Marcelo Mellado (24) forma parte de la nueva ola de artistas sonoros que están empezando a publicar documentos abocados a la experimentación electrosónica estas temporadas. Ex-alumno de la PUCP, integra el sello 1049 y el staff de Deshumanización, colectivo con el que promueve las artes post-digitales a través de eventos, conciertos y talleres. Su primer álbum, "Hogares Sin Tiempo", publicado en bandcamp el 31 de Agosto, son 2 piezas holocáusticas, 38 minutos en el que nos encontramos cara a cara con maestros del lustre de Tim Hecker, Brian Eno, Fennesz y Stars of the Lid. Se trata de una música fascinante que, en su misantropía y desarraigo, transporta mundos y secretos de otros tiempos. Una verdadera reliquia del futuro que apunta a colocarse entre lo mejor del año.
Cuéntanos, ¿cómo conociste o empezaste a escuchar lo experimental y la electrónica voladora?
Más o menos a mediados del 2018 fue cuando empecé a buscar nuevas músicas que no tuvieran que ver con lo que yo escuchaba (que era rock progresivo en su mayoría). Me interesó bastante el rock de GY!BE, porque lo valoré desde su paciencia para desarrollar las ideas musicales, la lentitud empezó a calar en mí, observé en esto nuevas formas de expresión musical que exigían más atención, pero si te quedabas podías imaginar mundos. De ahí empecé a interesarme por esos momentos de drone ruidoso, nunca había escuchado un rompimiento del tempo de esa manera y que se pueda sostener tanto y aún así, tener formas claras. Creo que ahí me abrí hacía formas nuevas de creación. De ahí hablar de experimental no lo sé, yo creo que el término se ha vuelto bastante abstracto y se puede asignar a cualquier tipo de música que le suene “rara” a alguien; me gusta pensar que hace referencia a formas de creación musical que buscan trascender el concepto de género musical. Es música que se crea de acuerdo a las propias percepciones del compositor, que aunque inspirada en cierta clase de música, revela su ser mismo en su composición. Creo que los festivales de musica “experimental” de Lima como Deshumanización o Ruidismos fueron de las primeras veces que escuchaba música así.
“Hogares sin tiempo” (1049 Records, 2021) es tu disco debut, por ahí hemos visto otro bandcamp con piezas sueltas etiquetadas como electroacústicas y field recordings. ¿Cuántos años tienes, qué otros proyectos has tenido, cómo ha sido la concreción de este debut? ¿Qué herramientas empleas?
Tengo 24, he estudiado guitarra en la Universidad Católica. Sin embargo, no considero haber tenido proyectos serios anteriormente, supongo que siempre esperaba “madurar” musicalmente hasta un nivel decente (para mí) para recién poder compartir algo mío al resto. Esas piezas sueltas de mi bandcamp representan esta primera etapa de compositor luego de estar expuesto a estas nuevas músicas que en verdad marcaron una nueva visión de la creación musical.
En esta época usaba mucho más la guitarra y grababa distintas capas en el Protools. Para Hogares sin tiempo ya estaba usando otras herramientas. Exploré con samplear algunos instrumentos de viento como saxos y quenas. También usé sonidos que sinteticé de manera digital en la compu, usé MaxMSP y SuperCollider, estas últimas herramientas han llamado bastante mi atención, lo ligo bastante a una creatividad matemática que se puede desarrollar solo explorando o jugando. Como al mover perillas en un sinte, pero aquí es tecleando números diferentes.
¿Qué dirías que es lo que necesitas o deseas expresar con tu sonido?
Principalmente busco exponer las exploraciones sonoras que trabajo, actualmente muchas de estas son en programas de síntesis como los que mencioné. Me parece un trabajo detallista y delicado el diseñar y modelar los sonidos, las variaciones de timbres otorgan sensaciones que pueden contrastar con pequeñas modificaciones. Las formas de modificar los sonidos individuales dan paso a una idea musical, que se puede acomodar en composiciones más grandes con estructuras aterrizadas. Me parece que busco generar un discurso que tenga una identidad por sí misma. El álbum si bien tiene un concepto metafórico, aún así, los dos temas pueden apreciarse individualmente. Eso sí, requiere una escucha activa.
De la música de los últimos años ¿qué artistas te interesan, local e internacionalmente?¿Algunos discos que hayan llamado tu atención tal vez?
Con respecto a los locales siempre es genial poder asistir a conciertos y llevarte la experiencia completa de su interpretación. Me gusta el trabajo de Rosa Naid y Gonzalo Garrafa aquí en Cusco. Cuando estaba en Lima me gustaba siempre el trabajo de Valicha, Oscar Recarte, de Kevin Salkeld, Paruro, Camilo Ángeles con Cecilia Mendizabal, y de mis amigos Árbol, Ale Borea, Rodolfo Ontaneda y Mauricio Moquillaza. Me gustó mucho el EP de Federico La Hoz, “Construir caminos” y también hace poquito escuché un trabajo de Diego Quispe que estaba bacán. Con lo demás, sinceramente creo que descubro lentamente a los artistas, y no me considero un conocedor de muchos. También escucho mucha música antigua a la que no le di antes el tiempo necesario. Actualmente Tim Hecker es una gran influencia para mí, en sus discos Radio Amor, Virgins y Konoyo he encontrado mucha inspiración justamente por su forma de manipulación, aún con tanto caos electrónico puede mantener la musicalidad. Caterina Barbieri también me gusta mucho, ella es bastante más minimalista y cíclica en su concepción de la música. Dentro de sus piezas, la novedad no se pierde ni resalta de manera contrastante. Admiro muchísimo también el trabajo audiovisual de Ryoji Ikeda y últimamente escuché lo último de Mouse on Mars que me ha volado la cabeza.
Tu opinión sobre la escena peruana de música experimental o como sea que a esta se le llame.
Es difícil segmentar artistas en escenas, y con lo experimental es aún más ambiguo. De todos modos, siento que la gente de la escena de la electrónica loca, ambient, noise, drone, entre otros, se ha ido desarrollando en comunidades pequeñas en festivales de música, tocadas y jams. Siempre hay contactos en común y poco a poco ves que todos se conocen de alguna manera. En este sentido, la movida experimental se da siempre entre un público ya conocido y los que se van insertando lo hacen de a pocos. Creo que la pandemia ha afectado bastante la difusión y agrandamiento de la escena, se ha generado un problema. La generación actual de jóvenes artistas emergentes, a la cual pertenezco, andamos en la búsqueda constante de espacios dónde poder presentar nuestras producciones y/o creaciones ya que no existen lugares adecuados para ello (mucho más aquí en el Cusco), tal es la cantidad de producción artística, innovadora, conceptual y auténtica que no puede quedar en una manifestación de acogida limitada, ya que también otras artes se ven involucradas en estas creaciones lo que genera un resultado peculiar para la apreciación.
El Perú, y el mundo en general, siempre ha sido un lugar de mierda, con fachos y felipillos por doquier, vejaciones, racismo e inequidades. ¿Cómo compaginas un discurso como el de la música que haces tan ensoñadora y etérea con el día a día en la ciudad y/o dentro del sistema?
El sonido en sí es un fenómeno cuya naturaleza me sorprende de sobremanera, me distrae y me lleva a crear limbos en el tiempo mientras la realidad ocurre. En la música que produzco capturo momentos sonoros que llaman mi atención y me parecen lo suficientemente perfectos para insertarlos en una composición. Muchas veces la inspiración sale de la realidad, como recuerdo escuchar las bocinas de los camiones en el cruce de la Panamericana con Benavides y recuerdo tratar de otorgarle un sentido bonito y organizado en todo ese caos.
En el caso de este álbum sí puedo decir que busqué sonidos y que al final resultaron ensoñadores y trágicos. Yo creo que eso sentía cuando iba confeccionando las piezas y me gustó el resultado: un momento destinado a detener el tiempo.
El sello 1049 Records del que formas parte, ¿cuáles son sus líneas, plan de trabajo y metas?
El sello está bien ligado al colectivo Deshumanización. En donde nuestro principal motivo de existencia es poder promover y brindar espacios a artistas latinoamericanos de expresiones artísticas que no son generalmente atendidas. El sello está reservado para la publicación de material fonográfico de los artistas, por lo que la movida se mantiene en propagación por redes y conversaciones para conseguir más difusión como menciones en podcasts y reseñas.
Además de la música ¿qué otras expresiones concitan tu interés?
Me interesa mucho el arte visual, este apartado que involucra la generación de visuales también desde la síntesis digital. Hace un tiempo estaba experimentando con Hydra que es un software de programación visual que simula un sintetizador modular de video. En realidad me parece una expresión que se puede conjugar bastante bien con la música que produzco, sobre todo para presentaciones en vivo. Me gustan las experiencias multisensoriales en este tipo de expresiones por lo que actualmente estoy estudiando más del tema para poder incluirlo en mi arte sonoro.
¿Cómo has sobrellevado esta época de pandemia?
En casa aprendiendo nuevas cosas montando bici con los amigos. Regresé a Cusco mi ciudad natal, aquí hay más posibilidad de estar afuera de casa, en la naturaleza, que es lo que me recuerda la belleza de la vida. Tocando quena y criando a dos perritas.
Tu instrumento, efecto o herramienta favorita es:
Guitarra y el SuperCollider
¿Cómo te ves de acá en 10 o 15 años?
En otro lado
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