En 1995, ustedes dejaron atrás completamente la guitarra. ¿Descartan volver a utilizarla para próximos números como Ciëlo?
La guitarra en ese momento estaba capitalizada por la vuelta a los dinosaurios grunge, de nuevo rock pesado a lo Led Zeppelin, melenas hippies, camisas de leñador, mugre y vulgaridad. Tanto My Bloody Valentine como Slowdive iniciaron también cierta huida hacia la electrónica. Nosotros fuimos más lejos. No sentimos apego por ningún instrumento en especial. De hecho odiamos a los músicos y sus aburridos tecnicismos. Por eso renunciamos al formato de banda. Preferimos buscar nuevas sensaciones en el sonido que perder el tiempo ensayando. La guitarra tiene sus propios timbres y sensibilidad, pronto veremos si algunos experimentos nuestros actuales terminan de cuajar con ese instrumento.
El tema “Gris Moderno”, ¿es una sátira a la idea que los fans se habían hecho de ustedes como personas, es un vilipendio dirigido a cualquier “loquito vanguardia”, o es una caricatura a sus días anteriores a Ciëlo?
Otra vez malentendido. Ni caricatura ni vilipendio. ¡No hacemos música para hablar de cosas que no amemos! “Gris Moderno” celebra algunos personajes y elementos comunes a cualquier fan del pop moderno e inquieto de las últimas décadas. ¡Adoramos a todas esas estrellas, pero odiamos a los Smiths! ¡Me gusta odiar a los Smiths! Así de simple. El resto de la letra habla del inconformismo compartido de muchos como nosotros frente al actual panorama mediático: radio, TV, prensa. ¡¡¡De cuando te entran ganas de largarte a otro país o a otro mundo, porque estás rodeado de cerdos!!!
¿Fue una sensación similar y seres de ese tipo lo que los hizo irse? ¿Cómo creen que se hubiera encaminado su creatividad y su vida misma si se hubieran quedado en Lima?
Ese “mundo de cerdos” es el actual mundo europeo, el Primer Mundo capitalista o como quieran llamarlo, con su control silencioso y su programación de los individuos. Nos fuimos de Perú por causas distintas cada uno. Nunca se puede adivinar lo que hubiera pasado de permanecer en Lima. Creemos que el lenguaje del “hubiera” o de las “posibilidades imposibles” es el lenguaje de la frustración; es desperdiciar tiempo y energías, y una forma de pensamiento típica de una cultura con gran herencia moral cristiana, basada en el arrepentimiento. Nosotros tenemos un trato especial con el tiempo. Creo que dentro de nosotros mismos hemos abolido todo tipo de pseudo deudas con el futuro o el pasado. Vivimos en el presente intensamente, inventando, creando, en constante movimiento. El pasado y los recuerdos son para disfrutarse, con traumas y triunfos incluidos. Lo demás es moralina vacía.
¿Qué tal la experiencia con Ana Laura Aláez (artista multimedia) y Girls On Film?
Muy fructífera. El disco de Girls On Film explica perfectamente todas nuestras posibles conexiones entre estilos, entre décadas y diferentes públicos. La forma nunca pervierte nuestro fondo, aunque hagamos experimentos locos.
¿Habrá otro disco bajo ese nombre? En el que editaron ¿qué tanto reflejan los temas la propuesta artística de Ana Laura? ¿Podrían hablarnos de ella también?
El mundo de Ana Laura es frágil, fugaz, mutante, casi imperceptible y muy femenino. Conceptos todos muy interesantes para nuestro mundo de sonidos. Los proyectos los hacemos sin planes de futuro. Silvania o Ciëlo tampoco tuvieron nunca asegurada su continuidad.
¿Volverá a editar algo Silvania?
No sabemos.
Naves Sin Puertos, de Silvania, fue considerado el mejor disco electrónico de la década pasada en España. ¿Cómo recibieron tremenda noticia?
“Esa tremenda noticia” no nos cambió la vida ni mucho menos. El disco está hecho: escúchenlo y contesten ustedes la pregunta. No vivimos del pasado.
(Continuará)