Alfonso Noriega Retto es el cerebro del proyecto de IDM tenebroso EL OTRO INFINITO, maneja una carrera que desde el 2014 lo ha llevado a publicar 2 ó 3 discos al año bajo el sello Chip Musik. Para los más curiosos es conocida su colaboración en formaciones como Puna y Prados Perfectos. Su música es un oasis en nuestro medio: entre la muchedumbre de bandas que van por un sonido refrito y del montón Alfonso apuesta por la transgresión sonora, por no estancarse y reinventarse. Su sonido tan personal y original habla claro de sus convicciones. Acerca de ello, de sus inicios y más conversamos en da blog con EL OTRO INFINITO. Como dijo un viejo amigo "si miras fijamente al abismo, el abismo te devuelve la mirada".
Cuéntanos sobre tus inicios en la escena alterna Alfonso, sabemos que escuchabas harto dark wave/post-punk y que asistías a los tonos en Patiño (Pueblo Libre). ¿Cómo llegaste a las sonoridades ambient IDM experimentales?
Siempre he creído que vivir la música no se trata de escuchar un solo estilo o género, sino intentar escuchar todo lo posible, siempre buscar algo nuevo que te haga cuestionarte y reinventarte. Si llegué a la música wave fue porque la música que escuchaba a la radio me aburría. Era el año 94 o 93. Yendo a esos tonos comienzo a conocer distintas personas, distintas formas de aproximarse a la música. A finales de los 90 alguien me pasó a Portishead, grupo que marcó mucho en mí. El disco que me metió de lleno en la creación fue el Juniperfin de Silvania, no me acuerdo quien me lo pasó. Me di cuenta que no era necesario estudiar música para crear belleza. En el año 2000 o 99 creo, por algunos amigos de la Católica conocí a un guitarrista llamado Martín, hoy guitarrista de Kike Eutanasia, con el que forme una banda rock-noise-experimental y de improvisación llamada Prados Perfectos. Por Martín conocí a Sonic Youth, otra marca en mi vida. Se nos unió un baterista llamado Leko, también de San Juan de Miraflores como Martín. Con esa banda tocamos en Villa María, en el Averno (cuando existía), en el Eka bar… En esas correrías conocí a Jorge Rivas (Ionaxs), lo conocí en el Eka Bar y él me comenzó a presentar grupos post-rock, experimentales, idm, etc. Ahora bien, yo soy bien curioso, así que cuando un amigo me presenta una banda, pues yo no solo comienzo a buscar todo sobre esa banda, sino a bandas o proyectos similares, y así voy buscando y encontrando nuevas cosas yo solo. Nunca he esperado a que la música llegue a mí, siempre me ha gustado lanzarme en pos de lo desconocido y nuevo. Con Jorge pues comenzamos a tocar en el 2002 o 2003 algo así y toqué con él y Gerardo Norvasc, tocamos en el CC España (el primer festival Gesto) y cosas así. En esa época mi proyecto personal se llamaba El Hilo de Ariadna, pero era como un ensayo para lo que vendría con los años. Entre el 2005 y el 2013 me retiré de la música por motivos personales pero volví el 2014 y formé pues El Otro Infinito. Para mí no se trata de generar un estilo en especial, sale lo que sale con todo el bagaje acuestas, el hacer actualmente música con laptop me lleva por terrenos de la electrónica pero creo que se trata pues de los instrumentos. Ya cuando tenga mayor cantidad de instrumentos pues veremos por donde va a la cosa, a donde nos lleva la experimentación.
¿Qué software e instrumentos utilizas y/o has empleado a lo largo de tu carrera?
Con Prados Perfectos tocaba los teclados (siempre con efectos como el delay), cuando comencé a tocar con Ionaxs en el 2002, lo mismo, los teclados, con hartos efectos. No puedo tocar mucho la guitarra por una tendinitis que se me ha hecho crónica. Por eso mismo, por la incomodidad de la tendinitis fue que comencé a utilizar programas, la laptop. Por eso cuando fundo El Otro Infinito fue a base de laptop. Usaba el FL Studio que con los años cambié al Ableton Live. Pero mi idea es siempre meter instrumentos como guitarras, sintes, todo lo que se pueda, mi idea es meter todo. Que no lo haya hecho hasta ahora ha sido por temas logísticos, económicos, etc. Me gusta avanzar, y si no consigo los instrumentos siempre está la laptop. En los discos del Otro Infinito hay algunos temas con guitarras y teclados “reales”.
Tienes abundante discografía, al año puedes editar tranquilamente 2 ó 3 discos. Algunos de los que más nos alucinan son el “El infierno en tus ojos” (2016) y “Games for the dead” (2015) siempre en Chip Musik. ¿Qué buscas expresar con tu música, cómo es tu proceso de composición?
Sé que suena pretencioso, pero creo que tengo una visión mística respecto a la creación. Una visión ni mala, ni buena, sino una de tantas como la tiene todo artista respecto a la creación. El objetivo es la belleza, el Absoluto. Objetivo que nunca se logra, claro. Y la belleza no como lo lindo, sino belleza tal como la entendieron Rimbaud, Artaud, Rillke y bandas como Flying Saucer Attack, Mogwai, The Brian Jonestown Massacre, Spacemen 3… la idea es crear un mundo nuevo, otro mundo. El nombre “el otro infinito” vino de una frase de Cesar Moro que dice así “esta es una realidad fallida, la verdadera está a punto de ser construida”. Esa es la idea de la música para mí: ir más allá. En mi opinión, no se trata de aferrarse de un estilo en particular, sino tomar todo lo que esté a tu alcance para poder crear siempre algo más bello, más loco, más transgresor, siempre ir más allá.
Mis procesos de composición varían, me aburro fácilmente. Antes siempre comenzaba con las bases rítmicas, siempre me ha gustado el baile, celebro mi sangre tropical jajaja. Comenzaba con una base rítmica en la laptop y ya sobre eso pueden subirse mil ideas, locuras, lo que suceda. Eso ha cambiado un poco ahora: trato de poner énfasis es en los efectos, pedales, etc. Yo no soy un músico en sí, no soy muy técnico ni virtuoso. Mis melodías son minimales. Pero sé que a través del manejo creativo de efectos uno puede llegar a niveles de intensidad asombroso. Trabajar el mismo sonido es lo mejor para mí. Actualmente me enfoco más en eso que en las bases rítmicas, el trabajo del sonido.
¿Cuál de todos tus álbumes es tu preferido?
El que viene jajajaja. De verdad, siempre es el que viene. Nunca estoy satisfecho. Termino un disco y la verdad, ya no quiero saber nada de él, quiero pasar a algo nuevo, algo mejor. Cuando termino un disco pasa el tiempo y lo encuentro lleno de errores, etc, pero entiendo que son pasos necesarios en ese camino o búsqueda por el Absoluto. Creo que en cada disco hay algunos temas muy buenos, tal vez lo que mejor podría hacer es un recopilatorio jajaj. En todo caso, el disco que más satisfacciones me ha dado ha sido “El infierno en tus ojos”.
Sabemos, por tus posts en redes y data de la web, que te inspiras en escritores peruanos como César Moro, ¿qué otros autores o poetas han hecho mella en tu visión?
Uff, para mí la música es poesía y viceversa. Amo las 2, que son una. Autores: Burroughs, Rillke, Rimbaud, Artaud, Eielson, Martín Adán, Cesar Calvo, Baudelaire, Bolaño, Hesse, Pizarnik, Breton... me estoy olvidando de un montón.
Vemos también que eres activo en las movidas estudiantiles de tu casa la Universidad Villarreal, un centro conocido por estar tomado por la bufalada aprista. ¿Podrías contarnos algo a ese respecto?
Lo de la Villareal es lo de nunca acabar. Ahora la gran mayoría de estudiantes es de izquierda y odian el Apra (yo soy anarko, por si acaso). Pero la administración de la universidad sigue siendo aprista y apoyada por un grupo de estudiantes concentrada en la CUA de la Facultad de Derecho. Ahora bien, por más que esto me genere antipatías, para mí hay algo claro, algo que aprendí durante el año 2016, cuando tomamos 41 días la universidad y salimos en todos los noticieros: esta lucha es solo la pelea por el poder de grupos movidos por intereses. Los búfalos ya ni apristas son de eso conservan solo el nombre, son simplemente corruptos que quieren quedarse en la administración para seguir medrando de otros. Pero los que los combaten no son mejores, simplemente quieren tomar el puesto de esos búfalos. Durante ese año, el 2016, vi que había luchas dentro de los mismos grupos anti-apra, luchas desleales, viles, siempre en pro del propio interés. La toma de 41 días en el 2016 no logró nada al final por esas conveniencias, porque cada grupo buscaba su interés material. Por eso me he apartado de esas luchas y grupos, porque sencillamente se trata de encumbrar a otro grupo de poder que manipula jóvenes y que busca su “mamadera”. Prefiero luchar por mi cuenta con la situación que se presente en el momento.
Por favor, menciónanos los discos que te quemaron el cerebro como nunca antes –y si puedes con unas palabras de comentario, mejor.
- New Lands, de Flying Saucer Attack: un Ruidoso viaje hacia el infinito y la belleza, como si un cisne volara en medio de una tormenta.
- Rave Tapes, de Mogwai: el minimalismo sombrío y los efectos en busca de la intensidad y la más productiva melancolía.
- Juniperfin de Silvania: la electrónica entendida como un instrumento para buscar la belleza, entendida como la posibilidad de hacer del sonido un intrumento más, la mejor lección de todas: el minimalismo puede ser trascendente. Como dicen en la movida del cine indie norteamercano: “less is more”.
- Dumb Flesh, de Blanck Mass: se puede ser ruidoso, psicodélico y aun así bailar.
- New York Ghost and Flowers, de Sonic Youth: el ruido transformado en sutilidad, hypnosis a traves de la perversión y la locura.
¿Cómo ves / sientes la escena alterna y experimental peruana de hoy 2018?
Falta unión, cada uno tira para su lado, se han formado manchas que no tienen que ver una con la otra, para mí eso no tiene sentido. Si una banda toca dark, otra folk, otra idm, otra cumbia, otra psicodelia ruidista minimal, ¿Por qué no pueden tocar en un mismo escenario, estar en una misma disquera? Cada uno tiene una visión particular de la música pero todos estamos interesados en crear y difundir; deberíamos enfocarnos en eso en vez de la clásica del peruano de “yo soy mejor que tú”. En todo caso, no hay una escena, en el sentido de unión y trabajo conjunto pero de hecho la cantidad y diversidad de propuestas es infinitamente mayor que hace unos años, eso es lo bueno.
Nos comentabas que estás terminando un nuevo álbum. Háblanos de tus próximas movidas.
Bueno, con este álbum quiero ir más allá. O sea, ahora siento que he llegado por fin al camino que debo recorrer. No he encontrado el objetivo, sino el camino. En eso me ha ayudado muchísimo en estar tocando con Puna, tocar con ellos me ha ayudado a ver mis posibilidades como músico, he aprendido mucho con ellos. Mi primer disco con EOI se llamó “Buscando un abismo en cada objeto”. El disco que va a salir que supongo estará a mediados de año se va a llamar “El abismo en cada objeto”. He encontrado el abismo. Lo que venga en los siguientes años es el sumergirme en él cada vez más y expresar lo que vaya aprendiendo. El nuevo álbum va a tener 5 temas, tiene que ser conciso. El 31 de marzo voy a tocar en Villa María del Triunfo, en un evento dark de la movida del sur; van a ser puras bandas dark-gothic de la zona y yo allí metido haciendo “experimental psychadelic minimal dance” no sé cómo jajajaj. La idea es divertirse y aprender pues.
Eternas gracias por concedernos la entrevista Alfonso. Si deseas agregar algo este sería el momento. Astralavista!
Bueno, agradecerte por la entrevista y por el apoyo; haces una gran chamba en ayudar a difundir propuestas diferentes, más allá de gustos. Así la gente puede conocer nuevas cosas y elegir lo que le gusta, sin tener que depender de los medios masivos tradicionales como tv, radio, etc. También saludos a la gente de Puna y Chip Musik por el eterno apoyo y amistad. Hasta luego.
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