Extraído de la revista Freak Out! # 3
Difícil labor había sido reseñar a los Retrasados De Hojalata. Algunos allegados me aseguraban que el cuarteto era todavía más berraco que Liquidarlo Celuloide (cuyo impulsor, Juan Diego Capurro, también integra esta mancha), y que destilaba harta influencia de los discos más quemados de Royal Trux (después de Rolling Stones, la mejor referencia para los pastrulitos beatniks de esta triste ciudad, ergo no es mi caso ni de lejos). Por prácticamente inverosímil, la perspectiva de un ¿sonido? más allá de lo que plasmara LC en Pradera Tóxica o Fiebre De Lo Misterioso -ver reseña correspondiente en Freak Out! nro 2- me hizo abordar con cierta perplejidad la escucha de este engendro apenas imaginable.
Y he aquí que lo descubierto no solamente le da la razón en parte a los juicios citados líneas arriba, sino que se posiciona casi más allá de cualquier posible descripción racional. La gama de ruidos que conjuran Deza/Capurro/Salas/Yoshimoto ni siquiera fluye desde los elementos básicos para hablar de música en un sentido heterodoxo (bueno, se deja oír una guitarra, pero la verdad con las justas lo parece); aserción que, de paso, descarta esas no-muy-exactas alusiones a la dupla junkie Hagerty-Herrema. Este epónimo debut, de una incisiva inocencia, le saca varios cuerpos de ventaja al minimalismo despiadado de LC. Sin embargo, no se lo deben a un elaborado rollo arty tras del cual destruir los conceptos subyacentes al de “música convencional”: “armonía”, “melodía”, “alta fidelidad”, “compás”, etc; mismo que revestía de un militante espíritu combativo las atrocidades de Capurro en solitario. Habría que preguntarse, en principio, si es que la estética lo fi es lo suficientemente elástica y/o versátil como para recibir este manifiesto en su seno: la inoperancia como bandera, la vejación del Sonido (¡tras las palizas propinadas por los Neubauten, la no wave, Red Krayola!), la parodia inmisericorde (de la mítica cortina de Transformers en “Sexo Transformers”, del Feliz Cumpleaños en “Happy Birthday”), la maníaca/demente carcajada, la amoralidad siniestra e infantil (¡¡¿¿??!!), el cretinismo sónico al servicio del hombre involucionado/cavernícola post apocalíptico.
Lo confieso, cada vez que el disco corría en la bandeja, he estado a punto de hacerme la pichi de risa, más durante el segundo segmento (“Chibolo Pendejo”, “La Máscara Del Demonio”, “Bendición!”). Pensando en esta extraña reacción, me acordé que Umberto Eco, en El Nombre De La Rosa, proponía a la risa (o mejor, el ridículo) como el arma innata del hombre capaz de derribar sus mitológicas barreras mentales, empezando por la idea de Dios. Algo así como: liberadora para el hombre, subversiva para Dios. En Retrasados De Hojalata, la risa (o mejor, el ridículo) es subversiva hasta para el Diablo. El grupo más insanamente divertido que ha visto la escena en mucho tiempo ha decidido empezar por el otro lado. So… Assholes rules! (CONTACTOS: judicadel@yahoo.com)
Hákim de Merv
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