN NOTABLES SIMILITUDES ENTRE KRAFTWERK Y LA BAUHAUS. Tal vez deba aclarar que no me refiero al grupo postpunk de Northampton, sino al movimiento estético de los años veinte, que Ralf Hütter menciona muy a menudo como una importante influencia. "Conocíamos el movimiento a través de la escena del arte en Alemania. Tuvieron también una enorme influencia en los programas de nuestra educación. Los conceptos que se reflejan en nuestra obra son el internacionalismo y la combinación de distintas formas artísticas, la idea de que no deben separarse la danza por un lado y la arquitectura y la pintura por el otro. Nosotros hacemos todo, y Kraftwerk buscó desde sus inicios la unión del arte y la tecnología. Derribamos la barrera entre artista y artesano, éramos trabajadores musicales." (A propósito, hubo cierto disgusto entre los "trabajadores" por ese título, sobre todo de parte de Wolfgang Flür. "¡Yo no era ningún trabajador musical!", protestó en el documental de BBC4, Krautrock.)
En este aspecto, como en otros, Kraftwerk era algo anacrónico. El arquitecto Walter Gropius había fundado la Escuela de la Bauhaus en 1919, cuando Alemania acababa de experimentar el trauma y la ruina de la derrota militar. En medio de los escombros de la desesperación y la escasez, todo parecía estar a disposición de quien osara aprovechar la oportunidad. El ala berlinesa del movimiento dadísta tenía serias esperanzas de aliarse con el Partido Comunista que durante un breve lapso estuvo en el poder en la ciudad. Gropius también soñaba con la posibilidad de que el arte trascendiera sus límites, y exigía la unidad entre los oficios manuales, la tecnología y el Estado (una "república del espíritu"), con la vida misma. El movimiento de la Bauhaus buscó lograr esos objetivos no por medio de la música sino del diseño, que extendió a todas las áreas, desde utensilios domésticos hasta la planificación urbana. Los artistas ya no podían ser vistos como estetas separados del mundo, con toda la distinción espuria que ello implicaba, sino como trabajadores, como lo expresa también Hütter. Los tubos de hierro y vidrio, la simetría y los ángulos rectos de los diseños de la Bauhaus son como una transcripción visual del sonido de Kraftwerk, superficies de metal minimalistas e impecables que vienen a reemplazar los excesos barrocos del viejo mundo ya desacreditado, con todos sus antiguos errores y su falta de adecuación a la funcionalidad. No más herencias de segunda mano de un pasado ruinoso. La Bauhaus reflejaba la necesidad de una reinvención nacional en la que el arte tuviera un rol protagónico. También la Bauhaus fue criticada por su frialdad y su distancia espartana.
DAVID STUBBS
Future Days. El Krautrock y la construcción de la Alemania moderna.
2015
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