VIAJE AL ESPACIO EXTERIOR Y EL ENSUEÑO ETÉREO-EXPERIMENTAL MINIMALISTA
por Revordrift/.
El nuevo disco de SILVANIA: “BANDA SONORA PARA COMETAS Y HALOS LUNARES”, es un vuelo por el Ambient espacial minimalista, pincelando cosmografías y paisajes sonoros por ecosistemas etéreos ambientales, siendo en esta ocasión más abstracto que electro, en la onda de actos como BRIAN ENO, HAROLD BUDD, KLAUS SCHULZE, SPACETIME CONTINUUM.
Afortunadamente para melómanos empedernidos Mario Silvania continúa con su prolífica carrera navegando por las fronteras de la electrónica Ambient Pop y consigue mostrarnos los límites insospechados de la abstracción etérea sumada a la experimentación todo en clave espacial.
Este registro se compone de una larga travesía de 13 temas, comprendiendo desde el despegue hasta el arribo al destino, que se revela en el último track: “Luna triste”; el cual contiene un guiño a la música popular al entonar MARIO SILVANIA en dúo con ANNICKA POLACK: Blue Moon, balada popularizada por Elvis Presley en la década de los cincuenta, que en esta ocasión suena alterada y modulada bajo distintos colores eléctricos emanados desde la paleta tecno de Mario.
Las credenciales quedan convenidas para este viaje en los 2 primeros cortes: “En el Júpiter 4” y “El Silvania 13” en los cuales quedan situadas a manera de ignición, la flotación etérea y el destino planetario intergaláctico como consignas conceptuales y fundacionales de estas composiciones sonoras atmosféricas. Un Ambient analgésico de tintes épicos va a yuxtaponerse con oscilar extensivo sobre la última mitad de esta segunda pieza. El vuelo espacial continua en “The Colours – Universo” con un reflexivo planeo por geografías sonoras cercanas al periodo “Naves sin puertos” de 1998 combinado con el Ambient volador y aislacionista, en un eterno riff pleno de resonancias así como de extraños efectos varios en un tono introspectivo más sombrío que en “Ann”, el siguiente corte, donde la belleza de las atmósferas alcanza grado sumo por su luminosidad, como un aliento angelical a lo TANGERINE DREAM/SPACETIME CONTINUUM irradiando sensaciones volátiles y retiradas. “El espacio es una película granulada” bebe de la influencia de U-ZIQ y MOUSE ON MARS al inicio del tema, con las capas de sonido de una profunda intensidad que se muestra cual soundtrack de película de ciencia ficción. Las vocalizaciones de Mario fijan las coordenadas espaciales donde la travesía atraviesa un paraje serio y gris de hipno-monotismo, heredero de la discográfica 4AD. ”El lado oscuro del cielo” rememora resonancias a lo KRAFTWERK y sobrepasa los límites de las categorías musicales para situarse en terrenos de lo experimental. “Y los cometas” expone varios sonidos en forma de bleeps y trinos eléctricos que conducen a una sinapsis del tipo psicodélico, a una especie de trance por su alto grado hipnótico, matizado por las palabras enunciadas por Laura Rosales que sirven de guía orientativa en algunas de las piezas. Ecos de nostalgia quedan registrados en el octavo track “Regresaré en la más bella de las estaciones” cuyo cenit de ondas sonoras parecen acercarse a los M83 del “Digital Shades” y en sintonía con E.A.R y el Selected Ambient Works 2 de Aphex Twin. En “Sin orbita”, continua la ambientación a lo Spectrum-EAR del teclado minimalista evocativo de espacios fríos y lejanos, dando paso a escenarios misteriosos e insólitos que en “Los telescopios y el sonido del silencio”, conforman ya envolventes frecuencias de lograda abstracción. En “Ella es un halo solar” vuelve a mostrarse la intensidad e ingravidez del Ambient etéreo, atravesando paisajes áridos por momentos, pero llenos de luz. “Así estemos a 200mil millas del espacio” constituye el punto más crítico del viaje hipnótico por la fuerza y potencialidad de los efectos electrónicos aseverados y encaminados por la intervención oral de Mario recitando breves líneas poéticas.
Documentos musicales como este bien valen su peso en oro, por la dirección en busca de la originalidad, de la innovación, de lo celosamente imbricado en el envoltorio de las categorías y etiquetas, SILVANIA es hoy una seria proyección hacia los cielos más elevados, muy lejos quedó el periodo “Miel nube hiel”, “En cielo de océano” o “Paisaje 3” de principios de los noventa, donde las pasionales guitarras eléctricas y la modulación del sonido a través de pedales, teclados u otros artilugios eléctricos se acompañaban de vocalizaciones sofocadas y extasiadas. Aquel ensamble Dream pop y Shoegaze sufriría, como en muchas otras bandas (léase SEEFEEL, SCALA, SLOWDIVE, ECSTASY OF SAINT THERESA, etc), un viraje electrónico hacia terrenos más ambientales y cercanos a lo cósmico y al Ethereal Noise. En tiempos actuales de retromanía y revivals, SILVANIA apuesta por el Ambient pop etéreo, abstracto y espacial siempre buscando el elemento particular, original y estético que configure las hermosas texturas propias del minimal vuelo trans-estratosférico.
Estamos ante un tesoro de la electrónica Ambient peruana y requiere como requisito para un disfrute total la predilección auditiva por los nuevos sonidos o frecuencias que pueden lograrse mediante el uso de la tecnología electrónica. Su cariz experimental y abstracto hace que los ritmos y melodías adopten formas vastas y desérticas. También contiene apacibles parajes sonoros de alta y extraña belleza bajo una atmósfera por momentos naif por momentos abrupta, ruta de la exploración sonora que supone la instrumentalización minimalista.
Parece que esta “Banda sonora para cometas y halos lunares” creada por MARIO SILVANIA suscita la consabida y difícil misión de exploración al navegar en el cosmos buscando asemejarse al sonido del espacio sideral. No obstante, se trata de un recomendado vuelo por entornos cercanos a la exosfera y mucho más lejos…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario