por JAIME ALFARO
Extraído de la revista "Freak Out!" # 15, Agosto 2008
Si estás buscando un viaje sinfónico infinito donde el minimalismo sirva de vehículo rítmico mientras tu cuerpo se sacude suavemente entre trompetas, clarinetes, trombones, violas, cellos, tubas y acordeones ... pues el boleto directo y sin escalas está aquí, en Parades, último disco de Efterklang. Provenientes de la fría y lejana Dinamarca, Efterklang nos regala un disco distinto, construido de manera conceptual en el que todo funciona como una sinfonía refinada y bien orquestada, pero en donde, además, cada tema es como la hoja de un libro en blanco, pero que en conjunto forman una pequeña y hermosa historia sonora de atardeceres fríos y lejanos. La particular manera de concebir el arte de este quinteto danés nos hace pensar en las infinitas posibilidades que aún tiene la música y que muchos grupos no han podido alcanzar y menos intentar desarrollar bajo el concepto de obra total algo, que de lejos logra Efterklang con este disco y con el que consigue tintes épicos en un arte cada vez más plagado de facilismos. Tampoco es que los daneses hayan inventado la rueda y es más, el álbum está armado como un rompecabezas sonoro que coge lo mejor de muchos géneros (folk, electrónica, post rock), pero logran dar con el arte preciso al ensamblar esta obra como un todo en el que nada sobra, nada falta. Para llegar a construir y orquestar este trabajo demoraron alrededor de año y medio, ya que decidieron, eficazmente, rodearse de diversas orquestas, coros y decenas de músicos a los que finalmente le sumaron algo de electrónica minimalista (la cual estuvo más presente en su anterior trabajo) y con la que finalmente logran la majestuosidad de una obra sinfónica post rockera que viene bien en los atardeceres de cualquier época del año.
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