La talentosa compositora Constanza Núñez-Melgar, responsable del acto de corte nü metal y dark PANYOBA, acaba de brindarnos una interesantísima entrevista desde su estancia londinense ha donde ha ido a realizar un master de Filosofía del Arte. Ella es egresada de Filosofía de la PUCP, además de una enamorada de la atmósfera del Centro de Lima y además de Panyoba, mantiene otros proyectos de los cuales habla largo y tendido para sus fans y los lectores del blog PerúAvantgarde.
Pasen y deléitense.
Gracias por aceptar la entrevista para nuestro blog Constanza. Dinos, en un inicio ¿cómo es que desarrollaste tu afición por la música? ¿Qué grupos escuchabas siendo adolescente?
Hola Wilder, gracias a ti por esta entrevista.
Bueno mi afición por la música siempre estuvo desde que tengo memoria. En parte de mis primeros recuerdos está la imagen de un piano de juguete donde hice mis primeras canciones, luego me metí en la flauta, el piano y a los 14 descubrí la guitarra. Empecé a estudiar guitarra clásica con el profesor Oscar Zamora y me afané con las composiciones de Bach para Laud. Uno de mis primeros amores también fue el black metal, específicamente lo noruego de los 90s, en especial los primeros de Burzum, el black francés de las legiones negras (Belketre, Vlad Tepes), el primer disco del grupo Absurd también fue algo determinante. Luego el Crust y el punk de vieja escuela y grupos como Amebix, escuchaba también bastante psicodelia en especial japonesa y uno de mis grupos favoritos de todos los tiempos continua siendo Les Rallizes Denudes. Por ahí entre en algo de ruido japonés también, grupos como Hanatarash. También escuchaba algo de darkwave y postpunk y los infaltables clásicos de Joy Division y Siouxsie. Fue algo gracioso como descubrí la afición por la música digamos subte, un día cuando tenia 13 años acompañando a mi abuelo a sacar copias a Galerías Brasil, sin saber donde estaba. Exploré el sitio y me sentí atraída por las portadas de los discos de death metal y grindcore. Ese día me compré el Necroticism de Carcass y así empezó todo.
¿Quiénes son tus guitarristas preferidos? ¿Por qué?
Realmente no tengo ninguno en especial. Mis influencias en la guitarra provienen predominantemente del black metal así que podrían ser quizás los guitarristas de las bandas que mencioné en la pregunta anterior y tal vez de las guitarras de grupos como Cocteau Twins. También me gustan mucho las guitarras de grupos de chicha nacionales como el grupo Celeste, que combinan un sentir andino con las influencias psicodélicas. Me han llamado también la atención las guitarras del grupo japonés de postrock Mono, y quizás los primeros discos de Ulver. Me gustan las guitarras que dominan la fluidez y se comportan como corrientes que ofrecen diferentes configuraciones, el uso de disonancias también es algo determinante en mi atracción por una linea de guitarra.
¿Antes de Panyoba participaste en otras bandas? Cuéntanos algo de cómo se dio el nacimiento de Panyoba.
Antes de Panyoba participé en la banda Petirrojos (Post-blackmetal) junto a Nahun Saldaña y Pablo Aramayo, donde tocaba guitarra y hacía algunas voces. Panyoba surgió más o menos por el año 2007 en que comencé a grabar mis canciones en vivo de manera casera, combinando sin querer un poco mi inclinación hacia el black, el punk y las baladas que escuchaba en radio "la inolvidable" todos los días en mis trayectos de 1 hora y media en micro a la universidad. Así me interesé por la música italiana del festival de San Remo de los años 60s, 70s, lo que también generó una gran influencia para el nacimiento de Panyoba. Grabé una compilación de mis grabaciones caseras titulada “Panyobisna”, la cual saqué por mi cuenta en cd-r y distribuí por quilca y galerías brasil, luego salió una reedición en cassette en el sello italiano Turgid Animal. Esto fue en el 2009.
¿Qué significa Panyoba para ti? ¿Remite a algo o alguien esa palabra?
Panyoba era una especie de personaje imaginario que creé cuando tenía algo de 5 años. Ella era una niña que vivía en un oasis en medio del desierto y que todos los días salía al “mundo real” para robar objetos, que luego desarmaba en líneas y geometrías y usaba como materia prima para seguir expandiendo su desierto. Cuando grababa las canciones del Panyobisna, recordé esa historia y me pareció que calzaba perfecto con mi idea de la música en todos esos temas. Para mi la mirada musical al mundo tenía que ver con algo que devolvía cada experiencia a un punto de apoyo en una telaraña tonal o ruidistica que estaba basada en el disolvente. Disolver, liquidar, reducir todo a agua, a río. Una vez que tienes el torrente (la materia prima), solo tienes que preocuparte por los pormenores de la corriente o los ritmos que sean capaces de escarbar y abrir otros paisajes. Las disonancias eran como portales para mi, y el black, el arte de saber llevar las corrientes. Lima en especial el centro, se volvió el campo de extracción de la materia prima para mis operaciones y yo me convertí en su filtro.
El disco que publicaste el año 2010 con Panyoba es una mixtura de sensaciones oscuras y etéreas que beben principalmente del nü metal y la música dark. Cuéntanos en qué o quiénes están inspiradas las canciones de ese álbum, cómo fue el proceso de grabación y si estás contenta con el disco o cambiarías algo de él hoy.
Bueno, ese disco fue una mezcla algo extraña. En si yo escribí las canciones y grabé las guitarras y voces. Los arreglos de batería y bajo fueron grabados en un inicio por Manuel Cornejo (Laghonia) y luego algunas baterias por Jorge Handabaka , que en si escuchaba bastante new metal y jazz, quizás por ahí puedan haber entrado esa influencias. En el bajo de algunas canciones también participó Raúl Vega, músico con el cual estoy trabajando para mi último disco y con el cual compartí las ultimas presentaciones en Lima el año pasado. Y tuve una colaboración de Camilo Uriarte para un par de temas en la guitarra. La mezcla del disco fue hecha con Wicho García. En si el disco fue un híbrido total, por el hecho de involucrar a musicos de origenes tan diversos, sin embargo estuve contenta con el resultado.
¿Qué instrumentos o aparatos usas para la elaboración de tu música?
Para la música de Panyoba uso guitarras, pedales de distorsión, fuzz, delay, reverb y en la ultima etapa hemos trabajado junto a Raúl pistas de percusión, que corriamos usando un looper en las presentaciones. Ahora último que estoy produciendo nueva musica de estilos distintos, uso más que todo un sintetizador, pedales y sonidos creados en la computadora a través del Ableton Live.
El álbum de Panyoba viene con un booklet lleno de dibujos de carácter naíf y oscuro algo perturbadores. ¿Qué otras aficiones tienes aparte de la música? ¿Algunos referentes literarios?
Los discos de Panyoba siempre han salido acompañados de arte hecho por mi, casi siempre gráficas con ese estilo. No tengo un referente específico que pueda citar. En cuanto a la filosofía me inclino mucho por el pensamiento de Martin Heidegger, Nietzsche, Bataille y el primer Walter Benjamin. En la literatura Julio Cortázar, últimamente Lovecraft, Yukio Mishima, Cesar Vallejo, Michael Ende, Oliverio Girondo, Federico García Lorca. Y bueno el ocultismo o el esoterismo siempre han estado presentes en mi trabajo. Siempre estoy en un estado constante de investigación en lo referente a estos temas, en especial a la alquimia y la tradición cabalística.
Estudiaste Filosofía en la Católica, ¿durante qué años? ¿qué tal las vivencias y el ambiente musical allí?
Terminé Filosofía en la Católica y actualmente hago una Maestria en Filosofia del Arte aquí en Londres. En la Católica no conocí realmente un ambiente musical, aunque sí muchas amistades con las que compartí muchos intereses en común como la música, la filosofía y la literatura. Mis vivencias musicales primordiales fueron en el centro de Lima siempre.
Luego de Panyoba has participado de un proyecto experimental siempre dark y también ambient llamado Moscaterio. Cuéntanos algo de esta experiencia. ¿Tienes pensado publicar algo con este acto?
Empezó como un proyecto de improvisación junto a Raúl Vega. Luego comenzamos a grabar nuestras sesiones. Queríamos explorar mas que todo ciertas ideas que compartíamos en relación a nuestra investigación en la filosofía oculta, pero a través de la improvisación libre. Nuestra ruta para este proyecto era descendente, nuestros campos recurrentes eran temas como la miseria, la putrefacción, la desesperación y la desolación. Sobre esos pilares explorabamos de manera abstracta, usando teclados, parlantes, pedales, ruidos y formas artesanales de grabación, todo siempre íntimamente lo-fi. Esta por salir un cd-r en el sello australiano Smell the stench en una compilación de 3 sesiones y un cassette posiblemente con un sello nacional.
Desde hace 5 meses resides en Londres, ¿qué tal tu experiencia por esas latitudes?
Todo muy bien hasta ahora, me encuentro trabajando en nuevos proyectos musicales. Últimamente estoy remezclando unas pistas para un nuevo proyecto titulado Vitrales, con el cual me gustaría sacar un Ep este año. Aquí me influencié principalmente del minimal wave y de algunos ejemplares de mutant y space disco de fines de los setenta que estuve escuchando bastante el año pasado. Grabé una maqueta de 8 temas en Lima y ahora quiero producirlo de forma adecuada para sacar algo este año espero. También estoy componiendo algunas ideas para un proyecto en una onda martial industrial/neofolk/electrónica etnica, que aun no tiene nombre y con el cual espero aunque sea sacar un demo este año. Por otro lado el 4to disco de Panyoba (2do de estudio) está en proceso, Raúl está terminando de grabar algunos bajos con la asistencia y ayuda de nuestro amigo Oscar Recarte y esperamos que esté listo para este año también. El sonido ha variado bastante desde el “folklore interior” y se asemeja un poco más a la esencia.
Aparte de todo esto en Londres, además de la música, he decidido incursionar en el campo de la performance y estaré montando una, junto a un colectivo que he formado recientemente. Espero que esto sea para inicios de Junio.
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