Teniendo como eje una mutación dark wave coloreada de ruido y ambient, la formación ecuatoriana Sexores hereda en su último álbum (¿el quinto?) un tributo "a todas aquellas mujeres asesinadas injustamente en épocas cuando las instituciones temían que el poder pierda su centro patriarcal" o así nos lo hacen saber en las liner notes del release. La música que transmite "Salamanca", generosa en cuerdas, distorsiones y voces de ensueño, está diseñadas para despertar las más recónditas fuerzas. Femenino a más no poder estamos ante la insólita presencia de una fantasía que se/nos pierde entre bosques, orgías y profanaciones milenarias.
Si Nico y su obra solista, tan sónica y altisonante, se erige acá como diosa madre no podemos dejar de sentir el pálpito de grupos como Swallow (la voz de Emi Bahamonde remite al "Hush" EP de los ingleses) y artistas como Cossey Fanni Tutti. La letra ha sido extraída de una investigación en el folklore de varios puntos del planeta. Una jugada que devela cierta afinidad con la magia y los ritos iniciáticos. A destacar la participación de otros miembros de la cofradía darky latina como la peruana Noelia Cabrera e Itzel Noyz, de Mexico, en tracks como "Hannya" y "Volantía"; este último quizá el single del disco: un himno refractario de las energías de All About Eve, Lush y The Charlottes.
Sexores ha confeccionado una gema de la música latina a la altura del "Treasure" de Cocteau Twins o el "En cielo de océano" de Silvania. Pasarán las lunas y miles retornarán a él para perder-se(r). El poder de la serpiente.
Wilder Gonzales Agreda.
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