¿No lo ven, hermanos? ¡El cosmos está esperándonos!
WF.
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(…)
Están en la cresta de la ola política: Lourdes Flores, Ollanta Humala, Alan García, Valentín Paniagua, Jaime Salinas, Javier Diez-Canseco y otros espantajos más. Los mismos de siempre. Las mismas promesas. Bazofia que cuaja bien. No esperemos que solucionen nuestros problemas. Ellos son nuestro problema. La ideología derechista de Flores y Salinas nos da asco, su olor fétido a opus dei y a empresariado. De los de “centro”, la demogagia populista del genocida García (símbolo y fetiche de la politiquería) y el interesado Paniagua. La izquierda con su “justicia social”, caballito de batalla de Diez-Canseco y otros más, quienes ahora coquetean con el neoliberalismo. Y Humala, que no tiene nada de antisistema (¿Qué de antisistema, revolucionario u outsider puede tener un militar, expresión máxima de un status quo reaccionario?) y sí de fascista. No hablemos de políticos tradicionales como si se tratara de un puñado de estos, hablemos de políticos identificados y amalgamados, en una unidad pestilentemente interesada.
Nuestra consigna es la negación de su orden existente, de su política. No somos a-políticos sino antipolíticos. Proponemos, entonces, la anarquía como forma de organización basada en la acción directa, en la ayuda mutua, en la autonomía, en la igualdad y en la cultura crítica donde nadie pretenda imponernos nada. Donde no haya botines electorales sino la tan ansiada libertad.
(Tomado de “Desobediencia – Periódico Ácrata” #09. Lima, Diciembre 2005)
WF.
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Están en la cresta de la ola política: Lourdes Flores, Ollanta Humala, Alan García, Valentín Paniagua, Jaime Salinas, Javier Diez-Canseco y otros espantajos más. Los mismos de siempre. Las mismas promesas. Bazofia que cuaja bien. No esperemos que solucionen nuestros problemas. Ellos son nuestro problema. La ideología derechista de Flores y Salinas nos da asco, su olor fétido a opus dei y a empresariado. De los de “centro”, la demogagia populista del genocida García (símbolo y fetiche de la politiquería) y el interesado Paniagua. La izquierda con su “justicia social”, caballito de batalla de Diez-Canseco y otros más, quienes ahora coquetean con el neoliberalismo. Y Humala, que no tiene nada de antisistema (¿Qué de antisistema, revolucionario u outsider puede tener un militar, expresión máxima de un status quo reaccionario?) y sí de fascista. No hablemos de políticos tradicionales como si se tratara de un puñado de estos, hablemos de políticos identificados y amalgamados, en una unidad pestilentemente interesada.
Nuestra consigna es la negación de su orden existente, de su política. No somos a-políticos sino antipolíticos. Proponemos, entonces, la anarquía como forma de organización basada en la acción directa, en la ayuda mutua, en la autonomía, en la igualdad y en la cultura crítica donde nadie pretenda imponernos nada. Donde no haya botines electorales sino la tan ansiada libertad.
(Tomado de “Desobediencia – Periódico Ácrata” #09. Lima, Diciembre 2005)
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