por PEDRO FRANCKE
Extraído de "Hildebrandt en sus trece"
En los días siguientes al mensaje de Vizcarra anunciando que presentaría una cuestión de confianza, el bloque de los empresaurios de la Confiep salió a la ofensiva. Tienen dos discursos articulados. El primero dice que hay que evitar confrontaciones puesto que la inversión se espantaría y la economía se resentiría. El segundo hace el ridículo señalando que la medida planteada es una grave amenaza a la democracia y que, sustentan sus abogados amigos-por-la-plata, sería inconstitucional.
Los puntales están en los periódicos concentrados vinculados a los grandes empresarios de la Confiep. El Comercio editorializaba el sábado pasado que “las reformas que el país necesita no pueden nacer de la imposición y el amedrentamiento y deberían, más bien, gestarse a través del debate y el consenso” y llamando a que “ambos poderes del Estado trabajen de manera corresponsable”. Ese mismo día, la Confiep emitía un pronunciamiento donde decía que se “requiere un ambiente de serenidad, prudencia, diálogo y tolerancia”, “fortaleciendo las condiciones de convivencia y clima adecuado para el crecimiento y promoción de la inversión privada”, porque la “confrontación pone en peligro las inversiones que nuestro país tanto necesita”. El día anterior, en las mismas páginas de El Comercio, el ideólogo neoliberal de la Confiep Roberto Abusada escribía que “lo que el gobierno requiere es frenar la confrontación” y profetizaba que tras el discurso de Vizcarra “no solo (sic) persistirá el malestar que genera la falta de atención a las necesidades urgentes, sino que se inyectará parálisis económica e incertidumbre con grave perjuicio para la nación”.
Difícil pensar que tanta coincidencia es pura casualidad. Remarquemos que los tres no sólo hacen idénticos llamados a que Vizcarra se ponga de acuerdo con la mayoría congresal aprofujimorista. También son iguales en ocultar que la cuestión de confianza vino luego de que el Fujicongreso mandara al archivo la eliminación de la impunidad (eso es en lo que ha devenido) parlamentaria y blindara por meses a Edwin Donayre el ladrón de gasolina del ejército que aprovechó para fugarse, mientras permite que sigan votando Moisés Mamani y una lista larga de prontuariados de Fuerza Popular. Asesores de Mauricio Mulder y Jorge del Castillo han cobrado por meses sin trabajar ni presentarse a ninguna oficina, sin que les pase nada. El que la mayoría aprofujimorista blinde sin ningún reparo a un delincuente tras otro les parece a la Confiep y El Comercio un detalle sin importancia. Rápidamente olvidaron el reportaje de ese mismo diario que mostró que era falsa la acusación de que la Corte Suprema actuaba apenas como “mesa de partes” de los pedidos de los juzgados. Todos ellos ocultan también la circunstancia del discurso de Vizcarra y el pedido de cuestión de confianza, marcada por el blindaje al ex – Fiscal de la Nación Pedro Chávarry, a quien defendieron a pesar del video mostrando como su personal se metió a sacar documentos de una oficina lacrada y de una veintena de audios demostrando su estrecha relación con Hinostroza y la mafia de ”los cuellos blancos del Callao”.
En este tema la Confiep y El Comercio, como dicen, tienen ropa tendida. Como sabemos, Pedro Chávarry sacó del cargo a los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez el 31 de diciembre pasado, siendo obligado a retroceder ante la furia ciudadana. Pero en estos momentos es clave recordar los casos que involucran en la corrupción a la empresa Graña y Montero, cuyo principal accionista José Graña es también el mayor accionista del grupo El Comercio, donde José Chlimper (el ex secretario general de Fuerza popular y candidato de vicepresidente en la plancha de Keiko) también fuera director durate los años de las mega-coimas y donde sigue siendo director Roberto Abusada. Digamos que es una omisión significativa el que Abusada escriba insistiendo en que el gobierno deje de lado las confrontaciones contra los corruptos, pero no nos diga que él mismo tiene un enorme interés en que las investigaciones contra la corrupción no avancen. Mejor digámoslo con todas sus letras: más que “omisión significativa” es la concha de la semana. Recordemos que a pesar de las declaraciones de Jorge Barata y Marcelo Odebrecht delatándolos, GyM ha negado una y otra vez que hubiera participado en actos de corrupción pero que finalmente gracias a la presión de los fiscales se ha visto obligada a buscar ser “colaboradora eficaz”. Es fácil imaginarse qué hubiera pasado si Chávarry hubiera conseguido su objetivo y removido a Vela y Pérez: GyM seguiría diciendo que no hizo ni supo nada de los millones de coimas que compartió con Odebrecht. Con esta información en mano, es fácil entender porque Abusada escribe que “la presentación de una cuestión de confianza.. es exactamente lo que no se debe hacer”, en especial cuando esa cuestión de confianza ha sido presentada días después de que el fujimorismo blindara a Chàvarry. No podemos cerrar este punto sin recordar que GyM sigue cobrando por el Metro de Lima y varias otras obras públicas a pesar de lo que nos ha robado, y que por más colaborador eficaz que sea tiene que devolver lo robado.
EL CUCO DE LA MACRO Y LA INVERSIÓN
En el terreno de la economía, dos argumentos esgrime la Confiep. El primero es que este “clima de confrontación” afecta la inversión privada y el crecimiento económico. La historia reciente muestra como ese mismo argumento se usó igualmente por los neoliberales y opinólogos vinculados a los grupos monopólicos para defender a PPK, “cuco” que no se hizo realidad ya que cuando Kuczynski cayó no hubo ningún movimiento fuerte en la bolsa de valores, el tipo de cambio o la inversión privada. Quien hizo eco de este argumento ahora último fue Luz Salgado, quien muy suelta de huesos dijo que el tipo de cambio sol/ dólar había trepado a 3,75, algo notoriamente falso.
Hay ahora una desaceleración económica, o mejor dicho el fin del crecimiento estadístico de fines del año pasado. Si el crecimiento económico se empinó hasta casi 4 por ciento el año pasado, el primer trimestre de este año apenas llegaba a 2, y eso fue mucho antes de que a Vizcarra y Del Solar se les ocurriera “pechar” al aprofujimorismo corrupto. Como señalamos hace unas semanas en estas páginas, ese mal resultado tiene que ver con la reducción de la inversión pública y a pesar de una situación internacional favorable. Hace un mes estas condiciones internacionales han cambiado de ser un viento de cola a favor del crecimiento, a ser un viento en contra. La renovada agresión comercial y tecnológica de Trump contra China y Huawei, y más recientemente contra otros países como México e india, han frenado la economía mundial. Para el Perú, como la mayoría de países latinoamericanos, esto genera dos efectos severos: una caída de los precios internacionales del cobre y otras materias primas y una salida de capitales que ante la volatilidad prefieren refugiarse en los Estados Unidos. Ambos efectos van a frenar la inversión minera y la inversión privada en general, según lo han demostrado reiteradamente las investigaciones económicas.
Debido a ello el crecimiento económico del Perú este año estará no solo debajo del 4,2 por ciento muy optimistamente planteado por el MEF y el BCR, sino que será menor al 3 por ciento que me parecía más razonable y quizás cerca al 2. Pero que no nos digan que eso es por la respuesta de Vizcarra a la provocación de los aprofujimoristas al blindar a Chávarry y varios congresistas corruptos. La lucha contra la corrupción no es un freno al crecimiento, solamente es un problema para los empresarios sinvergüenzas, pero para la marcha de la economía en general la corrupción genera altos costos sociales e institucionales que podemos cortar.
Lo que sí es un freno al crecimiento es que se mantenga un gasto e inversión pública reducidas y que se no facilite el crédito y reduzca la tasa de interés, que se prefiera importar quinua y alimentos en vez de promover en serio la agricultura, que no haya promoción de la industria y de las pymes, que el turismo esté frenado porque no se construye la pista 2 del aeropuerto Jorge Chavez ni hay vuelos directos diarios a Chachapoyas y que los pueblos del interior no tengan un buen servicio de internet porque no se resuelve el problema con la empresa Azteca que maneja la Red Dorsal de fibra óptica en otra de esas alianzas público-privadas fallidas.
LO QUE ESTÁ EN JUEGO
Pero eso no es lo que preocupa a nuestros empresarios. La Confiep quiere que Vizcarra y el fujicongreso concerten porque quiere sacar leyes en su favor. En eso, sigue teniendo un aliado clave en el ministro de economía finanzas, Carlos Oliva, de quien no hemos oído una palabra defendiendo la cuestión de confianza o la lucha contra la corrupción.
Son varios los proyectos que quiere sacar la Confiep para aumentar sus ganancias sin tener que invertir ni innovar tecnológicamente. El recorte de derechos laborales es uno en el que han insistido, sobre todo desde las páginas de El Comercio, con el objetivo de golpear más a los sindicatos y seguir reemplazando fácilmente peruanos por venezolanos de bajo costo. Este proyecto fue presentado por el ministro Oliva, quien incluso quería recortar el derecho vacacional. Otro proyecto que empujan entre bambalinas es el referido al petróleo y el gas, buscando rematar nuestro petróleo por décadas, rebajando el pago de regalías al estado y reforzando el esquema actual que permite grandes daños ambientales contra pueblos indígenas sin que pase nada. Quieren que salga la mina Tía María a pesar del amplio rechazo en la zona a los daños ambientales que traería. En todo eso, cuentan con el aprofujimorismo como su firme aliado, asegurados con los 2 millones de dólares que la Confiep puso en favor de la campaña de Keiko, Odebrecht incluida entre los aportantes. Por eso desde el inicio del gobierno de PPK sus ideólogos han insistido una y otra y otra vez en lo conveniente que sería una concertación Ejecutivo-Congreso, lo que hoy significaría una alianza Vizcarra-Keiko. ¿Problemas de corrupción? La Confiep opina que hay “demasiados encarcelamientos”. No es de extrañar, quienes han optado por el “arreglo escondido” con algún juez o fiscal corrupto hoy empiezan a sentirse en riesgo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario