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jueves, 23 de septiembre de 2021

MARCELO MELLADO INTERVIÚ :. Deteniendo el Tiempo



Marcelo Mellado (24) forma parte de la nueva ola de artistas sonoros que están empezando a publicar documentos abocados a la experimentación electrosónica estas temporadas. Ex-alumno de la PUCP, integra el sello 1049 y el staff de Deshumanización, colectivo con el que promueve las artes post-digitales a través de eventos, conciertos y talleres. Su primer álbum, "Hogares Sin Tiempo", publicado en bandcamp el 31 de Agosto, son 2 piezas holocáusticas, 38 minutos en el que nos encontramos cara a cara con maestros del lustre de Tim Hecker, Brian Eno, Fennesz y Stars of the Lid. Se trata de una música fascinante que, en su misantropía y desarraigo, transporta mundos y secretos de otros tiempos. Una verdadera reliquia del futuro que apunta a colocarse entre lo mejor del año.


Cuéntanos, ¿cómo conociste o empezaste a escuchar lo experimental y la electrónica voladora?

Más o menos a mediados del 2018 fue cuando empecé a buscar nuevas músicas que no tuvieran que ver con lo que yo escuchaba (que era rock progresivo en su mayoría). Me interesó bastante el rock de GY!BE, porque lo valoré desde su paciencia para desarrollar las ideas musicales, la lentitud empezó a calar en mí, observé en esto nuevas formas de expresión musical que exigían más atención, pero si te quedabas podías imaginar mundos. De ahí empecé a interesarme por esos momentos de drone ruidoso, nunca había escuchado un rompimiento del tempo de esa manera y que se pueda sostener tanto y aún así, tener formas claras. Creo que ahí me abrí hacía formas nuevas de creación. De ahí hablar de experimental no lo sé, yo creo que el término se ha vuelto bastante abstracto y se puede asignar a cualquier tipo de música que le suene “rara” a alguien; me gusta pensar que hace referencia a formas de creación musical que buscan trascender el concepto de género musical. Es música que se crea de acuerdo a las propias percepciones del compositor, que aunque inspirada en cierta clase de música, revela su ser mismo en su composición. Creo que los festivales de musica “experimental” de Lima como Deshumanización o Ruidismos fueron de las primeras veces que escuchaba música así.

“Hogares sin tiempo” (1049 Records, 2021) es tu disco debut, por ahí hemos visto otro bandcamp con piezas sueltas etiquetadas como electroacústicas y field recordings. ¿Cuántos años tienes, qué otros proyectos has tenido, cómo ha sido la concreción de este debut? ¿Qué herramientas empleas?

Tengo 24, he estudiado guitarra en la Universidad Católica. Sin embargo, no considero haber tenido proyectos serios anteriormente, supongo que siempre esperaba “madurar” musicalmente hasta un nivel decente (para mí) para recién poder compartir algo mío al resto. Esas piezas sueltas de mi bandcamp representan esta primera etapa de compositor luego de estar expuesto a estas nuevas músicas que en verdad marcaron una nueva visión de la creación musical. 

En esta época usaba mucho más la guitarra y grababa distintas capas en el Protools. Para Hogares sin tiempo ya estaba usando otras herramientas. Exploré con samplear algunos instrumentos de viento como saxos y quenas. También usé sonidos que sinteticé de manera digital en la compu, usé MaxMSP y SuperCollider, estas últimas herramientas han llamado bastante mi atención, lo ligo bastante a una creatividad matemática que se puede desarrollar solo explorando o jugando. Como al mover perillas en un sinte, pero aquí es tecleando números diferentes. 

¿Qué dirías que es lo que necesitas o deseas expresar con tu sonido?

Principalmente busco exponer las exploraciones sonoras que trabajo, actualmente muchas de estas son en programas de síntesis como los que mencioné. Me parece un trabajo detallista y delicado el diseñar y modelar los sonidos, las variaciones de timbres otorgan sensaciones que pueden contrastar con pequeñas modificaciones. Las formas de modificar los sonidos individuales dan paso a una idea musical, que se puede acomodar en composiciones más grandes con estructuras aterrizadas. Me parece que busco generar un discurso que tenga una identidad por sí misma. El álbum si bien tiene un concepto metafórico, aún así, los dos temas pueden apreciarse individualmente. Eso sí, requiere una escucha activa. 

De la música de los últimos años ¿qué artistas te interesan, local e internacionalmente?¿Algunos discos que hayan llamado tu atención tal vez?

Con respecto a los locales siempre es genial poder asistir a conciertos y llevarte la experiencia completa de su interpretación. Me gusta el trabajo de Rosa Naid y Gonzalo Garrafa aquí en Cusco. Cuando estaba en Lima me gustaba siempre el trabajo de Valicha, Oscar Recarte, de Kevin Salkeld, Paruro, Camilo Ángeles con Cecilia Mendizabal, y de mis amigos Árbol, Ale Borea, Rodolfo Ontaneda y Mauricio Moquillaza. Me gustó mucho el EP de Federico La Hoz, “Construir caminos” y también hace poquito escuché un trabajo de Diego Quispe que estaba bacán. Con lo demás, sinceramente creo que descubro lentamente a los artistas, y no me considero un conocedor de muchos. También escucho mucha música antigua a la que no le di antes el tiempo necesario. Actualmente Tim Hecker es una gran influencia para mí, en sus discos Radio Amor, Virgins y Konoyo he encontrado mucha inspiración justamente por su forma de manipulación, aún con tanto caos electrónico puede mantener la musicalidad. Caterina Barbieri también me gusta mucho, ella es bastante más minimalista y cíclica en su concepción de la música. Dentro de sus piezas, la novedad no se pierde ni resalta de manera contrastante. Admiro muchísimo también el trabajo audiovisual de Ryoji Ikeda y últimamente escuché lo último de Mouse on Mars que me ha volado la cabeza.

Tu opinión sobre la escena peruana de música experimental o como sea que a esta se le llame.

Es difícil segmentar artistas en escenas, y con lo experimental es aún más ambiguo. De todos modos, siento que la gente de la escena de la electrónica loca, ambient, noise, drone, entre otros, se ha ido desarrollando en comunidades pequeñas en festivales de música, tocadas y jams. Siempre hay contactos en común y poco a poco ves que todos se conocen de alguna manera. En este sentido, la movida experimental se da siempre entre un público ya conocido y los que se van insertando lo hacen de a pocos. Creo que la pandemia ha afectado bastante la difusión y agrandamiento de la escena, se ha generado un problema. La generación actual de jóvenes artistas emergentes, a la cual pertenezco, andamos en la búsqueda constante de espacios dónde poder presentar nuestras producciones y/o creaciones ya que no existen lugares adecuados para ello (mucho más aquí en el Cusco), tal es la cantidad de producción artística, innovadora, conceptual y auténtica que no puede quedar en una manifestación de acogida limitada, ya que también otras artes se ven involucradas en estas creaciones lo que genera un resultado peculiar para la apreciación.

El Perú, y el mundo en general, siempre ha sido un lugar de mierda, con fachos y felipillos por doquier, vejaciones, racismo e inequidades. ¿Cómo compaginas un discurso como el de la música que haces tan ensoñadora y etérea con el día a día en la ciudad y/o dentro del sistema?

El sonido en sí es un fenómeno cuya naturaleza me sorprende de sobremanera, me distrae y me lleva a crear limbos en el tiempo mientras la realidad ocurre. En la música que produzco capturo momentos sonoros que llaman mi atención y me parecen lo suficientemente perfectos para insertarlos en una composición. Muchas veces la inspiración sale de la realidad, como recuerdo escuchar las bocinas de los camiones en el cruce de la Panamericana con Benavides y recuerdo tratar de otorgarle un sentido bonito y organizado en todo ese caos. 

En el caso de este álbum sí puedo decir que busqué sonidos y que al final resultaron ensoñadores y trágicos. Yo creo que eso sentía cuando iba confeccionando las piezas y me gustó el resultado: un momento destinado a detener el tiempo. 

El sello 1049 Records del que formas parte, ¿cuáles son sus líneas, plan de trabajo y metas?

El sello está bien ligado al colectivo Deshumanización. En donde nuestro principal motivo de existencia es poder promover y brindar espacios a artistas latinoamericanos de expresiones artísticas que no son generalmente atendidas. El sello está reservado para la publicación de material fonográfico de los artistas, por lo que la movida se mantiene en propagación por redes y conversaciones para conseguir más difusión como menciones en podcasts y reseñas. 

Además de la música ¿qué otras expresiones concitan tu interés?

Me interesa mucho el arte visual, este apartado que involucra la generación de visuales también desde la síntesis digital. Hace un tiempo estaba experimentando con Hydra que es un software de programación visual que simula un sintetizador modular de video. En realidad me parece una expresión que se puede conjugar bastante bien con la música que produzco, sobre todo para presentaciones en vivo. Me gustan las experiencias multisensoriales en este tipo de expresiones por lo que actualmente estoy estudiando más del tema para poder incluirlo en mi arte sonoro.

¿Cómo has sobrellevado esta época de pandemia?

En casa aprendiendo nuevas cosas montando bici con los amigos. Regresé a Cusco mi ciudad natal, aquí hay más posibilidad de estar afuera de casa, en la naturaleza, que es lo que me recuerda la belleza de la vida. Tocando quena y criando a dos perritas. 

Tu instrumento, efecto o herramienta favorita es:

Guitarra y el SuperCollider

¿Cómo te ves de acá en 10 o 15 años?

En otro lado 


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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

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