Publicado originalmente en AFTERPOP de Méjico
ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE THE DARKSIDE, UNA BANDA CONFORMADA POR PETE "BASSMAN" BAIN Y STERLING "ROSCO" ROSWELL, AMBOS MIEMBROS DE LOS DIOSES NEO-PSICODÉLICOS BRITÁNICOS SPACEMEN 3. TRAS ALPHA STONE -ESFUERZO DE PETE BASSMAN CON ALGUNOS OTROS COLEGAS- ROSCO Y BASSMAN ESTÁN TOCANDO JUNTOS EN LA ACTUALIDAD. ¡¡FANTÁSTICOS DÍAS DE LA ERA ESPACIAL VIENEN!!
A principios de los 90’s hubo una banda que sacudió la mente de muchos adeptos al baggy, la neo-psicodelia y el scally tan de moda por aquel entonces con grupos como The Charlatans, Inspiral Carpets o, claro, Stone Roses: esa banda se llamaba The Darkside y es el inicio de esta historia.
The Darkside fue el proyecto que el bajista de Spacemen 3, Pete “Bassman” Bain, forjó tras dejar la nave espacial -ni bien publicaron el “Perfect Prescription” (1987)- junto a la maravillosa guitarra psicodélica wha wha de Sterling "Rosco" Roswell. Harto de las rencillas y lucha de egos que empezaban a minar la armonía de su grupo original, Bain no dudó en partir para armar junto a amigos de adolescencia un grupo que a la postre dejaría sendas obras maestras de la neo-psicodelia noventera: All that noise (1990), Psychedelecise Suburbia (1991) y Melomania (1992).
Casi acababa el año 1996 cuando, gracias a la ubicuidad de la primigenia Internet de la época un amigo de Norteamérica, Chris Barrus, conocido por fundar el maling list dedicado a Spacemen 3 – Drone On y por escribir algunos de los textos de las reediciones noventeras de los discos de los astronautas de Rugby, tuvo el placer de venderme el primer álbum de Alpha Stone, el nuevo proyecto de Pete Bassman tras la disolución de The Darkside.
Cuando llegó el disco a Perú y a mis manos, mi círculo de amigos melómanos nos derretíamos como los buenos drogadictos que éramos por, gracias a la magia de la marihuana, el sampedro, el shish, los mixtos y un largo etcétera, salir de este mundito tridimensional humanoide y visitar los hermosos paraísos que bondadosamente nos regalaba la música de Alpha Stone; una de sus canciones, “Soulless Zone” del segundo disco, exclamaba: “I wanna go back, go back home, this is a cold soulless zone that nobody called their own”.
Tal filosofía estaba presente en la discografía de no sólo Alpha Stone o The Darkside, sino en toda la música de Spacemen 3, Spectrum o el primer Spiritualized. Una actitud y way of life que me habían esculpido desde la adolescencia cuando ensayaba con los Hipnoascensión sus primeras canciones baggy, hoy lastimostamente perdidas para siempre.
Fue una época llena de magia, espiritualidad y verdadera belleza perdidas entre infusiones, química, prashá krishna, cielos y azoteas en la Urbanización San Felipe de Comas o en Tawantinsuyo del distrito de Independencia circa 1993/1994. Y luego vino mi ingreso a la Facultad en donde cursos como “Teoría del Conocimiento” o “Estética y Percepción” me mostraron pensamientos y sentimientos parecidos a los que gracias a la magia de Alpha Stone y The Darkside había hecho tan míos. Me impresionó demasiado, lo recuerdo perfectamente, Platón y su mundo de las ideas. ¡Vaya hermoso vuelo que ello fue!
Just close your eyes / you will realise / love is everywhere / but do you really care/
I’ve got so much to say / I feel it everyday / Like a burning universe / like a burning universe
The Darkside
“Love in a burning universe”
“Love in a burning universe”
Todos los días la lluvia caía sobre mí.
Al despertar inhalar el olor a ganja, dentro y fuera de mi pecho, tomar
el bus e ir a clases y así a lo largo del día visitar la tierra de lo
verde 4 veces al día hasta que, sin darme casi cuenta o sentirlo mucho,
era ya de noche y debía volver a casa. Por cada uno de los días, eso era
la vida: drogado, completamente, cantando “Fixin’ to die, Lord, I’m
fixin’ to die”
Una época que sería el inicio de una
nueva era en música, de discos sólo ALUCINANTES, de artistas que
realmente te hacían sentir un alma privilegiada ya que la música que
mostraban era la más suprarreal/hyperreal/paradisíaca que podías
imaginar.
Pónme en trance y envíame al espacio, encuentra mis sentimientos interiores y dime cómo saben.
Persigo sueños por edificios ardientes, ¿estás allí del otro lado?
Tengo una mente de movimiento lento, una cabeza de movimiento lento.
Está todo en nuestras cabezas.
Envíame a las profundidades, déjame hundir sin dejar rastro.
Nunca tuve lo que quise, nunca supe qué decir.
Y ellos hablan todos como monos que flotan alrededor del espacio.
Tengo una mente de movimiento lento, una cabeza de movimiento lento.
Está todo en nuestras cabezas.
Alpha Stone
“Slow motion mind”
“Slow motion mind”
Pensar que hubo uno de nosotros que lo
vio claramente hace 120 años, confirma la pureza de tal sentencia o que
la medida de tiempo y espacio humanos es algo que debemos reformar,
“todo trato que no eleva, rebaja” (Friedrich Nietzsche, 1844 – 1900)
Luz
luz que muere en mi interior
ausencia de manantial original
me hundo en lodo en pantanos de ilusión
un espejo y veo mi autoorfandad
Mar
nadando empiezo a ser
el bosque luz fulmina mi cuerpo
y recién te siento
garúa en mi alma
empiezo a nacer en hipnoascensión
Hipnoascensión
“Hipnoascensión”
“Hipnoascensión”
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